Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Asumiendo roles (final)

Cuando Cusack llegó a Luz de Gracia para conocer a su pequeña hija, Caeli y Mael ya lo estaban esperando afuera de la gran torre muy emocionados.

—Chandler no quiso acompañarme —dijo avergonzado en vez de saludarlos.

—Debió estar ocupado —le dijo Caeli, quien miró de reojo a Mael para ver la expresión en su rostro, el cual lucía sereno, aparentemente parecía molesto, pero en realidad era todo lo contrario, pues mirar a aquel pelirosa después de un tiempo lo hacía sentirse extrañamente feliz.

—Quizás —dijo algo nervioso, mirando al arcángel, cuya aura parecía asustarle de algún modo.

Caeli sonrió y le entregó la bebé al demonio de cabello rosado, a quien se le asomaron unas lágrimas de emoción al ver el rostro de su hija.

—Ella es tan hermosa, sus mejillas están rojitas y su escaso cabello es como… —Cusack estaba maravillado al ver los rasgos de su hija, que no se dio cuenta de que estaba hiriendo a Mael con cada descripción que daba. El arcángel se sentía feliz por él, pero el solo verlo cargando a la bebé le causaba dolor, no sólo le recordaba el día en que éste lo había hecho suyo, sino también el hecho de que Cusack se había acostado con ambos. ¿Cómo había sido capaz de hacerlo con él y con Caeli? Sólo el Segador Dormilón tenía la respuesta a ello.

En lo alto de la torre de Luz de Gracia, Ludociel miraba desde el balcón aquel encuentro con repugnancia.

—¿Cómo puede estar tranquilo frente a ese demonio insolente? —murmuró para sí mientras apretaba ambas manos con fuerza, la suficiente para que sus guanteletes de metal se abollaran —A veces eres un caso perdido, hermano. Veamos qué resulta de todo esto, no quiero ni imaginarme cuán repulsiva será esa relación de padrastro que acabas de asumir, Mael.

El arcángel de cabellos negros se retiró del lugar tan pronto lo consideró necesario, mientras esto pasaba en el bosque del Rey hada, en otro lugar había un par discutiendo acaloradamente.

—¿Otra vez está llorando esa mocosa ruidosa? —exclamó un albino enfadado que trataba de tomar la siesta.

—Lo lamento, pero es muy difícil todo esto sin tu ayuda —le dijo Meláscula de manera cálida, tratando de no ofenderlo.

El mandamiento chasqueó la lengua y envolvió el cuerpo de la pelirosa con su oscuridad.

—¿Quieres que te recuerde de quién es la culpa de todo esto? —la oscuridad del platinado comenzó a apretar el cuerpo de la chica y a estrangularla lentamente.

—Perdón, yo no… —apenas pudo decirle y él la silenció introduciendo un tentáculo de oscuridad en su boca.

—Vuelve a responderme y profanaré tu cuerpo hasta saciarme —le advirtió, dejándola caer de golpe al suelo.

Meláscula tocó su cuello y tosió un poco mientras miraba a Estarossa ir hacia la cuna de Kandra.

Sus ojos se llenaron de lágrimas tan pronto miró aquella escena frente a sus ojos. No podía creerlo, ni siquiera podía asimilarlo, pero en realidad estaba sucediendo. Estarossa estaba sosteniendo a su pequeña entre sus fornidos brazos, mientras le daba su biberón y mecía su cuerpo lentamente para que se tranquilizara.

—Tómate el día libre —le dijo a la chica serpiente repentinamente —Estoy seguro de que deseas distraerte un poco, quizás tus amigos se alegrarán al verte desocupada.

—S-sí… —tartamudeó sin poder creer que él le dijera aquello y se levantó del suelo sorprendida por las cosas extraordinarias que estaban sucediendo en ese momento —Gracias, cariño —le dijo, dándole un beso en la mejilla antes de salir flotando con alegría por la puerta.

Las cosas en el mundo demoníaco estaban tranquilas aparentemente y eso Zeldris lo sabía perfectamente, pues ya podía pasar más tiempo con su amada Gelda, quien lo había sorprendido al decirle que quería convertirse en madre.

—¿Es una broma, verdad? —dijo algo aterrorizado el de cabellos negros.

—Para nada —respondió sonriente —he visto lo hermoso que es tener una familia gracias a tu hermano Estarossa —dijo la rubia, sin saber que el albino no asumía tan bien su paternidad.

—Oh, con que fue eso. Sabes, no me siento preparado para ser padre aún, pero prometo dar lo mejor de mí para apoyarte en todo momento. Quiero que nuestro futuro hijo se sienta feliz a nuestro lado y que tú te sientas bien con lo que te pueda ofrecer…

El azabache miró a su amada a los ojos a pesar de la vergüenza que asomaba por sus mejillas coloradas, a pesar de verse como un pelele frente a ella en ocasiones, él tenía la determinación suficiente para lograr sus cometidos.

Si Zeldris decía que haría hasta lo imposible por hacer feliz a Gelda, él definitivamente lo lograría.

—¿Bebés, eh? —dijo Derieri comiendo un trozo de carne que había robado del plato de Monspeet.

—Sí, muchos de ellos —le respondió el mandamiento de la reticencia emocionado.

—Lloran mucho y son más molestos que un dolor en el trasero —aseguró la peli naranja masticando despreocupadamente.

—Son como tú —bromeó.

—Entonces no necesitas otro bebé —la mujer se acurrucó junto a él y abrazó su torso pensando en cómo sería tener hijos.

—No te preocupes si no quieres, yo soy feliz a tu lado —acarició su cabello con dulzura.

—No he dicho que no quiera, incluso… Podemos empezar ahora mismo —dijo antes de abalanzarse hacia él…

Unos cálidos brazos rodearon el cuerpo de aquel arcángel melancólico que veía con tristeza a aquel par de demonios marcharse por el horizonte.

A pesar de que aquella bebé no era suya, se sentía triste al verla partir con su padre biológico tan pronto.

—Ella vendrá a visitarnos, Cusack no es el tipo de persona que no dejaría que la mirásemos —aseguró Caeli en un susurro.

—Eso espero, para ser honesto ya me estaba encariñando con ella —confesó.

—Yo también, pero creo que así es mejor… Además… Creo que… —la súcubo tomó la mano de Mael para después posarla sobre su vientre.

El albino la miró con los ojos bien abiertos y unas lágrimas pronto asomaron por estos.

—¿De verdad, tú…? —ella asintió —Vaya… Creo que fue más rápido de lo que esperaba…

—Los demonios somos demasiado fértiles —dijo avergonzada —Pero me alegro mucho que haya sucedido nuevamente… Contigo. Para serte franca, no creí que mi primer bebé sería de otro y no tuyo. Me dolió en el alma, pero en cierta forma me hace feliz que Cusack la haya aceptado y se la haya llevado con él. Sé que la sabrá criar muy bien…

—Yo también estoy seguro de ello, él es alguien muy especial. Merece ser feliz también —el arcángel tomó a su amada entre sus brazos y la miró a los ojos con ternura —Gracias por alegrar mi día.

—Gracias por salvarme, Mael —le respondió.

—¿Salvarte? ¿De qué? —preguntó confundido.

—De la vida que estaba llevando allá, porque me purificaste el alma y me hiciste cambiar en muchos aspectos. Ya no soy de todos, ahora soy sólo tuya y eso me hace sentir bien conmigo misma. Quizá no lo veas de la misma manera, pero te estoy eternamente agradecida —Caeli acercó sus labios a los del arcángel y posó sus manos sobre su larga cabellera.

Ambos quedaron en silencio por un pequeño instante, instante que utilizaron para mirarse a los ojos y darse cuenta de lo felices que serían a partir de ahora. Ahora que la vida al fin los había dejado estar juntos, ahora que podrían amarse sin problemas.

⊱•••━━━━━━《 ✮ 》━━━━━━•••⊰⊹

"Sus bellos ojos azules como el cielo me observaron con sublime cariño, dedicándome la mejor de las miradas, una llena de amor y deseo. Algo que de inmediato me cautivó, pues nadie nunca me había visto de ese modo tan lindo, como si yo fuera merecedora de tanto amor, de tanto... Todo".

(Fragmento tomado y reescrito del capítulo "Conocí a un arcángel, de Save me Mael").


♠️♠️♠️

Y con esto llegamos al final de tan larga historia, historia que debo admitir es de mis favoritas de entre las que he escrito.

Agradezco a todos los que se quedaron hasta el final, gracias a todos por sus votos y bellos comentarios. Lamento haberles hecho esperar tanto para que Mael y mi oc, Caeli se quedaran juntos, quizá fue algo desesperante para algunos, lo siento...

Me he tardado demasiado para actualizar ya que recientemente di a luz a mi primer hijo, estaba escasa de ideas y no tenía tiempo, bueno, ahora menos tendré tiempo, pero haré lo posible por terminar de escribir el capítulo especial sobre Enya que les prometí...

Nos veremos muy pronto en el último One-shot que les estaré trayendo por aquí.

Hasta luego💛

An Airad

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro