JungKook durmiendo era simplemente arte y el que dijera lo contrario no merecía vivir, sus párpados cerrados, su respiración tranquila, sus labios formando un adorable puchero, sus mejillas redondas lo hacían ver dulce pero claramente ese chico era un hombre hoy en día. Acaricié su cabello recordando una vez más lo que hicimos anoche, suspiré atreviéndome a asegurar para mis adentros que aquello había sido mejor que la primera vez, hace dos horas aproximadamente que había despertado, me había encontrado desnuda bajo las sábanas y con sus brazos rodeándome, había tomado una ducha encontrando marcas por mi cuerpo acariciándolas, no lo negaré, disfruté esa noche y por primera vez no hubo pesadillas, no hubo ansiedad, nada...sólo...placer y satisfacción.

Tenía una sudadera que me quedaba algo grande, pero me encantaba usarla porque era muy cómoda, usaba unos pantalones hasta las rodillas para estar en casa y el cabello suelto. Mi estómago rugió, sería mejor comer algo, me dirigí a la cocina con el celular, no había mensajes, ni llamadas, mientras preparaba el desayuno recordé las palabras de JungKook.

¿Enserio cree que casarse es así de simple? ¿Cree que todo se solucionará? Él debería avanzar despacio, acomodar las cosas con sus padres y tal vez...esperar a que el destino decida por nosotros, JungKook debe dejar de ser impulsivo. El matrimonio es algo serio.

"Pero no niego que casarme con él es interesante y es lo que deseo porque así no se casaría con nadie más"

Mordí mi labio pensativa dudando sobre eso, quiero casarme con él, pero al mismo tiempo no, tengo miedo de que JungKook me deje de nuevo. Lo de anoche fue perfecto y maravilloso, no lo niego, no lo dudaría en repetirlo, pero debo ser racional, cosa que es imposible cuando me besa o me mira así.

Escuché unos pasos acercarse, mientras los huevos revueltos terminaban de calentarse en el sartén levanté la cabeza al ver a un JungKook más despierto entrar a la cocina, estaba vestido, pero por su cuello noté unas marcas similares a las mías. Volví la atención a lo que hacía revolviéndolos.

— ¿Necesitas ayuda?

— Estoy terminando, sólo...

— Aquí están los platos—lo miré acercarse a los estantes recogiéndolos. Los colocó junto a mí y noté como se encargaba del pan, me hizo recordar cuando ambos nos ayudábamos mutuamente a la hora de cocinar— ¿Tienes mucho tiempo despierta? —su voz fue ronca.

— Más o menos—me limité a no mirarlo.

La mesa la servimos entre ambos, tomamos asiento uno frente al otro en el comedor, mientras comía eché un vistazo a mi celular, decidí escribirle a mi madre diciéndole que cuando estuviera en camino le avisaría. Así fue el desayuno, estar en silencio, mientras secaba mis manos al haber acabado de lavar los platos unos brazos me abrazaron por detrás apoyando su barbilla en mi hombro, suspiré cerrando mis ojos sintiendo como depositaba cortos besos en mi cuello, incliné mi cabeza del lado contrario permitiéndole más espacio. Sentí un cosquilleo en el estómago cuando se apegó más a mí.

— JungKook...—me removí inquieta—Detente.

— Dime que lo has pensado—susurró mordiendo mi cuello—Por favor, Danbi, podemos hacerlo, podemos casarnos, podríamos hacer lo que quisieses...

— No—forcejeé.

— Dijiste que seguías sintiendo algo por mí, no voy a dejarte, déjame arreglarlo...

— ¡Suéltame! —lo empujé girándome para verlo. Mi corazón de nuevo latía rápidamente, de repente los recuerdos de anoche me causaron amargura y dolor, quizás exagero, quizás estoy confundida, pero... ¡Joder! ¿Por qué nunca soy clara en lo que siento? ¿Por qué termino ahogándome en mi desastre? JungKook seguía en silencio mirándome, negué con la cabeza sintiendo un nudo en la garganta—Al volver a casa...olvídate de mí, lo siento, JungKook.

Sé que luego me arrepentiré de esto.

♥♥♥

Había vomitado el desayuno de nuevo, cepillé mis dientes mirando mi reflejo en el espejo.

"¿Qué estás haciendo, Danbi? ¿Quién te entiende? ¿Quieres a JungKook, pero no quieres casarte con él?"

Negué con la cabeza apartando esos pensamientos de mi mente, tal vez esto significaba que lo nuestro debía cerrarse. Esa fue la razón por la que aceptamos, ¿No? Venir a aclarar todo, ¿Qué más podemos decir? Respiré profundo regresando a la habitación encontrándome acompañada, rodeé los ojos caminando hacia mi bolso en la cama sacando algo de ropa.

— Danbi...

— Necesito arreglarme.

— Escúchame.

— Deberías arreglarte, si volvemos lo más pronto posible...

— Danbi—se acercó.

— Así acabaremos con esto...

— ¡No voy a dejarte ir! —jaló mi muñeca haciendo que lo mirara. Lucía tenso y serio—No voy a rendirme así de fácil, no pienso hacerlo—miré sus ojos. No sabía que encontrar en ellos—Lo de anoche fue...

— Ambos nos dejamos llevar, es todo.

— Mientes—tomó mi rostro entre sus manos— ¿Si te beso ahora te dejarás llevar?

— No vas a besarme. No puedes forzarme a nada...

— ¿Forzarte? —frunció el ceño casi dolido por eso—Danbi, nunca te obligaría a nada, te amo, lo sabes y sé que tú me amas igual, lo dijiste cuando...

— Olvídalo. Las cosas están como están y ya.

— Danbi, por favor...

— JungKook—miré sus ojos. Acaricié sus mejillas respirando profundo, una vez que diga esto no hay vuelta atrás, Jeon JungKook hizo mucho por mí y yo hice mucho por él, pero...creo que...—Esto acabó, ya no mentiré por ti, te amé y te sigo amando, pero...

— No lo digas.

— Olvídate de mí, en octubre será tu boda, volverás a Tokyo, hablarás con tus padres y....no habrá rencor entre nosotros—me soltó como si le quemara el contacto conmigo—Lo siento, no puedo salvarte esta vez y tú no puedes salvarme ahora.

♥♥♥

JungKook no dijo más, en todo el camino a casa estuvo en silencio, no me dirigió la palabra y ni siquiera me miró cuando me dejó en casa. Lo vi alejarse e incluso cuando el auto desapareció me mantuve afuera esperando haber hecho lo correcto. Creo que sólo forzábamos lo nuestro, creo que si el destino nos hizo encontrarnos de nuevo...fue para darnos cuenta que las cosas cambian con el tiempo, cerré mis ojos recordando sus caricias de la última noche, sus labios besando mi piel, sus manos acariciando mi cuerpo...en vez de sentirme dolida por esa ruptura...sólo...abrí mis ojos caminando con paso lento a mi casa.

No sentí absolutamente nada, estaba adormecida, ¿Qué estaba pasando conmigo?

♥♥♥

Estuve viendo una película y me sentí inspirada por lo cual se me ocurrió este capítulo. No significa que aquí acaba toda la historia, no, señores, cálmense.

Estoy planeando otras cosas, sé que muchas quizás critiquen a Danbi o la juzguen pero una persona como ella que nunca sabe reaccionar a sus emociones...creo que merece algo de comprensión.

A decir verdad, Danbi es un reflejo claro de mí y muchas me han dicho que se sienten identificadas.