Capítulo 02
Capitulo dedicado a JuanyHernandez2♥
El detective Park Seo Joon entró al departamento mirando con tristeza cómo cerraban la bolsa negra y la subían a la camilla para sacar el cuerpo de la joven de ahí. Observó a su alrededor, el lugar estaba en terribles condiciones, no funcionaba la calefacción, la pintura estaba desgastada y había humedad por todas partes, sin embargo, pareciera que limpiaban seguido, no había trastes sucios y había dos bolsas de papel perfectamente acomodadas sobre la mesa.
Se acercó y tomó una para abrirla y sacar el contenido, era una cajita de jugo de manzana, un sándwich y una manzana; la otra contenía lo mismo.
-¿Había alguien más aquí? –preguntó a uno de los policías que también registraban la casa.
-No señor, recibimos la llamada de una de las vecinas, cuando llegamos solo encontramos el cuerpo de la joven, las puertas se encontraban abiertas, sospechamos que la chica le debía dinero a las personas incorrectas.
-Te equivocas –dijo el detective Park caminando por el estrecho pasillo en donde se apreciaban dos puertas, una frente a la otra- si hubiesen sido deudas se hubieran llevado la televisión y hubiesen dejado un desastre tratando de buscar dinero, todo está en orden, solo la sala está hecha mierda y probablemente fue porque nuestra victima trataba de defenderse.
Abrió una de las puertas y se encontró con un pequeño baño; constaba de una pequeña tina, el retrete y el lavabo.
-¿En dónde están los niños? –preguntó con el ceño fruncido al ver tres cepillos de dientes en el lavabo, sin embargo, dos de ellos eran pequeños y tenían diseños de personajes de caricatura.
-¿Niños? –preguntó el oficial asomándose y mirando los cepillos con confusión- en el registro de la chica no mencionaba que tuviera niños.
-Hay dos almuerzos preparados en la cocina, tres cepillos de dientes y mira eso –dijo señalando la bañera, en la orilla de esta se encontraban dos patitos de hule- es obvio que había dos infantes en este lugar.
Salió del bañó y trató de girar la perilla de la otra puerta, el candado se lo impidió y tocó con delicadeza.
-¿Hay alguien ahí dentro? –preguntó levantando un poco la voz.
Silencio.
-No teman, somos de la policía, venimos ayudar, ¿pueden abrirnos?
De nueva cuenta el lugar estaba en silencio, miro hacia todas partes tratando de pensar en una manera de abrir la puerta sin asustar a quién sea que estuviera ahí.
-Hágase a un lado detective –dijo el policía desenfundado su pistola y apuntando a la perilla de la puerta, el mencionado abrió los ojos llenos de pánico y puso su mano sobre la pistola del hombre.
-¡¿Estas loco?! –gritó molesto- ¡¿Acaso tienes una idea de lo mal que pudiesen reaccionar si son los niños los que están dentro?!
El policía volvió a enfundar su arma con vergüenza y el detective bufó con molestia.
-Hay que ir por las escaleras de emergencia para ver si la ventana da con este cuarto.
Ambos policías salieron del edificio y observaron alrededor hasta dar con la habitación por fuera, subieron con precaución las dañadas escaleras y llegaron hasta la ventana del departamento, el alfa la abrió con cuidado y con algo de dificultad entró por el estrecho espacio siendo seguido por el policía.
La habitación estaba en la misma decadente situación, pero de igual manera se encontraba limpia y ordenada, se percató que en la cama había un uniforme escolar y unos pequeños zapatos al pie de esta.
Miró la mesita de noche junto a la cama y ahí había tres libros infantiles, los hojeó sintiéndose cada vez más preocupado, ¿en dónde podrían estar esos niños?
Un ruido proveniente del pequeño armario que se encontraba en una esquina les hizo voltear con tensión.
SeoJoon le hizo una seña al policía para que no sacara su arma al ver como esta dirigía sus manos a la funda de esta, y también para que guardara silencio.
Con lentitud se acercó al armario y tocó la puerta.
-Hola –saludó tratando de que su voz sonara relajada y baja- ¿podrían las personas que estén ahí salir para ver si están bien?
El silencio se cortaba por pequeñas respiraciones agitadas.
-Soy el detective Park SeoJoon, vinimos a ayudar.
-¿Eres de la policía? –preguntó una vocecita desde dentro del armario.
-Así es pequeño –contestó soltando un suspiro- ¿puedes salir, por favor?
-Jimine me hizo prometerle que no saldría hasta que Noona viniera por mí –explicó el niños con la voz algo entrecortada.
Seo Joon y el policía se miraron con tristeza.
-Bueno pequeño, el problema es que Noona no puede venir por ti ahora, me pidió que te buscara, ¿podrías salir para ver si estás bien?
Se sintió mal por mentirle al pequeño, sin embargo, sabía que no era el momento de darle malas noticias, necesitaba sacar al niño de ahí y ver cuál era su estado.
La puerta del armario se abrió con suavidad y una cabellera rizada y negra se asomó. El niño levantó su cabeza y miró al detective Park con enormes ojos, los cuales se encontraban rojos e hinchados, probablemente de tanto llorar, las orejitas se encontraban bajas al igual que su colita.
''Protege al pequeño".
Se removió incomodo al escuchar el mandato de su lobo pero asintió al ver al pequeño cuerpo frente a él.
-¿Cuál es tu nombre pequeño? –preguntó con ternura.
-Tae... Taehyung –dijo con pena y algo de miedo- ¿en dónde está mi Noona?
-Por ahora no la puedes ver –explicó el alfa con el mismo tono de voz- pero te llevaré a un lugar en dónde estarás más seguro.
-¿Jimine está ahí? –preguntó con las orejitas levantas de curiosidad.
-Me temo que no Taehyung –el niño bajo de nuevo sus orejitas con tristeza- ¿podrías decirme quién es Jimine?
-Mi hermano –respondió al instante- me dijo que me quedará aquí hasta que Noona viniera por mí en lo que él iba por ayuda.
Ambos adultos se miraron de nuevo y el policía salió mientras avisaba por radio que buscaran al otro niño por los alrededores.
-¿Cuántos años tienes Taehyung? –preguntó el alfa mirando los pequeños colmillos del menor.
-Acabo de cumplir 8 –presumió con orgullo mostrando toda su dentadura en una sonrisa que enterneció aún más al alfa- por fin tengo la misma edad que mi hermano.
-¿Jimine también tiene 8? –preguntó tratando de sacar más información del otro niño para buscarlo.
-Si, solo que Noona dice que yo me veo mayor, pero eso no es cierto, la verdad es que Jimine es el que se mira más pequeño, pero eso es porque él es más bajito y sus cachetitos son más redondos que los míos.
-Ya veo –el mayor se golpeó mentalmente al darse cuenta que le niño temblaba debido a las pocas prendas que vestía, inmediatamente se quitó el abrigo y se lo pasó por los hombros al pequeño.
-Gracias –susurró con la voz entrecortada y agachando su cabeza.
-Por nada, ahora te llevaré a un lugar en donde te revisaran, ¿te duele algo? –preguntó acariciando la suave cabellera pelinegra.
El niño negó temeroso por el primer roce en su cabello, sin embargo su colita se movió de un lado a otro gustoso por el tacto del mayor.
Seo Joon sintió su instinto de protección más fuerte que nunca, sin pensarlo mucho cargó al niño y le acomodó mejor el abrigo, bajó con él en brazos hasta su coche y le avisó a los oficiales que él mismo llevaría al niño al hospital.
Taehyung se despertó llorando al verse solo en una habitación completamente blanca, se encontraba en una cama con una pequeña sabana tapándole. Dirigió su mirada a su manita y notó con terror que tenía una aguja enterrada de la cual salía una manguerita conectada a una bolsita con líquido transparente.
Dejó la mano inmóvil por miedo a lastimarse si se movía demasiado y aun con lágrimas en los ojos inspeccionó la habitación.
-¡Jimine! –gritó llorando con frustración al recordar que su hermano no había vuelto por él.
Una enfermera entró corriendo a la habitación y relajó su rostro preocupado para darle una tierna sonrisa al pequeño.
-Hola cariño –saludo la rubia enfermera- tranquilo, estas en el hospital, soy tu enfermera y no tienes por qué temer –dijo tratando de tranquilizar al niño quién dejó de llorar solo para mirarla con desconfianza.
-¿En dónde está el señor del abrigo? –preguntó con un puchero.
La rubia estaba a punto de contestar cuando la puerta de la habitación se abrió de nuevo y por ella entró Park Seo Joon.
-Hola pequeño, por fin despiertas –saludó con una sonrisa el alfa mientras se acercaba a la camilla del menor, llevaba otra ropa y una bolsa de papel en una mano- te traje un regalo.
Las orejitas de Taehyung se levantaron curiosas por lo mencionado y dirigió su vista a la bolsa, su colita se movía de un lado a otro ansiosa y emocionada.
-¡Gracias! –gritó el niño recibiendo la bolsa y ante las miradas de ternura de parte del alfa y la enfermera abrazó la bolsa y la abrió mientras su colita se movía como loca.
Taehyung pegó un chillido de emoción al ver un peluche de conejito rosa el cual sostenía una cajita transparente llena de golosinas.
-¡Me encanta! –el cachorro abrazó con mucha fuerza su conejito y río feliz.
La puerta fue tocada con suavidad antes de que un atractivo omega entrara con una sonrisa en su rostro, llevaba un estetoscopio alrededor de su cuello y una carpeta en las manos.
-Buenas noches –saludó, tenía la voz algo aguda, pero Taehyung sintió que podía confiar en él sin saber por qué- me alegro que estés despierto y con muchos ánimos gatito.
-Hola Jin –saludó el detective al omega- gracias por venir a atenderlo.
-Es mi trabajo, Park –se acercó a la camilla y dejó la carpeta en la cama para acomodarse el estetoscopio- Taehyung, mi nombre es SeokJin, seré tu médico a partir de ahora –se presentó con una cálida sonrisa- me dieron los resultados de tus estudios y al parecer no has estado comiendo bien, es por eso que te tuvimos que poner esto –dijo señalando la bolsa con el líquido transparente- es algo que se llama suero, tiene vitaminas que te ayudarán a sentirte fuerte. Ahora voy a revisar los latidos de tu corazón con esto –señaló el estetoscopio y lo acercó al niño, quien se encogió en su lugar algo temeroso.
-Tranquilo Taehyung –habló despacio el detective- solo lo pondrá en tu pecho.
El niño siguió en la misma posición mientras sus ojos se llenaban de lágrimas.
Jin sintió una fuerte opresión en el pecho y miró el peluche en las manos del pequeño.
-Oh, ¿Qué dice señor conejo? –preguntó dirigiéndose al peluche- ¿quiere que tomé sus signos para que Tae no tenga miedo?
Taehyung lo miró curioso y se sorprendió al ver cómo Jin tomaba al conejo y comenzaba a poner la plaquita plateada en el pecho del conejito.
-¡Listo señor conejo! Usted se encuentra muy bien de salud –el omega le dio unas palmadas en la cabeza al conejo y sonrió- El señor conejo fue muy valiente, ¿quieres intentar tu Tae?
El niño ya se estaba bajando la bata en la zona del pecho y se acercó con más confianza a Jin, si el señor conejo pudo, él también lo haría.
SeokJin sonrió orgulloso y comenzó a revisar al niño.
Desde que se había graduado como médico cirujano, siempre había tenido la esperanza de especializarse como pediatra, le encantaban los niños pero, debido a problemas hormonales nunca había podido concebir uno, por lo tanto su carrera era su última esperanza para tratar con niños.
Aun así, nada lo preparaba para ver la cruel realidad, había muchas personas que querían tener hijos y no podían, pero había tantas otras que podían y no los querían.
Después del chequeo con el estetoscopio, comenzó con el chequeo físico, le pidió permiso al pequeño de quitarle la bata, quedando nuevamente en calzoncillos, lo tapó un poco con la sábana y miro su delicado cuerpo, estaba muy delgado tanto que podría contar sus costillas a simple vista, tenía cicatrices de lo que parecían ser quemaduras de cigarrillo en la espalda, suspiró volviendo a ponerle la bata y le sonrió.
-¿Sientes que te duele alguna parte del cuerpo? –preguntó mientras se quitaba el esteto y lo ponía de nuevo alrededor de su cuello.
-Aquí –el niño señaló su manita, en donde estaba la vía intravenosa.
El omega río bajito.
-Es normal que duela pequeño, pero te hará bien –Jin tomó su carpeta y miró al detective quien con un asentimiento se levantó de la silla junto a la cama- ahora volvemos, Suni, podrías ponerle algo en la televisión al pequeño por favor –pidió a la enfermera.
-Claro doctor Jin –la chica prendió el televisor buscando el canal infantil mientras los dos hombres salían de la habitación.
-Es una ligera desnutrición, parece ser que ya la estaban tratando por lo que muestran sus estudios, aún no se presenta lo que en esta situación es algo bueno –explicó anotando en su libreta- me preocupan esas cicatrices, parecen ser de...
-Cigarrillo –interrumpió el alfa- lo noté, odio ver este tipo de casos.
-Pero me alegra que lo encontraras, se nota que te ganaste muy rápido su confianza.
-Sí, pero siento que la perderé si no encuentro a su hermano –el omega lo miró con confusión- parece que tiene un hermano de su edad, no lo encontramos en la escena y tampoco en los alrededores, llevamos todo el día buscándolo, Taehyung dijo que salió a buscar ayuda, pero nadie lo vio por los alrededores.
-¿Tu qué piensas que pasó con él? –preguntó preocupado.
-Por desgracia he visto tantos casos que solo me hace pensar lo peor, según la información de la chica, era una prostituta de la zona roja, parece ser que también era bailarina de un bar en ese lugar, no tenemos mucho datos, solo que estuvo en la correccional de menores de Busan de los 16 a los 18 años, escapó de ahí y después de tres años llegó a Seúl en donde se estableció con un perfil bajo. No hay datos de los niños, ambos tienen ocho, por lo que podemos descartar que sean de ella, hemos mandado un oficio a todas las estaciones de policía de Seúl y alrededores para verificar si no son niños perdidos.
»Pienso que esta chica tenía algo que ver con alguna banda de narcotráfico o prostitución, son la misma basura, se enteraron de la existencia de los niños y se los quisieron llevar, por alguna razón ella los protegió y terminó muerta. Quiero creer que el niño escapo y está escondido en algún lugar, porque si no la otra opción es que esta banda lo encontró y se lo llevaron.
-¿Para qué querrían a un pequeño? –Jin sentía sucorazón romperse de solo imaginar lo que podrían hacerle al otro cachorro.
¡Buenas noches! Muy feliz Navidad, aquí les traigo un presente♥
Gracias por seguir esta historia, nos leemos el proximo capitulo :D
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