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Capítulo 46

Los chicos ya no sabían que hacer, Suga seguía sin darse por vencido al igual que Jimin, Tae también luchaba, pero el pobre tenía sus dudas como yo. Habían pasado apenas dos días y se sentía como un año. Los padres de JungKook no dejaban de pedirle ayuda a la policía, principalmente su madre quien estaba desesperada, mis padres habían ido a su casa y preferí quedarme. Que estuviera tan callada no significaba que estaba tranquila.

IU había sido una pérdida de tiempo, ella no me llamaría porque Kai no sería tan idiota de contarle. Pasé mis manos por mi cabello despeinándolo, echada en mi cama me sentía inútil, sé que debía ir al curso y debía trabajar, pero... ¿Cómo me concentro si Kookie sigue sin aparecer? Las lágrimas quisieron regresar, pero me contuve, no me gustaba llorar tanto, me hacía extrañarlo más y me hacía recordar todas las veces que sus brazos me rodeaban. Mi celular comenzó a sonar, al ver el nombre de Jisoo en la pantalla ignoré la llamada, las chicas se preocupaban por mí y era normal, pero ellas no podían entenderme porque el único que lo hace es JungKook.

Suspiré cerrando mis ojos, me torturé un poco más recordando la lluvia caer sobre un auto, mis manos recorrían su espalda una y otra vez como si quisieran memorizar cada parte, su piel era suave, su respiración agitada y sus labios hinchados de tantos besos en minutos. Mordí mi labio inferior intentando no llorar.

Mi mente me hizo un repaso de todos los momentos junto a él, desde que lo conocí hasta ahora. No debí dejarlo ir esa noche, debí quedarme con él. El celular volvió a sonar, esta vez era Suga, me cubrí con las sábanas sin querer saber de nadie. Sólo quería estar a solas.

La tercera llamada fue de mi madre, eso me pareció extraño, contesté con voz pesada.

— Estaba durmiendo—mentí.

Necesito que salgas de casa ahora mismo y vayas al hospital—su voz era agitada. De repente del otro lado se escuchaba el claxon de los autos, me levanté con lentitud sin entender.

— ¿Estás en casa de los Jeon?

No, vamos camino al hospital...

— ¿Por qué?

JungKook apareció, Danbi—contuve la respiración. ¿Hablaba enserio o estaba soñando? —Le pedí a los chicos que te avisaran, pero dicen que no contestabas y...

— Ahora mismo voy.


Entré corriendo como si mi vida dependiera de ello, no esperé el ascensor, subí las escaleras de dos en dos los escalones, al conseguir la sala de espera correcta apenas respiraba, algunos chicos estaban allí, mi madre de inmediato se acercó al verme.

— Ya llegué—seguía agitada—Quiero verlo.

— Danbi, debes calmarte.

— Quiero verlo, estoy calmada.

— No, no lo estás—papá colocó su mano en mi hombro—JungKook está en la habitación con sus padres y no ha despertado, tuvieron que operarlo de emergencia, ahora mismo está en una situación delicada.

— ¿Qué? —tenía mucho que asimilar.

— Tranquila, sabemos que Kookie es fuerte—Jisoo intervino con una pequeña sonrisa.

— El chico llegó perdiendo mucha sangre, el doctor dice que al parecer forcejeó con alguien y...

— Esa persona o ladrón, lo que sea, lo hirió—miré a mamá—Dicen que por pocos milímetros no tocó el corazón.

— Oh, Dios—llevé mis manos a mi boca. Jisoo me abrazó consolándome.

— En cuanto sus padres salgan podrás entrar.


Estuve horas tal vez, esperando con impaciencia, los chicos se encontraban nerviosos, NamJoon me había traído algo de comer de la cafetería y se lo agradecí, el no comer me estaba pasando factura. Jisoo se mantuvo a mi lado acompañándome, YoonGi estaba sentado en una silla detrás de nosotras, saqué mi celular enviándole un mensaje.

"Quiero que hagas lo imposible para buscarlo y darle una paliza, no me importa si queda grave, pero quiero que sufra por lo que le hizo a JungKook"

Escuché su celular recibir el mensaje. Los señores Jeon salieron de la habitación y de inmediato me levanté acercándome a ellos.

— Oh, Danbi, cielo.

— Señora Jeon, lo siento, ¿Cómo está?

— Inconsciente aún—suspiró mirándome con cansancio—Se está recuperando, tendremos que esperar para saber que sucedió—yo tenía una idea de lo que pasó, pero no me parecía adecuado decirlo en este momento— ¿Quieres entrar?

— Sí—no pude evitar sonar ansiosa. La habitación me hizo recordar a cuando JungKook aparecía con una sonrisa cada día, cerré despacio detrás de mí escuchando las máquinas conectadas a su cuerpo hacer pequeños sonidos. En su nariz había unos pequeños tubos que lo ayudaban a respirar, con las lágrimas amenazando por salir me acerqué notando unas ojeras bajo sus ojos, su labio inferior estaba roto, su pómulo derecho tenía un corte leve, en sus brazos había moretones y en su cuello unas marcas nada agradables, parpadeé varias veces sintiendo las primeras lágrimas deslizarse por mis mejillas. Acaricié su mano helada entrelazando nuestros dedos.

— ¿JungKook? ¿Me escuchas? —susurré sin obtener respuesta. Sentí más dolor en el pecho, me acomodé junto a él con mucho cuidado de los cables que salían de sus brazos, recosté mi cabeza en su hombro abrazándolo cuidadosamente. Sollocé agradeciendo estar sola, no sabía si lloraba de alivio o miedo, pero si sabía que tenerlo allí me calmaba un poco, sólo un poco—Me preocupaste mucho, no sabíamos donde buscar o que hacer, llamé a IU y....—me di cuenta de algo—Perdón, estoy hablando mucho—lo miré, acaricié su mejilla besando la otra—Tienes que despertar, JungKookie—susurré en su oído—Te extrañamos, en especial yo.

De nuevo silencio, escondí mi rostro en su cuello entrelazando nuestros dedos de nuevo, cerré mis ojos suspirando. Sólo se escuchaba aquella máquina que contaba los latidos de su corazón, acaricié el dorso de su mano susurrando una canción que él mejor que nadie conocía, una pequeña parte de ella que sólo él cantaba. De aquella canción que había hecho para mí y que me había presentado luego de fin de año, mordí mi labio sintiéndome vulnerable de nuevo, quería llorar. Sé que mi voz fue disminuyendo cuando el sueño me atrapó.


Desperté porque me había parecido escuchar algo, noté que llovía y que las gotas se aferraban a la ventana. Noté que tenía la chaqueta de uno de los chicos cubriéndome un poco del frío y también noté que JungKook se estaba moviendo. Acaricié su mano sin saber que hacer, lo miré detenidamente notando en su rostro una mueca de dolor.

— ¿JungKookie? —susurré. Sus labios se entreabrieron y pude escuchar su voz apenas, se notaba que estaba luchando con la anestesia aún.

— Dan....bi.

— Estoy aquí—besé su mejilla—No te esfuerces, descansa lo que quieras, podemos hablar luego—su mano hizo el intento de apretarme. Entreabrió sus ojos, pero éstos se fueron hacia atrás, sonreí de lado sintiendo su tacto aún muy frío.

— Yo...

— Por favor, no digas nada, no ahora—pedí. Prefería que descansara un poco más—Estaré contigo hasta que despiertes, ¿Sí? —no hubo respuesta. JungKook se había quedado inconsciente de nuevo. Recosté mi cabeza en su hombro tomando mi celular, eran las seis de la tarde, tenía un mensaje de YoonGi.

"No te preocupes, lo haremos pagar por lo que hizo y te prometo que lo encontraremos"

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De ahora en adelante será etapa final. ¡Gracias por las 1k lecturas! Es mi primera historia de JungKook y estaba nerviosa. Me alegra saber que les gusta n.n

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