Sheila

- ¡Eres un trampozo! - le dije entrando corriendo a la casa.

Estabamos jugando con bombas de agua y terminé empapada, Michael es demasiado rapido y yo no soy tan lenta pero el pudo conmigo, ahora tengo mucho frio y quiero matar a Michael. 

Me quité la ropa mojada y la dejé en el cesto de ropa sucia, estaba solo en bragas por la habitación, revisé un poco mi maleta para buscar algo de ropa y entonces sentí una de sus manos tocar mi hombro, levanté la mirada y nuestros ojos se encontraron. No debí confiarme tanto, estoy practicamente desnuda frente a el.

- Ya iba a ducharme solo estaba buscando ropa.. - dije nerviosa y me puse de pie.

- ¿Puedo ayudarte? - preguntó poniendo sus manos en su espalda.

- Solo iré a ducharme unos minutos y saldré.. - dije caminando hacia el baño.

El, iba detrás de mi como si estuviese acechandome. Suspiré y entonces me quité las bragas, me dió un poco de vergüenza ya que el estaba parado en la puerta mirandome y yo tan descuidada.. mi vello pubico me hacia sentir algo nerviosa, pero Michael pareció no darle tanta importancia y entró detras de mi.

- Cuando termine de bañarte vas a sentirte tan relajada. - susurró en mi oido.

Comenzó a quitarse la camisa y sus zapatos, sus medias igual y entonces se quitó el cinturón de su pantalon.

- ¿Por que estoy asustada? - susurré y el solo sonrió.

- Te da vergüenza mostrarme tu cuerpo por eso.. - susurró y bajó sus mano a mis partes femeninas, acariciando mi vello pubico. - pero no te preocupes, me gusta..

- Tienes razón.. - tragué saliva de forma pesada.

- Relajate y entra a la ducha. - dijo sonriendo y yo asentí.

- ¿No te quitarás el pantalón? - le pregunté mirandolo y el negó.

La ducha estaba caliente y lentamente metí mi cuerpo en ella, me di la vuelta y vi a Michael siguiendome, sus rizos no tardaron en mojarse y su pecho igual. Sus manos acariciaron lentamente mi trasero, suspiré intentando calmar mi ansiedad y entonces sentí como una de sus manos acarició mi cintura y lentamente la puso entre nuestros cuerpos, toco mi clit lentamente y yo solo jadeé un poco.

- Dijiste que lo harías en la noche.. - dije cerrando mis ojos e intentando ahogar gemidos al sentir sus dedos acariciarme de esta forma.

- Tu me provocaste, estabas desnuda en mi habitación. - dijo y lentamente me dió la vuelta.

- ¿Que haces? - le pregunté viendo hacia la pared.

Sus manos comenzaron a masajear mi clit haciendo que todo mi cuerpo se calentara, mi trasero estaba apoyado en sus pantalones y el fingía penetrarme con ellos puestos.

- Oh, Michael... - dije tirando mi cabeza hacia atras.

- A esto me refería cuando decia que utilizaba mis dedos para otras cosas.. - dijo y comenzó a besar mi cuello.

Todo mi cuerpo estaba delirando al sentirlo, sus dedos comenzaron a moverse mas rapido y los musculos de mis piernas comenzaban a contraerse, lo oí gemir en mi oido y diciendome lo bien que se sentí al oirme de esta forma.

- Mm, ¿quien eres tú? - susurré cerrando mis ojos. - ah... Michael, no puedes estar haciendome esto.... - dije mordiendo mis labios.

- Si puedo hacerlo, mereces esto... - dijo y puso un de sus manos en mi pecho izquierdo masajeandolo mientras que con su otra mano seguia tocandome. - quiero sentir que tan mojada estas..

Sentí sus dedos bajar mas allá de mi clit y entonces uno de sus dedos rodeó mi centro haciendo que comenzará a temblar.

- Ahh... - me quejé al sentir como su dedo entró en mi.

Cerré los ojos con fuerzas y lentamente comenzó a meter y a sacar su dedo de forma continua, llevé mis manos a su cabeza y comencé a acariciar sus rizos.

- ¿Aun te duele? - preguntó en un tono inocente.

- No.. - dije sonriendo.

- Bien.. pero si algo no te gusta puedes decirme. - dijo y plantó un beso en mi mejilla.

Su largo dedo entraba en mi y hacia sentir en las nubes, no puedo ni pensar en lo que se sentiría tener su miembro.. de hecho tengo ganas de sentirlo ahora.

- Eres hermosa, me encanta tu cuerpo.. me encantaría follarte toda la noche.. - susurró en mi oido.

Tiré mi cabeza hacia atras y comencé sentir como lentamente me venía, gemí y el tambien lo hizo.. me encendía tanto que dolía. Sus manos abandonaron mi cuerpo y me senté sobre el inodoro, mi zona baja palpitaba y mis pies aun temblaban, asi que esto era un orgasmo... siendo sincera fue lo mejor que he hecho en mi vida.

- Espero que lo hayas disfrutado. - dijo acariciando mi cabello. - ahora debes ir a cambiarte, ¿o te gustaría tener otro? - sonrió de forma sexy.

- Si.. - susurré mirandolo.

- ¿Si qué? - dijo con el ceño fruncido.

- Quiero que me hagas tener otro orgasmo.. - susurré y el asintió.

- Sigueme a la habitación, voy a enseñarte algo que aprendí hace un par de meses atras.. - dijo llevandome de la mano.

- ¿Que es? - pregunté algo intrigada.

- Mira. - dijo mostrandome una almohada. - montala.. - me dijo mirandome con insistencia.

- ¿Montar que? - me sonrojé.

- La almohada, puedes sentir mucho placer al hacerlo... - dijo sonriendo ampliamente.

No estaba segura de esto, pero tampoco queria decir que no ante sus ojos tan penetrantes. Me subí a la cama y lentamente sobre aquella almohada, sentí su olor en ella y el solo se sentó a un lado de la cama. No tenia vergüenza de mostrarme ante el de esta forma, esto me gustaba porque sentía que el amaba mi cuerpo.

- Cierra los ojos y piensa en algo que te excite.. - susurró.

Cerré los ojos y comencé a imaginarme que estaba encima de Michael, comencé a moverme imaginando todos sus gestos y caras, lentamente comencé a entrar en el juego y sentia placer al hacer eso sobre la almohada. Abrí mis ojos y vi a Michael mordiendo sus labios, el estaba disfrutando esto pero yo queria que lo disfrutara en verdad.

- Ven aquí. - dije levantandome y estirando mi mano.

- Aun no has acabado, no debes hacerte eso.. - dijo tomando mi mano.

- Mike, quiero hacerlo.. - dije poniendolo frente a la cama.

- ¿Estas segura? - dijo acariciando mi cabello.

- Por favor.. - dije en un hilo de voz.

- Prometeme que si te lastimo vas a decirmelo.. - dijo y besó mi frente.

Lentamente me tiró hacia atras, mi espalda quedó sobre la cama y el simplemente acarició con la yema de sus dedos mi abdomen trasando lineas y haciendo que mi piel se erice.

- Aun no voy a dartelo. - sentí que puso sus manos a los costados de mi cintura. - quiero probarte..

- Por favor, hazme el amor.. - le dije frustrada.

El, solo sonrió y negó.

Su rostro fue a parar entremedio de mis muslos, arqueé mi espalda al sentir la punta de su lengua sobre mi clit.

- Oh... - gemí intentando mantener la cordura.

- Apuesto a que sabes muy bien. - dijo el y lentamente comenzó a chupar aquella parte de mi centro.

Mi cabeza daba mil vueltas y no voy a negar que queria moverme contra su boca, era el sentimiento mas placentero de mi vida.

- Asi... asi.. - susurré y entonces el levantó el rostro para mirarme.

- ¿Quieres que te haga el amor con mi lengua? - susurró sonriendo.

Asentí sonriendo timida y el lentamente comenzó a penetrarme con su lengua, puse mis manos en su cabeza empujandolo mas hacia mi centro, movía mi pelvis hacia su boca y el apretaba mis muslos haciendome sentir en la cima. Entre tantos espasmos, gemidos y caricias logré llegar a mi segundo orgasmo, honestamente estaba muy cansada y aunque no conseguí lo que queria igual disfruté lo que Michael me dió..

- ¿Lo hice bien? - preguntó el limpiando sus labios.

Sonreí timida y asentí, era una tonteria pero se sentía extraño el mirarlo y saber que lo tuve entre mis piernas haciendome sexo oral.

- Perdón por no hacerte el amor como querias.. es que queria que te sientas comoda, quiero ir de a poco contigo y hacerte conocer estas formas de amar. - chupó su labio inferior. - no quiero cepillarme los dientes.. tengo tu sabor y me encanta.

Suspiré hondo y cerré los ojos, fue una tarde noche realmente inesperada pero a la vez me encantó. Michael me hizo sentir una mujer, no puedo esperar a dar el siguiente paso..

- ¿Quieres un café caliente? tal vez te ayude con el frio. - dijo recíen bañado.

- Por favor, probablemente me enfermé y es tu culpa. - reí. - ¿podrias recostarte conmigo solo unos segundos? me encanta sentirte cerca.

- Es un honor, hermosa. - dijo y se puso detras de mi. - realmente me alegra que hayas disfrutado lo que hice por ti.. te amo. - besó mi mejilla.

Sonreí y cerré los ojos, su presencia me brindaba paz y me hacia sentir en un lugar desconocido donde solo estabamos nosotros..

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Espero que lo disfruten.

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