II. Capítulo 2
Estábamos sentados en una banca, él estaba junto a mí, veíamos a las personas que se encontraban esa tarde en el parque. Respiré profundo por el incómodo silencio entre ambos, algo no estaba bien, de repente no me sentía del todo cómoda a su lado o....no, cómoda no era la palabra, la comodidad no tiene nada que ver, creo que esto se trata de rutina. Sí, nuestra relación claramente ha cambiado, no lo odio y él tampoco me odia, pero...debemos solucionar esto.
— ¿Querías hablar conmigo?
— Sí, yo...—bajó la mirada—Danbi, no quiero hacerte sentir mal ni quiero lastimarte...de hecho, no sé si debería decir esto, pero...supongo que te has dado cuenta, ¿Cierto? —guardé silencio porque no sabía que decir—Las cosas han cambiado entre nosotros...
— Creo que quizás nos hemos descuidado en ese aspecto—tomé su mano entrelazando nuestros dedos—Tranquilo, estas cosas pasan...
— No quiero que nos pase como a Jimin y Jennie—me miró. Sus ojos eran fríos, serios y firmes, en esa mirada no había nada que me recordara al Kookie que conocí—Ellos viven discutiendo, no hay un momento que eso no ocurra, no quiero comenzar a odiarte.
— No vas a odiarme, JungKook—aseguré besando su mejilla, dio un suave apretón a mi mano acariciando el dorso de esta, miré sus ojos nuevamente sonriéndole con dulzura—No te rindas con lo nuestro, ¿Sí? Si una vez logramos salvarnos mutuamente tal vez podamos hacerlo de nuevo.
— No vayas a dejarme—apoyó su frente en la mía.
— Y tú no vayas a odiarme—susurré cerrando mis ojos.
Desperté en mi habitación con un nudo en la garganta, las lágrimas se apresuraron a nublar mi vista, pero parpadeé varias veces apartando los recuerdos de ese sueño. Aquello había sido una mezcla entre la tarde que terminamos y lo que sucedía ahora con su regreso, lo que sucedía era que hoy Jeon JungKook regresaba a la ciudad, regresaba a Corea del Sur y regresaba a Seúl. Había tardado mucho para dormir anoche, estuve dando vueltas en la cama intentando organizar mi mente, pero claramente no tuve éxito.
♥♥♥
— Creo que antes de verlo o hablar con él deberías respirar profundo y mantener la calma, ya sabes—aconsejó JiSoo.
— Sí, opino lo mismo, además, ni siquiera deberías ir a verlo en el aeropuerto.
— Rose—reprochó Jennie con el vaso de limonada en su mano, suspiré restregando mis ojos, había venido a casa de Rose por una tarde de chicas y para distraer mi mente. Era fin de semana para mi suerte, no había clases y no había trabajo, miré a la niña que no soltaba su peluche de conejo, de hecho, sus brazos pequeños se aferraban a él, Jazmín era muy parecida a Rose físicamente, pero era obvio que su carácter era similar al de su padre, Jin y ella se entendían muy bien, esa niña al crecer amaría con su vida a su padre. Su cabello castaño oscuro era heredado por el chico, aquellos labios delgados eran de su madre, sus ojos grandes y expresivos se podrían decir que eran una mezcla de ambos, pero de nuevo recaíamos en Jin, cuando Jazmín se enojaba o se sorprendía hacía gestos similares a él que resultaban graciosos y adorables por ser una bebé.
Mi atención en sí, estaba en el peluche, ese conejo de peluche había sido un regalo de JungKook la última vez que estuvo en Seúl, ese día del baby shower que planeamos para los padres primerizos, de nuevo quise llorar por no ser capaz de calmar mis emociones.
Sí, sigo queriéndolo y amándolo como una tonta, pero... ¿Qué puedo hacer? JungKookie fue el único chico que se introdujo en mi corazón y sanó cada parte de mí, miré mis muñecas recordando sus dedos acariciarlas, podía imaginar el contacto de sus dedos por las cicatrices que ya no estaban, ese chico realmente había sido una cura para mí. ¿Por qué ahora era tan complicado? Oh, sí, porque tenía miedo de enamorarme tan ciegamente y que él vuelva a irse, esta vez era algo más serio, fingir que lo quería significaba engañar al corazón y dejarle en claro que no sentiré nada por él.
¿JungKook seguiría amándome tanto como yo a él?
— Quiero vomitar—susurré.
— Tranquila—Jennie acarició mi espalda.
— ¿Qué es lo que te asusta, Danbi? —quiso saber Rose.
— Chicas, ¿No lo ven? Sigo sintiendo lo mismo por él, en este año que estuvimos separados creí que estaba bien, es decir...ni siquiera lloré cuando terminamos—las miré a las tres. Jazmín se quedaba dormida en los brazos de su madre—Siempre he dado consejos a Jennie sobre su relación con Jimin, ahora que JungKook regresa y me dice aquello...—suspiré—No quiero volver a enamorarme, bueno, estoy enamorada de él, es obvio, pero...
— ¿Tienes miedo de perderlo una segunda vez? —preguntó JiSoo.
— Algo así.
— ¿Crees que se acordará de tu cumpleaños?
— ¡Oh, Dios! Cierto, tu cumpleaños es el doce de febrero—JiSoo cubrió su boca con su mano ante lo que Jennie había dicho. Las chicas se miraron entre sí porque la respuesta era obvia.
— No quiero que JungKook participe en nada de lo que ustedes hagan—dije entre dientes. Cuando recordaba que el idiota iba a casarse venía mi enojo.
— Danbi, sabes que ese chico se enterará por los demás—miré a Jennie—No teníamos en mente la gran cosa, de hecho...
— Queríamos llevarte a comer algo, pensamos invitar a tus padres, pero tu madre dijo que lo dedicáramos para ti especialmente...
Un recuerdo amargo llegó a mi cabeza, el año pasado el mismo día de mi cumpleaños me había entregado a ese chico, JungKook había sido el primero en tocarme y yo había sido la primera en lo íntimo también. Al menos esa chica no sabía ni conocía sus puntos débiles, sí, definitivamente era un recuerdo amargo y triste, debo dejar de pensar o me volveré loca.
♥♥♥
Las chicas habían intentado animarme y calmarme, Jennie no dejaba de abrazarme o susurrarme cosas agradables. La chica usaba todas esas palabras que le había dicho, los chicos esperarían a JungKook en su casa, al parecer sus padres serían quienes lo buscarían en el aeropuerto. Jennie me había acompañado a casa, ella se quedaría por la noche conmigo. Sería nuestra primera "pijamada" pero al menos me olvidaba unos minutos de lo sucedido porque esa chica realmente lograba hacerme reír.
— Tu padre es muy gracioso—dijo dando un mordisco a una de las galletas que habíamos hecho—Ya veo porque tu madre se casó con él.
— ¿Eres muy romántica con eso del matrimonio y las parejas, cierto? Se te nota.
— Desde niña he soñado con el príncipe azul, tal vez sea por eso—se encogió de hombros.
— Y Jimin es tu príncipe azul—noté sus mejillas arder. Me arrojó la almohada y la atajé al instante—No te culpo, el chico es realmente guapo.
— ¿Desde cuándo te gusta mi Jiminie?
— ¡No he dicho que me gusta! Sólo doy un comentario.
— ¿Enserio? ¿Si te digo que JungKook tiene unas bonitas piernas te gustaría? —levantó una de sus cejas. Hice una mueca de repente por ese comentario— ¿Ves?
— Eso sonó raro, ¿Por qué sus piernas serían lindas?
— ¿No las has visto? Digo, en los ensayos usaba unos pantalones que...—le arrojé la almohada ahora escuchando su risa— ¿Estamos a mano, Danbi?
— Recuérdame nunca más hablar sobre tu Jiminie—rodeé los ojos terminando por reírme con ella. Supongo que ambas teníamos graves problemas con esos chicos.
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Sólo quiero decir que la canción que aparece en multimedia me hizo pensar mucho en Danbi y JungKook, vayan a escucharla, les gustará 😉
Este capítulo lo he escrito y borrado muchas veces, ninguno me convencía pero bueno, acabé decidiéndome por este.
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