- ¿Cómo que no? Agh!

Un grito de frustración salió de los labios de Jimin tras la noticia que le acababan de dar.

- Hijo... sabes que un divorcio no es algo que se lleva a cabo en solo horas, Minkyu no hará nada que dañe su imágen.

El rubio solo apoyó su cabeza en el escritorio de su padre, sentado en el puesto de éste mientras jugaba con los colores.

Había pasado de despertarse entre los brazos de Jungkook, con un agradable aroma a café y un abrazo de despedida, a estar en una crisis en la oficina de su padre ante la noticia de que su esposo Minkyu no quería darle el famoso divorcio después de la paliza que recibió.

El señor Park a pesar de ver todo por el lado económico, no podía permitirse que su hijo volviera a pasar otro episodio de violencia doméstica mientras el estuviera vivo. Pero saliendo de eso, le inquietaba de sobre manera el nuevo novio de su hijo, el cual parecía un rockero de cabellos largos y un departamento en una zona céntrica.

- Saliendo del tema... hijo - lo llamó haciendo que éste alzara su rostro mostrando su frente con un lapiz pegado, provocando que su padre riera- Ese tal Jinku...

- Jungkook.

- Eso, es tu novio... no? - el menor se sonrojó con una media sonrisa.

- Papá... que dices? Claro que no... o bueno no por el momento - murmuró lo último.

- A mi no me engañas Park Jimin, sabes que no me gusta juzgar un libro por su portada pero... rayos, en serio parece un vago...

- papá! No lo conoces! - rió Jimin tapando su rostro ante las palabras de su padre.

- No lo hago, pero... ya! A qué se dedica? Se droga? Fuma? Tiene tu mismo nivel económico? Y que maldita edad tiene Jungkook? Jimin no me mientas parece de 17...

- Papá! Ya! No sé su nivel económico y ni me importa, es fotógrafo y muy bueno - se cruzó de brazos ante el carácter de su padre.

- Fotógrafo... woa tu madre lo era - sonrió enternecido y se sentó frente a su hijo - y cómo te trata?.

Otro sonrojo pero nivel dos se apoderó de Jimin.

- Muy bien... creo que es la primera vez que un chico me trata así - murmuró despacio ante la mirada pícara de su padre - Parece todo un chico malo pero es como un niño grande, un poco atrevido pero muy lindo y me recuerda constantemente lo hermoso que soy y aish... me gusta mucho - tapó su rostro totalmente frustrado - Lo siento, no quería que ésto pasara.

Su padre, quien lo miraba con una ceja alzada, solo pudo medio sonreír mientras suspiraba.

- Cuando Minkyu vino a pedirme tu mano, lo dudé mucho... nunca me habías hablado de el y nunca lo hiciste, siempre fuiste un chico solitario y que con 19 años me llegaras con la noticia de que querías casarte me atormentó, pero Minkyu económicamente podía darte todo lo que con tu madre te dábamos... y ese fué nuestro error - suspiró ante la atenta mirada de Jimin - Ni con todos lo millones te llevó a conocer el mundo, no te presumió ante sus compañeros... y mi padre interior sabía que no estabas enamorado, Jimin. - negó juntando sus manos - Pero no era una opción negarse, cierto?.

Y Jimin lo pensó, nunca fué una opción negarse ante Minkyu, los primeros años fué totalmente sumiso ante el, nunca habló de sus planes con el ni tampoco de sus deseos. Con el tiempo su relación había sido tan monótona y aburrida que empezaba a desesperarse. Ni un beso, ni un abrazo, mucho menos intimidad había entre ellos y lamentablemente Jimin había puesto esa barrera entre ambos, no soportaba que lo siguieran tocando sin amor, que tuvieran sexo para después ducharse y terminar durmiendo solo porque su esposo debía seguir trabajando.

- No lo amo, papá. Nunca lo hice - murmuró Jimin sintiendo sus ojos cristalizarse - Era un niño sin ganas de estar solo y ahora... perdí casi siete años de mi vida enlazado con una persona que terminó siendo... lo peor, dejándome más solo que antes.

El señor Park acercó su silla al escritorio y tomó las manos de su hijo.

- No es tarde para ser feliz Jimin, completaremos tu divorcio y tu harás lo que quieras - le sonrió tiernamente limpiando las lágrimas de su hijo - Lamento haberme convencido de que era el indicado para ti, hijo.

- No pasa nada, papá... todos creíamos eso.

⇴⇴⇴

Mientras caminaba por las calles céntricas de Seúl, solo pudo pensar en una manera de que Minkyu pudiera darle el divorcio. Pero nuevamente en su mente estaba ese pelinegro de sonrisa de conejo y cabello despeinado.

Jungkook estaba siendo su soporte y eso lo atormentaba, el fotógrafo sin duda...

Fotógrafo.

Fotografías.

Parando en seco sonrió dándose media vuelta para empezar a caminar hasta el departamento del pelinegro, sin importale que empezara a llover y que muy probablemente éste estuviera ocupado.

Esa última posibilidad lo hizo frenar nuevamente y sacar su celular, marcando a "Kook 🐰❤"

~Hermoso?

- Hola, Kook... lamento molestarte pero...

~ Primero, nunca me molestas, ahora si, sigue por favor hoy suenas muy lindo.

Jimin mordió su labio inferior tratando de no chillar como un adolescente enamorado por lo que solo suspiró sonriendo un poco.

- Gracias... quería saber si podía ir a visitarte, debo contarte algo.

~ Ya veo... entiendo, necesitas que vaya a buscarte? Dime dónde estás.

- No! Tranquilo... no estoy lejos, casi llego.

~ Está bien, no tardes, parece que lloverá.

Cortando la llamada, entró a su galeria buscando las fotos que necesitaba y suspiró calmando su corazón. Ciertamente, y por suerte, la violencia de Minkyu hacia el no lo habían desestabilizado tanto psicológicamente, le dolía recordar su vulnerabilidad pero estaba seguro que no permitiría que eso volviera a pasar.

Ya afuera del departamento de Jungkook sacudió su cabello algo húmedo y tocó tres veces la puerta, siendo abierta casi al instante por el pelinegro el cual sonrió y lo abrazó al verlo.

- Te dije que llovería, anda entra.

- No te equivocaste.

El rubio entro observando nuevamente el lugar pero de día, le gustaba el estilo industrial y lo ordenado que era el pelinegro.

- Ven.

Jungkook se acercó a el con una pequeña toalla blanca y posó sus grandes manos sobre ésta, tratando de secar lo mayor posible su cabello.
Jimin fascinado por su trato solo se quedó quieto con sus brazos colgando a sus lados, a pesar de que la toalla no lo dejaba verlo... sabía que el pelinegro estaba sonriendo ante el desastre que estaba haciendo en su cabello.

- Ya... no veo nada, Kookie - rió el más bajo.

- Casi termino.

Y nuevamente, los sentidos de Jeon le fallaron y a penas los labios de Jimin fueron descubiertos se acercó tentadoramente a éstos. El rubio al sentir el aliento del más alto contra sus labios solo le arrancó la toalla de sus manos para sostener las mejillas de Jungkook y besarlo tiernamente.

El pelinegro, sonriendo entre el beso, sostuvo a Jimin desde la cintura notando como éste debía hacer puntitas para besarlo. Siguiendo un lento pero tierno beso que terminó por ambos repartiéndose pequeños besitos haciéndose sonreír mutuamente.

- Necesito que reveles unas fotos para mi, Kook - murmuró Jimin con sus manos descansando en los hombros de éste.

- Fotos? De qué tipo? - preguntó todavía un poco embobado por el beso del mayor.

Ya es el segundo beso que se dan, campeón - alentó su subconsciente.

- p-pues... Te lo diré despues...

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BUENAS

Solo decirles que le queda poquito a éste mini fic :") y que planeo unos especiales para navidad y esas fechas festivas.

Actualización porque Dynamite llegó a 700 MILLONES AHHH.