Capítulo 34.
8 años.
[Jimin]
Miró impresionado la imponente casa frente a él, era enorme a igual que su miedo ante ese extraño lugar.
La persona que lo había comprado se encontraba junto a él, hablando por teléfono, ignorando por completo al asustado cachorro, quien llevaba sus orejitas pegadas al cabello, su colita entre sus piernas (que temblaban por lo desconocido).
-Báñenlo y vístanlo bonito, mis invitados están por llegar -ordenó el alfa a uno de los mayordomos, betas, quienes asintieron y se apresuraron a cumplir con las órdenes del dueño de ese enorme lugar.
Ninguno de los empleados del lugar esperó que el pequeño cachorro recién llegado les daría tanta pelea para darle un simple baño.
Jimin había sacado sus pequeñas garras y colmillitos para defenderse de esas personas que querían quitarle su ropita para meterlo a la bañera.
-Pobre cachorro -una de las betas que se iba a encargar del niño miraba a los guardias correr detrás de él- debe estar muy asustado, por eso no quiere que nadie lo toque.
-Que nadie te escuche decir eso -dijo otra mujer- tienes razón, pobre niño, pero no deberías meterte en los asuntos del jefe. Por lo que escuché, está muy interesado en ese cachorro.
[Taehyung]
-¡Bienvenido a tu nueva casa! -Jin abrió la puerta del departamento que compartía con su alfa, quien se encontraba justo en la entrada con un pastel de chocolate con un "Bienvenido" escrito en cursiva.
-Hola de nuevo, cachorrito -saludó el alto, agachándose hasta la altura del menor para mostrarle el pastel.
-¿Es para mí? -preguntó Taehyung con una enorme sonrisa y ojitos brillosos.
-Todo tuyo -confirmó- ahora, antes que nada, te mostraremos tu habitación.
12 años.
[Taehyung]
-¿Tae? -Jin tocó la puerta suavemente, era hora de ir a la escuela y a pesar de escuchar que su hijo apagó la alarma, no había el alboroto de cada mañana.
-Cinco minutos mas -escuchó el movimiento de las sábanas antes de volver al silencio, haciendo reír al mayor, quien abrió la puerta para ver el bulto en medio de la cama.
-Anda, hice hot cakes y papá Nam malteada de chocolate.
-No tengo hambre -murmuró con voz entrecortada, alertando a su padre.
Jin se apresuró, quitando las mantas del rostro de su hijo, notando el sudor y la piel enrojecida.
-Oh mi bebé -Jin le miró con cariño, notando por fin el olor a uva que envolvía a su hijo y comenzaba a intensificarse- espera, te traeré supresores.
-Me duele el estómago -susurró.
-Es normal, cielo. Tu casta se está presentando, espera un momento.
Taehyung apenas notó cuando su padre salió de la habitación, hacia calor, demasiado, pero si se quitaba las mantas temblaba de frío. Había una sensación extraña en su interior, su cabeza dolía un poco, como si algo más quisiera entrar en ella.
Tal vez era su lobo despertando, tomando parte de su conciencia.
Él, inesperadamente, era un alfa.
[Jimin]
Hacía muchísimo calor, se quitó las sábanas que lo cubrían, estaba sofocado y no paraba de dar vueltas en la cama. Pronto tendría que levantarse para comenzar su horrible rutina, la cual comenzaba yendo al comedor, sentarse en las piernas de Él, besar su mejilla y tomar su desayuno con la incomodidad de sentir las manos ajenas sobre su pequeño cuerpo.
Soltó un quejido ante los calambres que comenzó a sentir en su cuerpesito.
Se tensó al reconocer los síntomas de su malestar.
Por favor no.
No te presentes ahora, lobito.
Rogó en silencio, suplicando a la madre luna que su presentación como omega no llegara. Esa sería su ruina, sabía que lo único que detenía a Él de hacerle más daño era porque esperaba su presentación.
Cuando volvió a abrir los ojos, sin recordar en qué momento se había vuelto a dormir, dejó escapar un fuerte suspiro. No había ningún olor fuera de lo común a su alrededor. No había calambres en su cuerpo. Seguía siendo un humano común.
Esperaba que eso se mantuviera por mucho tiempo.
Solo hasta que lograra escapar.
15 años.
[Jimin]
Hacía demasiado frío. La cama era dura y las ataduras en sus manos y pies lastimaban su piel cada que se movía, y era algo que no podía evitar hacer.
No cuando muchas manos recorrían su cuerpo.
Era la primera vez que Él dejaba que otros lo tocaran.
Se sentía avergonzado, incomodo, con miedo y quería que dejaran de verlo. Se asustó cuando una suave, delgada y fría mano tomó su partecita, no pudo más que sollozar, llamando la atención de Él enseguida.
-No, esa es zona prohibida -Él golpeó la mano de esa mujer para que lo soltara- se los dije, malditos alfas, ahora largo de aquí.
Jimin temblaba, no precisamente por el frío físico, el miedo le había quitado la voz y no hacía mas que mirar a su dueño con temor.
-Perdonalos, Jim -dijo el mayor, mirando al joven de pies a cabeza, acariciando sus rubios cabellos y sonriendo ante el temblor ajeno- no estan acostumbrados a ver una belleza tan pura y natural. Y todo mejorará en cuanto te presentes, lindura. Seré paciente, y una vez que tu lobo aparezca, serás mío -susurró lo último en su oído antes de levantarse y dirigirse a la salida de la habitación- descansa, Jim.
El menor sollozó con fuerza una vez lo dejaron solo en la helada habitación, aún atado y sin haber comido ni un poco.
Esos castigos a veces le debilitaban tanto que sentía que ya no podía mas.
-Taetae, espero que estes bien -sollozó en su soledad.
[Taehyung]
El día para el joven alfa habia sido muy productivo, sus padres lo habian inscrito a un curso de opera y le había fascinado. Después fueron a dar un paseo en el parque de la ciudad, en donde podias remar con tranquilidad para alimentar a los patos.
Una vez almorzaron fueron al cine, por un helado. Compraron ropa bonita y finalmente fueron al departamento de Yoongi Hyung, quien les había invitado a cenar.
Taehyung adoraba ir con el mayor, pues claramente ahí estaria Hoseok.
Desgraciadamente, tambien Jungkook.
Un recién presentado alfa.
Jodido destino.
-¿Ópera? -preguntó el omega de manera sorprendida- eso es excelente, tienes una voz muy bonita.
-Gracias Hobi hyung -murmuró tímido.
-Que aburrido -susurró el mas joven de todos.
-¿Disculpa? -preguntó molesto Taehyung.
-Oh, lo siento, creí que lo había pensado -se burló sarcasticamente.
-Jungkook -llamó la atencion Yoongi, mirando a su hermano con advertencia.
-Lo siento, olvidé lo sensible que es Taehyung.
El nombrado estuvo a punto de contestar de manera grosera, pero un inesperado malestar se asentó en su pecho, su lobo se encontraba alterado y un nudo se formó en su garganta.
-Jimin... -susurró apretandose el pecho y llamando la atención de todos.
Ahí estaba de nuevo. Ese pesar, ese dolor que le recordaba a su heroe, al hermano que con el paso de los años cada vez más olvidaba su apariencia.
Jin le tomó la mano, sacándole de sus pensamientos, todos le miraban preocupados. Incluso el mismo Jungkook, quien sabía perfectamente a quién nombraba.
-¿Es él?
Asintió.
-Ojalá esté bien.
.
.
.
¡Omg!, tenía muchísimo sin actualizar esta belleza, no tengo palabras para disculparme. Solo espero que aun existan personas que lo lean.
Espero tener la proxima actualización mas pronto, muchas gracias si continúas aquí, tqm y nos leemos en el próximo capítulo.
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