SuHye reía con el juego de manos y canto que mi padre le había enseñado, ella le parecía gracioso todo el tiempo. Estábamos en la banca del parque, la tenía recostada en mis piernas sonriendo ante su risa, el momento se vio interrumpió cuando distinguí a JungKook acercarse, habíamos quedado en vernos ya que estaba libre, había traído a la niña porque algo me decía que debía hacerlo.

— Hola—saludé cuando se sentó junto a nosotras, levanté a SuHye dejándola sentada en mis piernas, miró curiosa a JungKook y ahora que los tenía cerca a ambos si se podía notar un parecido.

— Hola—sonrió de lado mirando a la personita en mis brazos—Hola, SuHye—acarició una de sus manitos y ésta lo saludó moviendo una de ellas—Eres una niña muy hermosa.

— Claro que es hermosa, ¿Verdad? —besé sus mejillas haciéndole cosquillas escuchando su risa de nuevo—Es mi princesa hermosa, preciosa, maravillosa y única—seguí besando sus mejillas mordiéndolas ligeramente.

Escuché algo como un clic, al girar mi cabeza era JungKook quien había tomado una foto, identifiqué aquella cámara.

— Estaba pensando...que sería bueno tomar nuevas fotos—pareció nervioso—Hacer nuevos recuerdos...

— ¿Es la cámara que usabas en París?

— Sí. ¿Recuerdas la que usabas? —asentí—Fue un regalo de mi parte cuando me comentaste que querías intentarlo—dibujé una "O" con mis labios asintiendo de nuevo.

— Es muy buena, me gusta.

SuHye extendió sus bracitos al chico pasando de mí a él, JungKook me dio la cámara y no dudé en tomarles una foto. Era una bonita imagen sin dudarlo.

♥♥♥

Habíamos visitado el zoológico y habíamos tomado muchas fotos, SuHye era muy curiosa para su edad, JungKook le mostraba los animales teniéndola en brazos todo el rato, había una pequeña granja con animales pequeños, el chico le enseñó cómo debía alimentar a algunos lo cual me pareció tierno. JungKook era un buen padre y se notaba, independientemente de que aquel niño sea su hijo o no, él era bueno.

— ¿Puedo preguntarte algo? —llamé su atención mientras caminábamos, tenía la cámara entre mis manos y él cargaba con SuHye.

— Claro.

— ¿Jimin...realmente ama a Jennie? —lo miré—He escuchado que ellos vivían discutiendo, pero antes de eso tenían una bonita relación, ahora que ella está con Tae...

— Jimin-ssi...ha intentado arreglar su situación—explicó—Jennie al parecer había comenzado a sentir algo por Tae...

— Entonces Jimin llegó tarde—concluí.

— Pero sigue queriéndola, es lo importante.

— Pero llegó tarde, justo cuando ella vuelve a enamorarse aparece, eso es injusto.

— ¿Por qué crees eso? —frunció su ceño deteniéndose.

— Porque la otra persona no merece ser olvidada sólo porque la primera recapacitó y quiere recuperar lo que tenía antes—defendió girándose para verlo. SuHye se estaba quedando dormida en su hombro, JungKook odió esa forma de hablar de ella, pero no podía culparla.

— ¿Entonces yo tengo la culpa por haberte encontrado?

— No compares nuestra relación con ellos.

— ¿Nuestra relación? —sonrió divertido.

— No te ilusiones.

— YuGyeom es un entrometido, te guste o no, hazte la pregunta, ¿Por qué no te dijo sobre mí cuando ya me conocía? —levantó una de sus cejas— ¿Ves? Es un mentiroso, no puedes casarte con un mentiroso.

Lo miré incrédula.

— Lo amo.

— Vaya, acabas de romperme el corazón—dramatizó—No lo amas.

— ¿Ahora decides por sobre mi corazón?

— No, te digo lo que sé, a diferencia suya, no soy mentiroso—apartó algunos mechones de mi rostro—Admítelo, se aprovechó de la situación.

— Oye, tú te casaste siendo real o no pero igual te casaste, déjame rehacer mi vida—aclaré—SuHye merece una figura paterna...

— ¿Entonces te casarás por SuHye? —interrumpió— ¿Lo harás por obligación? Eso no es amor, eso es conveniencia. SuHye merece estar con su padre...

— No eres su padre, JungKook.

— Soy su padre, no necesito una prueba de ADN para saberlo—señaló muy seguro de sí mismo—Y lo sé, ¿Sabes por qué? —esperé su respuesta—Porque nunca usamos protección y no me digas que estuviste con YuGyeom antes de eso porque estarías mintiéndome.

Este chico realmente era muy terco.

— De acuerdo, no hablaré del pasado porque no lo recuerdo, hablaré de lo que si recuerdo.

— Me parece bien.

— Esa vez que te vi estuve con YuGyeom al confesarle lo que sentía—noté como su rostro cambiaba a uno serio—Y tiempo después cuando lo nuestro se volvió más serio seguimos estando juntos, ¿Eso no te convence? Si no lo amara no me hubiera entregado a él.

— Dime que no pensaste en mí.

— ¡Por favor! Esto es absurdo—quise retomar el camino, pero tomó mi muñeca, me encontré con su mirada triste, me arrepentía de lo que había dicho, pero me parecía injusto que él sí pudo casarse, tener un hijo y rehacer su vida de mentira mientras que yo no podía—Decidí darte una oportunidad, pero no significa que cancelaré la boda, JungKook, lo siento.

♥♥♥

El salón de fiestas era realmente grande y espacioso, aproximadamente mil personas entrarían aquí, pero me parecía exagerado. No tenía en mente invitar a tantos, de todas maneras, no importaba, así los invitados no estarían tan pegados del otro y habría suficiente espacio para moverse. Escuché con atención las sugerencias de la organizadora con respecto a luces, flores, comida, postre, música, colores, etc.

Organizar una boda no era nada fácil.

El segundo encuentro había sido acordado, me despedí de la mujer saliendo del lugar, no esperaba encontrar un acompañante afuera de sonrisa dulce y cabello oscuro.

— ¿Cómo sabías que estaría aquí? —pregunté sosteniendo mi carpeta entre mis brazos.

— Jennie me dijo que estarías aquí.

— Los chicos son algo chismosos.

— Sólo quieren ayudarme—se encogió de hombros. Caminé con él por la acera mirando al suelo— ¿Todo bien?

— Estoy algo estresada con lo que viene, el próximo mes llegará YuGyeom...

— ¿Y te deja a cargo de la boda? Eso es un mal novio—golpeé su brazo y rio.

— Para tu información, se ofreció a ayudarme, pero prefiero hacerlo yo misma—corregí.

— ¿Ves? No se han casado y desconfías de él para algo tan simple—volví a golpearlo empujándolo en broma—Son señales del destino, Danbi, escúchalas.

— ¡JungKook! —reproché—Voy a golpearte si sigues diciendo eso.

— Así comenzó nuestra historia, tú me golpeabas o me amenazabas y....yo hacía esto—besó mi mejilla rodeando mis hombros. Jadeé sorprendida cuando la mordió sonriendo divertido besándome luego.

Lo insólito es que yo le correspondía sin evitarlo.