Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 43

— No hagas eso.

— ¿Por qué?

— Aparecer así, mira lo que hice, son unos tramposos—escondí mi rostro en el pecho de Kookie y los otros dos rieron. Sus brazos me rodearon de nuevo apretándome con fuerza, reí un poco ante eso.

— En primer lugar, no tenía ni idea de que reconocieras esa canción—defendió NamJoon.

— Y en segundo lugar fue mi idea traer a JungKook.

— ¿Por qué no me sorprende? —miré a YoonGi y luego al chico que seguía sin soltarme.

— No los culpes, todos me han ayudado para tu sorpresa de hoy—me guiñó un ojo— ¿Lista para irnos?

— ¿A dónde?

— Es una sorpresa—tomó mi mano—Nos vemos luego, chicos, avísenme cuando todo esté listo.


JungKook no quería decirme a donde iríamos, tenía el auto de su padre y conducía por la ciudad sin problema. Con su mano izquierda movía el volante y con la derecha tomaba la mía acariciando el dorso de ésta. Su cabello despeinado lucía de una tonalidad casi naranja por la luz del sol, no me había dado cuenta que la tarde se había ido en un abrir y cerrar de ojos, llevaba una sudadera negra con las mangas subidas hasta los codos, aquel cubrebocas lo había guardado cuando subimos al auto. En el semáforo notó que lo miraba más de lo debido.

— ¿Qué?

— ¿Qué estuviste haciendo? Jennie me dijo que Jimin y Hoseok estaban contigo.

— Se suponía que Tae se aseguraría de que ella no dijera nada—rodeó los ojos negando con la cabeza—Todos queríamos mantenerte distraída en tu día, por eso los sobres, los mensajes y los chicos—asentí comprendiendo—Hoseok habló con tus padres esa noche que te quedaste conmigo.

— Por eso me querías allí—mordí mi labio—Ustedes realmente se esfuerzan en dar sorpresas.

— Todos te quieren.

— ¿Tú me quieres? —pregunté cómo niña pequeña. Sonreí sonrojándome, sus ojos brillaron cuando se acercó robándome un delicado beso que me hizo suspirar.

— No, no te quiero—susurró con voz ronca. Acercó sus labios a mi oído, su respiración rozando mi cuello me causó escalofríos—Te amo más de lo que te imaginas—mi cuerpo se tensó cuando comenzó a depositar pequeños besos en mi cuello, algo recorría mi muslo, tragué con dificultad cuando supe las intenciones de JungKook, odié cuando se separó tomando mi barbilla mirándome fijamente.

— ¿Tú me amas, Danbi?

Hasta ese momento no me había dado cuenta de ese detalle. JungKook jamás me ha escuchado decirlo y él nunca me lo había dicho. Sus ojos oscuros esperaban ansiosos mi respuesta, el semáforo cambió a verde, el claxon de los demás autos no se tardó en escucharse, JungKook no conduciría hasta saber mi respuesta. Coloqué mis manos en su cuello besando sus labios rosados una vez más, pero por un tiempo más largo, envié al demonio a cada persona que tocaba el claxon al pasar por un lado del auto. Sonreí mordiendo su labio inferior tomándolo desprevenido, JungKook suspiró y eso me encantó.

— Sí, te amo, Jeon JungKook.


Cuando llegamos a nuestro destino ya era de noche, bajé del auto notando la ciudad a lo lejos, miles de luces estaban encendidas, los edificios no lucían tan grandes como lo aparentaban, las casas eran más diminutas y las personas apenas se veían. Estábamos en la cima de una colina rodeados de árboles, arbustos y animales nocturnos. La brisa revolvía mi cabello, pero no me importó, respiré profundo el aire puro de allí, al abrirlos de nuevo JungKook se acercaba a mí con algo en sus manos.

— Necesito que cierres los ojos.

— ¿Vas a cubrirlos? —sonreír divertida— ¿Qué me harás ahora, jovencito?

— ¿No confías en mí? —se posicionó a mis espaldas pasando aquella tela de color negro sobre mis ojos.

— Confío ciegamente en ti.

— Qué bueno que lo digas—besó mi cuello y me estremecí, entrelazó una de mis manos con la suya guiándome. Sentía la brisa soplando aún, podía escuchar los árboles mecerse al compás del viento, fruncí el ceño sin soltar al chico, ¿A dónde me llevaría ahora? — ¿Qué hiciste en tu cumpleaños el año pasado, Danbi?

— Mmm...—intenté recordar. Tardé unos minutos en conseguirlo—Estuve en casa.

— ¿Sólo eso?

— Papá me regaló un libro que quería y mamá quiso hacerme algo pequeño en casa, pero le dije que no quería nada, sólo dormir.

— ¿Es enserio? —lo imaginaba viéndome incrédulo.

— Antes de conocerte era muy diferente...

— Totalmente—acarició mis dedos—Pero ahora lo eres aún más.

— Gracias a ti.

— Y gracias a ti misma.

— Te odiaba por ser tan sonriente todo el tiempo y más cuando aparecías en casa sin avisar—escuché una risita de su parte—Enserio.

— Valió la pena—se detuvo—Bien, llegamos, espera—quitó la venda de mis ojos. En un pequeño claro había una especie de picnic esperando por nosotros, sonreí sin evitarlo notando las luciérnagas del lugar, una botella de vino estaba acompañada por dos velas pequeñas introducidas en bolas de cristal, había todo tipo de fruta junto a algo de queso y galletas, las dos copas brillaban por la luz de la vela. Me acerqué con JungKook tomando asiento en la sábana tendida en el suelo, aquí el viento no era tan fuerte. Sonreí negando con la cabeza.

— Esta clase de cosas me parecían tan ridículas en las películas.

— ¿No te gusta? —se mostró preocupado.

— No, no, me encanta, está hermoso, las luciérnagas quedan perfectas con...todo esto—moví mis manos. Kookie sonrió orgulloso sirviendo algo de vino para ambos—Gracias.

— No tienes que agradecerme, Danbi.

— Quiero hacerlo—dije al instante—Incluso cuando he sido una tonta has estado conmigo, mira todo lo que me has hecho en el tiempo que llevamos juntos, si me hubiesen dicho que algo así me pasaría probablemente me hubiese reído y....primera vez que lo digo, pero...—acepté la copa—agradezco a Dios que me hubieras encontrado ese día en el hospital.

JungKook negó con la cabeza tomando una fresa, la llevó a su boca mordiéndola, miré sus labios fruncirse de vez en cuando, mientras masticaba habló.

— Me hubiese gustado conocerte de otra forma, ahora que lo pienso, fue algo precipitado mostrarte mis cortes, pero sabía lo que pensabas, un chico no podría tener ni idea de cómo te sentías.

— Sólo mira hasta donde hemos llegado.

— Lo hemos hecho bien.

— Entre errores, pero bien.

JungKook levantó su copa en mi dirección, sonreí creando un pequeño sonido al chocar levemente nuestras copas. Bebí de aquel líquido disfrutando como se deslizaba por mi garganta, tomé un trozo de manzana conversando ahora sobre algunas trivialidades, Kookie comenzó a contarme alguna de sus aventuras de niño y luego yo le seguí, me gustaba cuando hacíamos eso, reíamos de las locuras de la infancia y era como si supiéramos que incluso siendo adultos por dentro seguíamos siendo los niños de antes.

Me parecía extraño que mis padres no me hayan escrito o que los chicos no hayan molestado a Kookie incluso cuando éste dijo que lo hicieran. A las horas habíamos terminado toda la copa de vino y las frutas, las luciérnagas siguieron brillando en los pequeños silencios que se hacían, mis mejillas estaban encendidas, JungKook no dejaba de repetírmelo, sus ojos brillaban aún más y sí, tenía un leve color rosa en sus mejillas, pero yo había bebido más que él.

Pequeñas gotas interrumpieron la velada, aquello no me gustó, la lluvia cayó a cántaros sin darnos cuenta, JungKook se rió al escucharme lanzar maldiciones, me llevó al auto jalando de mi mano, dentro noté como empapábamos los asientos traseros, el chico miró su celular mientras su cabello goteaba, ver a JungKook mojado por la lluvia definitivamente no era bueno para mi salud en este momento. Dentro del vehículo me parecía que de repente hacía mucho calor.

— ¿Te escribieron? —rompí el silencio.

— Sí—me miró. Apartó unos mechones de mi cuello acariciando la piel.

— ¿Debemos regresar? —susurré.

— ¿Quieres regresar? —se inclinó a mí sonriendo pícaramente. Negué con la cabeza mordiendo mi labio inferior, tuve el atrevimiento de sentarme sobre sus piernas, agradecí para mis adentros que el vino me hiciera sentir más segura que antes. JungKook me miraba con ojos muy abiertos, acarició mis mejillas colocando el cabello detrás de mis orejas, bajó sus manos a mi abdomen, no controlé el jadeo que se escapó de mis labios al sentir sus manos frías con mi piel, le di permiso de que subiera lentamente liberándome de la blusa, JungKook sonrió encantado de lo que veía, con manos algo temblorosas desabroché su camisa tan mojada como mi blusa, su abdomen bien marcado, subí y bajé mis manos por la piel expuesta quitando la camisa luego, sus brazos abrazaron mi cintura recostándome sobre los asientos mojados, mi corazón latía más rápido de lo normal, no sabía si disfrutaba tenerlo así o disfrutaba lo que me hacía sentir. JungKook besó mis labios en un beso dulce y suave, acaricié su espalda intentando memorizar cada espacio o centímetro, nuestra piel parecía arder a pesar de estar mojada por la lluvia, el chico bajó a mi cuello prosiguiendo a mi pecho, cerré mis ojos sólo dejándome llevar. Los labios de JungKook se encontraron con mi brasier, al parecer notó que no me sentiría cómoda si me lo quitaba ahora ya que sólo acarició el borde haciéndome jadear.

Sonreí de lado al sentir como mordía con suavidad mi abdomen, lo miré de reojo sin resistirme, enredé mis dedos en su cabello mojado sintiendo una agradable corriente recorrerme entera, regresó a mis labios subiendo la intensidad del beso. Sus manos intentaron deshacerse de mi pantalón y yo quería hacer lo mismo con el suyo, ambos quedamos en ropa interior en minutos, no quería mirar abajo porque sabía lo excitado que estaba por lo que venía y sabía que si lo veía por mí misma lo detendría.

— No puedo respirar—susurré entre sus labios. Sonrió divertido liberando mi boca, acarició mi mejilla mirándome fijamente. Allí noté que JungKook también luchaba por respirar, mis manos seguían en su espalda explorando cada parte.

— Puedo detenerme...

— No quiero que te detengas esta vez—susurré—Estoy segura de esto, JungKook—asintió apartando la vista de repente. Fruncí el ceño ante eso— ¿No quieres hacerlo?

— Claro que quiero hacerlo—se apresuró a decir. Su voz desde hace minutos estaba más ronca de lo normal—Sólo...quiero...ser honesto contigo.

— ¿Honesto conmigo?

— Danbi, yo no...—sus mejillas se volvieron más rojas. Noté como vacilaba y me causó gracia verlo nervioso—Yo no...ya sabes.

— ¿Qué?

— No he hecho esto nunca—soltó. Intenté mantenerme neutra, no quería que pensara que estaba burlándome, de hecho, antes de que lo hiciera o lo pensara lo abracé, recosté mi barbilla en su hombro.

— Creí que IU...

— Jamás llegué tan lejos con ella—interrumpió—No eres la única nerviosa, temo hacer algo mal, no quiero lastimarte...

— Créeme, lo has hecho muy bien hasta ahora—lo miré besando sus labios por corto tiempo—Te veías muy seguro cuando eras tan...seductor, ya sabes.

— Que sea primerizo no significa que no sepa lo que debo hacer—sonreí por ese tono arrogante—Sólo quiero hacerlo bien para ti, quiero disfrutarlo si tú lo disfrutas.

— Estaba disfrutándolo hasta que dejaste de besarme.

— Dijiste que no podías respirar—besó mis mejillas. Cuando el silencio volvió a estar presente subí mis manos a sus hombros.

— Estaré bien, Kookie, si algo pasa te avisaré—junté nuestras frentes—Confía en mí.

— Confío ciegamente en ti—repitió mis palabras besándome de nuevo volviendo a lo de antes con la intención de no parar.

**********************
Ahre 7u7 😂😂

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro