Sheila

Mis manos estaban en su cabello, mis dedos enredados en sus rizos y aquellas lagrimas mojaban mi camisa, me sentía destrozada y tonta al haberlo dejado solo, debí ser yo quien se encargara de revisar esas cosas pero no pude.. solo por pensar en mi, me siento tan culpable al verlo llorar como un bebé entre mis brazos.

- Te juro que no queria que me molestara tanto, pero no quiero que ellos acosen a mis hijos.. es horrible, lo he vivido toda mi vida.. merecen una vida normal. - dijo y se sentó en la cama. - ¿podrias cuidar de ellos si alguna vez tengo que irme y no quiero llevarlos por miedo a que conozcan sus identidades?.

Negué y fruncí el ceño, es horrible sentirlo de esta forma.

- Michael, no debes vivir con miedo.. no es sano para tu mente, debes dejarlos como me dijiste. - acaricié su mejilla.

- Creí que ya lo habia superado pero veo una camara y comienzo a asustarme.. estoy mal, lo sé. - cubrió su rostro. - temo enloquecer y quizas ya ni me quieras.

- ¿Bromeas?, Michael yo te amo.. tu eres el amor de mi vida, ¿en serio crees que te dejaría en un momento tan dificil? - tomé su mano. - iremos a hablar con mi psicologa, lo necesitas..

- No quiero, no quiero hablar con nadie solo quiero que me dejen solo.. - se levantó de la cama y se acercó a la ventana.

- ¿Que haces? - pregunté confundida.

- Hay alguien en el jardin, es un paparazzi... lo sabia, no me dejaran en paz. - dijo haciendose para atras como si estuviera aterrorizado.

Me levanté y me asomé, no habia nadie.. solo los guardias, pero de ahí en mas nada que pudiera alarmarlo.

- Mike, tranquilo.. no hay nadie ahí afuera, quizas solo lo imaginaste. - sonreí e intenté abrazarlo.

- ¡No lo imaginé, esa persona estaba ahí! - dijo alejandosé y acercandose al baño.

- Tranquilizate, tranquilizate. - dije sintiendome algo asustada y confundida con su actitud.

- ¡No, no puedo! - dijo y se dió la vuelta rapido entrando al baño y cerrando la puerta.

- ¿Michael? - dije acercandome. - ¡Michael, abre la puerta! - dije empujando y sintiendo que el estaba del otro lado.

No me contestó y mucho menos se movió de la puerta, ¿quien sabe si intenta lastimarse a si mismo?, no podría vivir con esto..

- ¿Que está pasando? - me di la vuelta y vi a Blanket.

- No es nada, solo estamos jugando.. - dije y me sequé las lagrimas. - ¿donde está Grace?

- ¿Blanket? - Grace llegó a la habitación y me miró.

- Grace, lleva a los niños a sus habitaciones.. - dije mordiendo mi labio y sintiendome muy asustada.

En cualquier momento intentaría tirar la puerta abajo, me generaba ansiedad tener que pasar por esta situación. Ella asintió y llevó a Blanket fuera de la habitacion, comencé a intentar escuchar algo en el baño pero no oía nada.

- Michael, abreme la puerta.. - dije mientras respiraba con dificultad.

Solía pasarme, ataques de asma y eran fuertes cuando pasaba por situaciones muy estresantes.. pero este no era el momento adecuado para esto.

- Michael.. por favor. - dije apoyandome en la puerta e intentando calmarme. - ¡Michael! - intenté gritar pero era algo imposible.

Me senté en el suelo y miré a mi alrededor, todo se veía tan borroso y mi cuerpo se sentía muy pesado.

- Michael.. - susurré tocando mi pecho. - por favor, no te escondas..

Lentamente comencé a desvanecerme sin parar de llorar, ya nada de mi respondía. Lo unico que recuerdo es a  Bill entrando a la habitación gritando "¡¿Que te pasa, Sheila?!".

Michael

- ¡¿Que te pasa, Sheila?! - gritó Bill y en ese momento me asusté.

Me levanté del piso del baño y lentamente abrí la puerta, miré a Sheila en el suelo y me agaché a su lado, solo sostuve su cabeza y comencé a llorar.. ni siquiera entiendo que pasa, me siento tan mareado y desorientado pero sabia que tenia a la mujer de mi vida entre mis brazos, ella estaba inconsciente.

- Señor Jackson, mireme. - dijo Bill tocando mi hombro. - ¡Hombre, necesito ayuda!

Asentí y levanté a Sheila, ni siquiera pude sentir como si tuviese fuerza.. solo pensaba en que debia llevar a Sheila al auto, debia llevarla al hospital ahora ella es la prioridad..

- Michael, reacciona. - dijo Bill mientras yo me subía al auto.

- Perdoname, me siento tan ido.. - tragué pesado. - ¿está bien ella, verdad?

- Lo está pero necesitamos llevarla a un hospital. - tocó mi hombro. - por favor, te necesito cuerdo, ella necesita ayuda.

- Lo sé.. - suspiré y la miré.

Ella, estaba inconsciente y comencé a pensar en que tal vez esto fue mi culpa, mis ojos se llenaron de lagrimas al pensar en que yo provoqué esto con mi terquedad.

- Es mi culpa, debí salir de la habitación cuando me dijo que lo hiciera. - cerré los ojos. - Bill, ¿Soy una mala persona?, ¿crees que soy malo para ella?

Miles de preguntas venian a mi cabeza, tengo demasiados problemas internos y sé que tambien le afectarían a ella.. esto ya no se trata solo de mi, tengo a alguien a mi lado aparte de mis hijos, a ellos los he apartado de mis problemas porque son pequeños  y no quiero que se preocupen por un viejo tonto, quiero que tengan una infancia feliz y no que esten preopandose por mi.. solo quiero que sean felices, no importa mi mierda.

- No lo es, señor. - puso su mano en mi hombro. - usted es bueno para ella, ella tiene problemas con la ansiedad y tiene problemas de asma cuando pasa por mucho estrés o cuando tiene miedo, solo se preocupa por usted.. pero necesita abrirse para que ella se sienta calmada.

- No es bueno hacer sentir mal a la persona que amas, no quiero que ella este asi.. - suspiré pensativo.

Me sentía tan triste, no quiero que tenga una vida infeliz como la mia en estos ultimos años.. solo quiero ser feliz con ella y hacerla sentir como que lo nuestro vale, no puedo estar haciendola llorar cuando yo tengo mis ataques de estupidez.

- Esta bien, pero juntos pueden mejorar.. solo deben hablar y aclarar un par de cosas, pueden compartir sus problemas y buscar soluciones juntos.

- ¿Que soluciones podriamos encontrar a todos mis problemas? - hice una mueca. - lo pensaré mejor.

Tratar de encontrar una solución a todos y cada uno de mis problemas será dificil, de hecho creo que sería imposible.. la unica salida sería morirme y volver a nacer para no cometer errores y confiar en gente que no me conviene, pero apesar de todo sé que Sheila no estaria en mi vida si todo volviera a comenzar y me asusta eso.. no me podria imaginar en otra vida sin ella o sin mis niños, solo quiero sentirme libre de todos mis problemas, solo necesito escapar.

Llegamos al hospital y la ingresaron al rato, dijeron que el desmayo se predujo debido a una falla en sus pulmones a causa de un ataque de ansiedad.

- ¿Te sientes mejor ahora? - dijo mirandome con una sonrisa.

- ¿Y preguntas eso?, yo deberia estar preguntandote esto.. - tomé su mano. - por favor, perdoname.

- No es tu culpa, es que estas mierdas pasan cuando no deben. - aclaró su garganta. - quiero que vayamos a mi psicologa.

- Lo haremos.. haré todo lo que desees si eso significa verte feliz. - besé sus nudillos. - eres mi todo, no queria que esto pasara.

- No es la culpa de nadie. - sonrió. - pero yo sé que podremos con esto..

- ¿Me prometes que no me dejarás solo?

- Prometo que estaré ahi cada vez que me necesites.. de hecho estaré contigo cuando necesite estudiar, seré policia y juro que voy a ser tu orgullo. - rió.

- Ya me siento orgulloso de ver como cambiaste tu vida y lograste una de tus metas, estaría orgulloso de ti incluso si trabajas en la calle levantando residuos. - reí. - te amo, por favor perdona a este viejo tonto.

Me acerqué a ella y besé sus labios.

- Mi viejo tonto. - sonrió.

Asentí con algo de timidez y luego la abracé, haré lo mejor que pueda para hacerla feliz.. no me importa que me este desmoronando por dentro, haré lo posible para que ella esté feliz.

●●●●●●●

Espero que lo disfrute.

Comenten y voten.