Capítulo 42
Jisoo estuvo conmigo un par de horas, caminamos por todo el parque acompañadas de las historias que tenía que decir sobre J-Hope, no dejaba de reírme con ese chico. Cuando su hora se acabó, me llevó al centro comercial donde tomamos unos batidos, pero la sorpresa no era esa, TaeHyung apareció acompañado de Jennie, ésta me abrazó tal y como Jisoo hizo.
— Feliz cumpleaños, Danbi—Tae fue más delicado.
— Gracias—sonreí un poco— ¿Dónde está Jimin? —pregunté al verlos tomar asiento.
— Ocupado—contestó su novia de inmediato con una sonrisita traviesa.
— Debo irme, chicos, no la pierdan de vista—advirtió Jisoo guiñándoles un ojo—Te veo luego, Danbi.
— Claro.
— Bien, ahora manos a la obra, espero que te apetezca ir a un pequeño concierto.
— ¿Concierto? —los miré.
— Tranquila, es música muy buena.
— ¿Tan buena como la de ustedes? —sonreí de lado y Tae se sonrojó, pero negó con la cabeza.
— No, no se compara—bromeó.
Los chicos me trajeron a una especie de teatro muy bonito, las personas esperaban sentadas a que la función comenzara y cuando las luces se encendieron noté lo que no había visto en la oscuridad. Sobre nuestras cabezas había telas de colores o algo parecido, la música inició dando paso a los bailarines, éstos bailaban sobre el agua que estaba en la supuesta tela, había un chico parecido a JungKook, su forma de moverse me recordaba a él, TaeHyung que estaba junto a mí no dejaba de decirme lo interesante que era, los efectos, los bailarines y los movimientos eran perfectos, de repente me vi maravillada entre todo eso.
Jennie guardaba silencio, pero con su celular tomó algunas fotos captando los momentos exactos, de repente me preguntaba si Jennie era tan buena como Kookie con las fotografías. La chica giró la cámara de su celular apuntándonos, Tae sonrió de inmediato, imité su gesto y Jennie presionó el botón guardando aquella foto.
Cuando salimos del pequeño concierto de música y baile sobre el agua me sentía extrañamente tranquila, quería volver a entrar, pero Jennie no dejaba de hablarme con mi brazo atrapado.
— ¿Te imaginas cuanto tiempo practican esos chicos? Me gustó mucho, creo que Jimin lo habría disfrutado, es su estilo de baile...
— ¿Dónde está él? —quise saber. No era común ver a estos dos separados.
— Arreglando unas cosas—miré a Tae quien tomó mi otro brazo. Miró a Jennie y luego a mí—No te preocupes.
— ¿Está con JungKook? ¿Es parte de la sorpresa?
— No es...
— Por eso no está con nosotros y supongo que Hoseok pasa por lo mismo.
— No creí que fueras tan curiosa, jovencita—acusó pellizcando mi mejilla. Arrugué la nariz y él rio—Lo importante es que te gustó ese espectáculo.
— Mucho.
— ¡Perfecto! Porque ahora te gustará lo que viene.
Era el turno de NamJoon, YoonGi venía en camino al estudio, odié estar en el lugar que inició el supuesto juego, pero con su compañía me distraje. NamJoon me mostraba orgulloso las mezclas, pistas y audios que había hecho. Realmente era bueno.
— Creo que tú, YoonGi y Hoseok son excelentes.
— ¿Enserio? —sonrió avergonzado mirándome unos minutos—A veces somos inseguros en lo que hacemos, supongo que no queremos fallar.
— Estoy segura que hay alguien allí afuera dispuesto a llevarlos a la cima—apoyé.
— Gracias, Danbi.
— No hay de qué—sonreí. Justo en ese momento la canción cambió trayendo consigo una simple melodía de guitarra, reconocía ese ritmo suave y lento, la había escuchado en....—Espera, no la cambies—pedí escuchando con atención. NamJoon sonrió divertido.
— Es JungKook.
— ¿Qué? —lo miré.
— Grabó ese audio hace unas semanas, está tocando la guitarra, es su canción favorita—subió un poco el volumen— ¿La has escuchado?
— Creo que conozco la letra...
— Tienes que cantar, quiero escucharte.
— No—me sonrojé.
— Sí, jovencita, ve allá dentro, anda.
— Pero ese audio es de...
— Danbi—me miró serio. Terminé obedeciendo sin tener opción, la última vez que estuve aquí adentro sentada y con los audífonos en mis orejas fue cuando Kookie cantó para mí. Sabía que NamJoon me pediría que me callara cuando me escuchara, repitió la melodía y comencé a cantar lo que creía saber.
Cerré mis ojos recordando como aquel chico susurraba la canción, como sus ojos brillaban al escucharla y como se mecía suavemente de un lado a otro, la primera vez que JungKook me mostró esa canción noté lo mucho que lo relajaba, su mente parecía perderse en la voz, me había parecido terriblemente tierno.
Sonreí de lado prosiguiendo con la letra unos minutos más, al final acabé cantándola por completo, al abrir mis ojos del otro lado de la habitación estaba YoonGi con un chico vestido de negro a excepción de su camisa blanca de botones y mangas dobladas hasta los codos. Llevaba un cubrebocas negro dejando ver sólo sus ojos, su cabello estaba cubierto por un gorro, tenía una mirada muy dulce, sus ojos no se apartaron de mí y me sonrojé a más no poder. Qué vergüenza.
— ¿Desde cuándo cantas, jovencita? —exigió saber un YoonGi sorprendido— ¿JungKook sabe eso?
— No.
— ¿Te ha escuchado al menos? —intervino NamJoon— ¿Quieres escucharte?
— Estuvo horrible, lo sé.
— ¿Estás loca? Tu voz encajó a la perfección y sólo la edité un poco, escucha—NamJoon subió el volumen y en el estudio se extendió mi voz. Sorprendida miré la pantalla con las ondas de sonido, ¿Qué demonios? ¿Esa era yo? ¿Era mi verdadera voz? ¿Desde cuándo me escucho así? Miré a los chicos quienes sonrieron con picardía a excepción del desconocido que no parecía interesado de repente.
— Se la enviaré a Kookie.
— NamJoon—reproché.
— Cierto, lo haré yo—sacó su celular. Si Suga creía que tenía buena voz entonces era cierto, no creí que algo le gustara. NamJoon le envió la canción, avergonzada miré a Suga reenviársela a JungKook y un sonido de mensaje vino del desconocido. Lo miré entrecerrando mis ojos notando que tenía unas manos muy...
— YoonGi—susurré llamando su atención. Me acerqué— ¿Quién es él?
No hizo falta que respondiera. Del celular del chico comenzó a sonar mi voz, los tres guardamos silencio mirándolo, sus ojos se cerraron pareciendo disfrutarlo, mi corazón latió rápido cuando se deshizo de su gorro mostrando su cabello castaño claro despeinado y dejé de respirar cuando me miró de repente dejando ver quien era.
Cubrí mi boca con mis manos sonrojada, avergonzada, apenada y sólo pude reír de los nervios. Los chicos rieron por mi actitud mientras que el muchacho que estaba allí me sonreía dulcemente, vino a mí abrazándome con fuerza mientras la canción seguía sonando. Susurró en mi oído un...
— Feliz cumpleaños.
JungKook me había escuchado cantar por primera vez y algo me decía que esta no era la verdadera sorpresa, me esperaba más.
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