II. Capítulo 28
Jeon JungKook
— ¿Te sientes bien? —preguntó TaeHyung con curiosidad, tenía el celular en alta voz—Ahora que le has contado todo a Danbi...
— Hyung, estuve buscando en Internet cómo hacer que Danbi recuperara sus recuerdos, pero...—vacilé unos minutos. Miré la televisión encendida con el volumen muy bajo, pasaban una película—Hay personas que no logran recordar, viven su vida así y....me pareció triste.
— No pienses eso, JungKook~ah, estoy seguro que Danbi recordará pronto—intentó animarme. Suspiré asintiendo intentando convencerme—Oye... ¿Has hablado con Jimin?
Negué con la cabeza recordando que el chico no me podía ver.
— La verdad es que no, ¿Sigue en Corea?
— Hobi hyung dijo que si, parece que está en el estudio con los hyungs—comentó—He querido hablar con él, pero me odia desde que Jennie y yo comenzamos a salir.
— Jimin no te odia, ustedes dos eran muy amigos también...
— Éramos—suspiró—Si hablas con él sólo dile que...sigue siendo mi amigo y que lo siento.
— TaeHyung, no estás haciendo nada malo—miré mi móvil en la cama—Jennie se siente cómoda contigo, ustedes parecen entenderse mejor, él no puede reclamarte...
— JungKook, no es tan fácil—me interrumpió—Si fuera así, ¿Por qué no aceptas que YuGyeom podría ser buena opción para Danbi?
Arrugué mi nariz haciendo una mueca de desagrado. Estaba totalmente opuesto a eso, no me rendiría tan fácil y si regresé fue por ella.
— Es otro tema, no quiero hablar de él.
— Eso pensé—lo imaginé sonriendo vagamente—Oye, ¿Yuna te ha escrito?
Hasta ese momento la había olvidado, sé que tocábamos el tema, pero era por minutos y luego me la pasaba pensando en Danbi y en SuHye, ella si era mi hija, lo sabía, lo sentía y el tiempo no mentía.
— Debo escribirle, debo acabar con este matrimonio tan falso...
— Tu padre no estará muy contento.
— Sé que estoy jodido—chasqueé la lengua mirando a la ventana—Sé que mis estudios se irán a la mierda, mis tarjetas estarán bloqueadas y tendré que buscar empleo.
— Puedo mentirle a la directora de la escuela donde trabajo que eres un profesor de educación física...
— No quiero trabajar de profesor, mucho menos mentir en mi supuesta carrera—bufé.
— Oye, ¿Por qué no hablas con NamJoon y YoonGi hyung? —propuso—Puedes ayudarlos en el estudio.
— ¿Crees que me pagarán por eso?
— Puedes comentarles lo que está pasando y no dudo que te ayudarán, quizás puedas trabajar con ellos allí, ¿Recuerdas cuando compusiste esa canción para Danbi?
— Save Me—recordé asintiendo. Se la había mostrado en fin de año y ella había llorado con eso—Lo recuerdo, ella incluso la tarareaba cuando salimos de la ciudad.
— Deberías escribirle otra, eres muy bueno y los hyungs te ayudarán.
Levanté la cabeza mirando a la puerta al escuchar toques en ella. Fruncí el ceño excusándome con Tae prometiendo llamarle luego. Me levanté de la cama acercándome al agujero que me permitía ver del otro lado, mis ojos no podían creer lo que veían.
Al abrir la puerta una chica de cabellos azules y ondulado hasta sus hombros cargaba en brazos a un niño de un año quien tenía cabello oscuro. Estaba profundamente dormido, lo peor era las maletas que la acompañaban.
— ¿Yuna?
— JungKookie—sonrió abrazándome con cuidado por el niño—Sabía que estarías aquí—dio un corto beso a mis labios— ¿Me ayudas con el equipaje?
Metí las maletas a la habitación cerrando la puerta. Miré a la chica dejar al niño dormido en el sofá acomodando los cojines a su alrededor para evitar una caída, Yuna era de cabello negro, pero se lo había pintado a ese color eléctrico, tenía ojos marrones, labios rosados, era delgada, de mi estatura y siempre vestía muy bien. Se quitó su chaqueta blanca dejándola sobre sus maletas y sonrió mirándome.
Estaba en total shock.
— ¿Qué...? ¿Cómo es que sabes que estaba aquí? Yo...
— Lo sé, le dijiste a tu padre que sería algo de negocios, pero sabía que vendrías a Seúl—guardé silencio y ella se acercó—Sigues buscando a esa chica.
— ¿Qué chica?
Era imposible que ella supiera de mi memoria, no le había dicho a nadie.
— JungKookie, no sigas mintiéndome—acarició mis mejillas—Sigues buscando respuestas, no tiene caso seguir intentándolo, vine a buscarte porque soy tu esposa...
— No debiste traer a Miki.
— Quería ver a su padre—me abrazó, pero no pude corresponderle. Miki era inocente de todo, era un bebé como SuHye, ahora que veía todo desde un ángulo diferente puedo asegurar que ese niño no es mi hijo. La única respuesta era que su madre había estado con otro cuando nos casamos. Es imposible que ella y Danbi hayan tenido el mismo tiempo de embarazo cuando me la encontré en París.
Y ahí voy de nuevo, pensando en Danbi con su vientre abultado.
"Debo terminar esto"
— Yuna...—la separé un poco de mí. Me miró extrañada frunciendo el ceño.
— ¿Te has sentido bien?
— Quiero ser honesto contigo, debemos divorciarnos—fui directo al grano.
— ¿Qué?
— Nuestro matrimonio fue una mentira, mi padre se aprovechó de esto...
— ¿Qué dices? Nuestro matrimonio fue tan real como cualquier otro, nosotros trajimos a ese niño al mundo, JungKookie...—colocó sus manos en mi cuello, pero la alejé.
— Yo no te amo y ese niño no es mío.
Yuna poco a poco fue tornándose seria.
— Recuperaste tu memoria, ¿Por qué no me lo dijiste?
— Porque necesitaba respuestas y aquí en Seúl las conseguiría—suspiré—Lo siento.
— ¿Viniste por esa chica? —acusó— ¿Viniste a buscarla? Dime.
— Yo la amo.
— Y yo te amo a ti—besó mis labios. De nuevo la alejé—No puedes hacernos esto.
— Miki no tiene nada que ver aquí...
— Por Dios, ¿Enserio crees que no es tuyo? ¿Acaso nunca hicimos el amor como marido y mujer?
"Y me arrepiento de eso también"
— No me mientas, sabes que Miki no es hijo mío.
— ¿Quieres una prueba de paternidad? —levantó una de sus cejas muy molesta e indignada—No tengo nada que esconder, si quieres una la haré, pero ese niño que ves dormido allí es tu sangre, es parte de ti y ambos sabemos que un bebé viene cuando dos personas tienen sexo sin protección—acusó señalándome con su dedo.
Ahora con Yuna en la ciudad y Danbi con su boda...esto iba peor.
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