Capítulo 25
Jin terminó la llamada con Jimin, preocupado de que el menor se sintiera incomodo con Yoongi, pero sonrió con ternura al escuchar la emoción en la voz del otro omega, relatando la visita a la playa que recién habia hecho con su hyung, en donde se dio un baño y no pudo evitar jugar con la arena.
Una risa cariñosa escapó de sus labios al ver el mensaje que acababa de recibir de Min en donde se mostraba a un concentrado Jimin tratando de formar un castillo de arena.
"Él es adorable". Seokjin se carcajeó, definitivamente Yoongi debía estar muriendo de cariño por ese cachorro.
-¿qué es tan divertido? -preguntó su esposo sentándose a su lado en la sala de estar, dejando las dos tazas de café en la mesita frente a ellos.
-Estuve hablando con Minnie, Yoongi lo ha llevado a la playa -explicó mostrándole la foto, derritiendose ante la sonrisa paternal y cariñosa que su esposo hizo al verla- creí que se sentiría extraño estando solo con Yoongi.
-No te preocupes, es su alfa, ¿recuerdas? -dio un pequeño sorbo a su café, volviendo a dejar la taza en su lugar y poniendo su palma en la rodilla ajena- Yoongi lo cuidará bien.
-Lo se, ahora explicáselo a tu lobo -se burló el médico dejando un beso en la comisura de sus labios- lo siento alborotado cada que menciono a Yoongi y Jimin juntos.
-Solo siento la misma necesidad de protegerlo como contigo y Tete -se excusó con un puchero.
-Tu alfa lo hizo parte de tu manada, mi amor -volvió a dejar otro beso, esta vez justo en uno de los hoyuelos de sus mejillas- no sabes lo orgulloso que me siento, eres mi alfa perfecto.
Namjoon sonrió enamorado, subiendo la mano en la rodilla de su omega hasta la barbilla, dejando una suave caricia antes de tomarla y acercarlo hasta juntar sus labios en un suave beso que Jin se encargó de intensificar.
El menor sonrió entre besos, feliz del entusiasmo que su esposo siempre mostraba ante el contacto que no se podian dar con regularidad por sus trabajos.
Jin se subió a su regazo, las piernas a cada lado de los muslos del otro, profundizando el beso, introduciendo su lengua con impaciencia, sediento de probar más el delicioso sabor de su pareja.
El cuerpo del alfa se tensó al sentir el empuje de caderas de su esposo, rozando su entrepierna con avidez, haciéndole reaccionar de inmediato, pues a pesar de los años que llevaban juntos, jamás sentiría suficiente de su hermoso omega.
-Omega -murmuró con voz ronca- vamos al cuarto, amor.
Jin se levantó de un salto para tomar la mano de su alfa y llevarlo casi corriendo a la habitación en donde probablemente se tomarían toda la mañama dándose amor.
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-¡Cachorro!
Jimin volteó hacia su hyung, aun de cuclillas en la orilla de la playa, se encontraba recolectando conchitas con colores bonitos. Levantándose, corrió hacia el mayor y este le tendio la bolsa de plastico en donde guardaba las conchitas para llevarlas de recuerdo.
-Podemos volver mañana antes de tomar nuestro vuelo para que lleves mas, pero ya es tarde y tenemos que cenar.
-Esta bien, hyung, llevo suficientes -confesó alegre, sus mejillas sonrojadas por el sol que habia tomado durante su tarde en la playa- ¿podemos comer hamburguesas?
-Lo siento cachorro, pero ayer comiste suficiente chatarra -sonrió divertido ante el puchero inconsciente que formó el omega- vamos.
Ambos caminaron uno al lado del otro hasta el hotel, subiendo hasta su piso para tomar un baño y limpiandose la arena que se pegó en sus pieles durante el día.
Una vez aseados bajaron en el restaurante del mismo lugar, Jimin sintiéndose cohibido al notar que la mayoría de los comensales eran alfas con pulcros trajes.
Ambos ordenaron pasta con un corte (a la eleccion de Yoongi) y verduras, Min pidió una copa de vino y Jimin un jugo de naranja.
-¿Te parece bien ir a un centro comercial?, podemos comprarte ropa nueva -comentó degustando su bebida antes de asentir hacia el mesero.
-No se preocupe, hyung, tengo ropa suficiente, aunque si me gustaria ir -explicó sin apartar la mirada de la copa.
-¿Quieres? - ofreció con una ceja alzada.
-¿Puedo?
Yoongi asintió, esperando que el muchacho no tuviera problema con beber de su misma copa, le explicó brevemente la manera correcta de degustar un vino. Jimin lo tomó con delicadeza entre sus manos antes de colocar los pomposos labios en la orilla y dar un sorbo.
-¿Y bien?
-Me gustó -murmuró sonriendo ligeramente y devolviendo la copa a su dueño.
-Puedo permitirte una copa, ¿quieres?
-No hyung, gracias, pero soy intolerante al vino, la última vez que bebí me olvidé de todo con solo tres tragos -explicó, sonrojado y bajando la mirada a su regazo.
-¿Solo tres? - preguntó sorprendido, Jimin rara vez contaba cosas de su tiempo antes de conocerlos- supongo que te desmayaste, o algo parecido.
-No, hice cosas que no me gustan -susurró, su expresión ensombreciendose- pero no estoy seguro, no recuerdo mucho.
-¿Te hicieron daño? -volvió a preguntar, inquieto por lo que el menor le estaba contando.
-No a propósito, Él dijo que yo lo pedí -el alfa apretó los cubiertos entre sus manos al escucharlo mencionar- desperté atado, a Él le gustaban las cadenas -contaba, perdido en sus horribles recuerdos, en como las cadenas se enterraban en su carne cada que se movia un poco, cuando entraban alfas solo a mirarlo con esas pequeñas prendas que le hacian vestir, o tocaban sus desnudas piernas.
Yoongi apretaba la mandibula, molesto hasta la médula, sintiendo su lobo rasguñar en su interior querido encontrar a ese hijo de puta que se atrevió a lastimar al pequeño e inocente angel que tenía frente a él.
¿Por cuánto había tenido que pasar Jimin?
Respiró profundo, notando el semblante triste en el rostro del menor, tomó la pequeña mano entre las pálidas suyas, apretando suavemente.
-Yo no estas ahí -murmuró- y jamas permitiré que vuelvas -prometió dejando un beso en el dorso de la mano.
Jimin sintió su lobo acostarse panza arriba, dispuesto a ser mimado por ese alfa que prometia protección y cuidado, había olvidado ese sentimiento, siendo consciente solamente de la ternura que Jin y Hoseok le habian ofrecido cuando recién los conoció, sintiéndose cómodo con el alfa Kim, al igual que con Taehyung y Jungkook. Pero por alguna razón era distinto con Yoongi, el alfa le hacia reaccionar de diferentes maneras; era algo que realmente no habia experimentado, pero le daba curiosidad y su lobo le suplicaba por dejarse mimar por esas pálidas y grandes manos.
Pese a su vergüenza y timidez, Jimin se acercó al mayor, invadiendo su espacio personal. Yoongi apenas reaccionó al sentir los pomposos labios dejar un suave y corto beso en una de sus mejillas, siendo apenas un roce que hacía a su estomago burbujear, el omega reaccionando de la misma manera logrando un enorme sonrojo en sus mejillas gorditas.
-Gracias hyung -susurró acomodándose de nuevo en su lugar, mirando su regazo por la acción tan atrevida que habia hecho- siempre te preocupas por mi.
"Es solo un cachoro" pensó, tratando de controlar sus impulsos alfa.
"Si, pero es nuestro" contestó su lobo moviendo la cola de un lado al otro, inquieto por volver a sentir esos labios en su piel.
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-¿Estas bien cachorro? -preguntó Min preocupado por el semblante del omega.
-Ya me quiero ir, hyung -murmuró bajito, sus ojitos aguados y mirando sus pequeños pies.
-Pero si acabamos de llegar -miró su alrededor, tratando de adivinar el por qué de la reacción del menor.
-Lo siento, pero realmente no quiero estar aqui -suplicó con la voz rota.
Solo eso bastó para que el alfa tomara una de las manos del rubio para salir del centro comercial. Jimin se sentía abrumado, ¿cómo explicarle al mayor la razón del por qué queria huir inmediatamente de ese lugar?
Por que el omega recordaba claramente haber estado ahí.
Y no era un recuerdo bonito.
Decidió continuar hasta salir del edificio, logrando calmarse y continuar con tranquilidad.
Yoongi observó su pálida mano cubriendo la pequeñita del omega, no sabían en qué momento las habían unido, pero aun cuando se dieron cuenta ninguno de los dos hizo nada para separarse, cómodos y tranquilos, caminaban por las calles de Busan sin un rumbo en especifico, disfrutando de la noche refrescante y la paz que sus lobos compartían al estar de esa manera.
Jimin caminaba frente a él, liderando el camino de cierta manera y deteniéndose por momentos a ver las tiendas que habia en esa avenida.
Ya se sentía mas calmado, el shock de haber traído cosas de su pasado por fin se calmó, tomando una bocanada de aire antes de comenzar a hablar sin mirar al mayor.
-Cuando era pequeño mi madre alfa y mi padre omega nos trajeron a Tae y a mi al centro comercial -comenzó, tratando de que el nudo en su garganta no ahogara su voz- fue algo extraño por que nunca saliamos juntos, ni siquiera salíamos tanto de casa.
Yoongi se encontraba completamente en silencio, atento a la anécdota, pues el omega solo habia mencionado a sus padres una vez.
-Mamá se comportaba extraño y papi estaba muy triste, yo sabía que algo malo pasaba, pero lo olvidé cuando llegamos al centro comercial -tragó con fuerza antes de continuar- nos regalaron zapatos nuevos, nuestras mochilas fueron llenadas de comida y dulces, entonces miré a mamá y ahí me di cuenta de nuevo que algo malo pasaba.
Yoongi frunció el ceño al ver al mas joven temblar levemente, siendo interrumpido cuando estuvo a punto de detener lo que sea que Jimin queria seguir diciendo.
-Mamá me pidió que cuidara de Taetae -las lágrimas nublaron su vista, parpadeando para despejarlas y agachando la cabeza para que el mayor no le viera- dijeron que regresarían -sollozó- no nos teníamos que mover de dónde estábamos, pero Taehyung queria ir al baño y corrió, se soltó de mi mano y lo seguí. Después no recuerdo lo que pasó, pero ya era de noche cuando llegamos al parque -y Jimin soltó la mano del alfa para señalar una calle a su izquierda, justo la que finalizaba en un area verde.
Un parque.
-Tae y yo teniamos mucho miedo, lloramos hasta que nos quedamos dormidos, creí que al despertar Mamá y Papi nos encontrarían, pero el sol salió y la luna regresaba, y después se acabó la comida de nuestras mochilas y cada vez hacia mas frio -en ese momento Yoongi se esforzaba por entender entre los balbuceos del menor, su lobo rasguñando su interior para tomar entre sus brazos a ese pequeño cachorro- cuando Noona nos encontró, Tae tenia fiebre y ningún otro adulto nos quiso ayudar. Ella siempre nos protegió. Y murió por mi culpa -entonces el llanto se volvió más fuerte, esta vez el alfa no se contuvo y lo apretó contra su pecho con fuerza.
Jimin escondió su rostro en la curva del cuello de su Hyung, sin poder contenerse, soltando todo lo que llevaba dentro, la tristeza, el dolor, el cansancio.
Porque si. Jimin ya estaba cansado.
-Yo estoy totalmente agradecido con tu Noona -el alfa murmuró contra la frente del menor, en donde habia posado sus labios- por haber sido el salvavidas de dos pequeños cachorros.
Él no tenía ni idea, y estaba seguro que ni siquiera Namjoon o Seokjin estaban enterados. Probablemente Taehyung no recordara nada de esto.
Jimin había tenido que cargar con todos esos recuerdos solo.
"Pero ya no lo está" su lobo prometió, ambos de acuerdo, reafirmando cada día que se harian cargo de su omega.
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No tengo excusas para tanto tiempo sin actualizar, estoy apenada por dejar esta historia tan abandonada.
Hola Pretties, de verdad perdonenme por estar tanto tiempo ausente, trataré de ser mas frecuente, prometí terminar esta historia en este año y realmente me esforzaré por hacerlo.
Hoy les traje un capítulo que nos habla un poquito mas de la infancia del Vmin, espero que se haya entendido un poco.
En fin, nos leemos en la proxima actualización, ya saben qur lxs tqm✨💜
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