Jimin despertó.

El cuerpo le dolía horrores, se sentía mareado y su lobo lloriqueaba asustado.

Hizo el intento de levantarse, sin embargo, no tenía fuerzas. Con solo abrir los ojos un dolor profundo se alojaba en su cabeza, haciéndole gimotear.

Sollozó al ver sus manos atadas con las cadenas que lo mantenían sujeto a la cama. Estaba desnudo y tenía mucho frío.

Alfa... Alfa... Alfa...

Suplicaba su omega.

Recordó entonces todo lo vivido antes de desmayarse.

Todas esas manos tocándole, cómo miraban su cuerpo, el miedo que sentía por él y su hermano.

Su hermano...

¡Taehyung!

Sentía los latidos de su corazón tronando en su oído, se agitó ante el pensamiento de que algo le hubiese sucedido a su hermano.

Por favor no, no me lo quites de nuevo.

Sudor frío recorría su frente. Estaba hiperventilando.

No podia respirar bien, el miedo y la manera en la que lo tenían atado hacía dificil el trabajo a sus pulmones.

Su lobo chilló en su interior al percibir el aroma de ese alfa.

Él entró a la habitación.

Lucía un traje color vino, sonreía con satisfacción. Caminó elegantenente hasta sentarse en la orilla lateral de la cama, pasando suavemente una mano desde su mejilla hasta posarse sobre su torso, apretando uno de sus pezones.

Jimin sollozo odiando el toque.

-Hueles delicioso, Jim -murmuró, masajeando la suave carne- por fin puedo sentir a tu omega. Te extrañé, cosa. ¿Cómo te atreviste a escapar de mi?

-Por favor -suplicó- libere a mi hermano, haré lo que me pida.

-Oh cielo, pero si por fin estan juntos -se burló- no sería capaz de volverlos a separar.

Jimin cerró los ojos, llorando ante el cruel destino. Parecía que su hermano y él jamás podrían estar juntos sin vivir malas experiencias.

-No llores, primor, tienes que guardar esas lagrimas para esta noche -sonrió con maldad, mirando los ojos asustados del rubio- Por fin podré tomarte completamente como mío.

.

-¿De dónde sacaste eso? -preguntó su hermano mirándole sorprendido- no sabía que manejabas armas.

-Se cómo disparar una, lo aprendí en el Servicio -explicó, cargando la herramienta, era un arma básica, no pesaba y era la única que tenía por defensa propia, aunque nunca la había utilizado- necesito que te quedes aquí, junto con Hoseok.

-Aaah, no hyung, yo tengo que...

-No, no tienes -interrumpió, comprobó que el arma tenía el seguro y la colocó en el bolsillo interno de su saco- te necesito en casa, seguro, en dónde te pueda encontrar cuando regrese.

-Estas pidiendo que me quede cuando irás a rescatar a mi novio y a mi amigo -se quejó, gruñendo- es idiota que creas que me quedaré de brazos cruzados.

-Sería aún más idiota de mi parte llevar a un adolescente a un lugar como ese -gruñó, dirigiéndose al minibar para tomar un trago rápido de brandi, necesitaba un poco de alcohol para hacer lo que estaba a punto de hacer- Jungkook, confía en mí y quédate en casa, no puedo preocuparme también por tu seguridad, regresaré con mi omega y con el tuyo. Sanos y salvos.

Habían pasado tres horas desde que se encontró con el señor Gong y vaya que le había costado hacerlo hablar.

Aun no lo podía creer.

Shin Sung-rok.

Ese alfa hijo de puta.

Lo había tenido frente a él el día en que Jimin desapareció.

El maldito se burló en su cara.

-Insisto en que deberíamos decirle a Seojoon.

Suspiró, apretandose las sienes.

Volteó a ver a su mejor amigo.

-Confío en Seojoon, Hoba, pero la policía esta muy implicada en esto, prefiero mantenerlo al margen.

-Estas loco, yendo tu solo a ese lugar -se quejó el omega preocupado.

-No te preocupes Hoba, incluso yo sé que no puedo solo con esto.

Y aunque tenía un plan, no estaba seguro de saber ejecutarlo sin que los cachorros o él salieran perjudicados.

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Taehyung había estado confundido desde que despertó.

Tenía calor y su respiración estaba agitada.

Le había tomado un buen rato, o eso creía él pues el tiempo tambien se sentía lento, comprender sus síntomas.

El sudor frío, la poca coordinación, que su cuerpo sintiera espasmos de vez en cuando. Su lengua no respondía como quería, por lo que hablar se le dificultaba. Estaba mareado y sentía que en cualquier momento iba a vomitar.

Lo habían drogado.

Miró cómo dos personas (de las cuales no podía reconocer su casta, pues su olfato también estaba bloqueado), le desnudaban.

No por favor.

No se recuperaría de algo cómo eso.

Pensó en Jimin, su hermano, quién había sufrido y soportado pasar toda su infancia en un lugar como ese. Comprendió todo. Su comportamiento, sus miedos, el por qué no quería hablar.

Odiaba y se sentía culpable por haber disfrutado de una infancia tan bonita como la que le dieron Jin y Namjoon, mientras su hermano era abusado de esa manera.

Pensó en sus padres, quienes de seguro estaban asustados, preocupados por haber desaparecido. Debió hacerle caso a Seojoon.

Pero no podía abandonar de nuevo a Jimin. No se lo perdonaría jamás.

Jungkook llegó su mente cuando unas manos frias tocaron su pene, comenzando a estimularlo. Su cuerpo reaccionó y maldijo por lo bajo. Le colocaron una clase de anillo en la base que apretaba ligeramente su nudo. Una restricción.

Jungkook. Su alfa.

Y Hoseok.

Jamás podría decirle. Lo que él y Jungkook habían descubierto.

El destino era tan hermoso y tan cruel a la vez.

Lo vistieron solo con una bata de seda roja, abierta, mostrando sin pudor su cuerpo. Una gargantilla de diamantes adornó su cuello y fue todo.

Era humillante.

Le hicieron salir de la habitación en donde habia estado. Caminaron por un largo pasillo y continuaron hasta llegar al "sótano".

Cuando entró vio de nuevo a toda esa gente adinerada. Todos con máscaras, sintiendo sus asquerosas miradas sobre su cuerpo.

Tropezó con sus propios pies. La droga aun se encontraba en lo alto de sus efectos. Cayó al suelo y un hombre mayor le ayudó a levantarse, se quiso negar, pero su cuerpo no respondía.

El hombre sonrió con perversión, pasando su mano callosa sobre la piel de su pecho, bajando hasta su pene, apretándole.

-Eres muy hermoso, aun siendo un alfa -el olor que despedía el hombre era asqueroso. Olía a cigarros y a algo rancio.

Su estómago se revolvió.

Por favor, su voy a vomitar que sea encima de este hombre.

Pero nada pasó. El guardia que lo llevaba le pidió al hombre que se apartara para continuar el camino.

De nueva cuenta el centro del salón era la atracción principal.

Una parte de su cerebro reaccionó al ver a su hermano.

Él se encontraba sentado en un tipo de trono con Jimin a sus pies, su hermano estaba sentado de lado, también llevaba solo una bata, aunque ésta era de color blanca, recargaba su mejilla en una de las rodillas de Él, mientras el hombre acariciaba con ternura su cabello.

Jimin lloraba en silencio.

-Mira, Jim -dijo Él mirándolo- ya deja de llorar, cosa, he traído tu mas valiosa pertenencia.

El omega le miró. Y Taehyung enseguida notó la culpa en su rostro.

-Vamos, Taehyung, acompáñanos. Jim, cosita, siéntate en mis piernas para que tu hermano tomé tu lugar.

-Solo haz caso a lo que pide, Tete -le susurró el menor al tomar su mano para guiarlo, Taehyung no comprendió muy bien, por lo que le miraba confuso- ¿Por qué está asi? -preguntó una vez el alfa menor tomó asiento a los pies del mayor.

-Necesitábamos mantenerlo tranquilo para el evento -murmuró en su oído, acomodandolo sobre sus piernas, abriendo su bata para que todos apreciaran el cuerpo del omega- solo un poco del producto que lanzaré al mercado, no te preocupes, es mejor de lo que tu hermano ha consumido.

-Tete no consume drogas -se quejó defendiendo a su hermano- prometió no hacerle daño.

-Y no lo haré, cosa, pero no hables si no conoces bien a tu hermano. Recuerda que pasaron mucho tiempo separados.

Jimin no apartó la vista de su menor. Era mejor observarlo a él que a todas esas personas. Aborrecía que le miraran.

Mi cuerpo solo es mío y de mi alfa.

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El evento habia iniciado, las personas se paseaban por aquí y por allá, comiendo y bebiendo.

Él le obligó a que lo alimentara. Su estómago gruñó, pero no se le permitió probar bocado. Tampoco le dieron nada a Taehyung, tenían miedo de que la comida le ayudara a procesar mas rapido los efectos de la droga.

El show habia sido espantoso. Un acto sexual salvaje, Jimin se asustó de lo que veía y escuchaba.

No había tenido sexo con su alfa,pero estaba seguro que Yoongi jamás le haría lo que le hacían a esos omegas y betas.

Volvió a llorar cuando Él obligó a su hermano a tomarlo con su boca. Jimin le suplicó que parara, se ganó una bofetada y tomar el lugar de su hermano.

En algún momento, Taehyung cayó completamente al suelo, Él le pidió a sus guardias que lo revisaran, pero solo estaba dormido. Eso alivió a Jimin, el alfa no tendría que soportar ver todo ese infierno.

El segundo show fue aún mas aterrador, una alfa vestida de cuero golepaba con una fusta a otro alfa mas joven, había sangre y fluidos.

Cerró sus ojos pero una mano en su entrepierna le hizo abrirlos, Él lo estaba tocando. Su omega aulló y quiso llorar.

-El ultimo show es éste, Jim -susurró el hombre en su oído- Serás mi omega por siempre.

Pero antes de que la primer lágrima saliera de sus ojos, un fuerte ruido se escuchó, seguido de otros mas escandalosos.

Disparos.

Su lobo dejó de aullar, prestando atención a su lazo.

¡¿Alfa?!

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Adoro actualizar por las noches💜

Pretties, ¿Cómo estan?

Yo tuve la estúpida idea de dormir toda la tarde y ahora no puedo pegar el ojo, asi que aproveché mi repentina inspiración para escribir este capítulo.

Se nos viene un poco de acción, la verdad soy malisima describiendo tantos movimientos, asi que me disculpo si no comprenden alguna escena, aunque trataré de darlo todo para una lectura amena.

En fin, espero que el capítulo les haya gustado y por continuar leyendo esta bonita historia.

Lxs tqm y nos leemos pronto. Aioos😘