Ayúdame.
Jimin.
Escuchaba a lo lejos la voz de mi padre, acompañada de una punzada en la nuca, también se escuchaba la voz de Kai entre sollozos
“Deja de llorar, todo esto es tu culpa, si no hubieras tirado la mercancía, no estaríamos en este aprieto”
“Pero ¿no podemos hacer otra cosa”
“es él o tu estúpido”
Por más que quería abrir los ojos y preguntar, que pasaba, no podía mi cuerpo pesaba, escuche otras voces acercarse, preguntando si yo era el pago.
¿Qué pago?, ¿Qué pasaba?
Cuando al fin pude abrir los ojos, mis mejillas dolía, estaban siendo apretadas por alguien, sentía algo en mi boca un sabor salado, cuando pude enfocar la vista un animal enorme tenia metido su asqueroso miembro en mi boca, reaccione y lo mordí el tipo chillo y se hecho al suelo escuche como otro se reía, me pare del sillón donde estaba sentado he intente correr pero mis manos y piernas estaban atadas juntas, solo me fui de boca contra el suelo, el segundo sujeto me agarro con facilidad de un muslo apretándolo con salvajismo, grite por el dolor que me causaba.
—Deja de moverte, debemos vestirte para los invitados.
Efectivamente me encontraba desnudo solo me acompañaban unos pantys pequeños
—Suéltame asqueroso malnacido.
El primer sujeto se levantó después de guardar su miembro adolorido en su pantalón, me pateo tan fuerte que escupí bilis, me retorcí del dolor, me sujetaron y vi una aguja entrar en mi muslo.
—Con eso serás un omega obediente, es una lastima que no podamos hacer nada mas contigo, se supone que no debemos tocar la mercancía, ahora quédate ahí, en lo que hace efecto nuestro pequeño coctel.
Salieron dejándome tirado en el suelo adolorido y atado, no entendía nada, ¿Dónde estaba? ¿Quiénes eran esos sujetos?, ¿y mi padre? ¿y Kai?, de pronto mi cuerpo se sintió pesado, el lugar donde estaba daba vueltas, y comencé a sentir calor.
Mi vientre se contraía y el calor subía por mi cuerpo, mi entrada empezaba a lubricar, mi respiración era errática y mi corazón latía demasiado rapido, sentía que iba a sufrir un infarto. Los sujetos entraron minutos después levantándome del suelo, me pusieron un vestido y soltaron mis manos, yo no me resistí cada roce de las manos de esos animales causaba una corriente eléctrica en mi cuerpo.
—Míralo, como se ve delicioso con esa cara excitada, me encantaría tener el dinero para pagar por ti pequeño, tu aroma me tiene tan duro.
Me llevaron cargando hasta una especie de escenario, las voces estaban distorsionadas y las luces me lastimaban un poco la vista, no veía nada enfrente de mí, solo entendí un poco que me ofrecían como trofeo para algo, un zumbido ataco mis oídos, perdí la noción unos minutos y de pronto me encontraba de nuevo siendo tocado por un sujeto desconocido, no logre verlo, mis ojos no estaban cooperando en nada con el enfoque, vi que esa sombra era tirada al piso por una segunda un poco más pequeña esta figura nueva me levanto, como pude me sostuve de su cuello, olía muy bien su aroma se mezclada con algo de tabaco, estaba terriblemente mal perdía la noción del tiempo.
Recobraba la conciencia solo para aparecer en nuevos lugares, unas nauseas enormes me invadieron, logre sentarme en lo que parecía una cama, los mismos brazos fuertes me sujetaron y me llevaron al baño para vomitar hasta mi alma, escuche que me dijo que mi cuerpo rechazaba las drogas.
Cierto, me había drogado
El tacto de sus manos en mi espalda empeoraba mi calor, sudaba a montones y deseaba mas caricias de otro estilo, sentí que quiso quitarme el vestido, intente resistirme.
—Tranquilo no me ponen duro los omegas drogados e indefensos, estuvieras en tus cinco sentidos, sería diferente.
Escuche su voz con mas claridad y no ayudaba nada ese tono ronco y grave para mis calores internos, me metió a bañar y con suma delicadeza tallo mi cuerpo, no parecía tener morbo alguno, supongo que no le provocaba era un alivio que no intentara nada más, pero mi cuerpo seguía queriendo mas tacto de su parte, poco a poco sentía recobrar mi conciencia, pero aun así deje que me vistiera y acostara en la cama nuevamente.
—Estaré afuera en la sala si necesitas algo, trata de descansar, el efecto pasara rápido.
Cuando cerró la puerta comencé a llorar de manera desconsolada, aunque no quisiera tenia mucho miedo, todo había pasado muy rápido y no entendía como es que mi padre y mi hermano me habían dejado solo en un lugar así.
Desperté de golpe, me senté de nuevo sudando, de nuevo la sensación de un infarto me atacaba, esta vez veía con mas claridad, el cuarto donde estaba era algo amplio, note una puerta a mi derecha que era la del baño, había un closet muy ordenado al fondo, algo que parecía un tocador, la cama era muy grande las sabanas negras y la cabecera amplia, el dueño debería ser muy grande para necesitar tanto espacio, baje despacio y había una alfombra que combinaba con la decoración del lugar, mire un reloj en una mesita junto a la cama 4:42 am, la ultima hora que me recuerdo lucida eran las diez de la noche, cuando me pare una punzada me ataco el abdomen, levante el jersey gigantesco y mire un moretón, recuerdo la patada del animal, otra punzada mas me ataco pero esta vez era mi erección que dolía y punsaba por atención, metí mi mano por el short, no traía ropa interior, y me encontraba muy húmedo, apenas roce un poco mis dedos sobre mi miembro y me ataco otra corriente eléctrica, el calor volvía a mí, necesitaba distraerme, fui al baño, me mire en el espejo y no me reconocía mis ojos estaban entreabiertos y mis labios hinchados, notaba un rubor en mis mejillas, me moje la cara un poco para calmar el calor, pero el mínimo roce de algo en mí, accionaba más mi excitación.
Sali del baño y fui a la puerta enfrente de la cama abrí lentamente, mirando para todos lados, había un sofá al fondo y se veía una figura enorme que muy apenas cabía en él, camine por un pequeño pasillo, llegue a una cocina pequeña, busque entre los estantes un vaso, moría de sed, abrí un estante de arriba y ahí estaban los vasos, pero para mi mala suerte no llegaba, tuve que subirme a la barra, pero en mi situación me era difícil moverme con habilidad.
— ¿Se puede saber qué haces ahí arriba?
Di un pequeño salto, soltando el vaso que se estrello en el suelo rompiéndose, lo mire parado en el marco de la puerta, solo traía un chándal gris, no llevaba camisa, mis ojos fueron desde el inicio del chándal hasta subir de manera lenta por su marcado abdomen, con algunas cicatrices en él, trague grueso, al ver como se le marcaban los músculos con los brazos cruzados ambos llenos de tatuajes.
Sali de mi trance iba bajar de la barra cuando el me cargo antes de tocar el piso.
—Hay vidrio en el suelo, y tu andas descalzo, espera aquí—Me sentó en la barra—No bajes de ahí.
Salió de la cocina y regreso con una escoba y un recogedor, comenzó a limpiar los vidrios, no estaba ayudando nada a mi calor, ver su espalda ancha encorvarse para limpiar, ha este paso iba a morir deshidratado por lo mojado que estaba mi entrada.
¿se podrá eso?
—Listo al parecer ya no quedo ninguno.
Se acerco a mí, y saco un par de vasos, abrió su refrigerador y saco una jarra con agua vertió el liquido en ambos vasos, me entrego uno y el otro lo bebió de golpe, su marcada manzana se movía en cada trago y mi cordura se estaba yendo al carajo, tome rápidamente el agua para apagar el que ahora era un fuego quemándome.
— ¿Quieres más?
Solo asentí el lleno el vaso nuevamente, me tomé la libertad de aprenderme las facciones de su rostro, su fuerte mentón, sus labios delgados, su nariz afilada y sus enormes ojos negros, su cabello era negro y ondulado, lo lleva algo despeinado.
De nuevo la punzada de dolor en mi abdomen, hice un gesto de dolor sosteniendo mi golpe.
—Busquemos algo para darte para ese dolor, sin la droga en tu cuerpo todo lo que te hicieron comenzara a doler, también creo que tengo pomada para que baje la inflamación.
Intento cargarme de nuevo
—No— se retiró dos pasos —Yo puedo solp— baje de la barra, solo para que mis piernas me dijeran, ¡A la mierda no tenemos ganas de funcionar!, pero no dejo siquiera que tocara el piso, cuando su brazo me rodeaba la cintura.
—Creo que aún no estas bien, no entiendo como lograste subir ahí, discúlpame por hacerte esforzar de más, pero mi casa no estaba adaptada para gente tan pequeña.
¿Me dijo enano?
Me llevo de nuevo a la cama, pero cada roce de su torso desnudo era una tortura para mi intimidad, ya estaba empezando a pensar que demonios tenía debajo de ese chándal. Regreso del baño con un botiquín se hinco abriendo la pequeña caja, saco un tarro negro lo abrió y se veía una pomada amarillenta, la reconocía la use demasiadas veces con mi hermano.
—Necesito que descubras tu vientre.
Sacudí mi cabeza.
—Prometo no tocar nada más que la herida, créeme que mi fuerza de voluntad es muy amplia, tu aroma es delicioso, mi alfa anda loco por complacerte.
—Si me tocas solo seguirás empeorando las cosas.
— ¿Cómo…—
No termino la pregunta, supongo que sabia de mi pequeño problema, miro el bulto en mi pantalón, torció un poco la boca pensando en otra solución.
— ¿Podrás colocarla tu solo?
—Sí, creo que si.
—Bien la dejare aquí, mientras iré a traerte los analgésicos y agua.
Salió de nuevo del cuarto, levante el jersey hasta arriba de mi abdomen, tome el tarro con la pomada y comencé a extenderla en el moretón, pero de nuevo la punzada me ataco y el dolor fue más fuerte esta vez.
—No seas necio déjame ayudarte, lo hare rápido.
No tenía fuerza para discutir, me acostó en la cama, levanto de nuevo la prenda de ropa y coloco el ungüento, subió un poco el short mirándome un moretón en el muslo, no tenía ni idea de ese, unto también un poco de la mezcla amarilla, pero cuando toco ahí, un gemido se escapó de mí, tenía que volver el calor justo en este momento, el intento apartar su mano, pero no lo deje.
—No me siento bien.
—Tranquilo es normal, ya pasara, voy a sonar algo rudo, pero creo que deberías de masturbarte para que pase más rápido el efecto, con una o dos veces que te corras tendrás para dormir más cómodo, además me ayudara a no quererte desnudar.
Se paro sin mirarme, me dio el par de analgésicos y los bebí sin oponerme, esperaba que los medicamentos me ayudarán en lugar de seguir la loca idea, se le notaba ansioso por salir de la habitación.
—Bien, me iré para dejarte solo, estaré en la sala.
—Espera— cállate Jimin, Cállate Jimin, cállate Jimin.
El arqueo una ceja observándome.
—Yo, yo…—empecé a enredar las mangas del jersey, mordí mi labio tratando de no abrir más mi boca, pero no me sentía capaz de callarme —Yo no sé cómo.
— ¿Nunca te has masturbado? —
¿Cómo lo dice sin pudor?
La sola palabra me causa una sensación rara en mi estómago, parecía que se divertía en esta situación, froto su rostro un par de veces.
—Mientras te masturbas, mete dos dedos en tu entrada muévelos hasta que sientas en que punto es más placentero y continuas así hasta que te corras.
Sacudió mi cabello y salió sin más, el analgésico hizo efecto y el dolor del golpe disminuyo considerablemente, ahora solo tendría que lidiar con la erección entre mis piernas, quite el short y me acosté en la cama con la las rodillas flexionadas y las piernas abiertas
¿Cómo comienzo esto, si nunca he estado antes con nadie?, mi mano me temblaba un poco, pero al acercarla a mi erección, empecé a mover la mano de arriba abajo, pero quería más contacto, así que hice lo que me dijo, metí los dedos de mi otra mano por debajo, pero la posición no ayudaba, así que me gire para quedar en cuatro mi cabeza contra el colchón y la cadera levantada, me fue más fácil meter los dedos así atender mi miembro, en mis celos, nunca había hecho algo así, solo los soportaba pero ahora son más fuertes los calores.
Era tanta la sensación de estarme tocando que gemía algo fuerte, pero no podía seguir con el movimiento porque me detenían los espasmos tan fuertes del tacto.
Jungkook
Sus gemidos estaban siendo una tortura para mí, encendí el televisor de la sala, pero aun así no me podía concentrar, mi pierna se movía de manera repetitiva de arriba a bajo muy rápidamente, me mordía el labio arrancando la piel muerta, mi erección ya era notoria y mi estúpido alfa no paraba de decir que el Omega me necesitaba que fuera y me lo follara.
¿Por qué tardaba tanto?, ¿En verdad no sabía cómo hacerlo?
“DIOS”
Su grito fue el detonante de mi poca lucidez, abrí las puertas de mi cuarto y la imagen de él tocándose de manera torpe, me hizo olvidar como es que llego hasta mi cama, pensé que se cubriría, pero no lo hizo, solo me miro con algo de vergüenza, me sentía como un depredador viendo a su presa, sus muslos brillaban por el sudor de su lujuria, me acerque y roce un dedo en su húmeda entrada, él solo se retorció, espere algún rechazo de su parte, pero solo clavo las manos a mis sabanas.
—No hare nada, hasta que me lo pidas— ¿Por qué lo estaba torturando así?
—Ayúdame por favor— su voz sonaba apagada, por los intentos fallidos de orgasmos que tuvo, me estaba volviendo loco —jamás he estado con nadie.
Que manera de bajarme el libido, no lo follaria así , no en ese estado, pero ya había aceptado ayudarlo, supongo que tendré que desquitarme en el baño yo solo después de esto, por lo pronto atendería su pequeño problema.
Me subí a la cama y acomode mi rostro entre sus perfectas nalgas, mi lengua lamio un poco alrededor de su entrada, dándome un gemido satisfactorio de su bella garganta, mordí un poco, para después hundir mi lengua de manera experta tocando alrededor de su anillo, sabia tan dulce, quería devorarlo todo, beber cada gota de su lubricación, al comenzar a mover mi lengua en círculos, sus piernas temblaron y una de sus manos me hundía mas entre sus nalgas demandando mi atención a ese punto en específico, metí la lengua una y otra vez, hasta sentir el temblor de su cuerpo anunciándome su primer orgasmo, mire de reojo como el líquido caliente que salió de su miembro lleno las sábanas , deje que recuperara el aliento un poco para comenzar el segundo asalto con mis dedos. Metí solo la punta de uno y la estrechez de su cuerpo era muy notoria, no lo moví hasta que dejo de tensarse, después metí un poco mas para masturbarlo con un dedo y con la otra mano a tender su erección , se mordía los labios, después de un momento metí un segundo dedo repitiendo la acción anterior esperando a que se acostumbrada a la invasión, pero pronto volvió a arquearse dándome un segundo orgasmo, es una lástima que no sea mi miembro el que disfrute de esos regalos, la erección me dolía, pero como dije, no haría nada más, cayó casi dormido al instante, suspire y me fui a duchar con agua fría y matarme a pajas imaginando a ese lindo cuerpo siendo mío.
Ya saben que uno es bien intensa!!! Cómo la historia está siendo bien recibida aquí está un capítulo más
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