Cuando Jimin despertó era de madrugada. Tenía frío y sintió un tipo de Déjà vu al encontrarse de nueva cuenta en la habitación de un hospital, solo que esta vez no estaba solo, justo a su derecha se encontraba su hermano, estaba sentado en una silla que parecía incomoda, al igual que la posición en la que dormía pues medio cuerpo estaba recostado en la orilla de la cama.

Jimin frunció el entrecejo con preocupación. Taehyung parecía haber estado llorando.

Con cuidado, acarició los rizos de su menor, transmitiendo consuelo y cariño, queriendo saber qué era lo que tenía tan afligido a su otra mitad. Aunque con todo lo vivido podía ser cualquier cosa.

Suspiró.

Taehyung no tenía por qué pasar por esa situación.

Si tan solo se hubiera mantenido lejos desde un principio...

La puerta de la habitación se abrió, interrumpiendo sus pensamientos llenos de culpa. Yoongi se asomó antes de adentrarse con una enorme sonrisa en su rostro que se transformó en una mueca del dolor al restirar la cicatriz de su ojo.

Los sentimientos de pesadez ante su culpa regresaron. Si no hubiera aparecido en sus vidas, ninguna de las personas a las que amaba tendrían que haber pasado por todo este embrollo.

-Cachorro -murmuró el mayor una vez se encontró del lado contrario y desocupado- por fin despiertas.

-Hyung -llamó el omega con tono triste- tu ojo, lo siento tanto -se disculpó con la voz comenzando a quebrarse- casi mueres por mi culpa, y Tete igual... Y Seojoon... ¡Seojoon Hyung! -recordó, llenando su rostro de intranquilidad- ¿Está bien?

-Sobre él... -Yoongi torció los labios en una mueca que Jimin supo interpretar, llevó sus manos al rostro, sin evitar derramar lágrimas de miedo y tristeza.

-Está bien -murmuró Taehyung- bueno, algo así -dijo sentándose bien en su lugar, mirando a los otros dos- parece que la herida que recibió logró penetrar hasta su corazón, solo entendí algo sobre una válvula fallando. Papá Jin dijo que después de la cirugía que le hicieron sobrevivirá, con algunas dificultades, pero estará bien.

-Yo lo siento mucho -sollozó el omega- todo esto es mi culpa.

-No digas eso, cachorro -Yoongi se sentó en la orilla de la camilla, pasando un brazo por los hombros de su pareja y soltando un poco de feromonas para tranquilizarlo- estamos bien, estas bien. Podemos con esto, ¿si? Lo vales, nada es tu culpa, solo eres una víctima más.

-Si Minnie, lo bueno es que ya no estamos con esa basura de persona, estamos a salvo -Taehyung miro sus manos sobre su regazo- yo...No pude protegerte como un alfa debería, aun soy un cachorro, y lo siento, creí que podría evitar que te volvieran a dañar.

-Tete -el rubio no podía dejar de llorar, recordando todo lo que él les había hecho- siento tanto haberte metido en esto.

Yoongi liberó su agarre del omega para que pudiera fundirse en un abrazo con su hermano, ambos llorando por todo lo vivido, pero también felices por estar a salvo y sanos, con su familia y amigos.

"...la acción penal se extingue por la muerte del culpable". Fueron las palabras del juez.

Shin Sungrok había pagado sus fechorías con la muerte.

Así de simple.

Pero así no terminaba el juicio. Shin solo era el organizador de una manada de arañas ponzoñosas que regían una organización de prostitución involuntaria, drogas y corrupción.

No solo habían caído políticos, habían muchos artistas que disfrutaban de los placeres ilegales que les brindaba La Mansión.

Y también habían muchos jóvenes, omegas, alfas y betas que fueron liberados de su interminable infierno, entre ellos el joven Jimin, quién fue una pieza clave en el juicio, pues además ser el favorito de Él, también fue la víctima más joven de éste, y quien tenía muchísima más información al haber vivido en la sede de inmundicia.

Para el omega había sido increíblemente difícil y liberador hablar de todo lo vivido en ese horrible lugar, traer a su presente los recuerdos que había estado tratando de enterrar no solo era complicado, sino también le hacía volver a revivir todos aquellos de sufrimiento, terror y traumas.

Explicó, detalladamente, lo poco que recordaba al llegar a La Mansión, el trato "especial" que Él le había dado. La falta de alimento, las vulgares vestimentas, las morbosas miradas y el constante acoso de los invitados al lugar. Cerró su anécdota con el ultimo suceso, llorando al hablar sobre lo que ese hombre le había hecho hacer, sin poder dirigir su mirada su alfa, quien se encontraba gruñendo de rabia, queriendo sacar a ese malnacido de donde sea que estuviera para revivirlo y volverlo a matar las veces que fueran necesarias.

Jin y Namjoon dieron apretones de apoyo en el hombro de su hijo, quien, con mucho valor se atrevió a dejar su orgullo alfa de lado y hablar de su experiencia en La Mansión. Tragando sus lagrimas contó todo; el secuestro, las drogas. Lo que ese alfa tenía planeado para su hermano y él.

El jurado había empatizado enseguida con ambos hermanos, el público en general comprendía totalmente que solo fueron víctimas desde muy pequeños y, aunque sería extremadamente difícil, ningún agresor sería impune a un castigo.

Aun pasando tres meses después de que se ofreció la audiencia, se seguían llevando personas de renombre a juicio por distintos cargos que pocos lograron refutar.

Jimin estaba cansado. Solo quería olvidar todo.

Pero lo único que lo mantenía en pie eran sus amigos, su alfa y su hermano.

-Pronto es tu cumpleaños -Taehyung se dejó caer junto a él sobre la cama- ¿qué quieres hacer?

-Nada -respondió con pereza, haciéndose un ovillo junto a su hermano y aspirando el suave olor a uva acompañado de hierbabuena y nuez, una extraña combinación que lo hacía sentir tranquilo y cómodo.

-Oh vamos, ¡podemos hacer muchas cosas! -gritó entusiasta, picoteando las costillas del rubio y contagiándose de la histérica risa de su hermano- Eres rico, ¿recuerdas?

Jimin rodó los ojos. Había sido recompensado por los traumas de su vida. Vaya cosas.

El dinero seguía intacto en una cuenta que Namjoon le ayudaba a manejar.

-Tu papá dice que puedo utilizarlo para ingresar a una buena universidad -murmuró- pero no sé si estoy listo para iniciar una vida normal.

-Deja de decir "tus padres" -riñó el menor con un puchero- sabes que también te quieren como un hijo.

-Lo sé, pero aún no me acostumbro, no quiero forzarme a llamarlos de esa manera -explicó- en fin, ¿cómo esta Seojoon Hyung?

-Increíble, los doctores dicen que fue un milagro que sobreviviera a la cirugía, papá también piensa lo mismo pero no dice nada por que no quiere atraer la mala suerte, aunque se la pasa peleando con Seo Hyung, es complicado que ese hombre se mantenga sin hacer ningún esfuerzo físico.

-Aun me siento culpable -suspiró- y agradecido, pero ahora Hyung no podrá volver a ser detective.

-Está bien, ya se arriesgaba lo suficiente.

-Minnie -llamó el alfa.

-¿Si? 

-Gracias por salvarme, eres un increíble hermano mayor.

Jimin le miro confundido.

-Aquella vez en que me pediste que me escondiera -explicó- tu te arriesgaste por mi, viste por mi seguridad antes que por la tuya. Jamás podré terminar de agradecerte por eso, aunques suena un poco egoísta de mi parte, ya que debido a eso viviste una horripilante infancia. Y yo... Yo tuve a papá Namjoon y Papá Jin.

El rubio suspiró.

-Tu hiciste lo mismo por mi, Tete, seguiste ese coche en donde me secuestraron, no pensaste en lo que te podría pasar a ti, no me dejaste solo. 

-Eres mi otra mitad, hermano, no estaría completo sin ti.

Ambos se quedaron se abrazaron, inundandose de sus aromas, disfrutando y agradeciendo por estar juntos de esa manera. 

La puerta de la habitación se abrió por donde entró Yoongi, su cicatriz ya estaba sanada, el cabello le había crecido y lucía espectacular con ese traje de tres piezas.

-Tae, tus padres llamaron, dijeron que necesitan que regreses a casa de inmediato -avisó con pena por interrumpir el momento que estaban teniendo los dos menores.

-Uy -ambos hermanos se expresaron al mismo tiempo, sabiendo que ese "de inmediato" solo era un probable regaño.

-Será mejor que vaya ahora entonces -dijo antes de despedirse con un beso en la mejilla de su hermano y una sonrisa nerviosa para Yoongi.

-Lleva a Jungkook contigo -ordenó el mismo.

Y una vez se quedaron solos, Yoongi se sentó en la cama y acarició la mejilla de su omega, quien seguía recostado en la cama, mirando con ojos cansados a su alfa y devolviendo la caricia en la mejilla contraria, pasando su pequeño pulgar en la cicatriz que interrumpía con la perfección de ese hermoso rostro.

-Sé que la odias, pero aun puedo operarla si tanto te molesta verla.

Jimin retiró su mano con suavidad, levantándose con un gran sonrojo en sus mejillas, atreviéndose a sentarse en el regazo de su Hyung, quien lo sostuvo de su estrecha cintura para evitar que se cayera.

-No es eso Hyung. Si la odio, pero no por el motivo que piensas. Solo no puedo evitar tener estos sentimientos negativos, todos ustedes dieron algo de sí mismos por mí, y yo solo no sé cómo compensarlo.

-Si tanto te importa pagar por todo esto -Yoongi volvió a acariciar las mejillas de Jimin, mirándolo con amor- solo tienes que comenzar de nuevo, Minnie, desde cero, cachorro. Mi herida valdrá la pena en cada momento que te vea sonreír. Valdrá la pena cuando te vea teniendo sueños para tu futuro, cuando los cumplas. Deja de pensar en lo que pudo o no ser, piensa en lo que esta siendo en este momento. Te amo, cachorro, y vales toda la pena.

El omega se tragó el nudo en su garganta, sonriendo con los ojos cristalizados y soltando una risita cuando una lagrima traviesa bajó por su mejilla sin su consentimiento, colocando sus manitas en las mejillas de su Hyung para plantarle un piquito y sonreírle con amor.

-Te amo, alfa -confesó- y amo tu cicatriz.

-¿De verdad? -preguntó juguetón- Yo pienso que me veo mas rudo y guapo.

Jimin soltó una gran carcajada.

Ese era un nuevo comienzo.

Disfrutaría de todo lo que la vida quisiera darle.

Yo no habría más ruegos para que lo salvaran.

Se encontraba bien.

Se encontraba feliz y a salvo.

Estaría bien.

I'm Fine.

Fin.