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Capítulo 24

— ...pero no sé su nombre, sólo creo que es de esos chicos problemáticos—comenté sabiendo que JungKook no me ponía atención, estaba más concentrado mordiendo mi mejilla derecha que en lo que decía, pero aun así continué—Resulta un poco intimidante si lo piensas, ¿Crees que sus ojos sean naturales o....? —me sonrojé terriblemente cuando una pareja que iba pasando a nuestro lado se nos quedaba mirando. Caminábamos a casa para perder el tiempo, en la mía no habría nadie al igual que en la de JungKook— ¿Qué estás haciendo? —reí de repente sintiendo cosquillas—Kookie—me separé para que me colocara atención—Mis mejillas duelen.

— Es porque ahora están más rojas que antes—señaló con una sonrisa malvada. Me apresuré a intentar aliviarlas del sonrojo, pero me fue casi imposible. Kookie volvió a acercarse y retrocedí.

— No me muerdas, oppa.

Toda la diversión desapareció de su rostro y fue mi turno de reírme. JungKook pasó junto a mí con toda la seriedad del mundo. Intenté detenerlo, pero él seguía caminando.

— JungKook...—giró el rostro a otra dirección— ¿Enserio te enojarás conmigo? —noté su típico gesto que hacía con la lengua en la mejilla, realmente estaba molesto, sólo lo hacía cuando se encontraba así—Kookie—jalé su brazo.

— ¡Kookie! —ambos giramos encontrando un chico algo alto, cabello rubio, labios delgados, ojos oscuros y un arete plateado, sonrió dulcemente al verme, se acercó mientras lo reconocía—Debes ser Danbi.

— Eres...—tardé unos minutos en decir su nombre. Su voz era profunda—Espera, ¿Eres...TaeHyung?

— Acertaste—sonrió encantadoramente extendiendo su mano—Los demás se molestarán cuando sepan que te conocí. Bueno, excepto Jimin y Jin.

El chico lucía muy diferente a como lo vi en esa videollamada en Tokyo, en persona lucía más adorable a pesar de tener un aspecto...sexy de alguna manera. JungKook se había olvidado de nuestro problema y sonrió al chico abrazándolo.

— V—se notaba lo contento que estaba. Jamás lo había visto así por mí— ¿Qué haces por aquí? —se alejó un poco observándolo.

— Salí a comprar algunas cosas—mostró las bolsas que llevaba—Mi madre viene a casa para saber cómo va mi vida independiente—bufó negando con la cabeza—Sigue desconfiando de mí, quiero sorprenderla.

JungKook era unos centímetros más alto que V, su nombre me parecía mejor, TaeHyung, sonaba misterioso y le quedaba a la perfección. Noté cierta zona de confort que entre nosotros no había aún, fruncí el ceño sintiendo una extraña corriente de inseguridad recorrerme.

— ¿Necesitas ayuda? —ofreció.

— No quiero arruinar los planes que ustedes tengan...

Antes de poder hablar, JungKook se adelantó.

— No teníamos planes, Danbi debe regresar a su casa ahora—me miró. Levanté una de mis cejas encontrando muy infantil su actitud, realmente se había enojado, pero él se lo había buscado.

— De hecho, iré al centro comercial así que diviértanse, chicos—sonreí a TaeHyung—Gusto conocerte en persona.

— Igualmente.



Cuando era niña detestaba venir a comprar ropa, implicaba probarme algunas prendas que no me quedaban del todo bien, siempre terminaba sintiéndome gorda y horrible conmigo misma. Ahora seguía detestándolo, mientras caminaba mirando las vitrinas mordí mi labio, este no había sido el mejor lugar para olvidarme de la actitud infantil de mi... ¿Amigo con derecho? ¡Ni siquiera podía decirle novio! JungKook había sido muy tonto por enojarse por esa palabra y yo tengo la culpa de haberle permitido acostumbrarse a morderme las mejillas. ¡Son gestos estúpidos que no tienen sentidos! Suspiré negando con la cabeza, seguí caminando por unos minutos entrando a la librería, eché un vistazo a los libros sin ganas de comprar nada, sólo quería distraerme.



Llegué a casa dos horas después, mis padres me habían preguntado cómo había resultado mi primer día en el curso, resumí todo usando la típica frase: Todo bien. La música sonaba en mis audífonos, pero la interrumpí cuando iba a sacar mis llaves de la puerta, al introducirla en la cerradura miré hacia atrás cuando escuché a alguien venir corriendo.

JungKook respiraba agitado, hiperventilaba, su cabello se había despeinado por la carrera, sus mejillas estaban rojas por el frío y su bolso ahora lo traía en su mano derecha. Enarqué una ceja esperando una respuesta o explicación, pero el muchacho levantó su mano intentando recuperar el aliento. Cuando vi que una sonrisa burlona aparecía en su rostro entré a la casa dispuesta a cerrarle en la cara, pero me detuvo con su mano en la puerta. Su voz fue más grave y ronca causándome escalofríos.

— Lo...siento—aclaró su garganta. Me mantuve firme, con la frente en alto—No debí...actuar así...

— ¿Otro impulso de tu agresividad?

— No, esta vez...no.

— ¿Puedo preguntar algo?

— Lo que quieras—asintió al instante escuchando con atención.

— ¿TaeHyung te dijo que vinieras corriendo como si tu vida dependiera de ello? —bajó la cabeza pasando su mano por su cabello. Odiaba que le contara sobre nosotros a los chicos, pero...no quería enojarme de nuevo—Dices que confíe en ti, pero me dejas sola cuando te hago una broma.

— Lo siento.

— ¿No crees que a este punto me enojaría cada vez que mis mejillas terminan rojas por ti? —acusé. Sus ojos tiernos me miraron, parecía un cachorro abandonado esperando por algo de amor. Suspiré sin poder ser mala por mucho tiempo—Tienes suerte de que te quiera en poco tiempo, JungKookie.



Habíamos pedido algo para comer, nos encontrábamos en la sala con el televisor encendido, creo que ninguno de los dos colocaba atención a la pantalla, realmente teníamos hambre.

— TaeHyung y tú son buenos amigos, ¿No? —recordé ese abrazo de ambos además de la felicidad extraña.

— ¿Se nota mucho? —intentó masticar antes de hablar.

— Bastante.

— Los chicos saben que él y yo tenemos una amistad algo...diferente, Tae ha estado allí cuando lo necesito y yo para él también...

— Oh, entonces debe saber sobre tus cortes en la muñeca y sobre lo que sucedió en Tokyo—miré mi espagueti como si fuera lo más interesante del mundo. Al no obtener respuesta, levanté la mirada unos minutos consiguiéndome con sus ojos—Lamento recordarte que desde hace...casi un mes estamos apoyándonos mutuamente.

— ¿Estás celosa de Tae?

— ¿Por qué debería estarlo? —me encogí de hombros. El chico tragó lo que tenía en sus mejillas y se sentó junto a mí—No me muerdas—advertí causando una sonrisa divertida en sus labios—Hablo enserio.

— Tae es mi mejor amigo, no deberías estar celosa...

— No estoy celosa.

— ¿Entonces porque estás tan roja?

— Porque así soy, JungKook, me sonrojo por cualquier tontería...

— Eso no es un sonrojo, cuando estás molesta e intentas controlarlo te pones así.

— ¿Ahora me conoces tan bien como a tu amigo Tae? —lo miré cometiendo un error al decirlo. De acuerdo, está bien, no soy buena controlando mis impulsos y comentarios cuando estoy molesta. Me había delatado muy tontamente.

— ¿Puedo besarte al menos, Danbi?

— No.

Toda enfurruñada a él no le importo y terminó besando mi mejilla abrazándome de una manera tierna. Intentó hacerme cosquillas haciendo que mi seriedad durara pocos minutos.

— Tae es un amigo, además, mi gran interés está frente a mí ahora mismo.

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