Capítulo 47
— ¿Cuándo fue la última vez que comiste algo? —preguntó TaeHyung que estaba sentado junto a mí. La cafetería estaba llena a pesar de ser las nueve de la noche, algunos chicos habían ido a casa para cambiarse de ropa o ducharse, sentía mucho cansancio, necesitaba dormir.
— No lo sé—dije con la boca llena.
— Deberías ir a casa a dormir, tus padres dijeron volver mañana—miré a Jennie, Jimin estaba bostezando mucho, pero se negaba a dejarla sola.
— Puedo acompañarte si quieres.
— Gracias Tae—abracé su brazo recostando mi cabeza en su hombro— ¿Quién se quedará con él?
— Sus padres, los chicos lucían muy cansados también, creo que vendrán mañana—explicó Jimin, bebió de su café con ojos pequeños, se veía adorable, Jennie pasó sus dedos por su cabello y recordé cuando hacía eso con JungKook. Sonreí de lado terminando de comer, tal vez esta noche si descansaría.
Había soñado que Kookie estaba conmigo tumbado en la cama, llevaba su cámara como siempre e insistía en tomarme una foto, pero yo me negaba entre risas. De repente a su celular alguien lo llamaba y el juego terminaba allí. Parpadeé varias veces regresando a mi desayuno, mi padre se terminaba de vestir mientras que mamá estaba frente a mí comiendo.
— Pude hablar con él ayer.
— ¿Mmm? —me miró con atención masticando. Al tragar preguntó— ¿Despertó?
— Algo así, todavía estaba sedado, pero hizo el intento de hablar—sonreí apenas—Le pedí que descansara, que no se esforzara.
— ¿Sabes lo de su madre, cierto?
— ¿Los exámenes de sangre? Sí, él me lo dijo en mi cumpleaños...
— Y lamentablemente salió positivo—tragué con dificultad. La miré sin creerlo—La madre de JungKook tiene cáncer de mama, esta vez le apareció de esa forma.
— Pero él no...
— No lo sabe porque le dieron la noticia cuando el chico estuvo desaparecido.
— JungKook se va a derrumbar cuando lo sepa.
— Obviamente no le dirán ahora ya que quieren que se recupere—bebió algo de jugo. Mastiqué despacio el bocado que me había llevado a la boca—Cariño, quisiera preguntarte algo.
— ¿Mmm?
— ¿Sabes qué fue lo que pasó realmente? —sus ojos me miraron fijamente y supe que quería saber si mentía o no— ¿Sabes dónde estuvo ese chico?
— Sí y no—suspiré. Me crucé de brazos sobre la mesa—YoonGi me dio la idea, no creo que esté equivocado. Una vez le conté a papá que hubo un chico que me besó...
— ¿Él fue? Creo que escuché algo de eso.
— Se llama Kai—comenté—JungKook lo detesta, yo también, pero hace tiempo lo escuché decir que se vengaría de lo que su padre le hizo al suyo. Supongo que tienen problemas de empresarios, no sé.
— ¿Le has contado a sus padres?
— No, porque...—mi celular comenzó a sonar. Fruncí el ceño al notar un número desconocido, lo acerqué a mi oreja respondiendo— ¿Hola?
Hubo silencio unos minutos, pero una voz ronca y algo adormilada se escuchó del otro lado. Sonreí como tonta reconociéndolo.
— Acabo de despertar y no estás aquí, ¿No dijiste que te quedarías conmigo, señorita Yoon?
Lo imaginé sonriendo. Mi corazón saltó de emoción.
— Estaba terminando de desayunar con mi madre—al menos se escuchaba más despierto que ayer—Ahora mismo voy para allá—recogí mi plato junto al vaso sosteniendo el celular con mi hombro presionándolo contra la oreja— ¿Cómo te sientes, JungKookie? —susurré caminando a la cocina.
— JungKookie, me gusta cuando me llamas así, se ve muy tierno en ti.
— ¿Estás sedado todavía?
— Tal vez—rio por lo bajo, me pareció escuchar un jadeo de su parte.
— ¿Te sientes mejor?
— Lo haría si estuvieras aquí conmigo.
Fue mi turno de reír negando con la cabeza. JungKook definitivamente estaba algo sedado.
— ¿Los chicos no han llegado? ¿De dónde me estás llamando?
— Del celular de mi madre, Jimin apareció por aquí con TaeHyung, estuvieron unas horas y se fueron, creo que NamJoon viene en camino con Hoseok.
— Ya veo.
— ¿Qué esperas? Necesito que vengas.
— Tranquilo—sonreí divertida por su prisa—En unos minutos me verás allá.
El día había iniciado con un sol brillante en lo alto del cielo azul, le daba un aspecto alegre a la ciudad, el hospital claramente seguía con sus emergencias a cada segundo, pero mi emergencia era JungKook. Los chicos no habían llegado aún, sonreí de lado cuando al entrar a la habitación conseguí un Kookie con las mejillas llenas junto a una bandeja en sus piernas, sus padres reían de algo que había dicho. El chico tenía los mismos moretones de ayer, pero tenía un mejor aspecto, aunque sus ojos lucían muy...atentos.
— Buenos días—saludó mamá con una sonrisa—Estás comiendo JungKook, significa que te sientes mejor.
— El estómago lleno mejora a cualquiera—bromeó papá.
— El doctor vino temprano a verlo, una enfermera tiene que cambiar las vendas...
— ¿Qué vendas? —fruncí el ceño.
— Las que tiene en el pecho, las de la operación por supuesto—contestó su madre. Asentí acercándome a su lado, sonrió como niño pequeño teniendo sus mejillas llenas aún. Deposité un dulce beso en ellas sonriendo igual.
— Los dejaremos solos—escuché decir al señor Jeon. Mis padres fueron con la excusa de acompañarlos a la cafetería, JungKook bebió algo de jugo pasando la comida por su garganta, cuando abrí la boca para decir algo, se adelantó.
— ¿Por qué no te quedaste anoche?
— Te dije que necesitaba descansar-lo miré.
— No, no me lo dijiste, además pudiste descansar aquí.
— De acuerdo, jovencito, te vas sin dejar nota y ahora vuelves más posesivo que nunca—noté como sus mejillas se sonrojaban. Sonreí un poco sabiendo que debía preguntarle— ¿Qué pasó realmente, JungKook?
— No he hablado con mis padres de eso, creo que quieren esperar que mejore...—aparté la mirada de inmediato. Recordé lo de su madre y me sentí mal al mentirle, pero no quería que empeorara—No sé dónde está Kai.
— ¿Entonces fue él? ¿YoonGi tenía razón?
— ¿YoonGi? —frunció el ceño colocando la bandeja a un lado. Lo ayudé a dejarla sobre la mesa de noche.
— Él fue quien me dio la idea, cuando desapareciste no pensé en Kai honestamente—expliqué acariciando su cabello pasando mis manos por él. Estaba algo sucio y enredado—Llamé a IU, fui a buscar tu celular, creí que ella me diría algo...
— IU no tiene nada que ver con Kai—se apresuró a decir.
— Ella no quiso darme su número.
— No es por nada malo...
— JungKook, estuve dos días preocupada por ti, ¿Esperas que crea que Kai no le avisó de nada? —bufé negando con la cabeza—No quiero discutir contigo, quiero saber a dónde fuiste, ¿Qué pasó cuando saliste por la noche? ¿Por qué no me llamaste si estabas sofocado?
— Porque todavía era tu cumpleaños y no quería que terminaras tu día preocupada por mí.
— JungKookie...
— Déjame continuar—pidió. Suspiró tomando mi mano, su tacto aún era frío, no me gustaba eso, miré los moretones en su brazo—Algo me había golpeado en la cabeza cuando me detuve a respirar, estuve corriendo, desperté en algo parecido a un sótano, estaba atado.
— Esto...—rocé sus moretones acariciándolo con la yema de los dedos.
— En ocasiones no podía defenderme, Kai me retaba cuando me tenía en desventaja y....al final no supe cómo, pero en cuanto te nombró sentí que me hervía la sangre...
— ¿Te dijo algo de mí? —fue mi turno de verlo con confusión.
— Sólo dijo que estaría presente en mi funeral para verte sufrir—me atrajo hacia él y tuve cuidado con los cables que salían de sus brazos, recosté mi cabeza en su hombro acurrucándome—Kai quería vengarse de mí como si eso solucionaría el problema de su padre.
— Te dije que tuvieras cuidado.
— Lo tuve...
— No lo hiciste, saliste de casa sin avisarme, Kai se aprovechó de eso, ¿Cómo es que te trajeron aquí?
— Nadie me trajo—negó con la cabeza. Lo miré en silencio, algunos mechones de su cabello estaban desordenado—Llegué como pude, en cuanto me vieron sangrando en la entrada supe que me ayudaron, pero ahí perdí la conciencia.
— ¿Kai te apuñaló?
— Forcejeé con él intentando hacerle soltar el cuchillo, pero no supe cuando se introdujo en mí hasta que sentí una punzada de dolor.
— Y te dejó ir.
— Él pareció quedar en shock cuando vio que estaba sangrando, fue como si despertara de algo, intentó ayudarme, pero fue cuando aproveché y salí corriendo entre tropiezos—acarició mi mejilla. Imaginé a JungKook llegando al hospital todo manchado de sangre, sentí un nudo en la garganta, casi lo pierdo— ¿Danbi?
— Lamento no haber estado ahí para ayudarte—mi voz se quebró.
— ¿Estás loca? Me alegra que no te haya hecho nada—besó mi frente— ¿Creíste que te desharías de mí tan fácil?
— ¿No me dejarías así de simple, cierto? —bromeé. Kookie mordió mi mejilla haciéndome reír después de dos días de estrés y preocupación, en cuanto depositó un beso en mi cuello tomé su barbilla robándole un beso verdadero. Los juegos no siguieron por la enfermera que había llegado, debía cambiar las vendas de JungKook y yo honestamente no sabía si deseaba ver eso.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro