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Capítulo 11


Jimin despertó abriendo los ojos de golpe.

Por un momento entró en pánico al no reconocer en donde se encontraba, sin embargo el olor a menta lo relajó al instante y observo con curiosidad la habitación.

Al igual que el departamento era de tonalidades oscuras, las paredes estaban pintadas de azul rey y el piso era alfombrado de negro, la cama era grande, él se encontraba envuelto en sábanas negras de seda y su cabeza reposaba en una esponjosa almohada del mismo color.

Con las mejillas sonrosadas, giró levemente su cuerpo quedando boca abajo y abrazó la almohada con fuerza mientras inspiraba profundo.

Su lobo ronroneó gustoso y una sonrisa se instaló en su rostro.

Una risita divertida lo hizo levantarse de golpe y al estar enredado entre las sábanas cayó al suelo de espaldas.

Yoongi dejó de reír y corrió hacia el cachorro para ayudarlo a levantarse.

-¿Estas bien, pequeño? -preguntó con preocupación, ignorando los regaños de su lobo por ser tan descuidado con su omega.

Jimin simplemente asintió mirando sus pies descalzos con un furioso sonrojo y los ojos cristalizados por la vergüenza.

-Deberías volver a la cama, venía a comprobar si estabas despierto para traerte el almuerzo.

El rubio volvió a asentir, con obediencia se sentó en la orilla de la cama aun sin poder mirar al alfa.

Yoongi negó con una sonrisa y revolvió un poco los cabellos del menor para después salir de la habitación.

-¿Qué fue ese golpe? -preguntó su hermano en la salita de estar en donde comía de su cereal.

-Nada, Jimin se asustó por no reconocer el lugar en donde estaba -contestó con sencillez mientras se dirigía a la cocina.

-¿Tae sigue durmiendo? -el menor trató de sonar desinteresado, sin embargo Yoongi lo conocía lo suficiente para saber que no era así la manera en la que se sentía.

-Nam vino por él temprano, parece que fue a una junta imprevista de sus clases de opera -explicaba mientras servía el almuerzo en una bandeja.

-Hyung, ¿puedo preguntarte algo? -el chico miraba a su mayor con curiosidad.

-Lo acabas de hacer, pero adelante -contestó el otro sin mirarlo pues estaba atento cortando fruta y colocándola en un platito de vidrio.

-De casualidad, ¿estas interesado en ese omega?

El silencio se hizo presente en el lugar. Yoongi paró un instante su labor y después de un suspiro continuó ahora sirviendo un poco de jugo.

-No lo sé -su voz se escuchó frustrada por un momento- puede que sea mi destinado.

Jungkook abrió la boca con impresión y sus ojos se abrieron más.

-Aún no estoy seguro, Jin Hyung piensa lo mismo, pero no quiero acelerar las cosas, no sabemos nada sobre él y por si no lo has notado, sigue siendo un cachorro -continuó explicando el mayor y suspiró- Por ahora mi lobo solo me exige protegerlo y hacerlo sentir bien.

-Wow... -fue lo único que pudo salir del menor después de pasar saliva para volver a lubricar su garganta que se encontraba seca al dejarla tanto tiempo abierta- es que, no puedo creer que de entre todas las personas, tu destinado sea la representación de la inocencia -el más joven soltó una carcajada- Es tu castigo por todas las perversidades que has hecho.

-Apártate de mi camino, estorbas -ordenó molesto el mayor con la bandeja en las manos y tratando de ignorar a su hermano- Mocoso burlon, espero que sigas con tus payasadas cuando le cuente a Nam y Jin lo que vi el día de la fiesta.

Las risas pararon enseguida y Jungkook lo miró con pánico.

-No lo hagas por favor -suplicó - aún no resuelvo las cosas con Tae.

-¿Tae? ¿Desde cuándo le llamas así? -preguntó con una ceja alzada- Hermano, un consejo, si te acuestas con alguien en una borrachera, el primero que se encula pierde.

Sin esperar respuesta de su hermano menor, caminó hacia su habitación.

-Yo no estoy enculado -susurró con un puchero en sus labios y las manos cruzadas en su pecho.

-¡Si lo estás! -se escuchó el grito del alfa mayor haciéndolo bufar con molestia.



El silencio en la habitación, sorprendentemente no era incómodo, Jimin comía los riquísimos panqueques que su Hyung le había traído, Yoongi se rió al imaginarse al menor moviendo la cola de un lado a otro por lo feliz que se miraba, con ternura limpió una de las comisuras del chico con una servilleta, se había manchado de la miel de maple y el potente sonrojo en su rostro solo le hacía querer apretar sus mejillas.

-Lo siento -se disculpó en voz baja.

-No hay problema -Jimin continuó comiendo, está vez con un poco más de timidez.

-Hyung -tomando valor se atrevió a hablar, Yoongi hizo un sonido con su garganta para que continuara mientras el bebía de su taza de café- disculpa que me entrometa, pero, ¿tu olor es a menta?

-Si -respondió al instante, su lobo alzó las orejas en su interior, prestando atención a la bonita voz del omega- ¿Te molesta?

-Hum mm -negó el rubio, una sonrisa cohibida se asomo en su rostro y aun más tímido susurró- al contrario, me gusta.

-Me alegro, a mi lobo y a mi también nos gusta tu olor.

-Si, aunque siento que es un poco empalagoso -siguió con un poquito más de confianza- al menos la menta y el café son una buena combinación.

-¿Qué? -preguntó el mayor con sorpresa.

-Su olor -Jimin se sintió confundido por la sorpresa del alfa- usted huele a café y menta, ¿no?

Yoongi asintió lentamente.

-Aunque no entiendo por qué sólo en usted puedo distinguir más de un olor, ni siquiera con Taehyung o Hobi Hyung pude detectar más que la uva y la nuez.

El corazón del alfa latía con fuerza, su lobo corría entusiasmado persiguiendo su cola como un completo cachorro, tanto su olor como su aroma comenzaron a inundar el la habitación y sin querer un gruñido escapó de su garganta alertando al menor que dejó el tenedor levantado en camino a su boca.

-Omega, no quiero asustarte, pero será mejor que salgas ahora y le digas a Kook que llame a Jin -explicó el mayor apretando el agarre en las sábanas de su cama.

Jimin estuvo a punto de levantarse cuando ambos olores llegaron a sus cosas nasales, aspirando levemente se sintió caer en una nebulosa, su cuerpo se relajo y su cachorro interior soltó un chillido emocionado, el alfa contestó casi enseguida.

Omega mío.

Ni lo piensas, no es omega de nadie, es un cachorro.

¡Omega mío!

Yoongi rodó los ojos ante la aclaración del cavernicola de su lobo, por otro lado trataba de controlarse, parecía que su celo se había adelantado y todo por que el niño frente a él había dicho que le gustaban su olor y aroma.

Los ojos del omega brillaban, parecía adormecido y su rostro estaba cada vez más sonrojado.

-Alfa... -el peli negro se tensó ante el claro llamado del omega a su lobo, quien rasca a como loco su interior.

-Lindo, aun no estas listo para esto -murmuró acariciando la regordeta mejilla, sonrió enternecido cuando el chico se apegó a su mano, buscando más contacto con él, los ojos miel brillaron casi dorados y entonces Yoongi comprendió que ambos lobos se habían llamado con tanta insistencia que los dos de un momento a otro habían entrado en celo, podía llegar a ser peligroso, pero él sabía controlar muy bien su parte animal.

El olor a vainilla combinado con cereza fue el detonante para que su alfa gruñera como loco.

¡Quiero a mi omega! ¡Es nuestro!

Min frunció el entrecejo cuando sus colmillo comenzaron a sobresalir de su boca, estúpido lobo caliente.

Tranquilizante, pulgoso, no te dejaré tomar el control, ahora, ¡abajo!

Y mientras distraídamente regañaba a su pervertido interior que le decía lo bonito y atractivo que era el omega, éste se desabrochaba la camisa de pijama, el calor estaba invadiendo su cuerpo, se sentía muy caliente y sudoroso, sin pedir permiso colocó sus manitas en los hombros del mayor quien lo miró sorprendido y no le dio tiempo de evitar que el chico se impulsara hasta sentarse en su regazo.

-Alfa, hueles muy bien -susurró el menor escondiendo su carita en el espacio del cuello y hombro ajeno.

Yoongi apretó sus manos en la cintura del rubio, tratando con todas sus fuerzas de luchar contra su animal, que estaba como loco por probar, tocar y ensuciar esa bonita piel.

-Jimin, no me pongas en esta situación por favor, jamás he tenido que lidiar con un celo provocado por mi destinado -murmuró, sin embargo y, gracias a las lentas respiraciones del menor, supo que éste se había quedado dormido.

Solo una mordidita Yoongi.

El nombrado volvió a rodar los ojos, su lobo era un idiota.


Hoseok entró al departamento de su amigo con bolsas en donde llevaba postres y un cambio de ropa para el rubio omega, quería consentir al chico después del gran susto que había pasado, él apenas se despertó con una jaqueca terrible fue a la tienda de conveniencia para comprar aspirinas y los pastelitos.

Se extrañó al no encontrar a nadie en la sala y camino hasta la habitación del dueño del departamento, se detuvo en seco al acercarse un poco, la habitación estaba abierta y de ella escapaba el olor a menta perfectamente mezclado con vainilla, las bolsas en sus manos cayeron, con el corazón en la mano siguió caminando hasta la entrada de la habitación desde donde se podían ver dos cuerpos en la cama, con los ojos llenos de lágrimas observó a Jimin dormir abrazado por Yoongi, ambos escondían sus rostros en sus cuellos, el mayor sostenía el pequeño cuerpo como un tesoro. Y eso sólo había terminado de acabar con sus esperanzas.

-Hobi Hyung -llamó el menor de los Min- lo siento mucho.

Hoseok sabía que todos estaban enterados de su enamoramiento por su mejor amigo, por lo que no se sorprendió por la mirada lastimosa que Jungkook le dedicaba. Se limpio las lágrimas con el dorso de la mano y le dedicó una sonrisa que no llevaba a sus ojos.

-No hay nada que sentir, eso pasa con los destinados -explicó tragando el nudo de su garganta y tomando las bolsas que había tirado mientras se dirigía a la cocina- Solo me siento muy mal por no haberlo notado, fui muy tonto al no comprenderlo rápido, eran tantas las señales.

-¿A qué se refiere Hyung? -preguntó el alfa.

-Jimin no se sentía bien si un alfa estaba cerca, sin embargo, podía dejarlo a solas con Yoongi y él parecía muy cómodo con su presencia, lo que no entiendo es el control de Yoongi.

-Yo tampoco, apenas me confesó en la mañana que sabía que Jimin era su destinado, pero no parece muy apresurado en cortejarlo. Hace rato sentí el olor a celo, el de ambos, corrí a ayudar pero él solo me pidió que guardara silencio y me dijo que dormiría con Jimin para mantenerlos calmados con el olor de ambos.

-Nunca deja de sorprenderme -Hoseok sonrió, se limpio otra lagrima que traviesas resvalaba por su rostro y sacó los postres para meterlos al refrigerador- traje muchos, ¿podrías acompañarme a comer uno? Realmente no quiero estar solo.

-Claro que sí, Hyung -aceptó entusiasmadamente, tomó dos de los pastelillos y cubiertos para dirigirse a la sala, dejó todo en la mesita de noche y fue a su habitación para sacar una cobijita. Volvió a la sala y le hizo una seña al omega- no te preocupes Hyung, cuidate de ti.

El mayor sonrió, lo mejor que pudo, su corazón estaba destrozado y su ánimo hecho un asco, se sentó en el sofá con el menor a su lado y trató de concentrarse en la película que el alfa le puso.

Jungkook se tenso cuando Hobi dejó caer su cabeza en su hombro y su playera comenzó a humedeserse, el omega lloraba en silencio, él simplemente tomó una de sus manos y la entrelazó con la de él.

-Duele tanto -fue lo único que dijo el omega antes de que él lo envolviera en sus brazos.

-Pero no dolerá para siempre, yo me encargaré de eso -se prometió a ambos, acariciando la espalda del mayor.














































Todavía alguien lee esta historia? Jajaja, pues que les podría decir? La verdad no tenía nadaaa de inspiración para escribir omegaverse, pero ya estoy de regreso (por el momento).

En fin, espero que el capitulo sea de su agrado, las tqm, nos leemos en el próximo cap✨

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