capitulo 81.
Sheila
Me levanté de la cama sintiendome tan mal, me prometí a mi misma que no iba a llorar nunca más por él. Se sentía como si estuviera deshecha por dentro, no creo que esto haya sido solo por mi culpa.. el, ha estado demasiado incredulo conmigo pero apesar de todo lo quise hacer parte, ¿como puede ser posible que despues de todo lo que pasamos haye solo esa solución de dejarme? no necesito a mi psicologa, honestamente no tengo ganas de hablar con nadie pero aun asi debo salir de la casa para evitar pensar, ademas de que debo ganarme el maldito dinero o estaré en la misería.
Dejé mi mochila sobre la mesada que estaba en el gimnasio y suspiré, tengo que sonreír como idiota y fingir que esta todo bien aunque no lo esté. Tengo clientes, y tengo responsabilidades tambien, asi que aunque sea debo poner mi mejor cara.
- ¡Buenos dias, bella flor! - me di la vuelta y vi al señor Simons.
Alto, cabello rubio rizado corto y una sonrisa que ilumina todo el lugar. Varias de las instructoras se mueren por el, pero yo solo lo veo como el señor mayor que viene al gimnasio para mantenerse, aunque no lo necesita ya que parece que conoce esto desde hace un largo tiempo.
- Buenos dias, estire y yo regreso en unos minutos. - sonreí y el me tomó la mano.
- ¿Por qué esos ojos oscuros están tan tristes? - dijo con preocupación en la voz.
Hice una mueca y me sentí completamente desnuda, mis ojos se cristalizaron un poco y el solo me soltó, acarició mi cabello y besó mi frente como descubriendo que lo necesitaba era eso en estos momentos.
- Podemos ir a hablar si lo necesitas. - negué. - o directamente ir a ejercitar, tengo que reponerme de mi operación de rodilla.
- ¡No bromee! aun siento el tirón en mi rodilla desde la vez que sufrí ese accidente. - el solo sonrió. - gracias, y mejor vaya a calentar.. iré a prepararme.
- Está bien, pequeña.
Asentí sonriendo como amargura, Michael solía decirme "pequeña", maldita sea.. tal parece que todos los adultos se comportan asi o solo yo veo eso porque soy una estupida que no supera al idiota de Michael Jackson.
- ¿Que pasó, Sheila? - dijo Gabriel entrando con el diario en sus manos. - ¿como es que se acabó tu relación con Michael?
- ¿Como lo.. - me acerqué y le quité el diario. - ¡Que mierda es esto! - dije sorprendida.
Basicamente estaba publicada la noticia de nuestro rompimiento, creo que Jackson se las ingenió para dejarme en claro que esto habia sido todo.
- ¿Por qué?, ¿no eran la pareja del año? - arqueó una ceja.
- No digas tonterías.. - susurré sintiendo un dolor en el pecho. - no somos pareja, ya no más. - dije decidida.
- ¿Leiste la nota? - negué y le entregué el diario. - dijo que tú no eras lo que el necesitaba y que estaba en su mejor momento para ponerle toda su atención a sus hijos.
- Es un idiota. - dije sintiendome dolida. - iré a entrenar..
- ¿Segura que estas bien para hacerlo?
- Es lo unico que me ha salvado de mis depresiones, ¿como puedes preguntar algo asi?
- Lo siento. - bajó la mirada.
Tomé una toalla y me recogí el cabello, estaba lista para seguir mi rutina.. pero eso se habia quedado en mi cabeza, creo que no fui lo suficiente o simplemente queria librarse de mi desde hace mucho y ahora encontró la excusa perfecta.
- Estás palida, niña. - levanté la mirada hacia el señor Simons.
- Estoy bien.. - susurré sintiendome algo mareada, no tiene que ser otro estupido ataque. - necesito que comencemos con la rutina.
- No. - dijo el y me haló la mano para que me sentara a su lado. - no estas bien, estas palida... ¿quieres ir a casa?, ¿hablaste con Gabriel? deberías tomarte el dia.
- No, ¡No, no! - grité levantandome de su lado.
Todos voltearon a verme y yo solo me sentí avergonzada, tomé mis cosas y me dispuse a salir.. me siento mal al haber reaccionado de esa forma, el no tiene porque recibir ese trato de mi parte. Estoy jodida, malditamente jodida y enojada con Michael..
- ¡¿Que está pasando?! - me di la vuelta y Gabriel me tomó por los hombros.
Ese momento fue como volver a quebrarme en mil pedazos, mis lagrimas comenzaron a caer y en un acto cobarde por ocultar mi dolor me cubrí el rostro como una niña pequeña.
- Tranquila.. apuesto a que esta doliendote demasiado, pero debes entender que las cosas pasan por algo. - suspiró. - ven. - dijo y sentí sus brazos a mi alrededor.
- No, no quiero la compasión de nadie. - dije intentando que me soltara.
- Lo siento, no sé que decirte.. quiero que entiendas que intento ayudarte.
- No te pedí ayuda, pidele perdón por mi parte al señor Simons.. no fue mi intención, entiendo si ya no quieres que venga. - me subí a mi moto.
- No digas eso, no hay problemas y no.. no voy a decirte que no vengas, tendras que trabajar y no voy a ser asi solo por esto que pasó. - acarició mi mejilla. - tus ojos estan tan tristes.
Solo bajé la mirada y revisé mi bolso, saqué las gafas y me las coloqué.
- Perdón. - resoplé. - ten un buen dia, nos vemos mañana.
Iría a cualquier lado que no sea mi casa, no tengo ganas de que esas paredes me ahoguen, tengo mucho guardado y no quiero que encerrarme se convierta en lo mas parecido a una terapia.
Michael
- Paris, no puedo estar con alguien si siento que le estoy haciendo mal. - dije mirandola.
Se habia cubierto con las mantas de su cama y no queria mirarme, está molesta... mejor dicho, todos estan molestos conmigo, me hacen sentir un miserable. Todos se quejaron de la pequeña entrevista telefonica que di, yo solo queria que los paparazzi dejaran de molestar con el tema y que ya no la acosen como lo han estado haciendo recientemente.
- ¡Dejame, papá! - dijo aun debajo de las sabanas.
Suspiré y me rasqué la nuca con frustración, ya no sé que hacer.
Fui hacia mi habitación y le marqué a Karen, sé que ella me ayudará al menos para entender un poco lo que debo hacer, estoy demasiado desorientado.
- Michael Jackson, ¿que necesitas? - dijo con un tono gracioso.
- Estoy apunto de matarme.. - suspiré con frustración. - necesito hablar contigo.
- ¿Acerca de lo del diario?
- Si.. es que..
- Espera, no hablemos acerca de esto por telefono.. invitame aunque sea a tomar una botella de vino.
- Bien.. vamos a un lugar especial.. al mirador.
- Genial, nos vemos ahí.
- Te veré luego.
Corté la llamada y me miré al espejo, no tengo ganas de estar escondiendome y mucho menos de andar con juegos y soportando a todos. Necesito ver a Karen y escucharla para saber que opina acerca de todo.
- ¿Donde? - preguntó Bill mirando al frente ignorandome.
Está molesto conmigo porque corté con Sheila, tiene el derecho pero me molesta que esto tenga que afectar nuestra relación de amistad.
- Al mirador, por favor.. - dije algo triste.
Siento que estoy solo en el mundo ahora mismo, todos me odian y nadie entiende mis razones.. es como si todo ellos quisieran manipularme, y no quiero eso.. eso no me agrada, aunque sea mis hijos deberian entender mi situación.
- Buenas noches, Mikey. - dijo mi amiga al verme y me abrió sus brazos de par en par.
- No sabes como necesitaba esto.. - susurré abrazandola. - me siento destrozado.
- Lo sé, pero quiero que me expliques que es lo que pasó..
- Lo haré, pero vamos a sentarnos mas cerca del mirador.. - tragué mirando aquel lugar.
Era mi lugar espiritual, casi siempre estaba vacio.. pero no lo hubiera conocido sino fuera por Sheila, ella me ha traido cosas buenas a mi vida.. y es injusto que yo esté constantemente echandolo a perder.
Karen
Michael estaba sentado a un de la entrada del lugar, miraba hacia la nada y se notaba realmente pensativo. No he estado al tanto de nada ultimamente por eso es que me siento algo mal, y al parecer han pasado cosas en su vida amorosa y muy fuertes.
- ¿Quieres comenzar? - pregunté mirandolo y cruzando los brazos.
- Lo arruiné, me sentí amenazado por ella y simplemente la eché de su trabajo y terminé con lo nuestro.. - su voz tenia dolor.
- ¿Por que terminaron? tienen que haber mas razones, ¿en que sentido te sentias amenazado?
- Ella estaba intentando meterse a mis cosas personales y yo solo no queria, no me entendía y me decia que estaba haciendo las cosas mal cuando no era asi y... - alguien nos interrumpió.
- ¿Podría darme permiso de pasar? - ambos levantamos la mirada.
Los ojos de aquella chica estaban tan hinchados, su mirada se encontró con la de Michael y se sintió como algo tan fugaz, bajó la mirada y yo me moví para dejarla pasar. Caminó rapido hacia una motocicleta y se subió poniendose el casco y dejando sobre la vereda otro que traia muy aparte.
- ¿Como es capaz de dejar a Jack? - Michael susurró.
- ¿Que? - dije confundida.
El, solo se levantó y fue hacia ese casco apenas ella se fue, lo alzó del suelo y se quedó hincado ahí abrazando esa cosa contra su pecho.
- ¿Que pasa? - pregunté perdida.
- Era ella.. - susurró y luego me miró. - la extraño demasiado, pero siento que soy una puta mierda en su vida.. se preocupa demasiado por mi y eso le afecta, la he visto preocupada por mi y no lo debe hacer..
- Michael, aveces eres un idiota y debes admitirlo. - dije mirandolo y crucé los brazos. - creo que se debe a la falta de comunicación que has experimentado en estos años.
- No es eso, simplemente no me gusta que intenten entrar a mi vida y cambiar todo.
- ¿Y que es lo que intentó cambiar? - arqueé una ceja.
Aunque el no lo acepté suele ser tan terco aveces, y seguramente la chica no es ninguna tonta que se deja llevar por lo que el dice.
- Mis medicamentos, ella quiere que los deje.
- Yo tambien quiero lo mismo. - me agaché a su lado. - ¿desde cuando cuidar de ti se convierte en una invasión a tu privacidad?
- No lo entienden, simplemente sin esas cosas yo ni siquiera estaria aqui.. ¿sabes cuantas noches me ha costado dormir?, ni siquiera puedes hacerte una idea de lo que he pasado como para juzgar mis cosas. - el se puso de pie. - perdoname, pero creí que serias mas comprensiva.
- Lo soy, pero cuando estas mal tú debes darte cuenta y no dejar a una persona que busca tu bien. - lo miré fijamente. - sé que la amas y sé que luchas con eso dentro tuyo que te dice que todos son una amenaza, Michael me prometiste que dejarias esas cosas y no lo hiciste.. me duele verte de esta forma, pero te vale una mierda tu vida.
- ¡Claro que me vale una mierda! - dijo alterado. - ¿acaso sabes que la unica razon por la que aun estoy aqui son mis hijos? no podria matarme sabiendo que los dejaría en manos de cualquiera.
- No cuidarás de ellos eternamente, y si tu quieres estar con ellos como dices no deberias consumir esas cosas.. esta acortando tu vida.
- Ya no voy a seguir hablando de esto. - dijo y me dió la espalda.
Fue hacia el auto en el que habia llegado y se fue, es un maldito inmaduro y orgulloso que no es capaz de pensar en los sentimientos de los demas.. he estado con el en sus momentos dificiles y por eso puedo entenderlo, pero creo que el no quiero ser salvado, a el le da igual lo que pase con el mientras que tenga vida para darles a sus hijos lo mejor. Lo quiero y por eso me duele ver como se destruye, la ama demasiado pero no es capaz de asumir que alguien quiere su bien.
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Espero que les guste.
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