Capítulo 18. Parte 2
Taehyung sentía que no tenía mucho por decir, siempre consideró que tanto su personalidad como su vida solo era tranquilidad, no había momentos significativos o momentos decisivos en todos aquellos años, todo era demasiado pleno en él.
Se cruzó de brazos mientras meditaba sobre qué decir, no encontraba algo lo suficientemente interesante para contar.
—En realidad, no sé que decir.—Confesó con una sonrisa apenada.
—Vamos, debe de haber algo. ¿Qué tal te iba en la secundaria? ¿Cómo era tu versión de adolescente?—Cuestionó, mostrando una expresión divertida.
—¡Era horrible! Nada que ver ahora, tenía un corte que parecía de hongo y mi cabello siempre estaba peinado hacía abajo, me corté el fleco varías veces pensando que era buena idea y usaba muchas cosas de color negro, me gustaba delinearme los ojos y en las fotos anuales de la escuela parecía un extraterrestre porque no encajaba con mis grupos.
—No mientas, no puedo imaginarme siquiera que exista una vez que hayas podido verte mal.
—Porque tuviste el honor de conocerme en mi mejor versión, si vieras mis fotos escolares no pensarías lo mismo.—Alegó, totalmente seguro de ello.
Jungkook soltó una carcajada.—Hagamos como que te creo, ¿Qué más puedes contarme de tu adolescencia?
—Me gustaba mucho el dibujo y el arte, aún siguen persistiendo en mí, pero siempre creí que no era lo mío verdaderamente.
—¿Qué estudiaste?
—Artes visuales.—Se cubrió su rostro con sus manos, apenado.
—Artes visuales es una buena carrera, además que haces lo que dices que te gusta, ¿Qué tiene de malo ello?
—¿Acaso no lo ves? Estoy trabajando en una florería en lugar de ejercer mi carrera, ¿Qué tan patético suena eso? Es vergonzoso.
—Por supuesto que no, solo debe de haber una razón detrás de ello.—Alentó, sonriendo.
Taehyung negó, apenado por su realidad. Siempre pensó que su vida era patética, pero seguía alentándose para sí mismo, era lo único que necesitaba para levantarse y seguir con su vida con normalidad. Tenía un lugar en donde vivir, un trabajo que le gustaba y había conocido buenas personas, entonces ¿Por qué sentía aún pena al contar su versión de los hechos?
—Fue una buena carrera, pero cuando salí al mundo laboral entendí que no era lo mío. Había personas tan talentosas, conseguían fácilmente puestos importantes y gran reconocimiento por sus trabajos, yo no iba a poder competir con ello. Apenas podía solventar mis gastos a lo que me dedicaba, por lo que decidí probar en otras cosas, desde cajero en supermercados, trabajar en almacén, de repartidor, inclusive en el correo, pero ninguno me interesaba lo suficiente hasta que encontré la florería, estaban buscando personal y me postulé sin tener conocimiento alguno sobre las flores o de lo que debía de hacer.
—Pero eso te ayudó, creo que necesitan creatividad para los arreglos y demás, también tenías la experiencia al trato con los clientes, todo ello ayuda mucho.
Asintió.—Totalmente, en los primeros días me sentía extremadamente desorientado y tenía dificultad para armar los arreglos sencillos, pero una de las veces que estaba solo y no había personas alrededor fue cuando decidí a probar nuevos arreglos. Mi jefa ya tenía todo contemplado, tenía ya las plantillas para los arreglos, solo era cuestión de elegir las mejores flores y acomodarlo, pero yo quería más de ello. Probablemente me arriesgué a que me corrieran solo por o acatar órdenes, pero alfinal resultó bien porque le gustó los arreglos que preparé y me dió el visto bueno para ponerlos en exhibición.
—Eso es fantástico, deberías de hacerme un arreglo.—Bromeó, pellizcando su mejilla.
—O tú podrías regalarme un arreglo.—Atacó, levantando la barbilla.
—La única florería que recuerdo es en donde trabajas, ¿No sería raro regalarte un arreglo que tú mismo hiciste?
Taehyung meditó su respuesta, asintiendo al final.—Pero puedes ir a más florerías.
—Lo tendré en cuenta, mañana mismo buscaré una.—Le guiñó el ojo, sacándole una carcajada al castaño.—Pero, en verdad, ¿Nunca has intentado hacer algo más allá de la florería?
—No, pero cada que voy a una exhibición vuelve mi deseo a poder crear algo con mis propias manos desde cero, algo que tenga mi marca.—Sonrió con tristeza, rascando su nuca.—Hubo muchas veces que, al ir a esas exhibiciones, quería volver a casa y crear algo lo suficientemente bueno como para compartirlo al mundo, pero tan pronto como iniciaba a pintar, toda inspiración se iba y sentía que solo estaría haciendo el ridículo por pensar que podía aspirar a más. Nunca he mandado un solo trabajo mío por miedo a que no lo aprueben, sinceramente tengo miedo a que me rechacen, pero también es algo inevitable que tiene que pasar, no siempre pueden aceptar lo que uno haga, pero no creo poder hacerlo.
—Taehyung, es normal tener miedo, pero no es bueno que te cierres a futuras oportunidades por ello. Deberías de arriesgar, lo único que podemos perder es recibir un no, pero eso no significa que haga menos el trabajo de uno. Apuesto que eres un gran artista, deberías de intentarlo aunque sea una vez, o más adelante, solo estarás reprimiendo y arrepintiéndote por no intentarlo, es mejor tener ello que solo pensar en lo que hubiera pasado.
—Viste el arte de los demás al acompañarme a esas exhibiciones, ¿Cómo podría competir contra ello? Ello son tan buenos, yo ni siquiera tengo una marca propia, algo que pueda distinguirme, no tengo nada.
El azabache no aprobó sus palabras, frunciendo el ceño.—Nunca es tarde para empezar, ¿Por qué no hacerlo ahora? Es momento de hacer el cambio.
Cuando Taehyung sintió las manos contrarias levantarlo de su regazo, vió como Jungkook se levantaba y le tendía la mano en su dirección.
—¿Qué? ¿Hacerlo ahora... te referías a justo ahora?—Cuestionó desorientado, aceptando su mano aún sin saber qué hacer.
—Taehyungie, soy un hombre que si algo tiene en mente, entoces lo ejecuta en el momento. Cuando digo que porqué no hacerlo ahora, me refiero a justo ahora.
—Pero, ¿Qué es lo que vamos a hacer?
—Empezaremos a ver tus creaciones, ¿Tienes alguna que puedas enseñarme?
—¡Claro que no! Me deshice de todo ello, no tenía sentido conservarlo si solo lo tenía arrumbado en mi departamento.
Jungkook lo observó con mal gesto.—¿Alguna foto? Debiste de haberle tomado aunque sea una foto cuando lo estabas haciendo, o cuando lo terminaste, debe de haber alguna evidencia.
—Uh, no recuerdo exactamente haber hecho eso, ni siquiera recuerdo que tengo en mi galería.—Confesó con un gesto mortificante.
—Entonces será momento de verte hacer arte.—Dijo convencido, juntando sus palmas.—Pero me niego a no saber ese talento que tienes, Taehyungie. Sé demás que eres una persona talentosa, que si algo te apasiona te esfuerzas por dar lo mejor de ti, así que no quiero volver a escuchar que menosprecias tu arte porque eso mismo es, es tu arte y deberías de valorarlo más, es algo tuyo y que con ello tiene que bastar para poder exponerlo al mundo, para que las personas te conozcan y tengan en claro el talento que tiene Kim Taehyung.
—No hables como si mi primera creación pudiera ser buena, ni siquiera podría tener tal alcance como dices.—Golpeó su hombro ante sus palabras, creyéndolo imposible.
—¡Debes de ser más optimista!—Sacudió sus hombros, haciéndolos reír a ambos.—Por favor, inténtalo una vez más, sé que puedes hacer esto. No te rindas sin siquiera haberlo intentado, y mírame a mi como tu soporte, si no sale como quieres, entonces estaré ahí para animarte, pero si sale bien, recurre a mí para festejarlo, jamás te negaré nada de ello.
—¿Y si vuelvo a tener miedo al mandar alguno de mis trabajos?
El azabache dió un paso, acercándose más a él antes de plantar sus manos sobre sus mejillas.—Entonces ven a mí para alentarte a que podrás hacerlo, seré tu soporte y ese pequeño empujón que necesitas para hacer las cosas, no lo dudes.
Taehyung formó un puchero entre sus labios antes de abrazarlo, pegando su mejilla contra su hombro y aspirado la colonia impregnada en su cuello. Asintió ante sus palabras, sintiéndose bien al escuchar todo ello, con una nueva idea formándose en su cabeza y una nueva ilusión dentro de su pecho.
—Pero si te haces reconocido, solo espero que recuerdes quién fue quien te incentivó a seguir con tu arte.—Mencionó en un tono divertido, provocando que Taehyung despegara su rostro de él.
—No sé si sea buena idea, olvidaré todo esto y me crearé una nueva identidad.—Siguió el juego, entrelazando sus manos.
—Ah, entonces olvida todo lo que dije, esto ya no me está gustando.—Frunció el ceño, formando un puchero entre sus labios.
Cuando hizo el intento de separarse, Taehyung soltó una carcajada y negó, aún aferrándose al agarre entre sus manos mientras seguían caminando fuera de la sala, dirigiéndose por el pasillo. Tan pronto como entraron a la habitación del azabache, olvidaron por completo todo a su alrededor, incluyendo sus celulares sobre la mesita de centro en la sala, ignorando todos los mensajes que estaban entrando al celular de Jungkook, en espera de poder comunicarse con él.
Taehyung se había ido temprano del departamento de Jungkook, diciendo que había encontrado inspiración suficiente para poder iniciar su primer trabajo. A regañadientes, el azabache lo había acompañado hasta la puerta, aún y ante las protestas del castaño de que no era necesario que lo acompañara, pero aún así su novio insistió en hacerlo.
Aquella mañana estaba demasiado fresca, por lo que con un último beso de despedida pudo observar a Taehyung ingresar a su propio departamento antes de cerrar la puerta, caminando de vuelta a su habitación para seguir durmiendo y alejar el frío que estaba comenzando a calar en su cuerpo. Pasó de largo hasta la habitación de Lía, comprobando que estuviera durmiendo de manera cómoda antes de volver a su cama, cubriéndose con las cobijas hasta su cuerpo y cerraba sus ojos, alejando los escalofríos que lo estaban recorriendo.
Estaba por conciliar el sueño cuando la puerta del departamento fue tocada, haciéndole fruncir el ceño ante ello. El reloj marcaba recién las siete de la mañana, era fin de semana y no había nadie que pudiera tener una razón de acudir a esa hora. Por un momento pensó que se trataba de Taehyung, pero él siempre se aseguraba de mandarle un mensaje avisando que iría, por lo que comprobó su celular y verificó que no podía tratase de él, además de que tenía solo un rato desde que se había ido.
Buscó una sudadera para cubrirse del frío, saliendo de su habitación con el ceño fruncido mientras pasaba el dorso de sus manos sobre sus ojos, tratando de eliminar todo rastro de sueño en él. Su primer error de aquella mañana fue no fijarse por la mirilla de la puerta, abriéndola sin consultar de quién se trataba.
—Buenos días, Jungkook.—Aquella voz femenina que sonó alrededor de sus oídos le provocó un escalofríos, reaccionando justo a tiempo que la mujer delante suyo sonreía en su dirección.—Espero no molestar, pero quería verte en la brevedad, ¿Podemos hablar?
Jungkook miró con un gesto de incredulidad a la mujer que se encontraba al frente, todo rastro de sueño había desaparecido mientras se acoplaba a lo que estaba sucediendo. Si no fuera por la gran fuerza que estaba ejerciendo al apretar sus puños, a tal grado de ocasionarle una ligera pinchazón en la palma, juraría que ver a Lana frente suyo era producto de un sueño.
¿Qué estaba haciendo Lana frente a su puerta, a las siete de la mañana en fin de semana, y después de tantos meses sin haberse visto? El recuerdo de haberla visto por última vez lo atormentó, lucía tan diferente en ese entonces, estaba desconociendo a la mujer que estaba en espera de una respuesta suya cuando antes podría jurar que se trataba del amor de su vida.
Pero las cosas cambiaban de la noche a la mañana, y ese recuerdo de aquella mujer que amaba tanto se había borrado de su mente.
Y como si su mañana no estuviera siendo lo suficientemente cruel, escuchó como Lía comenzaba a llorar desde su habitación, notando como Lana reaccionó de manera tensa en su postura, queriendo ver sobre su hombro.
Sintiendo un déja vu y una ironía ante la situación, maldijo entre dientes antes de apartarse de la entrada e ir directamente hasta donde se encontraba Lía llorando, siendo su prioridad en ese momento.
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