capitulo 58.
Sheila
Estaba sentada en frente de la casa mientras esperaba a Michael, quien ahora tenia una reunión con John Feldman, no escuchaba nada y eso me daba curiosidad ¿de que puede ser que estuvieran hablando?.
- Shei, ¿y papi? - dijo Paris viniendo hacia a mi.
- Está en una reunión ahora mismo, ¿que ha pasado con tu cabello? - le dije viendo como su cabello estaba suelto.
- Estaba buscando a papi para que me peine, ¿crees que tardará mucho? - mordió su labio.
- Estan ahí hace aproximadamente una hora.. ¿te gustaría que yo te peine? - dije algo nerviosa.
Quiero estar mas cerca de ella, de hecho, quiero que los niños me quieran porque quien sabe y en el futuro soy la esposa de su padre.. sonreí como tonta al pensar en esto.
- Por favor. - dijo emicionada y se sentó entre mis piernas. - ¿que vas a hacerme?
- Trenzas, muchas trenzas y asi te verás como una afroamericana. - sonreí y comencé a acomodar su cabello.
- Yo lo soy, ¿lo sabias? - dijo poniendo sus brazitos sobre mis rodillas.
- ¿A que te refieres? - pregunté sonriendo.
- Mi padre es afroamericano y eso me hace afroamericana tambien, somos iguales pero a la vez diferentes al resto. - al oirla sonreí. - a papi le gusta peinar mi cabello y contarme acerca de su vida en el pasado.
- ¿Tu padre tuvo muchas novias? - dije comenzando a hacer la trenza.
- No muchas, solo tres.. o al menos eso me dijo. - suspiró. - me dan celos cuando lo veo con una chica.
Tragué saliva pesado, creo que a Paris no le gustará nada que seamos pareja. Me quedé callada mientras me concentraba en sus trenzas, su cabello casteño era muy suave, aveces quisiera tener el cabello de esta niña en vez de estos rizos super exagerados.
- ¿Que es lo mas te gusta hacer? - preguntó.
- Me gusta mucho bailar y tambien practicar boxeo, aunque con lo de mi pierna aún no puedo. - sonreí. - ¿y a ti?
- Me gusta mucho jugar con los aros en mi cintura, soy la mejor en eso.. aunque me da vergüenza hacerlo en publico. - la sentí algo desanimada. - ¿Alguna vez te has sentido mal por como te ves?
No puedo creer que escucho esto de una princesa como ella.
- Me he sentido mal todos los dias de mi niñez y adolescencia, ¿por qué?
- Lo siento mucho, yo odio mi apariencia. - gruñó un poco. - me veo mal.
- Claro que no, Paris eres muy bonita y eres una niña unica.. esto no se trata de quien es tu padre, esto se trata de quien eres tu y dejame decirte, amiga. - la abracé un poco. - eres una niña hermosa y con un caracter fuerte, eres toda una mujer. - besé su mejilla.
- ¿Tu crees eso? - dije dandosé la vuelta y mirandome. - gracias, no creí que alguien me viera asi... ¿Sheila?
- Dime, cariño. - sonreí.
- ¿Crees que mis pechos van a crecer?.
- Tienes tan solo nueve años, ¿sabes que tienes muchisimos años para que se desarrolle tu cuerpo? - reí. - ¿por que preguntas eso?
- He visto que a los chicos le gustan las mujeres con eso.. pero creo que tienes razon, aun soy muy pequeña. - rió. - quisiera ser como tú.
- Cariño, no te lo recomendaría.. toda mi vida me he estado haciendo daño oyendo mas a los demas que a mi misma, creeme que hice muchas tonterias antes de ser quien ahora soy. - terminé su cuatra trenza. - ¿Te digo algo? presiento que vas a ser una chica hermosa y tus ojos iluminaran todas las habitaciones, eres la niña de papá y eso debe importarte.. debes saber aceptar lo que eres, porque tu eres hermosa.
- ¿Tu crees? - preguntó con una sonrisa.
- Claro que lo creo, solo no te dejes llevar por los estereotipos del mundo.. si el problema son los chicos te diré un secreto, aprendí esto cuando era mas joven. - reí. - sé tu misma, y verás que a los chicos les atraen mas las chicas autenticas.
- Tengo que poner en practica eso, gracias. - dijo sonriendo. - ¿Como esta quedando?
- ¿El peinado? te ves maravillosa, solo faltan dos.
- Esta bien.
Continué peinandola y luego de un rato habia terminado, me preguntaba porque Michael tardaba tanto y en eso oí la voz de Feldman decir "hasta luego y piensalo", no se que se trae entre manos pero siento que ese hombre tambien quiere su dinero.
- Nos vemos.. - me di la vuelta y vi a Michael razcar su nuca frustrado.
Cuando John salió a un lado de mi, me puse de pie junto a Paris.
- Papi, ¿te gusta mi peinado? - dije ella emocionada.
- Si.. te ves bien, iré a mi habitación. - dije con desanimo.
Michael se fue y Paris me miró como preguntandome que pasaba, encogí mis hombros y ella entró a la casa detras de el. Ahora me pregunto que pasará con el, no lo he visto tan frustrado desde hace tiempo y eso me preocupa, no quiero que Michael vuelva a estar frustrado y sintiendose mal.
- ¿Por que estas mal, papi? - dijo Paris.
Yo estaba escuchando a un lado de la puerta, tal vez a ella le diga lo que le pasa.. no lo sé.
- No es nada, cariño.. - suspiró pesadamente. - te ves muy hermosa con ese peinado, ¿te lo hizo Sheila?
- ¡Si!, es muy buena, ¿no? - dijo con emoción. - Tienes que decirle que te enseñe como se hacen y tu podras hacerlas tambien.
- Creo que es mucha ciencia para mi. - oí su risa. - me gustan mucho, pero creo que ese trabajo lo hace mejor ella..
- ¿Cuando iremos a Wonderland? - dijo ella mirandolo.
- Aun no, solo tienen que tener paciencia.. verán que cuando estemos allá no nos preocuparemos por nada y seremos felices, como una familia normal o tan solo una familia. - rió.
- ¡Me gusta! - dijo ella.
Me asomé un poco y la vi abrazandose a su pecho, Michael es un padre ejemplar y sus hijos lo quieren como si fuera uno mas de ellos, un amigo y eso no es algo que se ve todos los dias.
- ¿Como no enamorarme de él? - sonreí y suspiré.
- ¿Enamorarte de quien?
Me sobresalté al tener a Paris a mi lado, Michael estaba mirando en la esquina de la habitación con una sonrisa tonta.
- De nadie, solo estaba hablando sola. - sonreí nerviosa. - lo siento, voy a revisar el perimetro y... - Michael me interrumpió.
- Hija, tengo que decirte algo. - dijo acercandose a ella.
- ¿Si? - dijo ella mirandolo con una sonrisa.
- Sabes que les tengo mucho respeto a ustedes tres, y saben tambien que siempre lo mantendré al tanto de lo que este pasando.
Ay no, no, no, no.
Comencé a negar con la cabeza mirandolo y el sonrió mas.
- Queria contarte que Sheila y yo, somos pareja.. pero no le digas aun a tus hermanos, dejanos hablar con ellos. - se puso a su altura. - sabes que eres la niña de mis ojos y que sé que puedo confiar en ti.
- ¿En serio? - dijo ella y luego se dió vuelta para mirarme.
- Yo puedo expli.. - sus bracitos me rodearon.
Me quedé muda, no podia creer su reacción aun despues de haberme dicho que le molestaba ver a Michael con chicas.
- No puedo esperar a ver la reacción de los chicos, la otra noche hablamos de lo hermoso que sería que seas nuestra madrastra. - dijo sonriente.
Bueno, "Madrastra" no es la palabra que me gusta.. porque he oido solo de madrastras malvadas y eso no me gusta para nada, aunque tampoco preferiría casarme y que me llamen mamá, no pretendo ser su madre a menos que ellos lo quieran.
- ¿Entonces eso significa que me aceptas? - le dije mirandola con sorpresa.
- Claro que si, eres igual a papá de alguna forma.. - sonrió. - voy a mi habitación a hablar con Grace, ¿si?.
- Está bien, dile que no diga nada de esto.. ¿okay? - dijo Michael mirandola.
Ella asintió y se fue corriendo a su habitación, Michael suspiró y se sentó en su cama. Yo di un vistazo a mi alrededor, vi aquel espejo cubierto en el centro de la habitación y dos puertas muy bien cerradas, una supongo es la del baño pero la otra no tengo idea de que será.
- Aveces creo que me voy a morir de tanto estrés. - dijo el y se tiró para atras en la cama.
- ¿Que pasó? - dije sentandome a su lado pero no sin antes cerrar la puerta de la habitación.
- ¿Alguna vez has sentido que no vas a poder soportar algo? - preguntó y me miró. - siento que en cualquier momento me van a encontrar muerto.
- Michael, no digas esas estupideces. - dije molesta. - solo dime que pasa.
- Me piden que haga diez conciertos para el año que viene, me aseguran que esos seran buenos ingresos. - suspiró y se cubrió el rostro.
- ¿Por que simplemente no dices que no?. - fruncí el ceño. - ¿no crees soportar diez conciertos?
- Ya no soy un jovencito. - sonrió y se sentó en la cama. - tengo miedo de no poder dar todo de mi.
- No te eches abajo, tu puedes hacerlo..
- No puedo, todo el cuerpo me duele.. mi cabeza esta llena de miles de cosas y entre ellas encuentro el suicidio. - se cubrió los oidos y llegó sus rodillas a su pecho.
- No.. no digas eso.. - dije y lo abracé. - veremos la forma de que puedas conseguir dinero de otra forma, podemos conseguir dinero dando autografos o fotos.. no lo sé. - sonreir.
Escuchar a Michael hablar de esa forma me asustaba, el no es una persona que este diciendo cosas tan negativas y tengo miedo que eso se vuelva una loca idea en su cabeza y que desee hacerlo.
- ¿Autografos?, ¿fotos? - rió ironicamente. - ellos quieren un show, musica, baile y mucha diversión.. no tendré lo necesario si no lo hago.
- Solo piensalo, no te voy a presionar. - susurré y besé su frente. - me molesta que estes asi, cariño.
- ¿Como me llamaste? - dijo con una sonrisa.
- Cariño... creo que era hora. - reí. - solo piensalo, no te apures... - tomé su mano.
- Esta bien, gracias por estar conmigo y perdón por decir lo que dije.. - me abrazó. - ¿te quedas a dormir hoy?
- No lo sé. - sonreí de lado y entonces recordé algo. - Oh, ya estan comenzando a remodelar la casa, tal vez la proxima semana vaya a pintar.
- ¡Eso es genial y muy rapido! - acarició mi mejilla. - ¿puedo probar tus labios?
- ¿Desde cuando preguntas? - susurré mirando sus labios.
Nuestras bocas se juntaron y comenzamos a besarnos, sentí su mano acariciar mi espalda baja y lentamente me acercaba mas a el.
- Tengo que contarte algo.. - susurró dejando mis labios.
- ¿Si? - dije sonriendo.
- Sonará raro pero tuve un sueño algo desubicado contigo..- mordió labio y bajó la mirada. - solo no quiero que te enojes o pienses que te veo de forma sexual.
- No me molesta, esta bien.. - dije sintiendome rara. - No te preocupes, supongo que tambien he estado sintiendo lo mismo.. - acaricié mi nuca. - pero todo a su tiempo, quiero estar lista.. prometo que será una noche genial.
- Yo debería prometerte eso. - dijo riendo. - pero me hace sentir mas tranquilo el que lo sepas. - se acercó a mi oido y lentamente sentí sus labios besando mi cuello.
Sentí algo extraño y mis manos solo acariciaron su cabeza, disfrutaba de sus besos en mi cuello y de la tranquilidad de la habitación. Abrí los ojos cuando el se separó de mi y entonces lo miré mejor, el bulto en su pantalón hizo que mis mejillas comenzaran a quemar.
- Lo siento.. - susurró cubriendose con su mano. - creo que deberiamos ir a ver que hacen los niños.
- Claro. - dije nerviosa y me puse de pie.
En mi mente seguia esa imagen suya, el estaba tan avergonzado al haber tenido una erección y yo solo queria ver mas, pero debo esperar y controlarme porque no soy una adolescente..
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Espero que lo disfruten.
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