⇴10
El abogado, quien hizo una breve reverencia a Jungkook, les indicó con la cabeza que entrasen al lugar y lo hicieron, ambos de la mano.
Los pasillos de ese gran edificio siempre le dieron mala espina, Jimin era un monojo de nervios apretando el sobre en su mano izquierda, pero con un apretón en la derecha que lo hacía volver a la realidad.
No tardaron mucho en subir por el ascensor y caminar por los pasillos blancos hasta la última puerta en donde una secretaria alzó una ceja al ver al rubio, quien le sonrió calmandola.
— Hola Jye... vengo a ver a mi... esposo — habló entredientes, tratando de soltar disimuladamente la mano de Jungkook para que ésta no sospechara.
— Oh! Señor Park disculpe mi expresión... hacía mucho tiempo no lo veía por el edifico — una sonrisa sincera adornó los finos labios de la jóven quien hizo una reverencia completa hacia los tres hombres frente a ella — El señor Minkyu se encuentra haciendo papeleo, quieres que lo llame?.
— No hace falta — volvió a sonreir el rubio — es todo una sorpresa.
Jimin volvió a tomar la mano de Jungkook y el trío se dirigió a lo que era la oficina de Minkyu, en la cual entraron sin siquiera golpear y llamaron la atención del pelinegro que alzó una ceja sonriendo al ver a su futuro ex esposo entrar con el que era el mejor abogado de todo Corea y el niñato que le estaba robando a su esposo.
— Oh... pero que sorpresa — murmuró sarcástico.
— No empieces — Lo calló Jimin, quien sentía la vista de Jungkook a unos metros detrás de el — Vengo a hablar del divorcio, Minkyu.
— Ah si? Creí ya haber dejado todo claro con tu padre, Jimin.
— No estoy feliz con lo que le ofreciste, Kim — aclaró su garganta viendo como el abogado dejaba un contrato de bienes y separación sobre el escritorio del pelinegro — Necesito que terminemos con ésto.
— Y para qué en realidad? Para poder irte con tu amante? — rió desganadamente mientras tomaba el contrato en sus manos, leyéndolo con una ceja alzada — Los bienes...
— No los quiero, aprovecha tu empresa antes de que mi padre cancele sus contratos contigo — suspiró sintiendo sus manos sudar — La casa, el dinero y la empresa que obtuviste gracias al nuestro matrimonio... te los quedas.
Un silencio atormentó la sala, Minkyu estaba perplejo ante las palabras del rubio quien parecía ni siquiera inmutarse ante todo el dinero que estaba perdiendo, si Jimin pidiera la mitad de esos bienes podría vivir unos treinta años de comodidad sin mover un solo dedo.
— Y si no firmo... qué? — alzó una ceja el pelinegro — No voy a quedar como un reemplazado frente a todos mis colegas.
Una risa sarcástica abandonó los labios de Jimin, quien abrió el sobre de sus manos y tiró todas las fotos que habían dentro de ésta.
— Pues vas a quedar como un infiel, mujeriego y golpeador frente a tus "colegas", cariño — murmuró.
Fotos de Minkyu con mujeres de viaje, mujeres en bares, hombres en su propia casa y por último... fotos de los golpes que Jimin había tenido hacía unas semanas.
Jungkook desvió la mirada tratando de que su cordura le permitiera salir de allí sin matar a la escoria que tenía en frente.
Y Minkyu? Era un mar de emociones, la adrenalina mezclada con frustración lo obligó a nuevamente sentarse en su escritorio. No era tonto, sabía que Jimin estaba lo demasiado decidido a hundirlo si eso significaba obtener el divorcio, obtener su libertad y ser feliz.
Miró al rubio unos segundos tratando de recordar la última vez que éste lo vió con cariño, ni siquiera lo recordaba. En su mente de automaldijo al darse cuenta de lo solo que estaría sin ese chico que le recordara sus cumpleaños, se esforzara en las fiestas y le agradecía hasta el mínimo regalo que con suerte recibía en su cumpleaños.
— Jimin... — suspiró derrotado — Podemos buscar otra manera de seguir con ésto... necesitas que te pida perdón? Es eso? — una recarga de desesperación lo obligó a levantarse cuando sus manos picaron, pero se mantuvo quieto al ver como Jungkook se acercaba unos pasos.
— No, Minkyu — habló rápido el rubio tomando la muñeca de Jungkook disimuladamente detrás de el para que éste se calmara — Solo quiero que me des el divorcio.
— No! Espera — un suspiro frustrado brotó por sus labios y tragó saliva — Podemos intentarlo de nuevo, Jimin. Por favor no termines ésta relación de años por el amorío que tengas con éste tipo o por mis errores... lo lamento, bien? Lo lamento Jimin, prometo no volver a tocarte ni tocar a ninguna mujer mientras me des otra oportunidad... — habló fuerte y claro.
La mirada sorprendida de Jimin lo dejó con una leve esperanza.
Ante el silencio, Jungkook quiso soltar por un segundo la mano de Jimin, quiso decirle que estaba bien si su silencio significaba lo que el pensaba... pero el rubio no lo dejó ni dudar, ya que tomó su mano entrelazando sus dedos y negó frente a Minkyu.
— Es tarde Minkyu — murmuró — Nunca pudimos amarnos y gracias a eso confirmo que no es el tiempo, es la persona — suspiró acercándose al escritorio, soltando la mano de Jungkook — No estoy dispuesto a quedarme con tus migas de amor, con tus malos tratos y tu violencia hacia mi — un nudo se formó en su garganta — Te perdono, pero por favor firma el divorcio.
Un silencio se formó nuevamente y Minkyu sacó una pluma de su saco, sin dejar de mirar los ojos avellana del que era su esposo.
En contra de su voluntad, acercó su mano y firmó el contrato ante la atenta mirada de todos en la sala.
— Jimin...
— Jungkook no es un amorío — habló firme una vez que le arrebató el contrato de sus manos — Nunca lo será.
El rubio simplemente se dió media vuelta tomando la mano del pelinegro, quien sonreía como un tonto siguiendo los pasos del mayor.
Y Jimin por su lado solo pudo sonreír como un tonto, sin lágrimas de tristeza ni nada por el estilo, capaz nostalgia ante todos los años de desamor... pero estaba seguro que todo eso sería restaurado, estaba seguro que Jungkook había llegado en su mejor momento.
— Jimin
Dejando de caminar una vez afuera, se dió media vuelta para rápidamente sentir las manos de Jungkook en sus mejillas.
— Lo hicimos — murmuró el rubio con una sonrisa.
— Lo hiciste, bebé... — sonrió el pelinegro — Estoy muy orgulloso y curioso por lo que pasará a partir de ahora.
Un silencio cómodo se formó mientras ambos chicos se perdían en sus miradas llenas de sentimientos, nunca entenderían las conexiones de sus corazones que los hacían estremecer de amor.
— No sé que pasará de ahora en adelante con nosotros, Kookie... solo sé que quiero tenerte a mi lado hasta que me lo permitas.
Una nueva sonrisa se formó en los labios del mayor quien rapidamete atrapó los belfos del más bajo, empezando un suave beso lleno de sentimientos, ambos estómagos estaban infectados de mariposas.
— Que bueno que lo dices... porque quiero tenerte a mi lado todos los días, quiero ver tus logros, quiero llevarte por el mundo, quiero amarte... amarte más de lo que hago, si es que es posible.
Las lágrimas se acumularon en los ojos del rubio quien atrajo nuevamente al menor hacia el.
Ambos eran conscientes de tiempo que les llevaría terminar de conocerse, harían todo con madurez y cariño, dándose a ambos corazones una segunda oportunidad.
Amor? Por supuesto, ambos estaban enamorados hasta del mínimo detalle que encontraban en el contrario, desde su físico, hasta sus hábitos, sus palabras, sus deseos. Estaban dispuestos a amarse cada vez con más intensidad, cariño, confianza y respeto.
A caso fué el destino? No lo sabían, lo único que sabían es que ambos se habían unido como imanes al primer roce, que sus problemas eran nubes en su bello parque y que como siempre, los días soleados abundaban si estaban juntos.
Y nuevamente, no fueron los años... fué la persona, una persona que en solo unos meses revolvió el mundo de un alma monótona.
FIN
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*Llorando*
Bueno, solo quería hacer un pequeño mini fic soft en donde Jk no la cagara y sea mi hombre ideal jsbdksjda lo conseguí.
Bueno gracias a las vistas que tuvo éstos :") estoy muy soft y feliz.
Espero que les haya gustado y muy seguramente habrá especiales de éstos dos enamorados.
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