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Estarossa vs Demonio Original

Narra Meláscula

La batalla había comenzado y  Estarossa estaba en el centro de aquella roca lisa que fungía como ring. Él parecía estar seguro de sí mismo, mientras miraba la tosca figura del Demonio Original, quien estaba bien armado; con tres espadas y un fuerte escudo.

Todos mirábamos con emoción a que alguno de los dos diera el primer golpe y en cuanto Estarossa esbozó una sonrisa bastante divertida no pude evitar sentir un ligero movimiento en mis entrañas. ¿Sería el bebé o simplemente eran mariposas en el estómago? Fuera lo que fuera en verdad me sentía bastante feliz de mirarlo allí enfrente con la determinación suficiente para derrotar a ese bastardo.

—Meláscula, te ves bastante animada —espetó Galand, quien estaba a mi lado.

—¿Y cómo no va a estarlo? si su chico está dándolo todo allá enfrente —dijo Derieri, quien puso una mano sobre mi hombro.

—Estarossa tiene agallas, no puedo creer que tuviera el valor para enfrentarse a un demonio tan poderoso como ese —afirmó Monspeet, quien acababa de llegar.

Mientras ellos conversaban acerca de la pelea y los posibles resultados de esta, observé que Estarossa hacía su primer movimiento después de algunos minutos de espera. Quizá estaba analizando a su oponente y por eso se había tomado la molestia de tardar el tiempo necesario para conseguirlo.

—¡Blackout! —lo escuché decir, con su imponente voz varonil e inmediatamente el cuerpo del Demonio Original se envolvió de oscuridad y mi amado corrió hacia él listo para apuñalarlo con Rebellion.

—No te confíes, jovencito —murmuró burlón —Death drive...

El cuerpo de Estarossa había sido golpeado por una fuerza increíble en cuanto ese infeliz alzó su bastón espada y fue lanzando varios metros más adelante del ring, donde el suelo se hundió por el poderoso impacto.

—Vamos, levántate —murmuré algo nerviosa mientras observaba el lento caminar del demonio cuadrúpedo en dirección a él.

—Maldición, eso me tomó por sorpresa —bufó mi amado, mientras se incorporaba del suelo limpiándose las comisuras de los labios que estaban llenos de sangre.

—Aún sigues con vida —dijo el Demonio Original con una risita al verlo regresar al centro de batalla.

—Oh por favor, ¿acaso creíste que ese simple empujoncito iba a matarme? Qué patético —espetó, mientras daba un escupitajo lleno de sangre.

—Me alegra tanto. Al menos tendré más minutos de diversión contigo, Estarossa —dicho esto, abrió la boca y un refulgente rayo de luz comenzó a destruir el suelo de roca.

—Si esa cosa me toca estaré hecho mierda —gruñó molesto tratando de esquivar velozmente sus ataques.

Estarossa saltaba de aquí y allá a una velocidad tremenda, buscando la mejor manera de atacarlo y para eso no tuvo más opción que acercársele lo suficiente.

En cuanto hubo acortado la distancia entre ellos se fue directamente hacia una de sus patas y comenzó a hacerle múltiples cortes con su espada curva y entonces siguió una segunda pata hasta llegar a la cuarta. La sangre salía a borbotones y la figura de Estarossa se tiñó por completo de carmesí.

El demonio cuadrúpedo pareció rápidamente sentir inestabilidad en sus extremidades tanto por el dolor creciente y por la pérdida de sangre. Los cortes que hacía Rebellion no eran como los de cualquier otra espada, pues estos dejaban severas desventajas, ya que impedía la regeneración inmediata y el dolor de las heridas se volvía insoportable a cada segundo. Estarossa por su parte seguía aumentando las heridas mientras intentaba escapar de las patadas que este trataba de lanzarle cada que se le acercaba.

—Si sigo así podré derribarlo, aunque no estaría mal destruir alguno de sus corazones también —murmuró, mientras miraba por encima del pecho del demonio —Esa armadura no servirá de nada si lo más importante está expuesto —el peli plata se abrió paso y dio un salto para alcanzar la piel de su rival. Tan pronto Rebellion tocó su cuerpo, trató de clavarla con todas sus fuerzas, pero su carne era tan dura como una roca y apenas pudo conseguir introducirle menos de la mitad de esta.

—Vaya, parece que querías intentar algo, pero no te ha resultado. Qué decepción, ¿no crees? —dijo con una risita y mientras mi amado estaba distraído escuchándolo, éste lo mandó a volar de una patada y se aproximó a él con rapidez para molerlo a golpes con sus patas delanteras.

—¡Full counter! —apenas se escuchó su voz y el cuerpo del Demonio Original salió disparado algunos metros frente a él.

—Gracias a tus ataques físicos pude regresarte el doble de daño... ¿Acaso olvidaste mi poder especial? —Estarossa se aproximó a él, decidido a terminar con eso, pero inesperadamente se levantó una nube de polvo y un fuerte quejido fue lo único que logramos escuchar.

—¿Qué mierda acaba de suceder? —preguntó Derieri asombrada, pues sólo había sido cuestión de segundos para que el polvo se adueñara del campo de batalla imposibilitándonos la oportunidad de ver algo.

—¿Acaso el Demonio Original logró levantarse a tiempo? —preguntó Fraudrin bastante conmocionado llegando hacia nosotros.

—Huele mucho a sangre —aseguró Grayroad, quien también acababa de llegar.

—No puede ser... —murmuró Moonspeet.

—No... Estarossa... —dije en voz pensando lo peor mientras tocaba mis mejillas con ambas manos.

—No te preocupes, niña. Ese lunático no va a morirse tan fácil —espetó Galand, quien me acercó hacia él para darme un abrazo.

—Mela... No debes preocuparte por Estarossa, él podrá recuperarse pronto... Espero... —dijo Derieri tratando de consolarme.

—Pff, el polvo no deja ver nada —dijo Gloxinia mientras aleteaba con rapidez para hacer que el polvo se esfumara más rápido.

La escena pronto fue un poco más visible para todos y Drole esbozó una sonrisa al ver el resultado de aquello, pues al ser demasiado alto podía ver perfectamente lo que estaba debajo de su mirada.

—Parece que ya tenemos un ganador —aseguró mientras Gloxinia aplaudía bastante feliz mirando aquello que me tenía con los nervios de punta.

—¡Maravilloso! —expresó alegre —Parece que el ganador es...

—Tu muerte le traerá paz a más de uno... —escuché decir al Demonio Original.

Una de sus patas delanteras estaba aplastando la cabeza de Estarossa mientras lo apuñalaba una y otra vez.

—¡Estarossa! —grité aterrada mirando que ya no se movía intentando zafarme de Galand.

—Tranquila, Meláscula —dijo él quien me sostuvo con fuerza para evitar que fuera a ver de cerca, pero la impresión y el desespero fue tanto que terminé por desmayarme.

Narra Caeli

De un momento para otro dejé de prestar atención a lo que la mujer rubia me decía y me enfoqué más en mis pensamientos, los cuales me tenían desconcertada. ¿Por qué me sentía tan inquieta? ¿Por qué deseaba tanto volver en dirección a esa celda? ¿Qué esperaba encontrar allí? ¿Acaso era...? Imposible. Él no podría estar aquí. Él se burló de mí muchas veces y me rompió el corazón, debía alejar su recuerdo de mi mente por esa y más razones, pero me era imposible...

Él es muy fuerte y me lo demostró tantas veces, por eso es absurdo que él esté allí. Pero... Esa voz... Sonaba como la de él.

<<Mael... Pensé que te había olvidado, pero veo que sigues muy presente en mi memoria. Aunque odie admitirlo aún no borro tu recuerdo porque una parte de mí todavía te desea, pero ya no puedo permitirme pensar más en ti. Ahora tengo a Cusack y él me ha demostrado ser mucho mejor que tú...>> pensé.

Aunque justo ahora, creo que eso está de más...

—Caeli, ven por favor... —dijo una voz masculina que apenas pude percibir. El tono de su voz era suave y algo triste —Te necesito...

<<Mael... ¿Qué te han hecho?>> susurré y detuve mis pasos para después correr en sentido contrario sin que Gelda se diera cuenta. La dejé atrás en menos de lo que esperé y recé porque no me siguiera en cuanto notara mi ausencia.

La celda que ahora tenía enfrente estaba hechizada, pero por fortuna llevaba conmigo aquella pluma blanca que Cusack me había dado esa noche justo después de liberarme de la torre. Supuse que  podría ayudarme a entrar sin problemas, tal y como él había hecho anteriormente.

Cerré los ojos temiendo a que eso no diera resultado y di un paso hacia adelante esperando el golpe de los barrotes oxidados contra mi frente, pero por fortuna eso no sucedió y cuando volví a abrir los ojos ya me encontraba del otro lado.

La celda por dentro seguía siendo oscura, pero rápidamente me adapté a eso y mi mirada quedó fija en un bulto blanco que estaba a escasos metros de mí.

—Mael... ¿Eres tú? —espeté, mientras guardaba la pluma entre mi blusa ombliguera para no perderla.

Aquella figura estaba estática, quizá estaba igual de sorprendido que yo y por eso estaba en silencio, pero pronto caminó hacia mí y pude escuchar el sonido metálico de unas cadenas. ¿Por qué le habían hecho eso? ¿No era suficiente con encerrarlo y ya?

Mael quedó frente a mí en pocos instantes. Tenía una amarga sonrisa dibujada en el rostro. Su cabello estaba aún más largo que la última vez que lo había visto y su barba estaba un poco más crecida. Lucía algo andrajoso a pesar de traer puesta ropa limpia, pero a pesar de eso olía tan bien. ¿Quién estaría procurando su aseo personal? Y ni hablar de su figura, no había adelgazado ni un poco, hasta parecía que había ganado un poco más de peso, pero probablemente era sólo la ropa que lo hacía verse más corpulento.

Me dio un vuelco al corazón el verlo de nuevo y no pude evitar llorar. Recordar todo lo que viví junto a él me había traído bellos y tristes momentos.

El más bello arcángel que me había enamorado, aquel que tenía la pureza del blanco en toda su imagen ahora lucía terriblemente demacrado, triste y sin brillo. Mael había perdido todo su esplendor. Se había marchitado y su aura poderosa ahora se sentía débil.

—Al fin puedo verte otra vez —me dijo entre lágrimas mientras sus brazos me envolvían en un tembloroso abrazo.

¿Mael temblaba? Apenas y podía creerlo. Jamás lo habría imaginado viniendo de él.

—Nunca creí que esto llegara a suceder, no después de lo que me hiciste —le dije mientras le correspondía de igual manera, pasando mis brazos alrededor de su fornido cuerpo. Tocarlo me hizo entender que efectivamente él seguía aquí en mi corazón, pues mis latidos eran tan presurosos por tenerle así de cerca, justo como cuando me di cuenta de que lo deseaba para mí.

—No tienes que preocuparte, ahora estoy pagando por eso —musitó, depositando un ligero beso en mi mejilla —No tienes idea de cuanto anhelé que este momento llegara. Tenerte aquí pegada a mi cuerpo me llena de alegría.

Un calor se apoderó de mis mejillas y preferí no decir nada al respecto. Estaba confundida. Sentía felicidad de verlo aquí, pero también seguía molesta. No lo iba a perdonar sólo porque él me fuera a rogar o porque se humillara. Se merecía estar aquí y...

De pronto algo se apoderó de mis labios y dejé escapar un gemido ahogado. Mael me estaba besando.
Al fin había pasado, después de tanto tiempo de esperarlo. Al fin podía sentirme satisfecha por eso. Era la primera vez que alguien tomaba la iniciativa de besarme, porque siempre era yo quien lo hacía primero. Mi primer beso fue con mi 'Rossa, después fue el tío Zeldris y luego el tío Meliodas, pasó largo tiempo y besé a Cusack y ahora... Quien me estaba besando a mí era Mael, mi primer amor... No es como si no hubiese sentido algo por mi padre o por Cusack, pero en cierta forma mi gusto por ellos no se comparaba a lo que sentía por este arcángel. Con él era distinto. Mael era sublime, adictivo y caliente, no sólo por su gracia, sino por cómo se comportaba. Cada caricia que me regalaba era jodidamente placentera.

Todo de él me iba a terminar enloqueciendo. Iba a dominar mi voluntad y estaba por perturbarme aún más la razón.

Enseguida me atrajo hacia su cuerpo y me resistí un poco a eso, pues tenía miedo de mí misma. Si me dejaba llevar, las cosas se saldrían de control y la verdad eso sería muy peligroso. Así que sólo me puse a disfrutar de las caricias que me daba, olvidando todo lo quería preguntarle. Me olvidé por completo de todo mientras su boca se comía la mía.

Era la primera vez que probaba sus labios y en verdad se sentían muy bien sobre los míos. La humedad de su boca y la manera en que su lengua se abría paso en mí me estaba comenzando a gustar.

Jodido arcángel caliente, si sigues así no voy a poder controlarme.

Narra Zeldris

Estarossa había perdido la batalla y si no fuera porque Drole apartó justo a tiempo al Demonio Original, probablemente ya estaríamos haciéndole funeral a ese cabrón pelos plateados.

—Menudo problema —dijo Gloxinia en cuanto se aproximó a mi hermano, quien estaba hecho mierda, bañado en sangre y con las espadas de mi maestro y Chandler incrustadas en su cuerpo —Lanza Espiritual Basquias, forma siete: Moon Rose...

—Detente —le dije al pelirrojo y él me miró sonriente.

—Él está agonizando, sólo quería ayudarlo un poco —manifestó, mientras me observaba revisar a mi hermano.

—Estarossa es fuerte, no necesita ser sanado. Además, él se lo buscó. A ver si así aprende a no ser tan engreído —ni siquiera me tomé la molestia de retirar las espadas de su cuerpo y pronto lo sujeté del cabello y comencé a arrastrarlo —Limpien el desastre, el espectáculo ha terminado... —exclamé antes de irme, con la mirada de todos clavada sobre mí.

Por suerte el Demonio Original ya se había ido y así me evité la pena de hablar sobre lo que había pasado. Estaba algo molesto con él, pues me había desobedecido. Después tendría una charla con ese par, pero justo ahora necesitaba descansar un poco y debía llevar a Estarossa a su habitación, tal vez allí Meláscula se encargaría de atenderlo, pues era la única que se preocupaba por él.

Narra Galand

Derieri y Monspeet me acompañaron a llevar a Meláscula a su habitación. La pobre chica se había desmayado cuando vio el cuerpo casi sin vida de Estarossa.
Si ella hubiese presenciado cómo Zeldris lo llevababa en rastra, probablemente se habría desmayado de nuevo.

Yo la llevaba entre mis brazos, estaba preocupado por ella y por el pequeño ser que llevaba en su vientre.

—Se asustó demasiado —susurró Derieri, quien se sentó en el borde de la cama donde yo había depositado a Meláscula. La peli naranja la observaba con notable preocupación, aunque no lo pareciera ellas eran muy unidas.

—Mela lo ama demasiado —le contesté —Siempre se ha preocupado por él.

Monspeet se acercó a Derieri y le entregó una manta para que la cubriera.

—Entiendo perfectamente a Meláscula y ese sentimiento sobreprotector que tiene con la persona que ama —el de cabellos púrpura puso su mano sobre el hombro de Derieri.

Esos dos eran una pareja perfecta a pesar de sus personalidades opuestas. Eran tan unidos y siempre se demostraban lo mucho que se amaban, cosa que era diferente con Meláscula y Estarossa. Él nunca había sido amable con ella y todo el tiempo la trataba como a una puta. Siempre venía a buscarla sólo para acostarse con ella y cuando él quedaba satisfecho simplemente se iba como si nada hubiera pasado.

Estarossa siempre la había menospreciado, la trataba a su antojo y ella estaba más que contenta porque él la buscara. Se sentía feliz por ser usada. Estarossa la había acostumbrado a esa vida y hacía con ella lo que le venía en gana.

A veces yo la miraba llorar por su culpa y podía ver en su cuerpo las horribles marcas que él le dejaba, algunos eran de golpes y otros eran meros chupetones. Verla marcada de esa forma me repugnaba, me molestaba bastante, pero no podía hacer nada por más que quisiera, mi amiga no me escuchaba y se quejaba si le decía algo al respecto. La pobre estaba tan enamorada que incluso adoraba y soportaba toda esa violencia.

—Espero que ese bebé no sea como ellos —espeté y obtuve la atención de mis compañeros.

—Oh Galand, entonces tendrás que apoyarnos para ayudar a Meláscula con la crianza y educación de su pequeño —dijo Derieri con una risita.

—Estoy seguro de que juntos podremos llevarlo por el buen camino —agregó Monspeet igual de animado que ella.

Sus comentarios me subieron los ánimos y les mostré una amplia sonrisa.

—¡Es nuestra nueva meta! —les dije, emocionado.

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¡Hola a todos! Espero que les haya gustado la manera en que abordé la pelea de Estarossa y el Demonio Original. La verdad me costó un poco porque no suelo escribir sobre batallas, pero en verdad me divertí mucho mientras lo hacía...

En la próxima actualización estaré publicando aquí mismo el One-shot de la hija de Meláscula y Estarossa, planeo terminarlo el día de hoy ya que tengo un 70% de avance, el cual agradezco a maria_neko_sama ya que ella me ha estado apoyando muchísimo.💛

An Airad

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