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Capítulo 07



Jimin se sentía abrumado con la atención que le daban esas personas, no estaba acostumbrado a interactuar directamente con la gente.

El doctor Kim Seokjin era un amor de persona, le había traído una cobija amarilla de su propia casa, el hospital era muy frío por las noches. Le había traído la comida y esperaba a que el rubio terminara el platillo completo, después de todo el chico estaba en un peso muy por debajo del que debía de tener.

Jung Hoseok era un enfermero muy amable y todo sonrisas, siempre que entraba a su turno de trabajo pasaba a saludarlo primero, Jimin siempre agradecía sus visitas pues el chico le llevaba pequeños postres clandestinos.

Las visitas de Kim Namjoon, quien descubrió era esposo del doctor Kim, había sido incómodas al principio, sin embargo, el moreno le daba un aire de protección en el que Jimin se quería refugiar, aun así sus instintos se mantenían un poco alertas.

El rubio había estado un poco curioso con un aroma que venía de ambos esposos pues le parecía conocido, su lobo movía la cola cada vez que detectaba ese ligero olor a pino que le resultaba familiar.

Miró el paisaje hacia la ventana, llevaba ahí poco más de una semana, apenas hace dos su celo llegó a su fin y el día anterior un alfa de aspecto rudo e intimidante había entrado a su habitación para presentarse como un detective que investigaría su caso.

Sin embargo, él no había cooperado para nada, ¿por qué? Sencillo.

Sabía que el alfa que lo había mantenido preso la mayor parte de su vida en esa mansión, tenía conocidos en la policía. Si alguien se llegaba a enterar de su existencia estaría frito. Serían sólo horas para que ese hombre lo encontrara y lo llevara de nuevo con él.

También había estado preocupado con lo que iba a ser de su vida. Los últimos 10 años sólo fue una estatua de museo en aquella mansión, un tesoro que sólo era mostrado de vez en cuando a los amigos o socios de aquel alfa.

Jimin no sabía hacer nada, nunca se le permitió, simplemente sabía ser bonito, cuidadoso y callado.

Aún así la madre Luna había sido buena con él, le había puesto buenas personas en su camino.

Hoseok le había ofrecido vivir con él en lo que encontraba un trabajo o qué hacer, Jimin se había negado al principio, pero después lo pensó bien y aceptó, no tenía ningún otro lugar al cuál ir.

Ese día le iban a dar el alta, y terminado el turno de Hoseok irían a donde sería su hogar por un cierto período de tiempo.

Se levantó de la camilla y se dirigió al baño para tomar una ducha y ponerse la ropa con la que había llegado y que ya había sido lavada.

Por otro lado, Min Yoongi entraba al hospital en donde trabajaban dos de sus amigos, acababa de salir de la empresa por lo que aún llevaba puesto el traje, se aflojó la corbata mientras subía al elevador y al salir se topó con Jin en la recepción de enfermería.

-Pero a quién tenemos aquí, el señor Min Yoongi se digna a visitarnos, a qué debemos tal honor.

El peli negro rodó los ojos y se acercó a saludar a su amigo.

-Hobi me pidió que viniera por él y el omega.

Jin abrió los ojos con sorpresa y se mordió el labio con inquietud para después soltarlo y sonreír un poco nervioso.

-Creo que primero deberías intentar acercarte al chico, desconfía mucho de los alfas -explicó- te llevaré a su habitación en lo que Hobi termina.

Ambos se dirigieron a la habitación del rubio, cuando entraron el lobo de Yoongi levantó las orejas con curiosidad, el ligero olor en la habitación le hacía moverse inquieto. Miró hacia la cama vacía y detectó una prenda que le pareció familiar.

-Vaya, por fin mi chaqueta favorita regresará a mis manos -dijo el pálido con una sonrisa divertida.

En ese momento el rubio iba saliendo del baño y se quedó estático ante la presencia del alfa.

-Jimin, él es Yoongi, el amigo que todos te mencionamos pero que nunca tiene tiempo para nosotros -presentó el doctor con una sonrisa, sin embargo los ojitos del rubio se encontraban puestos en un solo objeto.

-Mi chaqueta -susurró el menor haciendo un puchero involuntario.

-¿Tuya? -preguntó Min divertido- lo siento niño, esta chaqueta es mi favorita, solo se te fue prestada sin mi permiso.

Jimin frunció aún más su labio inferior y miró hacia el suelo, él sólo quería su chaqueta de vuelta, sin embargo, se le había enseñado a no retar a un alfa.

-Yoongi, te puedes comprar mil de esas, sólo dejale esa chaqueta, ¿quieres? Ya le tomó cariño -pidió el omega mayor observando las reacciones del chico frente a ellos.

-Ni siquiera a Jungkook le presto mis cosas, ¿qué te hace pensar que le voy a dar mi chaqueta favorita a un extra...

Un sollozo interrumpió el discurso del peli negro, quien retiró su mirada divertida del mayor para dirigirla al dueño de los sollozos.

La escena más enternecedora que Yoongi había visto estaba frente a sus ojos.

El rubio se encontraba cabizbajo, aun así se podían distinguir las tiernas y redondas mejillas mojadas por las lágrimas, el lindo puchero y las pequeñas manos en su boca tratando de cubrir los sollozos.

-Bien, bien, no llores, es toda tuya, ¿bien? -bufó al ver que el chico no le hacía caso y seguía llorando, se acercó a él y le puso la chaqueta sobre los hombros- Tómala, pero solo deja de llorar, ¿quieres?

"Es él, Yoongi".

El mencionado se tensó al escuchar la voz de su alfa (lo que ocurría en muy pocas ocasiones pues era un lobo muy tranquilo, con mal humor y de pocas palabras), y negó internamente.

"Es sólo un cachorro" pensó en respuesta.

"Pero es nuestro" insistió.

Yoongi miró al joven omega frente a él, quien metía los brazos en las mangas de la chaqueta haciéndolo ver aún más tierno por lo grande que le quedaba la prenda.

El pequeño lo miró con timidez.

-Gracias -susurró.

-Maldito alfa descerebrado -le regañó Jin acercándose al omega menor para abrazarlo y limpiarle las lágrimas- no le hagas caso Jimin, este estúpido alfa frente a ti no tiene ni un poco de delicadeza o tacto hacia con los demás.

Yoongi salió del trance en el que se había quedado por las palabras de su lobo. Miró de nuevo al rubio y un calor se instaló en su pecho.

-Lo siento, ¿si? Puedes quedarte con mi chaqueta, tengo otra igual.

El menor asintió aún sintiéndose tímido y miró hacia el suelo.

Hoseok entró en ese momento.

-Hola Yoongi, que bueno que ya estas aquí -saludó el castaño con una sonrisa- ¿estás listo Jimin? -preguntó al menor quien asintió cohibido.

-Bien, aquí está la receta de las vitaminas que tienes que tomar, alimentate bien y trata de ganar más peso, te agendé una cita con la ginecóloga dentro de una semana para que vea tu caso -explicó el doctor tendiendole la receta.

Jimin asentía a todas las indicaciones con un poco de vergüenza, le había contado al doctor Kim que nunca se había presentado su celo hasta ahora, por lo tanto no había tenido un control de tal, a Jin le había parecido extraño, así que preocupado había hablado con su ginecóloga de confianza para tratar al muchacho.

-Por ahora eso es todo, cualquier molestia puedes contactarte conmigo o contárselo a Hobi, es un excelente enfermero.

-Yo... Muchas gracias por todo -agradeció apenado mientras apretaba la chaqueta entre sus manos- Yo prometo devolver lo que pagaron por mi cuenta en el hospital.

-No te tienes que preocupar por eso ahora -le restó importancia el de bata blanca- recuperate primero y piensa en lo que tienes que hacer, mi esposo y yo nos hemos encariñado contigo, tenemos un hijo de tu edad y haríamos lo que fuese por él.

-Así es Jimin, piensa en nosotros como tus amigos -aconsejó con confianza Hoseok- no quiero que te sientas en deuda o incómodo mientras vivas conmigo. Lo hago porque eres un buen chico.

Un pequeño silencio se instaló en la habitación, el rubio perdido en su mente, pensando en lo que haría a partir de ahora.

Después de tener el alta, los dos omegas menores y el alfa salieron del hospital y se dirigieron al estacionamiento.

-¿Cómo te sientes, Jimin? -preguntó el castaño en el asiento del copiloto.

-Bien Hoseok Hyung, aunque es extraño salir, no conozco la ciudad -decía el chico mirando con curiosidad por la ventana, sus ojitos brillaban y cada que veía uno de los edificios más altos dibujaba una "O" en sus labios.

-En donde estabas, ¿había campo? -preguntó el omega mayor, recordando que su amigo detective les había pedido tratar de sacarle información al menor.

-Solo el bosque, aunque nunca logré entrar a él hasta el día que los encontré a ustedes -explicaba distraído- pero no me quejo, la mansión era grande, había una piscina y una biblioteca, me gusta leer.

-Espera, ¿entonces nunca salías de la mansión?

-Nunca. Hasta que cumplí 16, Él me llevó a otra mansión, pero no me gustó -un escalofrío recorrió la espalda del menor al recordar aquel evento.

-Puedo preguntar por qué no.

-Lo siento, no es algo que quiera contar -se disculpó con pena el rubio, se sentía mal al ocultarle cosas al chico que más le estaba dando su apoyo.

-No te preocupes, no estás obligado a hacerlo, solo es curiosidad, pero te aseguro, Jimin, que puedes contar conmigo.

El nombrado agradeció en un susurro y volvió a dirigir su mirada hacia la ventana pero está vez su ánimo había decaído.

-Cambiando el tema -continuó el omega mayor- ahora que lo pienso, necesitas algunos artículos personales, Yoongi, ¿podemos pasar al centro comercial?

El centro comercial al que Jimin había sido llevado era increíble, contaba con tres pisos y un elevador de cristal. El rubio observaba todo el lugar con emoción, nunca había visto tiendas de ropa, joyería o maquillaje, todo lo que había tenido era comprado en línea o traído por las criadas de la mansión.

Yoongi y Hoseok miraban con ternura al muchacho que se paseaba frente a ellos, miraba los conjuntos que portaban los maniquíes y admiraba los estantes de la tienda de joyería. Los ojitos le brillaban y sonreía inconscientemente.

-Jimin-sshi, ¿por qué no vamos por unos conjuntos de ropa, artículos de higiene personal y zapatos? Eso es lo primordial.

-Hum, si Hoseok Hyung, el problema es, yo no tengo nada de dinero -dijo el chico apenado, sus rechonchas mejillas tomaron un tono rosado y miró con nervios a sus mayores.

-Ya te dije que no tienes porque preocuparte por eso, además, ¿piensas usar lo mismo todos los días?

-Bueno yo puedo lavarlo seguido.

Hoseok reprimió una carcajada ante la lindura del chico y negó con una sonrisa sencilla.

-Anda, solo será lo indispensable.

Jimin y Yoongi caminaban detrás del castaño y se observaron entre ellos y las bolsas que cargaban en sus manos, sonriendo divertidos.

Llevaban más de dos horas dentro del centro comercial comprando "solo lo indispensable" que el omega mayor creía que el menor necesitaría.

Jimin se había estado negando la mayor parte del tiempo a todo lo que los mayores le ofrecían para comprarse, aun así, a Jung Hoseok parecía importarle un pepino y aún así lo compraba, convenciendo al alfa a que hiciera lo mismo.

Ahora mismo por fin habían concluido con las compras y se dirigían rumbo al área de restaurantes presos del hambre.

-¿Cuál es tu comida favorita, Jimin? -preguntó el castaño volteando a verlo.

-Cualquier cosa está bien por mí, Hyung.

-¡Vamos! Para esta hora ya deberías saber que no dejaré de insistir.

-Créele, Jin Hyung y él son los omegas más insistentes que conozco -confesó con cansancio el peli negro.

-Bueno... -murmuró bajito el rubio- yo, quisiera comer hamburguesas.

-Hamburguesas serán -los tres se dirigieron a un McDonalds.

Con pena, Jimin les confesó que nunca había pedido una hamburguesa, solo había comido una en toda su vida y eso pasó cuando era un cachorro.

Los dos mayores se habían sorprendido mucho, sin embargo lo ocultaron y ordenaron por él.

Una vez sentados y ya con sus alimentos, se dispusieron a comer, el rubio contuvo un sollozo al ingerir el primer bocado, las lágrimas lo traicionaron y escurrieron por sus mejillas mientras tragaba.

-Lo siento -susurro- es solo que recordé a mi hermanito, espero que él disfrutara mas de esto de lo que yo pude.

-¿Entonces si tienes familia? -preguntó el castaño sorprendido.

-Si, mi hermano menor, pero no supe qué fue de él.

-¿Cuál es su nombre? -preguntó Yoongi por primera vez.

-Taehyung.

Jimin recordó al pequeño cachorro de cabellos negros y rizados con una preciosa sonrisa, ignorando por un momento las miradas sorprendidas de los mayores.



Estoy ansiosa por escribir el reencuentro de Jimin y Taehyung♥


Nos leemos luego :D

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