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Capítulo 30.

Seojoon miraba los archivos que había estado recolectando durante meses, todo resultaba tan impresionante, definitivamente esos cachorros habían tenido una vida muy ajetreada desde su nacimiento. 

Suspiró cansado, mirando el retrato del cachorro alfa que tenía en su escritorio, Taehyung había crecido tanto en los últimos años. Miró a su lado la carta de aceptación en la escuela de policías con una mueca. No era una vida que quería para ese niño, pero le apoyaría.

-¿Cuál será tu elección, niño? -se preguntó a sí mismo.





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-Cachorro... -llamó Yoongi en un murmullo, sintiendo escalofríos en la piel donde el omega se había dispuesto a dejar besos- Jimin, para -susurró apretando sus pálidas manos en la cintura ajena para alejarlo un poco- hay que dormir.

-No quiero dormir -susurró, su voz sonando parecida a cuando Jungkook le hacía un berrinche.

-¿Jimin? -preguntó extrañado, empujando un poco al omega para lograr sentarse, tomando la barbilla del menor para levantar su rostro y ver los dulces, brillantes y amielados ojos que le miraban con ansias- ¿qué pasa cachorro?

-Es mi lobo, Hyung -puchereó- quiero estar mas cerca de usted -confesó apenado, juntando sus manos y apretando sus dedos con nerviosismo- yo... Hace un rato... Yo...

-Cachorro, nada de lo que me digas debe avergonzarte -Yoongi se estiró para encender la lamparita de noche del rubio para poder verle a la cara mejor- ¿recuerdas? Te lo dije, soy tu alfa, estoy para cuidarte, ¿qué te tiene tan inquieto y afligido?

El alfa miró con curiosidad a Jimin quien tomaba su mano temblando, las regordetas mejillas sonrojadas y un tierno puchero abultando sus labios.

Min respiró con fuerza, sus músculos tensándose cuando su pálida mano fue dejada encima del bulto que era la entrepierna del omega quien se estremeció por el contacto ajeno.

-No te avergüences, cachorro -Yoongi palpó suavemente el erecto miembro de su omega por sobre la tela, sonriendo al escuchar el jadeo entrecortado que éste soltó- primero te ayudaré a aliviarte y después hablaremos sobre esto, ¿de acuerdo? 

Jimin evitó la mirada ajena, simplemente asintiendo, ansioso por el tacto, nervioso por lo que su alfa podría llegar a pensar de él. Se estaba volviendo un pervertido.

Yoongi se sentó derecho, recargándose en el respaldo de la cama, poniendo una almohada entre sus piernas abiertas y sonriendo con confianza hacia el lobito más pequeño, quien por fin le miraba, curioso mas que nada.

-Ven, Jimin -pidió dando palmaditas en la almohada.

El omega asintió tímido, sin poder quitar el sonrojo que pintaba su rostro desde hacía rato. Tembloroso le dio la espalda a su hyung para sentarse entre sus piernas, su lobito bajando las orejas intimidado cuando escuchó la risita que el mayor soltó, sin burla, pero divertido.

-Tienes que sentarte de cara a mí, bonito -explicó con paciencia, no quería ser brusco en nada con respecto al momento de intimidad que estaba compartiendo con su omega, esta vez no era el lobo de Jimin demandando atención, lo sabía. Era Jimin, el humano, quien quería su toque- eso es -felicitó dejando un beso en la nariz ajena.

Jimin se sintió aún más pequeño de lo que normalmente era, a pesar de eso, estaba cómodo ahí, entre las piernas de su hyung, suspirando cuando el mayor comenzó a acariciar sus piernas desnudas, pasando las grandes palmas por sobre sus muslos, bajando a sus rodillas y terminando por las pantorrillas para volver a subir y repetir el recorrido.

-Te voy a tocar, cachorro -murmuró- si no te gusta, solo tienes que decirlo, si te gusta, también tienes que decírmelo -el rubio le miró cohibido- ¿puedo confiar que en que me lo dirás? Necesito saber qué es lo que te gusta y qué es lo que no.

Jimin asintió. 

-No te escucho, cachorro.

-Si, hyung, te lo diré -respondió bajito, mirando sus manos con nervios- ¿podemos apagar las luces?

Yoongi sonrió por la timidez del omega, comprendiendo que tuviera vergüenza a pesar de todo.

Sin decir ninguna palabra, se estiró para apagar la luz, acomodándose de nuevo y tomando las piernas del otro para colocarlas a un lado de sus caderas, Jimin aún se encontraba entre las de él, sin saber qué decir o hacer.

-Cachorro, ¿puedes darme un beso? -preguntó el alfa volviendo a acariciar las suaves piernas de su omega.

Jimin asintió, olvidando que su hyung no podría verlo por la oscuridad de su habitación. Acercándose más, se estiró hasta alcanzar la mejilla ajena y colocar sus temblorosos labios sintiendo como la piel se estiraba por la sonrisa que el mayor había formado en su rostro.

-Quiero uno en los labios, cachorro -pidió.

El corazón de Jimin martilleaba como loco, su lobo correteaba emocionado de un lado a otro, embriagándose con el olor del alfa, quien había soltado un poco de sus feromonas para darle tranquilidad.

Cerró los ojos con fuerza, dirigiendo su boca con torpeza hacia la del mayor, chocando los dientes con Yoongi, quien le sostuvo de la cintura cuando sintió que el menor se alejaría por su descuido, moviendo suavemente los labios sobre los otros, dejando caricias en el delgado cuerpo del omega para que comprendiera que todo estaba bien.

Jimin suspiró cuando la experta boca de su mayor se movió sobre la suya. Amaba los labios de Yoongi. 

El rubio se aferró a los hombros del alfa cuando sintió una mano de este acercarse a su entrepierna, la palma abierta acariciaba su muslo, subiendo hasta llegar a la pelvis, rozando levemente su miembro, su gemido fue ahogado por el beso que aun mantenían. 

Yoongi frotó el miembro de su omega con cuidado, tratando de no apresurar las cosas, acariciando superficialmente sobre la tela con sus dedos, apretando de vez en cuando, sonriendo al sentirlo temblar entre sus brazos.

-Yo... -dudó, avergonzado- también quiero, hyung. Tambien quiero tocarte.

Sonrió, negando suavemente: Hoy no, cachorro, solo tienes que disfrutarlo -murmuró dejando besitos en el cuello ajeno, aspirando la vainilla y la cereza combinadas, excitando aun mas a su alfa.

-¿Por favor? -preguntó con la voz aguda, Yoongi le miró, sintiendo su miembro palpitar a la voz de su omega.

-Bien. 

Con destreza, Yoongi se bajó el pijama hasta los muslos, dejando al descubierto su miembro semi erecto, subiendo al omega a sus piernas, le quitó por completo los pantalones cortos.

-¿Estás bien con esto? -preguntó dejando ahora caricias en las desnudas caderas.

-Si, hyung -respondió bajito, sonrojándose cuando sus labios volvieron a ser besados.

Yoongi tomó su pequeña mano para dirigirla a su entrepierna, tensándose por el suave tacto, Jimin trató de envolver el duro falo entre su mano, sorprendiéndose de no lograr cerrarla por completo. Siguió con mano temblorosa el movimiento que el alfa fue guiando hasta que éste lo soltó para poder hacerse cargo del más joven.

-¡Ah! -gimió junto con un respingo, escuchando con vergüenza la risita que Yoongi no había podido evitar soltar, escondiéndose en el cuello del mayor.

-Eso, cachorro, necesito escucharte -su voz sonaba aún más ronca y entrecortada, disfrutando de las inexpertas y torpes caricias del rubio- déjame escucharte.

Con la mano libre, Yoongi tomó el mentón de Jimin, levantando su rostro para volver a besarlo, apretando su barbilla para abrir sus labios y lograr meter su lengua en la cavidad ajena, satisfecho por los temblores que provocaba en el delgado cuerpo.

El corazón de ambos palpitaba enloquecido, el café y la menta, junto con la vainilla y la cereza se combinaban en una mezcla increíble que solo encendía más sus cuerpos volviéndose más sensibles, receptivos.

Jimin olvidó la verguenza que le provocaba estar semi desnudo arriba de su hyung, soltando jadeos y suaves gemidos cuando el mayor dejó de besarlo en la boca para comenzar a hacerlo en las mejillas, barbilla, cuello. Un escalofrío recorrió su espalda cuando los finos labios del alfa se posaron en su marca temporal, logrando que un cosquilleo húmedo bajara por su entrada, probablemente mojando los muslos del pálido.

Yoongi apretó más fuerte el agarre en la cintura de Jimin, tratando de evitar que moviera su cintura para tener aún mas contacto con él.

-¡Oh, Alfa! -gimió el rubio en su oído, siendo esa exquisita voz la que provocara que el mayor mandara todo al diablo.

Con un facil movimiento, Min jaloneó la camisa de dormir del omega, dejando su pecho al descubierto, apretandolo más hacia él, Yoongi  apartó la mano del otro para pegarlos lo suficiente, rozando ambos miembros goteantes, desesperados por liberarse. Con una de sus manos logró tomar parte de ambos penes para comenzar a masturbar con fuerza, acercando su cabeza al pecho contrario, repartiendo lametones a uno de los erectos pezones. Jimin solo era gemidos, temblores y todo era tan loco en su interior que gruesas lagrimas salían de entre sus ojos, no acostumbrado a manejar tanto, explotando en la mano ajena, gimoteando cuando no paró de tocarlo hasta que también se vino, terminando ambos sucios, pero realmente extasiados del momento tan placentero.

El omega dejó caer su cabeza en el hombro de su alfa, respirando con fuerza al igual que el mayor, sintiéndose en las nubes, volando entre la nebulosa del placer.

-¿Estas bien? -la ronca voz del mayor le hizo estremecerse, su piel erizándose por las caricias que eran dejadas de nuevo en sus muslos- fue muy intenso.

-Tengo sueño, hyung -murmuró, los párpados pesándole, tratando de no quedarse dormido.

-Duerme, te limpiaré y mañana hablaremos, cachorro -asintió suavemente, ya con los ojos cerrados, dejándose hacer por Yoongi.

Una vez que el omega quedó completamente dormido, lo levantó con cuidado, acostándolo a su lado antes de levantarse, ponerse bien los pantalones y dirigirse al baño para tomar un paquete de toallitas húmedas, con las que limpio su pecho y muslos, sonriendo al reconocer el lubricante natural de su omega por el olor en él. En la habitación, limpió el cuerpo ajeno, siendo una masita suave que trató de dejar sin ningún rastro de semen ni lubricante para que su cachorro no tuviera comezón. 

Le colocó los pantalones cortos, cerró bien su camisa y se acostó junto a él, cubriéndolos con las mantas antes de acercarlo hasta recostarlo sobre su pecho, sonriendo con ternura cuando Jimin se acomodó, escondiendo la cara en su cuello para sentir el aroma a café y menta, sonriendo dormido por lo cómodo y seguro que se sentía en los brazos del alfa.

Yoongi dejó un beso en su frente antes de cerrar los ojos y de igual manera caer profundamente dormido.














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Hola prettieeeeees, ya he regresado por fin✨

Espero que se encuentren excelente, quienes esten de vacaciones traten de descansar y disfrutar este tiempo libre y quieres sigan trabajado/ estudiando recuerden cuidar su salud y esforzarse con medida.

Llegamos a la intensa etapa de la historia, quería escribirles un poquito de smuff antes de pasar al drama, saquen sus pañueles y esta vez si será para que limpien sus lagrimas pq no se nos viene nada lindo.

Ya saben que lxs tqm, nos seguimos leyendo en el proximo capítulo 💜

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