Capítulo 3
Mi madre había hablado con mi doctor, el hombre estaba seguro que volvería a lastimarme, pero no pudo hacer mucho, una de las enfermeras cambió mis vendas por última vez, terminé de abrigarme bien saliendo con ella de aquel hospital. En cuanto el aire frío me golpeó sonreí estremeciéndome, era agradable respirar algo diferente. Un taxi nos llevó directo a casa, mi madre también lucía más contenta de estar en casa, en la sala estaba el árbol de navidad, los adornos navideños se encontraban puestos en su sitio, de niña ansiaba recibir regalos y todavía con veinte años sigue emocionándome.
— ¿Quieres algo de comer, Danbi?
— De hecho, quiero ir a dormir un poco.
— De acuerdo.
Subí a mi habitación con mi bolso, cerré detrás de mí al entrar y salté sobre mi cama dejándome caer en ella.
Desperté por la noche en medio de la oscuridad de mi habitación, me acurruqué más con las sábanas sintiéndome cómoda incluso con el frío. Miré a la ventana donde la nieve seguía cayendo, debajo de mi puerta la luz se encontraba encendida, suponía que mis padres seguían despiertos. En la mesa de noche estaba mi celular, me había olvidado de aquel aparato por completo, lo recogí encendiéndolo, como era de esperarse no llegó ninguna notificación, a excepción de un mensaje nuevo que tenía de un número desconocido.
Lo único que había era una carita sonriente.
— Dime que no es él—susurré decidiendo llamar. No me importaba la hora, quiero saber, ¿Qué demonios hace con mi número?
Después de cinco repiques contestaron con voz adormilada.
— ¿Hola?
Su voz causó tantas emociones en mí, pero sólo me acurruqué más con mis sábanas hablando bajo por mis padres.
— ¿Qué demonios haces con mi número? ¿Quién te lo dio? ¿Cómo lo conseguiste? ¿Qué demonios te pasa, JungKook?
De nuevo tardaron en contestar, supuse que se estaba quedando dormido de nuevo o estaba analizando quien le estaba hablando.
— ¡JungKook!
— Estoy escuchando, perdón, pero es muy tarde para hablar de esto, Danbi—escuché un bostezo. Imaginarlo con aire somnoliento me causó ternura—Por cierto, bonito nombre.
— Responde las preguntas.
— Tus padres me lo dieron, yo se los pedí—volvió a bostezar—Además no te preocupes, Jimin también lo tiene—me dejó atónita—Cualquier cosa si no estoy cerca puedes llamarlo también.
— ¿Estás hablando enserio o me estás tomando el pelo? Apenas conozco a ese chico—del otro lado hubo silencio—JungKook si te quedas dormido juro por Dios que en cuanto te vea...
— Es gracioso escucharte enojada.
— Estás loco.
— No, tú lo estás.
— No, tú.
— Lo estaba, pero estoy trabajando en ello.
— Déjame en paz, no debes hacer esto.
— ¿Te repito lo mismo otra vez? —suspiró— Danbi, ve a dormir, mañana nos veremos.
— No, nos veremos, no sabes donde vivo.
— Tus padres me dieron la dirección—señaló divertido—Existe algo llamado "mensajes de texto"
— Ahora te burlas de mí.
— Un poco, sí.
— Eres malo.
— No lo soy, aprenderás a quererme, créeme—lo imaginé sonriendo. Sorprendentemente ya lo hacía, JungKook era tan adorable que era imposible no quererlo— ¿Ahora me dejas hablando solo?
— ¿Debo decirte Kookie o JungKook?
— Como te sientas cómoda, Kookie me dicen las personas de confianza y las chicas suicidas que suelo rescatar.
— Dijiste que era la primera.
— Ahora de enojada pasaste a estar celosa—bromeó. Me enfurruñé más rodando los ojos.
— Hasta mañana—colgué.
Por el desayuno mi padre ya se había ido, mamá terminaba de preparar la comida mientras yo veía algunos vídeos en Internet. Todo estaba relativamente tranquilo, cuando iba a comenzar a comer tocaron a la puerta y mi madre fue a revisar.
Mojé la tostada con el huevo y lo llevé a mi boca dándole un gran mordisco teniendo mis mejillas llenas de comida, bebí un trago de limonada y al bajar el vaso casi me atraganto al verlo.
— Danbi, Jeon JungKook vino a verte.
Cubrí mi boca con mi mano sintiendo el ardor en mis mejillas sonrojándome por la forma en que me había visto, ¡¿Este chico no sabe lo que es el desayuno?! Si que estaba ansioso de ayudarme. El muchacho sonreía divertido por mi actitud mientras que yo luchaba por tragar.
— Lamento si interrumpí...algo—noté su burla—Pero creí que habría tráfico y vine temprano sin saber que llegaría temprano.
— Tranquilo, no pasa nada, ¿Quieres que te sirva algo? ¿Ya comiste?
— Oh, sí, no se preocupe, además, creo que Danbi ansía comer más.
Mi madre limpiaba los platos del desayuno, JungKook me siguió a mi habitación y al entrar se deshizo de su chaqueta quedando con un suéter negro, el chico sabía llevar bien ese color. Sus ojos echaron un vistazo a cada rincón de las cuatro paredes, no tenía mucho, pero si abundaban libros y él lo notó.
— ¿Te gusta la fantasía? —se sorprendió mirándome.
— Leo de todo un poco pero ese género abunda en mi lista—expliqué— ¿Lees también?
— Leía, por eso reconozco algunos libros...
— Ahora te dedicas a la música—interrumpí. Sus mejillas se sonrojaron— ¿Tocas un instrumento?
— Guitarra y piano—asintió.
— Hubo un tiempo que intenté tocar la guitarra, mi padre aprendió las notas completas, pero yo sólo lograba tocar tres—el chico siguió mirándome de brazos cruzados— ¿Por qué te burlas de mí?
— No me estoy burlando.
— Si lo estás, mira tu rostro.
— No puedo verme a mí mismo, es imposible—sonreí de lado empujándolo—Recién comenzamos y ya estás dejándolo ir.
— Puedo ser cruel como antes.
— Cruel fue llamarme en la madrugada—señaló.
— Estabas quedándote dormido, eso fue grosero—golpeé su brazo sin mucha fuerza—Nunca dejas a una chica suicida en línea, puedes dormir, pero jamás despertar.
— ¿Qué clase de amenaza es esa, Danbi?
— Sabes a lo que me refiero—recordé algo—Oye, ¿Cómo está tu amigo? ¿Jimin?
— Oh, bien, en estos momentos debe estar en la universidad...
— Igual que tú.
— No, mis clases son por la noche algunas veces—ladeó su cabeza— ¿Qué me dices tú? ¿Estás estudiando?
— No, dejé la universidad, tenía un año en Idiomas, quería trabajar en una embajada o una empresa donde necesitaran traductores.
— ¿Y qué pasó?
— Comencé a faltar, una cosa llevó a la otra y comencé a lastimarme en el baño de la universidad—expliqué. JungKook escuchaba con mucha atención como si temiera perderse algo y eso me gustó—Al desmayarme por la sangre en una clase fue que todo se reveló.
— ¿Antes no pensabas en suicidarte?
— Siempre tuve problemas con mis emociones, soy muy sensible y....—negué con la cabeza. Estaba hablando de más todavía—Cuéntame tú, ¿Quisiste suicidarte porque perderías a tu madre por el cáncer?
Toda su dulzura desapareció, noté algo de tristeza y decepción en sus ojos. Suspiró bajando un poco su cabeza para verme mejor unos minutos, caminó por mi habitación viendo algunas fotos.
— Sentía curiosidad, no lo hacía por ella.
— ¿Te gustaba hacerlo?
— Claro que sí, lo encontraba satisfactorio, sonará enfermo, pero me gustaba—susurró. JungKook podía ser delgado pero su espalda ancha lucía muy atractiva para cualquiera—Luego, cuando mi madre me descubrió y mi padre se enteró, ambos me apoyaron, estuve en un psicólogo por un tiempo.
— No me sentiría cómoda hablando con alguien que sólo analiza el problema, pero no lo entiende a profundidad.
JungKook me miró ante eso.
— Y les pasó como a los tuyos, les dijeron que sería mejor un centro psiquiátrico, ambos se negaron y aquí estoy.
— Pero debe haber una razón por la cual mejoraste, algo que te hizo despertar...
— Querer estar vivo, Danbi, llega un momento y no importa lo mal que estés, pero llega un momento en el que sólo quieres eso, estar vivo—se encogió de hombros sonriendo apenas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro