—...y sí, Jin me dio el discurso de su vida, pero al mismo tiempo fue dulce, me recordó a mi madre cuando me reprocha algo—comentó. Bajábamos por las escaleras junto a otros estudiantes de diferentes cursos que también salían a esta hora. JungKook seguía algo serio y se le notaba en la voz. Lo hacía ver adorable pero atractivo. Su mano iba tomando la mía con firmeza.

— Lo hizo porque te quiere—dije mirándolo y en ese pequeño instante casi caigo, JungKook me agarró a tiempo, pero mi mano se había aferrado a otra persona, el chico me miró con cierta gracia y lo reconocí, era Oh SeHun.

— Cuidado—sonrió de lado al verme. Agradecí para mis adentros que estuviera solo— ¡JungKook!

— SeHun—imitó el gesto. Eso no me gustó, ¿Significaba que eran amigos? —Danbi, él es un nuevo amigo del curso. Es bueno con la cámara.

— Vamos, no me des todo el crédito—golpeó su brazo en forma de broma—Mañana te veo, adiós—se alejó de ambos. No pude evitar mirar a Kookie, éste al notarlo frunció el ceño sin saber qué pasaba. ¿Enserio no lo sabía?

— ¿Desde cuándo son amigos?

— Desde ayer, SeHun fue asignado a trabajar conmigo en una sesión de fotos que debemos presentar la próxima semana—explicó echando un vistazo alrededor y luego a mí—Creo que no podré ir este sábado.

— ¿Qué? —lo miré como si estuviera loco—Hablamos con ellos y dijimos...

— Lo sé, pero debo hacer esas fotos para presentarlas...

— No me interesa, fuiste tú quien planeó esto—acusé. Sí, estaba molesta, muy molesta pero también decepcionada— ¿Por qué escogiste este sábado? ¿No puede ser el domingo?

— No fui yo el de la idea, SeHun cree que deberíamos salir de eso de una vez, acabar con las fotos, deben ser veinticinco de su parte y veinticinco de mi parte—explicó. En vez de enojarme, suspiré bajando la vista cruzándome de brazos—Lo siento, Danbi.

— ¿Estás castigándome por lo que hice? —miré mis botas como si fueran lo más interesante del mundo. Lucían pequeñas a diferencia de las suyas. El chico me abrazó con ternura, acarició mi espalda dándome mala espina. Su silencio lo dijo todo, tomó mi mano llevándome a la recepción donde tomamos asiento en uno de los sillones negros— ¿JungKookie?-acarició mi mano. Estaba muy serio.

— Voy a contarte esto porque no me siento cómodo mintiéndote—guardó silencio unos minutos. Miré sus ojos oscuros esperando— ¿Recuerdas cuando me preguntaste sobre las novias? —asentí—Te dije que habíamos terminado porque ya no me gustaba como era...

Algo hizo clic en mi mente. Kai vino a mi cabeza al igual que sus palabras, para mi desgracia, el chico no me había mentido.

— ¿Qué pasa? —insistí.

— Ayer me la encontré aquí en recepción por casualidad—contó—IU está en el curso de música y canto. Comenzaba ayer por la tarde...

— Pero te fuiste con ella—acusé interrumpiéndolo—Me dejaste sola porque estabas molesto y no me diste la oportunidad de explicarme.

— Danbi...

— Estuve preocupada por ti pensando lo peor, pensé en ir a tu casa, pero no quería preocupar a tu madre—bajó la cabeza sabiendo que estaba mal lo que hizo—Te defendí cuando Jin insistió en reprocharte, pero en vez de llamarme llegaste en su auto—me miró al instante confuso.

— ¿Cómo sabes que llegué en su auto?

— ¿Por qué llegaste con ella cuando tienes novia? —levanté mis cejas—Si esto será así no quiero tener esta relación, tal vez somos mejor como amigos que como algo más—tomó mi mano con fuerza negando con la cabeza.

— No, no, quiero estar contigo—afirmó—Entre IU y yo no hay nada, lo prometo, ella sabe de ti, sabe que eres para mí, no debes preocuparte...

— Lo dice el chico que hizo una escena porque rocé la mano de otro—volví a interrumpirlo. Kookie suspiró serio apretando aún más mi mano—No debes estar celoso, Kai es un idiota.

— No debes estar celosa, IU es buena chica.

— La estás defendiendo.

— No la estoy defendiendo—rodeó los ojos. No me creía eso, de hecho, debido a ese detalle las ganas de salir mañana se me habían quitado y un golpe de inseguridad me alcanzó. JungKook podía volver con su ex, podía dejarme, de repente la idea de no tenerlo más me asustó—Danbi, oye, mírame...

— Si serás así de celoso por cualquier chico que conozca...—no acabé. Él ya sabía lo que pasaría. Tomó mi barbilla mirando mis ojos, me mantuve en silencio observando todo en su rostro, no quería preocuparme por la idea de perderlo y no quería ser paranoica. En pocas palabras, no quiero ser posesiva con él.

— Separarnos no es la mejor opción. De hecho, creo que nos sentiríamos peor.

— Quiero ir el sábado—cambié el tema al recordarlo—Quiero que salgamos con los chicos y quiero que vayas, JungKook—suspiró—Hablo enserio.

No quise contarle a mi madre lo sucedido quizás porque lo veía innecesario y al mismo tiempo privado, si los dos teníamos problemas tendríamos que arreglarlos nosotros mismos. Jin me había escrito por la tarde y después me llamó, quería saber si Kookie se había portado mejor, tampoco le comenté sobre las dudas del chico al querer faltar. No me agradaba que ese SeHun estuviera trabajando con él, es amigo de Kai y con eso ya desconfío.

Sí, lo sé, no hay que juzgar por la primera impresión, pero tengo el presentimiento. Mi madre había llegado con gripe del trabajo, estaba muy mal, tuve que prepararle un té de miel para calmarla, papá había llamado en ocasiones para asegurarse como seguía. Casi no lo veía desde que trabajaba para el señor Jeon, quizás pudiera hablar con JungKook para que ayudara a que cambiaran su horario.

Mientras terminaba de responder algunas preguntas sobre el arte para la clase, mi celular vibró en la cama. El número era desconocido, confundida contesté:

— ¿Hola?

— Buenas noches, querida. ¿Estás ocupada? —era una voz masculina. Se escuchaba burlona y profunda al mismo tiempo.

— ¿Disculpe? Número equivocado.

— No, lo anoté muy bien, eres Danbi Yoon, ¿no? —levanté una de mis cejas—Sé qué sabes quién soy.

Y sí, ahora lo sabía.

— ¿Cómo conseguiste mi número? —exigí saber. Agradecí para mis adentros que mi madre durmiera y no estuviera caminando por allí limpiando.

— Vaya, suenas muy seductora cuando te molestas por el celular.

— Y tú suenas muy idiota coqueteándome.

— ¿Le dirás a tu novio? —bufó—Te recuerdo que te engaña.

— No, no lo hace y no quiero hablar de ello así que voy a colgarte...

— ¿No quieres saber cómo conseguí tu número?

— No me lo dirás.

— Lo haré, verás, SeHun tuvo el celular de tu novio unos minutos para buscar algunas imágenes de su presentación de fotos y por accidente leyó algunos mensajes...

— ¿Qué demonios te crees que eres? ¿Cuál es tu problema? ¿Tu amigo acaso no podía usar su propio celular?

Sabía que ese mal presentimiento se debía a algo.

— Ya te lo dije, tu novio es muy inocente y cualquier mentira la cree.

— ¿Qué quieres, Kai? —en mi voz se notó el cansancio junto a la desesperación—No tengo tiempo para juegos tontos ni para obsesiones estúpidas.

— Quiero que abras los ojos, a simple vista eres una buena chica que vale oro y ese tonto no te valora, no merece estar contigo.

— No me digas, tú debes estar conmigo—hubo silencio. Rodeé los ojos negando con la cabeza—Amo a JungKook, llegaste tarde, eso no cambiará...

— Nunca digas nunca.

— Mejor duerme, Kai y déjanos en paz, avísale a SeHun, gracias—colgué cansada de esas tonterías.

— Mamá—susurré acariciando su cabello. Entreabrió sus ojos y besé su frente—Debo irme a clase, ¿Estarás bien?

— ¿Te irás sola? —susurró con voz ronca.

— JungKook acaba de llegar—sonreí de lado—No te preocupes, papá me escribió, dijo que pediría permiso para llegar antes, avísame cualquier cosa, por favor—susurré.

— Ten cuidado.

— Lo haré—besé su frente despidiéndome. Salí de la habitación bajando las escaleras con el bolso en el hombro, cerré al salir de la casa sintiendo los rayos del sol, la nieve todavía no desaparecía y el frío no se iba del todo.

— ¿Está mejor? —preguntó acariciando el dorso de mi mano.

— No, desde hace días viene sintiéndose mal—suspiré—Anoche le preparé un té, me desperté en la madrugada y papá estaba con ella intentando bajarle la fiebre...—se detuvo sin soltarme.

— Volvamos.

— ¿Qué? Faltaremos al curso, eso no es...

— Tu madre es más importante, ella lo vale todo y en estos momentos está enferma, te necesita—insistió. Jaló de mí sonriéndome de lado—Te lo digo por experiencia, Danbi—abrazó mis hombros y besó mi mejilla mordiéndola luego. Había extrañado ese gesto.

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Foto de Oh Sehun 😉