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Capítulo 27

En la mesa había siete personas, Jisoo era exactamente igual a su novio en el carácter, juntos hacían bromas o reían de cualquier cosa, la chica me habría parecido tímida en otro momento, pero con Jennie allí cambié de opinión. Jimin tenía su brazo rodeando sus hombros, le susurraba algunas cosas al oído besando su mejilla en ocasiones consiguiendo cierto parecido a lo que hacía Kookie conmigo. Jin que estaba junto a mí estaba algo callado y concentrado en su celular, no había tocado mucho su plato.

— ¿Todo está bien? —me atreví a preguntar. Levantó la mirada de inmediato sonriéndome como lo haría mi madre.

— Sí, ¿Por qué?

— Te he notado un poco más...callado...

— Oh, no te preocupes, algunas veces soy así—regresó la mirada a su celular. Intenté ver lo que hacía, aunque estuviera mal, pero por como movía sus dedos supe que escribía un mensaje. Las risas en la mesa regresaron ganando algunas miradas de los demás.

— Entonces nos veríamos este domingo con todos los demás—comentó Jimin bebiendo de su vino. Jennie no bebía mucho, pero sus mejillas se llenaban por la comida, era muy adorable.

— ¿Iremos al cine? —Jisoo miró a cada uno—Podemos pasar un buen rato.

— Buena idea—apoyó su novio sonriendo orgulloso—Luego podríamos ir a la pista de hielo, en unas semanas no estará tan sólido ese hielo.

Sonreí de lado teniendo un buen recuerdo de eso. JungKook me había llevado al parque esa noche y a pesar de estar tensa por tener en mente que me caería, había disfrutado ese momento. El chico sonrió arrugando su nariz al notar que lo veía, me sonrojé sintiendo su mano debajo de la mesa posarse en mi muslo.

— Oh, casi lo olvido, Rose quiere verte—Jennie miró a Jin. Este sonrió y su rostro se iluminó—Supongo que le has escrito, pero dijo que su celular se dañó, se le cayó en un charco de agua.

— Es tu oportunidad, Jin—alentó J-Hope guiñándole un ojo y Jimin lo siguió.

— Tienes que conquistarla.

— ¿Puedes darme su número nuevo? —pidió con cierta pena. Sentí un suave apretón en mi muslo.

— Claro, dame tu celular—extendió su brazo y Jin se lo entregó. Bebí de mi copa sintiendo otro apretón seguido de una caricia.

— ¿Quién era ese chico, Danbi? —miré a J-Hope—Creo que te dijo algo antes de salir, ¿No?

— Oh, sí, está conmigo en el curso—expliqué encogiéndome de hombros. Jimin miró a JungKook quien seguía apretando mi muslo subiendo su mano—Se llama Kai.

— Es guapo—Jennie sorprendió a todos. Jisoo sonrió con gracia echando un vistazo a su móvil.

— ¡Yo soy guapo! —Jimin se quejó. Jin recuperó su celular con una sonrisa, hice una leve mueca de dolor apartando la mano de Kookie, no sirvió de mucho ya que volvía a repetir lo mismo y me parecía que lo estaba disfrutando.


Jisoo y Jennie habían anotado mi número, prometieron escribirme para una salida de chicas. Con los muchachos quedamos en reunirnos el domingo, al parecer la tal Rose iría y eso aumentó el interés de Jin. El taxi nos dejó en casa de JungKook, su madre nos recibió ofreciéndome algo de comer, pero ambos negamos.

— Sí, todo bien—me limité a decir con los brazos apoyados en el mesón.

— Ya tiene un amigo.

— ¿Enserio? —la señora Jeon sonrió emocionada—Eso es muy bueno, Danbi.

— No es mi amigo, sólo intercambiamos ideas—resumí. Si supiera que Kai lo veía como un niño jugando a ser adulto lo odiaría más. JungKook me miró incrédulo haciendo el gesto de la mejilla.

— ¿Arreglaste tu cámara?

Ambos iniciaron una conversación sobre cámaras, fotos, imágenes, resoluciones, etc. Decidí enviarle un mensaje a mi madre avisando que estaba en casa de JungKook, aproveché para finalizar mi dibujo escuchando comentarios positivos de la mujer, Kookie había ido a su habitación para cambiarse y dejar su bolso, su madre era muy curiosa pero no tonta, preguntaba lo más mínimo.

Cuando debía irme no pude abrir la puerta, JungKook intentó usar parte de su fuerza terminando con el hombro herido, afuera estaba lleno de nieve, en el rato que estuve aquí ninguno nos dimos cuenta que nevaba, la nieve impedía que saliéramos, algo nerviosa sabía lo que significaba.


— Puedo dormir abajo...

— Danbi—me miró fijamente—Dormirás aquí y punto, no te preocupes, no me muevo para nada cuando duermo así que no me sentirás—se giró caminando al baño cerrando detrás de sí. Miré la ropa que su madre me había dado, su padre se había quedado en casa de un amigo por la fuerte nevada. Algunos preferían no salir, algo dudosa me acerqué a la puerta del baño escuchando el agua correr, me cambié de ropa algo más tranquila colocándome el pantalón de dormir junto a una camisa manga larga blanca. Mis pies se mantenían protegidos por mis calcetines, dejé mi ropa junto a mi bolso cerca del escritorio en orden.

Estaba algo incómoda con la idea de dormir en su cama, su madre le había dicho que podía dormir en la sala para dejarme su habitación, pero él se negó diciendo que estaríamos bien. Suponía lo que su madre pensaba. Bostecé algo cansada y con algo de frío, fui a la cama cubriéndome con las sábanas sintiéndome lejos de la realidad, todo olía a JungKook.

Supe que me había quedado dormida porque desperté en la noche o parte de la madrugada, todo estaba muy oscuro para mi gusto. Las ventanas junto a las cortinas estaban cerradas, eso no me gustaba, me sentía ahogada entre la oscuridad, en casa acostumbro a dejar una ventana abierta para que un poco de luz entrara. Me levanté sin pensarlo abriendo las cortinas de la que daba a la cama, la luz de la luna entró, pude ver fuera que estaba nevando, todos dormían incluyendo a Kookie.

Estaba dándole la espalda a mi lado, sus labios hacían un puchero mientras estaba de brazos cruzados. Regresé a mi lugar sonriendo de lado, para recuperar el sueño tardaría una hora o más y si el quería quedarse tendría que soportarme. Me acerqué a su oído soplando con suavidad, se movió apenas tocando su oreja, intenté no reír molestándolo de nuevo. JungKook arrugó la nariz dormido, continué un rato hasta que se despertó, fingí estar dormida manteniéndome inmóvil y regulando mi respiración. Lo sentí moverse a mi lado sintiendo un peso en mi hombro. Al verlo lo encontré con su cabeza apoyada en él, iba a molestarlo tocando su espalda, pero mi mano se quedó en el aire.

— No—JungKook tenía la voz ronca—No—lo encontré tan gracioso que no pude evitar reírme bajo, pero él ya se había dormido de nuevo. A la hora pude recuperar el sueño.

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