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Capítulo 29

  — Puedes escoger el que sea de tu interés—señaló la biblioteca de su habitación. El cuarto tenía colores pasteles sin volverse cursi, la ventana daba una hermosa vista con la nieve cayendo, los árboles estaban cubiertos por un manto blanco al igual que todo lo que los rodeaba, seguí con el pijama puesta al igual que Kookie y su madre. Mientras el chico limpiaba los platos abajo, la señora Jeon me había traído aquí.

— Gracias—sonreí un poco. Miré los primeros libros leyendo el resumen por la parte de atrás, la madre de JungKook leía mucho romance lo cual me dejaba en claro que era una mujer además de dulce, romántica.

— Y.... ¿Cuándo lo dirán o lo mostrarán?

— ¿Qué? —seguí echando un ojo.

— Que son novios—la miré al instante deteniendo lo que hacía. Sonrió con una picardía parecida a la de su hijo—Ya todos lo saben, pero...sería bonito escucharlos decirlo.

— Yo...—no supe que decirle. ¿Gracias tal vez? — ¿Está de acuerdo?

— ¡Claro que sí, Danbi! ¿Qué clase de pregunta es esa, jovencita? —acusó con gracia cruzándose de brazos— ¿Qué mejor chica para JungKook que tú? —sonreí por eso. No me veía como el mejor ejemplo pero que a los padres de mi novio o al menos a la madre le cayera bien debía ser bueno— ¿Están cuidándose, cierto?

— ¿Qué? —mis ojos se abrieron como platos y puedo jurar que mis mejillas iban a explotar.

— Sé que son jóvenes, que esta clase de temas les incomoda, pero...no creo que estén listos aún para hacerlo sin protección...

— ¡No! —me apresuré a interrumpirla—Disculpe, pero no, no, no hemos hecho nada.

— Danbi...

— No miento, lo juro, su hijo fue muy respetuoso conmigo, no pasó nada—mis manos temblaron un poco. Estaba nerviosa, no creí que ella diría eso, si hubiera pasado con mis padres podría ser algo más...aceptable pero que la señora Jeon creyera que nosotros lo hicimos anoche me incomodaba. Honestamente no estaba lista para estar con JungKook de esa forma.

— Creeré en ti—señaló.

— ¿Por qué? —esa voz me hizo estar tensa. No quería hablar de eso con él, bastante apenada estaba. Por suerte cambió el tema— ¿Conseguiste algo de tu interés? —señaló los libros.

— Estaba revisándolos y creo que...

— Oh, disculpen, atenderé esta llamada—la señora Jeon se disculpó por su celular que había comenzado a sonar dejándonos a solas unos momentos. Intenté no ver a JungKook mucho tiempo, me había avergonzado mucho, quizás más de lo normal pero bueno, era primera vez que esto me pasaba. Me decidí por fin por tres libros, los llevé a la habitación del chico guardándolos en mi bolso, Kookie estaba muy callado, simplemente se mantenía en el marco de la puerta de brazos cruzados mirándome.

— ¿Qué?

— ¿Debo creer que mi madre te dijo algo?

Sonreí con nerviosismo.

— No, sólo...me contaba de algunas opiniones sobre diferentes libros—intenté mentir, pero sus ojos se entrecerraron. Obviamente no me creía—No me hagas contarte porque me da vergüenza—eso lo preocupó y se acercó.

— ¿Qué te hizo? ¿Qué te dijo? ¿Te trató mal? —preguntó rápidamente. Me levanté callándolo con mi mano en su boca.

— Tu madre jamás me trataría mal, es una mujer muy dulce y buena—miré sus ojos—Sólo conversamos cosas de chicas que no puedo contarte—aparté mi mano.



La tormenta de nieve disminuyó al día siguiente, tomé un baño colocándome algo de ropa de la madre de JungKook, tenía muchas prendas de mi talla, la clase iniciaría en unas horas y no me daría tiempo siquiera de ir a casa. Sentía cierto agotamiento en mi cuerpo.

— ¿Por qué estás sola a esta hora? —tenía mis brazos cruzados sobre mi mesa y mi cabeza estaba metida en ellos. No me hacía falta verlo para saber de quién se trataba—Algo me dice que esta tormenta no ha sido de tu agrado, Danbi.

Levanté mi cabeza apartando algunos mechones de mi cabello, el chico lucía más abrigado ahora, esa bufanda negra alrededor de su cuello le asentía muy bien. Recordé los celos de JungKook y el cómo creía que siendo rudo me encantaría.

— ¿No tienes muchas amistades en esta clase, cierto?

— Es tu culpa por haber hablado conmigo—se encogió de hombros. Los demás alumnos comían lo que habían traído y conversaban entre sí, hoy se veían más animados a charlar.

— Yo no hablé contigo, tú apareciste de la nada.

— ¿Vas a negar que me mirabas el primer día? —levantó una de sus cejas. Bueno, eso era cierto, pero de igual manera.

— ¿A dónde quieres llegar?

— A ningún lado, simplemente me gusta molestarte—bromeó con ese tono serio. Su voz fue algo seductora—Y me parece gracioso ese chico que se hace llamar tu novio.

— Kai, no quiero ha...—me interrumpió.

— No entendí que pretendía demostrar con ese beso y esos amigos que tiene son...—dejó la oración en suspenso negando con la cabeza. Me enderecé en mi asiento—Ahora mírate, estás molesta, pero intentas pensar lo que dirás sin parecer tonta.

— ¿Siempre tienes tu ego tan elevado?

— Mi ego siempre está bien, gracias por preguntar.

— Eres una molestia—bufé negando con la cabeza. Apoyo su mano en mi mesa rozando la mía.

— Te gusta que lo sea.

Lo miré teniendo su rostro algo cerca, no era tonta, sabía lo que intentaba y si no era así entonces será mejor aclarar las cosas. Para empeorar la situación, por sobre el hombro del chico pude notar que en el marco de la puerta un muchacho de cabello castaño se giraba marchándose. Me levanté de inmediato dejando a Kai allí, salí casi corriendo del salón alcanzando a JungKook tomando su mano, pero me soltó.

— Oye, ¿Qué haces aquí?

— Nada, simplemente quería verte unos minutos en el tiempo libre—se giró mirándome— ¿Tú que haces? —Ese tono lo conocía muy bien y esa seriedad...

— No pienses lo que no es...

— No lo hago, sólo me pareció ver que mi novia tenía buena compañía con el chico que le dije que no hablara—señaló. Suspiré rodando los ojos—Ve con él, no quise interrumpir su charla.

— Estás siendo exagerado.

— Estaba a centímetros de ti, sus manos se rozaban, ¿Crees que exagero, Danbi? —levantó una de sus cejas acercándose.

— No voy a discutir, ya hablé de esto—miré el reloj del pasillo. La clase empezaría en dos minutos, cuando iba a regresar sentí la mano de Kookie aferrarse a mi brazo, su fuerza me lastimó un poco—Suéltame.

— No, no puedo quedarme callado y de brazos cruzados, ese chico no me agrada...

— JungKook, me estás lastimando.

— Y tú estás dejando que te coquetee—acusó. Aunque sea cierto estaba siendo muy celoso—Dijiste que supuestamente no era tu amigo.

— Y te dije que no debes sentirte inseguro—intenté retroceder—Suéltame, me estás lastimando—repetí. Algunos chicos o chicas que pasaban veían la escena, JungKook tenía más fuerza de la que creía, sabía que sus reacciones agresivas no eran su culpa sino de su subconsciente. Era como cuando me descubría queriendo lastimarme, algunas veces piensas en ello sin quererlo. Al pensar en las palabras las dije al instante— ¿Acaso quieres lastimarme, Kookie?

Y eso fue suficiente, sus ojos se mostraban vacíos, sin ningún brillo o emoción, soltó mi mano alejándose. No aparté la vista de él hasta que desapareció girando al final del pasillo.

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