Hoseok se observó por cinco minutos más en el espejo, trataba de arreglar los cabellitos rebeldes que arruinaban su peinado, se pellizcó un poco las mejillas y tras acomodarse mejor la ropa, tomando un largo bocado de aire y soltándolo pausadamente, por fin le regaló una sonrisa a su reflejo y salió rumbo a su mesa, en donde el alfa rubio sacaba la tarjeta de la cartilla que momentos atrás se había llevado el mesero para pagar la cuenta.

-¿Listo Hoseokie? -preguntó con una bonita sonrisa merecedora de comercial para dentífrico.

-Si Jackson, disculpa la tardanza -el contrario le restó importancia, ofreciendo su mano al omega, quien la aceptó nervioso.

Jung se dejó guiar todo el camino, desde la salida del bonito y elegante restaurante hasta el estacionamiento, el alfa le abrió la puerta y una vez ambos se encontraban dentro del coche se dirigieron al departamento del castaño.

Jackson parqueó en el estacionamiento de su edificio y comenzó una charla que duró menos de lo que el omega pensaba que controlaría sus nervios, sin embargo, estos se esfumaron en cuanto el otro acarició su mejilla y lo miró con adoración.

Hoseok era un omega soltero de 24 años, no tenía ningún compromiso mas que el de su trabajo (el cual adoraba), y era realmente atractivo, a pesar de no tener curvas definidas, ni una belleza impactante, él era bonito a su manera, sabía que los alfas y betas se volvían locos cuando les regalaba su sonrisa de corazón, tenía manos finas y elegantes, y sus clavículas siempre llamaban la atención.

El único problema de Jung Hoseok que lo mantuvo soltero todo este tiempo tenía nombre y apellido.

Min Yoongi.

Su mejor amigo.

El alfa paliducho que lo protegía y cuidaba, que le quería y estimaba. Yoongi había sido el único hombre al que había amado por todo ese tiempo.

Pero Yoon ya había encontrado a quién amar, cuidar y proteger.

Si, era su destinado, y ni el mismísimo Hoseok podía luchar en contra de ello.
¿Le dolía?

Con cada palpitar de su corazón.

Pero no podía odiar al destino, ni a Yoongi, mucho menos a Jimin, el rubio omega que ya suficiente había tenido que vivir.

No, Hoseok jamás podría odiarlos. Ellos se merecían.

Le había costado tiempo poder superar ese amor por su mejor amigo, pero después de que Min hablara con él se había sentido mucho mejor, tanto como para aceptar salir con otros alfas.

Jackson había vuelto a su vida de manera extraña.

Se conocían desde hace un tiempo atrás gracias a Namjoon, ambos alfas habían sido muy buenos amigos en la universidad, Hoseok y él coquetearon un tiempo en ese entonces, pero Namjoon había interferido un poco, pues en ese entonces Hoseok era menor de edad y Jackson un alfa demasiado alocado y rebelde.

Pero el tiempo pasa, Hoseok ahora era un enfermero, mayor de edad y responsable en cada uno de sus actos. Por su parte, Jackson parecía haber madurado y se había comportado de la mejor manera desde que se volvieron a ver.

Esta era su quinta cita, no habían hablado sobre ningún cortejo y Hoseok le había aclarado al alfa que no pensaba establecer una relación seria con nadie ahora que por fin estaba tratando de superar su amor no correspondido.

El calor en el coche comenzó a ser cada vez más sofocante, el beso había subido de tono y no estaba muy seguro en qué momento había terminado en el regazo del rubio.

-¿Puedes invitarme un café? -preguntó entre el beso el mayor apretando los muslos del castaño.

Hoseok se separó un momento, ya había anticipado que esa era la noche, sin embargo, no tenía mucha experiencia intimando con personas con las que no mantenía una relación.

Sexo casual, es solo lo que buscaba y él también lo sabe y lo quiere.

-Claro -murmuró con la vergüenza invadiendo su rostro y tintándolo de rojo. Jackson le dedicó una sonrisa divertida y abrió la puerta para ayudar al omega a bajar con cuidado.

La pena fue mayor cuando el portero del edificio, el señor Lee, le saludó como todas las noches, solo que esta vez se encontraba sorprendido de verlo llegar con alguien.

Al entrar al elevador, Jackson lo acorraló en una esquina y comenzó a repartir besos en su cuello erizando la piel a su paso, Hoseok sin querer quedarse atrás, repartió caricias en el cabello contrario, sonriendo con satisfacción cuando el mayor mordisqueó el largo de su cuello y la aterciopelada lengua acarició el lóbulo de su oreja.

Su lobo, quien se había mantenido ajeno a la presencia del alfa, comenzó a olfatear el suave olor a Romero que lo relajaba y hacía sentir cómodo hasta dejar salir un poco de su lubricante natural, provocando que el mayor gruñera ante el olor a nueces.

Volvieron a besarse de manera juguetona, ignorando un poco las erecciones contrarias.

El elevador se abrió por fin en su piso y Hoseok paró de reír en cuanto notó la presencia de dos jóvenes alfas que miraban la escena con sorpresa.

-Buenas noches, chicos -susurró el omega tomando de la mano a Jackson y comenzando a caminar con prisa, su lobo, extrañamente había lloriqueado ante el ligero y desconocido olor de pino y moras.

-Taehyung y Jungkook se miraban realmente sorprendidos de verte conmigo -dijo burlón el mayor- ahora que recuerdo, ellos tenían un crush contigo, ¿cierto?

-Déjalos en paz -le regañó con molestia- no debes de burlarte de los sentimientos ajenos -ambos se miraron sorprendidos ante la repentina seriedad del menor- lo siento, me he alterado un poco.

Y era verdad, su lobo se encontraba agitado en su interior, rechazando el tacto ajeno y encontrando ahora aberrante el olor a romero.

Cuando Jackson le recostó en el sillón de su sala y repartió besos en su cuello y clavículas Hoseok sintió algo que nunca en su vida había experimentado, un calor parecido a su celo comenzó a propagarse por su cuerpo, algo vibrante se instalaba en su estomago y su lobo aullaba en su interior.

Alfas.

El llamado había sido claro, sorprendiendo tanto a Hoseok como a Jackson.

-¿Qué fue eso? -preguntó extrañado el mayor observando al castaño con curiosidad, se encontraba completamente rojo, sudaba a montones y su respiración era irregular.

-Lo siento Jackson, tenemos que parar aquí, creo que he entrado en celo y no me siento para pasarlo con alguien más -se disculpó con vergüenza.

-Tranquilo, no hay problema -el alfa dejó un beso en la mejilla ajena y revolvió sus cabellos- ¿Seguro que estarás bien? ¿Necesitas supresores?

-Estoy bien, tengo suficientes, de verdad gracias por comprender -Hoseok se puso de puntitas para dejar un beso en la barbilla de Wang- Maneja con cuidado.
-Mensajea cuando te sientas mejor -y tras un guiño salió del departamento.

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Definitivamente esa era la peor noche de la historia de sus celos, el calor no se iba a pesar de haber tomado la dosis máxima de supresores, había tenido que hacer uso de sus juguetes y ni siquiera esos 17 cm de plástico habían sido suficientes.

Su omega no había parado de lloriquear por su "alfa" o mejor dicho "Alfas".

Lobo atascado, no puedes solo exigir un alfa como los omegas normales, ¿tienes que llamar a más de uno?

El dolor en su vientre se volvió peor en respuesta y solo le hizo soltar un gritito frustrado.

¡Alfas! ¡Alfas!

¡Mañana compraré otro dildo, solo déjame dormir hoy!

Unos toques en su puerta interrumpieron el trueque con su lobo.

Se levantó tambaleante y miró por el orificio de su puerta, su omega movió la cola con emoción al volver a detectar el olor de pino y moras. ¿Desde cuando Taehyung y Jungkook desprendían ese olor? Que él recordara el alfa mayor olía a uva y el otro a hierbabuena.

-Chicos, lo siento, mi celo se ha adelantado, no puedo abrir la puerta en este momento -su lobito comenzó a rasgar en su interior ante lo dicho.

¡Alfas! ¡Alfas!

Ellos no son tus alfas, son unos niños, ¡tranquilo lobo imbécil asaltacunas!

De pronto, otra nueva oleada de calor volvió a invadir su cuerpo, el lubricante escurrió por sus piernas desnudas (pues solo llevaba la bata puesta) y Hoseok se sintió adormilado, su omega luchaba contra él para tener el control y de un momento a otro, su mirada cambió del café al rosa, dejando al lobo el completo merced de su cuerpo.

Con movimientos delicados abrió la puerta, dando paso a ambos alfas, quienes le miraron de arriba abajo con lujuria.

-Alfas -susurró el omega liberando más su aroma a césped, opacando por completo las nueces y llenándose con los aromas de pino y moras de vuelta.

-Omega -la ronca voz de Taehyung había mandado vibraciones a su vientre, su tambaleante cuerpo cayó al piso en cuanto sus rodillas fallaron- ¿nos dejas ayudarte, Hyung?

-Queremos cuidar de ti, Hyung -dijo el otro alfa acariciando la suave mejilla desde su lugar- ¿podemos?

Hoseok asintió sin pensarlo, volviéndose hacia la mano que le repartía caricias.

-Vamos, Hyung, ven con tus alfas -Hoseok se dejó guiar hasta su habitación de la mano de ambos chicos. El humano dentro de él se encontraba asustado y extrañado.

¿Era posible tener dos destinados?

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¡Muy buenas noches pretties!

¿Cómo estan? ¿Que tal el calor en sus ciudades? En la mía es como el mismísimo infierno🔥🔥

Pero no hay nada mas caliente que el VHopeKook🥵

JAJAJA espero que el capitulo les haya gustado, ya saben qur lxs tqm y nos leemos en el proximo capítulo 💜