Capítulo 6
Cuando desperté me encontraba en mi habitación, mi madre recogía la ropa sucia en una cesta, al percatarse de que estaba despierta sonrió de lado con un poco de felicidad, tardé en recordar cómo llegué aquí.
— Vaya, vaya, despertó la bella durmiente-bromeó. Me hizo recordar a JungKook si estuviera aquí— ¿Tienes algo de hambre? —asentí bostezando—Dejaré esta ropa abajo y te traeré algo, no tardo.
— Mamá—se detuvo mirándome— ¿En qué momento me quedé dormida?
Sonrió de nuevo y sus ojos oscuros brillaron.
— JungKook te trajo, al parecer te quedaste dormida en el camino, dijo que la habías pasado muy bien.
"¿Significa que no le contó lo de mi mano?"
Mamá se fue dejándome sola, busqué mi celular en los bolsillos de mi pantalón, lo tomé estando enredada entre las sábanas y busqué su número. Iba a llamarlo, pero al recordar que estaba en clase preferí dejarle un mensaje.
Gracias por no decirle a mi madre.
Dejé el celular a un lado en la cama y me levanté con cierta pesadez en mí, miré mis manos recordando la dulzura con la que el chico me acariciaba, no pude evitar sonrojarme, se había sentido muy bien, no lo negaría. Me sorprende que no haya dicho nada porque realmente lucía molesto en ese momento. Mi celular vibró y lo tomé consiguiendo una respuesta.
Si se vuelve a repetir, les contaré. Sé que no debemos preocuparlos, pero estuvo muy mal lo que hiciste, Danbi.
Suspiré imaginándolo escribir rápidamente en su celular. Lo único que pude escribir fue...
Lo siento.
Por la noche mi padre llegó, en la cena guardé silencio escuchándolos sin prestar atención. Me preguntaba cómo se habrá sentido JungKook con tanta presión y mala suerte en su vida, no lo podía imaginar llorando, el chico sonreía tanto por muchas cosas que me era imposible verlo triste en mi mente.
Cuando me preguntaron cómo me había ido respondí con un bien. Mi madre tenía una pequeña sonrisa en el rostro que sólo me hacía rodar los ojos y papá lucía en parte algo más tranquilo, en la mañana me quedé sola en casa. Mamá regresaba al trabajo y aquí estaba yo.
Había aparecido insegura de dejarme, pero le pedí que confiara en mí y eso haría, para mantener mi mente ocupada me puse a limpiar la casa escuchando la canción que JungKook me había dicho, sonreí de lado cuando lo escuchaba cantando.
El timbre sonó y tuve que salir corriendo desde arriba, estaba organizando mi habitación, de nuevo tocaron.
— ¡Un momento! —salté los escalones teniendo cuidado, bajé volumen a la música en la sala y al abrir borré la sonrisa volviendo a cerrar de inmediato. Escuché una risita acompañado de su voz, maldije mentalmente por cómo me había visto.
— ¿Danbi? ¿Todo bien?
Ahora me sentía mal por cerrarle la puerta en la cara.
— Sí, yo...lo siento—me molesté un poco acomodando mi cabello— ¿Por qué no avisas que vendrás?
— Avisé que vendría, le escribí a tu padre y dijo que te comentaría de eso, abre la puerta.
— No, tendrás que esperar estoy horrible—miré mi blusa sucia, los pantalones cortos algo desgarrados por el tiempo, volví a maldecir corriendo a mi cuarto cambiándome con lo primero que vi. Jeans y camisa holgada, bajé de nuevo abriéndoles dándome cuenta que estaba descalza, ¿Por qué todo me salía mal?
Jimin sonrió entrando abrazándome unos minutos, correspondí el gesto mirando luego su pierna, cuando JungKook entró cerré.
— ¿Cómo sigues Jimin?
— Ya estoy mejor, casi no siento nada—se encogió de hombros— ¿Tú cómo sigues?
— Bien—miré a su amigo sin evitarlo.
— ¿Por qué maldices tanto? Se ve pésimo en ti—reprochó y me pareció tierno.
— Es una forma de soltar mi ira, es inevitable, todos lo hemos hecho—me encogí de hombros llevando mis manos a la cintura.
— Yo no.
— Mentiroso—Jimin intervino riendo—Kookie es...todo un personaje.
— Muero por verlo—fui sarcástica—Debiste enviarme un mensaje, para algo tienes mi número, además estaba limpiando y...
— Si te hubiera enviado un mensaje probablemente hubieras salido para dejarme mal—señaló sonriendo con esa típica picardía suya.
— No creí que fuera cierto cuando Kookie dijo que le dijiste a Jin sobre la canción.
— Oh, sí, es realmente buena.
— Hablando sobre eso, comenzaremos una nueva grabación y cuando esté lista quiero que nos des tu opinión.
— Claro.
— ¿Te ayudamos a limpiar? —ofreció JungKook.
— No puedo creer que Kookie haya dicho eso, esperen, debo grabarlo—sacó su celular.
— ¿No le gusta limpiar?
— Tiene su habitación echa un desastre, tan desastrosa como su vida.
— ¡Oye! —JungKook lo golpeó amistosamente. Sus ojos se cerraban por completo y supe que estaba nervioso, se le notaba.
— No lo molestes, sólo quiere ayudar—defendí. Antes de que se burlaran de mí me apresuré a decir—Estaba sacando algo de ropa que ya no uso de mi armario, ¿Podrían limpiar la cocina?
— Yo me encargo—sonrió Jimin quitándose la chaqueta dejándola en el sofá al igual que su amigo.
— Tú, JungKook puedes encargarte de la sala—asintió mirándome— ¿Realmente quieres hacerlo? No quería arruinar tus planes.
— El plan era hacerte compañía, Jimin insistió en venir porque no tenía nada que hacer—sonrió—Tranquila, quiero hacerlo.
— Las cosas para limpiar están en los estantes de abajo en la cocina.
Había sacado varias blusas, pantalones, chaquetas, etc. Muchas no me quedaban o eran muy pequeñas ahora. Las había organizado en mi cama decidiéndome a donarlas, había acomodado mis libros, cambiado las sábanas de mi cama, limpié el polvo en algunas esquinas y luego fui a la de mis padres, sólo acomodé su cama y algunas cosas fuera de su sitio.
Al bajar con un bolso lleno de ropa encontré la sala limpia por completo, levanté una de mis cejas sorprendida por lo bien que se veía todo, los CD de la esquina estaban organizados en orden alfabético, las películas también y en el aire se olía un aroma dulce.
— ¿JungKook? —llamé dejando el bolso en el sofá dirigiéndome a la cocina. En ella, ambos chicos conversaban y decidí escuchar.
— Es buena, Jin dice que vale la pena.
— Para Jin todos valen la pena—dijo divertido.
— Sabes a lo que me refiero—Jimin usó un tono más serio—Danbi es una buena chica y algo me dice que no estás ayudándola sólo porque te parece lo correcto—hubo silencio. Me crucé de brazos esperando una respuesta.
— Sólo quiero ayudarla—insistió—Puedo hacerlo.
Hubo unos minutos de silencio hasta que Jimin habló.
— Debería estudiar, no es bueno que esté aquí todo el día.
— Lo sé, pensé lo mismo, pero...no creo que esté lista.
— Necesita distraerse.
— Necesita quedarse aquí mientras...
— Pareciera que tienes más temor que sus padres porque ella se lastime.
Suspiré decidiendo interrumpir, ambos estaban apoyados en el mesón, Jimin tenía su cabello más alborotado y JungKook lucía algo agitado también. Sonreí un poco mirando alrededor.
— Después de esto no querrás venir de nuevo, Jimin.
— No digas eso, el tiempo se me pasó volando.
— ¿Todo bien? —preguntó su amigo mirándome. No pude evitar querer pasar mis dedos por su cabello y eso hice, acomodé algunos mechones en su frente notando lo mojado que estaba por el sudor.
— Sí, todo bien—sonreí asintiendo—Gracias a ambos.
— ¿Podemos salir a comer algo ahora?
— Claro.
El restaurante era cálido a pesar del invierno, las decoraciones navideñas decoraban el lugar, miré distraídamente las luces de colores que se encendían y se apagaban. Jimin realmente estaba hambriento, pidió tantas cosas que no sabía cómo las pagaría, pero cuando escuché a JungKook decir que el dinero para él no era problema supe a qué se refería.
— Gracias enserio por ayudarme—los miré.
— No fue nada—Jimin sonrió— ¿Qué harás en navidad, Danbi?
— Probablemente estar en casa—contesté.
— ¿Qué haces usualmente? —preguntó JungKook bebiendo algo de agua.
— Quedarme en mi habitación, mamá hace la cena navideña y papá sirve el vino mientras que yo pues...sólo leo.
— Tal vez puedan pasarla en casa de Kookie, los demás y yo solemos viajar con nuestros padres, pero JungKook siempre se queda.
— ¿Por qué?
— No hay nada mejor que estar en casa y sentirte en casa—sus mejillas tomaron un adorable color rosa.
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