Capítulo 11.
Taehyung podría estar corriendo un maratón en ese momento de lo emocionado que se encontraba frente a su puerta. Había llegado el esperado día de su cita con Jungkook y miraba la hora de su celular en espera a que fuera la hora en punto para salir y encontrarse de manera casual frente a sus puertas. Todo el día había sido una maraña de nervios para él, inclusive Hoseok tuvo que visitarlo nuevamente para ayudarle a elegir su atuendo de aquel día porque nada le convencía, otra vez.
Sabía que era muy probable que tuviera harto a su amigo, inclusive él mismo se aborrecía porque, demonios, ¿Acaso volvía a la adolescencia cuando un chico que le gustaba lo invitaba a salir? Era un persona adulta, se suponía que había dejado esa clase de emociones atrás y actuaba con madurez, pero tan pronto como Jungkook lo había invitado a salir no había pegado el ojo noche tras noche pensando en los mil y un escenarios posibles de su cita.
Cuando su reloj marcó la hora en punto, se acomodó la chaqueta una última vez antes de abrir la puerta y sorprenderse cuando vió como Jungkook alzaba la mano para tocar con sus nudillos, mientras que a un costado suyo llevaba en el portabebés a Lía, entretenida con un peluche entre sus manitas.
—Oh, hola Taehyungie.—Jungkook sonrió, bajando su mano de manera rápida.
—Hola, Jungkookie.—Se inclinó para estar a la altura de la bebé, la cual sonrió al verlo.—Hola, pequeña Lía.
El contrario los miró enternecido.—¿Listo para irnos?
Taehyung asintió, saliendo del departamento y caminando detrás de Jungkook hacía el ascensor. Bajaron hasta la planta del estacionamiento, mirando a los dos automóviles con ciertas intriga.
—¿Iremos por separado o...?
—Oh, pensaba que podríamos ir en mi auto, si no te parece mal.—Señaló su automóvil, quitándole la alarma.—Si te estoy invitando, soy quien se hará cargo de todo.
Taehyung se quedó sin palabras, un leve rubor cubriendo su rostro antes de caminar hasta el asiento del pasajero, donde Jungkook le abrió la puerta sin percatarse de aquel detalle hasta que la cerró y fue al asiento trasero para instalar a Lía de manera segura, sobreanalizando la situación. ¿Había estado bien que le abriera la puerta? ¿Debería de hacerlo cuando llegaran al restaurante también? Dios, debería de relajarse o antes de siquiera llegar estaría más que nervioso y titubeando.
Una vez que se aseguró que la bebé estuviera bien desde su asiento, subió a su lugar y acomodó el espejo retrovisor antes de prender el auto y salir del estacionamiento. Estiró la mano para prender el radio, diciéndole a Taehyung que podría escoger una estación mientras se dirigían a su destino, fundiéndose en una trivial charla sobre la música actual y la de sus días de juventud, teniendo una terrible comparación en sus tiempos. Estaban de acuerdo que la música no se comparaba con la de sus días de secundaría, la cual disfrutaban cantar en los karaokes saliendo de clases.
Cuando Taehyung encontró una de esas canciones que tanto habían disfrutado cantar en su adolescencia, no dudó en subirle más el volúmen y comenzar a cantarla, haciendo un dúo con Jungkook al ver una canción con colaboración. Estaban perfectamente sincronizados con el papel que les tocaba desarrollar, metiéndose en el papel del personaje mientras reían por la actuación del otro; Lía los veía desde atrás, sacudiendo sus manitas y piecitos al ver el gran ambiente que había en la parte de enfrente del auto.
Terminaron con una pista de guitarra eléctrica justo cuando Jungkook entró al estacionamiento del lugar, bajando el volumen cuando terminó y sonriendo por el pequeño concierto que habían ofrecido. Halagaron sus magníficas voces juntas y Jungkook se precipitó a salir primero, abriéndole nuevamente la puerta a Taehyung para luego bajar a Lía en su portabebés.
Taehyung se recompuso rápido por la acción, caminando por la calzada cuando se adentraron al lugar.—¿A dónde vamos?
—Hay un restaurante que recién tuvo su inaguración, por su primera semana se están manejando reservaciones y con suerte conseguí.—Sonrió al recordar que se debía gracias a Seokjin, planeando comprarle algo cuando regresara a trabajar.—Al parecer no es su única sucursal, decidieron expandirse y tiene muy buenas críticas, pensé que podríamos venir a comer. Igual toda la zona es gastronómica, podemos comer cualquier cosa que haya aquí, todo se ve apetecible a decir verdad.
La boca se les hizo agua tan pronto como comenzaron a adentrarse a la zona gastronómica, observando la diversidad de restaurantes y puestos que ofrecían diferentes tipos de platillos, postres y demás. Taehyung señaló un puesto de helados, Jungkook asegurándole que podrían ir cuando terminaran de comer por un cono.
Cuando llegaron al restaurante, se percataron de una pequeña fila de personas que esperaba entrar, haciéndoles dudar sobre si formarse o ir directamente a la puerta. Teniendo unos minutos antes de la reservación, Jungkook decidió ir a la puerta a pesar de las malas miradas que le daban, considerando que se estaba metiendo a la fila, mientras Taehyung les ofrecía una mirada apenada y susurraba la palabra reservación entre sus labios, siguiendo al hombre.
El señor de mediana edad asintió cuando encontró el nombe de la reservación y los guió hasta su mesa, acercando rápidamente una silla especial para la bebé. Jungkook agradeció con una sonrisa y tomaron asiento uno frente al otro, mientras Lía era acomodada enmedio de los dos.
—Ah, todo se ve demasiado lujoso aquí.—Taehyung pronunció mientras miraba a su alrededor toda la decoración, sorprendiéndose con cada mínimo detalle.
—Lo sé, no esperaba que luciera tan sofisticado en persona.—Concordó con un tono divertido, mirando el menú entre sus manos.—¿Qué deseas ordenar?
—Todo se ve bueno, no sé que decidir.—Expresó con un deje burlón, entrecerrando los ojos.—Aunque el platillo principal de la casa se ve apetitoso, contiene casi todos los ingredientes del menú, podría decir ese.
—¿O si pedimos tú unos platillos, y luego yo otros? Así compartimos y probamos todo.—Sugirió, alzando las cejas.
—Eso me parece perfecto, ¿Qué tal si pido los platillos de acá...?—Taehyung se alzó sobre su asiento, señalando los platillos desde el menú de Jungkook, haciéndolo reaccionar rápido ante su cercanía y reteniendo la respiración mientras sentía la respiración cálido contra su mejilla, la cercanía afectándole.—Y tú puedes pedir estos de acá, debería de cubrir los más esenciales.
Se limitó a asentir al no creer capaz de encontrar su propia voz, siendo el mesero su salvación para que Taehyung volviera a su lugar y comenzaran a pedir entre los dos los platillos que les correspondía a cada uno. Cuando el mesero se fue, Taehyung se inclinó para ver a Lía, haciéndole gestos con su boca para hacerla sonreír, logrando su objetivo.
—¿Por qué no pones a Lía sobre la sillita?
—La silla es demasiado grande aún para ella.—Comentó con un leve rubor, desabrochando el cinturón que aseguraba a Lía contra el portabebés y la sacó de ahí, cargándola sobre su regazo.
—¿Haz pensado cuando Lía sea toda una señorita? Ella sin duda será una muy linda señorita, desde ya puedo ver aquella sonrisa encantadora.—Frunció la nariz cuando Lía lo buscó con mirada, sonriendo.
—No, no pienso tener esta conversación sobre Lía siendo grande, aún no estoy preparado para ello.—Fingió dolor, poniendo una de sus manos sobre su pecho.—Y si ella crece, significa que me volveré viejo, no permitiré eso.
Taehyung soltó una carcajada.—Por dios, ¿Entonces será un padre celoso? Pobre Lía, ya la puedo ver correr en busca de ayuda porque su padre es muy celoso con ella.
—Mi Lía es muy pequeña para esas cosas, no pensemos en cosas horribles mientras vamos a comer.—Jungkook hizo un gesto de desagrado con la boca fingiendo pensarlo, observando como el mesero se acercaba con un carrito para llevar los platillos a la mesa.
Agradecieron cuando tuvieron los platillos sobre la mesa, y con una última mirada compartida, comenzaron a picotear la comida en busca de probar cada uno de los platos frente suyo. Taehyung y Jungkook compartieron un quejido de satisfacción al primer bocado, totalmente complacidos con sus paladares por las delicias que estaban degustando, alcanzando pequeños trozos entre ellos y dándose de comer mutuamente sin darse cuenta, en busca de que probaran lo que estaban ingiriendo. La comida pasó en un parpadeo, disfrutando de cada platillo mientras seguían conversando de cualquier tema que se les viniera a la mente y teniendo muchas opiniones en común, y cuando no las tenían, expresaban porqué lo creían a su manera.
El tiempo pasó volando, y para cuando tuvieron que desocupar la mesa ya que su tiempo en el restaurante se estaba agotando, abandonaron el lugar no sin antes pagar, siendo Jungkook quien invitara la comida, pero Taehyung asegurándose que por lo menos lo invitaría por un helado.
—No sé como podríamos comer un helado, estoy a reventar por todo lo que comimos.—Hizo un gesto vago a su estómago, sintiéndose inclusive cansado mientras pegaba a Lía contra su pecho y cargaba el portabebés con su mano libre.
—Vamos, solo será un helado, no es mucho.—Tomó su muñeca mientras lo jalaba hacía el puesto que había visto con anterioridad cuando recién llegaron a la zona gastronómica.
Jungkook observó la unión de sus pieles con cierta fascinación, sintiéndose cálido y la zona donde Taehyung lo sujetaba arder por su contacto, sin poder despegar la mirada de ahí. Cuando lo tuvo que soltar para pedir los dos helados, casi se sintió decepcionado por ello si no fuera porque Taehyung le preguntó de qué sabor quería su helado, sacándolo de sus pensamientos.
Además que aquella sonrisa que le mostraba era imposible pensar en decepcionarse por lo anterior.
—¡Muchas gracias!—Taehyung se despidió con un asentimiento hacía el señor que los había atendido y se alejaron del puesto, buscando una banca para poder degustar del helado.
En el transcurso Lía se había quedado dormida, por lo que Taehyung sujetaba los dos conoces de helado mientras Jungkook acomodaba a su bebé en su sillita antes de tomar el helado.
—Realmente disfruté la comida, estuvo muy delicioso todo.—Taehyung agradeció, chocando su hombro contra el de él.
—Me alegra que lo hayas disfrutado, y gracias por el helado, también está delicioso.—Halagó con una sonrisa, degustando el helado.
—A comparación de lo que pagaste, esto no se compara con nada.—Soltó una carcajada, terminando el cono.
—Yo te invité, estoy bien con ello.—Restó importancia, sacudiendo sus manos para quitar las migajas del cono que se había desprendido y observó a su alrededor, sintiéndose relajado.
Siguieron un rato más en la banca, hasta que el clima se tornó un tanto fresco y decidieron que era momento de irse para evitar que Lía se siguiera exponiendo más. Subieron al auto, Jungkook abriendo la puerta de nueva manera a Taehyung y cuando se aseguró de que Lía iba aún dormida, cerró la puerta y se encaminó hasta su lugar. El camino de regreso no fue diferente al de ida, colocando música pero manteniéndola en un volumen moderado mientras seguían conversando, sintiendo el camino demasiado corto para su gusto.
Para cuando llegaron, tardaron un minuto en decidirse en bajar del auto antes de que Taehyung le ayudara a cargar con las cosas de Lía mientras la bebé se iba despertando y pedía por algo de comida. Se apresuraron al ascensor y se sintieron agradecidos que hasta ahora que llevaban no tuvieran a una bebé llorando o molesta por alguna razón, halagando su buen comportamiento a pesar de que seguía pidiendo por algo de comer.
Fue cuando era momento de cada uno ir a sus departamentos que no supieron que decir, saliendo del ascensor con pesar mientras se dirigían a sus respectivas puertas.
Jungkook fue el primero en hablar.—Me la pasé muy bien hoy, gracias por aceptar mi invitación.
—Te lo agradezco a ti, fue muy bueno pasar el día contigo y con Lía, fue divertido.
—Entonces, nos veremos pronto. Buenas noches, Taehyungie, que tengas una linda noche.—Se inclinó brevemente antes de abrir la puerta de su departamento, pero fue detenido por Taehyung.
—¡Espera!—Alzó la voz, provocando que el contrario volteara.—La siguiente semana hay una exposición de arte, solo es por un fin de semana completo y me interesaba ir... Quería invitarte, claro si es que te interesaría acompañarme, yo compraría los boletos para la exposición y te lo haría llegar junto con toda la información del lugar.
Jungkook no lo pensó mucho, queriendo aceptar, pero había un detalle.—¿En ese tipo de eventos pueden entrar niños? No quisiera que hubiera algún problema con Lía.
Taehyung casi se golpeó enfrente suyo, ¿Cómo podría no fijarse en ello primero?—Oh, realmente no vi eso... pero investigaré y te lo haré llegar, no me acuerdo muy bien si es permitido pero no creo que haya problema, te mandaré mensaje respecto a eso en estos días.
—Entendido, muchas gracias.—Le sonrió, asintiendo a su respuesta.—Realmente me gustaría acompañarte.
Taehyung sintió un calor venir a su rostro, acoplándose a sus palabras.—Entonces te mandaré mensaje, hasta luego, Jungkookie. Dulces sueños, que descansen.
Con una última mirada, se despidieron con un gesto de mano antes de entrar a sus departamentos con unas sonrisas bobas sobre sus rostros, sus corazones danzando de alegría y una prometedora segunda cita a la vuelta de la esquina.
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