Capítulo 28
Tenía mucho frío, me aferraba a las sábanas arrugando la nariz sintiendo algo caminar por ella, al volver a sentirlo cubrí esta con las sábanas sintiendo mi cabello rozar mis mejillas, junto a mí algo se movía y entonces, al sentir el cosquilleo en mi oído me moví inquieta escuchando una risita. Gruñí cubriéndome por completo, incluso bajo las sábanas esa molestia seguía allí.
— Déjame dormir.
— Buenos días, Danbi—su brazo me rodeó apretándome contra su pecho. Me quejé murmurando sin abrir los ojos— ¿Quién estaba molestándome en la noche?
— Déjame—susurré. Sentía su respiración en mi cuello y su nariz rozarlo, no pude evitar moverme un poco cuando JungKook besó esa parte de mi piel. Entreabrí los ojos sin saber que pretendía, su mano la había llevado a mi cintura y la acariciaba apretándola con suavidad. Me causó gracia que ahora le gustara apretarme o acariciarme o morderme.
— ¿JungKook? —continuó en mi cuello subiendo mi camisa y lo detuve— ¿Qué estás haciendo? —mi corazón se disparó en cuanto ese roce con mi piel me recorrió entera.
— Shh—besó mis labios sin darme tiempo a quejarme. Me atrajo a él colocándome sobre sí, no pude evitar sonrojarme, sus manos acariciaron mi cintura dirigiéndose a mis muslos luego, no pude evitar sonreír como tonta separándome un poco, las sabanas nos habían dejado al descubierto de nuevo, encontré mis manos en su pecho y sus ojos lucían más oscuros, JungKook ya no lucía dulce.
— ¿Por qué haces eso? —pregunté.
— ¿Qué? —se levantó quedando sentado, deslicé mis manos por su pecho, su abdomen y....mientras bajaba me sonrojé, sus manos volvieron a apretar mis muslos, Kookie mordió mi labio inferior sorprendiéndome. El beso no fue tan dulce como me hubiera gustado y me dejó sin aliento, sus manos insistieron de nuevo en subir mi camisa, pero negué con la cabeza— ¿Qué sucede?
— No me gusta así—admití. Con la respiración agitada aclaré mi garganta—JungKook, estás siendo muy...intenso.
— Creí que eso te gustaría—fruncí el ceño—Tu amigo me dio esa impresión...
— ¿Sigues celoso? —bufé negando con la cabeza—Kai no es un amigo...
— No me agrada.
— Es primera vez que le pones atención—señalé. Besó mi cuello de nuevo causándome un cosquilleo y supe lo que hacía—No, no dejes marcas—lo alejé—Es estúpido, estás actuando como un niño.
— ¿No puedo sentirme celoso de mi novia?
— ¿Cómo demonios te lo explico? —comenzaba a desesperarme.
— No quiero que esté cerca de ti.
— Esto es estúpido—me levanté. Recogí mi cabello dirigiéndome al baño, pero Kookie jalo de mi muñeca con algo de fuerza, lo miré incrédula— ¿Sabes que hice con él? Lo callé cuando habló de ti, te defendí porque soy tu novia, tal como dijiste—avancé a él—Le dejé en claro que la persona que él supone que es inmadura o infantil es la persona que quiero—JungKook me miraba fijamente—No seas posesivo, por favor, sabemos lo que pasará si ambos explotamos y no quiero lastimarte—finalmente me soltó, besé sus labios unos minutos acariciando sus mejillas—Me gusta el JungKook que conocí en el hospital, no necesitas ser rudo conmigo—suspiró rodando los ojos abrazando mi cintura, rodeé su cuello con mis brazos sonriéndole dulcemente— ¿Qué te molesta en realidad?
— Nada.
— JungKook...
— Sólo que por mi cabeza pasó que tal vez...te interesen...otras...cosas—ni siquiera me miraba. Lucía nervioso.
— ¿Otras cosas como cuáles?
— Ese amigo tuyo lucía...interesante, ya sabes—no pude negárselo—Sentí algo de inseguridad y por un momento me imagino a ti con alguien así, antes de que me dejaras prefiero ser tan interesante o más que él.
Lo miré en silencio por unos minutos, ¿Estaba hablando enserio? ¿JungKook sentía inseguridad? ¿Era enserio? Era yo quien debía sentirse así, era yo quien debía colocarse celosa y era yo quien debería actuar de esa forma.
— No debes preocuparte por eso porque frente a mí está lo que tiene toda mi atención e interés—sonrió de lado mirándome por fin—Te pediré algo, bésame como lo haría el JungKook que conozco.
Se inclinó un poco para llegar a mis labios, sus manos tomaron mi rostro acariciando mis mejillas y esos labios rosados comenzaron a moverse con los míos en una perfecta sincronía. Sonreí un poco entre el beso dulce, lento, suave y tierno. Así era como me gustaba sentirlo, éste era el Kookie que conozco, volví a bajar mis manos a su pecho sintiendo la tela de su camisa estorbar, me atreví por primera vez a introducirlas debajo de ésta, la piel de JungKook era tibia y sentir su abdomen plano me hizo dejar escapar un jadeo. Seguí subiendo mis manos llegando a su pecho, volví a bajarlas como si quisiera aprenderme el camino de memoria.
Kookie liberó mis labios unos minutos estando tan agitado como yo, jamás había llegado tan lejos con un chico como ahora. Se sentía muy bien. Sus ojos miraron los míos atreviéndose con lentitud de subir mi camisa un poco, no fui capaz de verlo mucho tiempo y bajé la mirada a sus manos respirando con dificultad, sonreí de lado sintiendo un cosquilleo en el estómago al sentir a JungKook acariciar esa parte de mi piel.
Besó mi cuello subiendo más sus manos y tuve que detenerlo. Coloqué las mías sobre las suyas negando con la cabeza. Estaba confundido.
— No podemos...—expliqué. Aclaré mi garganta—No creo que estemos...listos.
Asintió acomodando mi camisa depositando un dulce beso a mi frente y claro, no podía faltar las mordidas en las mejillas.
El desayuno estaba listo desde hace unos minutos, la señora Jeon cocinaba exquisito y no dudé en hacérselo saber. Le había escrito a mi madre sólo para saber si se encontraba bien, papá había llegado justo a tiempo a casa así que no estaría sola. Dejé mi celular sobre la mesa pinchando algunas frutas con mi tenedor.
— Supongo que suspenderán las clases con esta nieve—comentó JungKook.
— Claro que sí, ¿Cómo crees que saldremos? —señalé.
— He visto las noticias en la televisión y dicen que esta tormenta de nieve será hasta mañana—la mujer tenía su cabello recogido en un moño. También estaba con su pijama—Espero que no estés incómoda, Danbi.
— No para nada, no se preocupe.
— JungKook me dijo que te gusta leer.
— Sí, así es.
— Tengo algunos libros en la habitación que quisiera darte, claro, si te interesan...
— Por supuesto—sonreí un poco.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro