Sheila

Caminaba con Blanket a mi lado e ibamos hacia el zoologico, sé que no sale mucho debido a la gran fama de su padre y me encantaría que este sea un momento especial para el.

- ¡Mira hay gorilas! - dijo tomado de mi mano.

- Hay muchos animales. - sonreí y lo cargué.

- ¿Sabias que en Neverland teniamos leones, zebras y monos? - dijo mirandome con una sonrisa.

- No lo sabia, eso suena muy bueno.. creo que vi una foto de tu padre y habia un elefanta, ¿no? - el asintió. - es muy lindo, ¿que animal te gustaría ver primero? - le pregunté acomodando su cabello largo.

Conocía a muy pocos niños con cabello largo, pero a Blanket lo hacia ver demasiado tierno tener el cabello asi.

- ¿Haz oido hablar de un buho? - preguntó mirando hacia todos lados. - me dijeron que son muy grandes.

- Claro que lo son, ahora mismo te llevo a verlos. - dije caminando hacia la reserva de las aves.

- ¡Sus ojos son tan grandes! - dijo pegando sus manos a la vidriera. - ¿puedo bajarme? - asentí y lo dejé en el piso.

Era gracioso ver a Blanket tan emocionado viendo al buho, me recuerda a mi cuando vine al zoologico por primera vez.. aunque recuerdo que solían compararme con los hipopotamos y eso me lastimaba mucho, suspiré y dejé atras esos recuerdos para mirar al hijo de mi pareja.

- ¿Blanket? - dije dandome cuenta que no se encontraba frente a la vidriera. - ¡Mierda!, ¿Blanket, donde estas? - dije entrando en panico.

Caminé unos cuantos metros mirando a mi alrededor, no podia haberlo perdido de vista.. esto es muy irresponsable de mi parte.

- Hola, ¿ha visto a un niño pequeño, unos seís años, cabello largo y negro y ojos oscuros? - le dije a una señora que pasaba.

Ella negó y comencé a preguntarle a mas personas.

- ¡Hola!, estoy buscando a un niño de seis años, cabello largo y ojos oscuros..

- Creo que lo vi, entró al serpentario. - me dijo un jovencito.

- ¡Muchas gracias! - dije y corrí para entrar al serpentario.

No era buen momento, odio a estos animales y sé que si entro ahí me moriría ahora mismo.. pero Blanket está ahí, debo dejar de lado mi terror por estos horribles animales e ir por mi pequeño.

- Tu puedes, tu puedes. - dije automotivandome y dando vueltas en la entrada del infierno.

Entré sin mirar a los lados y entonces vi a Blanket al final del pasillo hablando con alguien, corrí hacia y cuando llegué me di cuenta de que quien estaba hablando con el tenia una serpiente en sus hombros.

- Pequeño, me asusté mucho.. - le dije tomando su mano. - ¿estas bien?

- Lo estoy, mira ella se llama Fefi y es una vibora no venenosa. - dijo mirando con emoción aquella cosa. - Señor, ella es mi mami y quisiera que pusiera a la vibora en sus hombros.

Miré a Blanket con una sonrisa, me dijo mami aunque no lo soy.. pero algo andaba mal, no pienso en que voy a hacer ahora mismo, siento que voy en panico cuando la tenga en mis hombros.

- Solo mantenga los brazos alineados y no se asuste o se molestará. - dijo el hombre.

Apenas sentí la piel de esa cosa rozar la mia quedé como en una especie de shock, no me queria mover ni tampoco ver a esa cosa en mis hombros.

- A papá le gustan las serpientes, soliamos tener dos en Neverland. - dijo acariciando como si nada al animal.

- Que bien. - dije tragando pesado. - quitemela. - le dije a aquel hombre.

- ¡Vamos, es muy linda! - dijo Blanket como si nada.

Cuando al final la sacó de mis hombros tuve las fuerzas para cargar a Blanket y salir de ahí, me hizo dar muchos sustos en un pequeño tiempo.

- ¿Te dan miedo las serpientes? - preguntó el jugando con mi cabello.

- Claro que si, casi me morí de un infarto.. - suspiré y me senté en la banca junto a el.

- Lo siento, papá siempre dice que si le tienes miedo a algo debes superarlo. - tomó mi mano. - algun dia te gustarán las serpientes tanto como a papá.

- Adoro tu optimismo. - reí. - me gustaría llevarte a ver a los animales acuaticos. - dije poniendome de pie. - y luego iremos por algodón de azucar.

- ¡Si, amo el algodón de azucar! - dije con una gran sonrisa en su pequeño rostro.

Nos paseamos por todo el zoologico y vimos muchos animales, Blanket estaba asombrado con todo lo que veía apesar de que habian animales que ya habia visto antes.. es un niño muy inteligente y sabe mucho acerca de cuidar a los animales.. en momentos como estos me doy cuenta de que Michael como padre es lo mejor que hay.

Michael

Caminaba de un lado a otro y de vez en cuando me asomaba a la ventana, estaba nervioso y queria saber como estaba mi hijo.. me siento como un padre que deja a su hija ir al baile de graduación con un chico, pero en este caso mi novia se lo llevó y aun no tengo noticias de ninguno.

- Mejor les hubieras puesto un horario. - dijo Bill riendo.

- ¿Creen que le esta dando mucha comida chatarra? - pregunté algo preocupado.

Confio en Sheila, pero no quiero que mis hijos consuman muchas cosas no saludables.. creo que soy un viejo aburrido pero es lo que pienso yo, de igual manera espero que ambos esten bien y que esten disfrutando la salida.

- Señor, con todo respeto creo que debe calmarse.. Sheila es una persona responsable, no pasará nada y solo le está dando un poco de diversión. - lo miré.

Quisiera haber salido con ellos, pero Sheila no me dejó y creo que eso es por la razón obvia de que la gente podria reconocerme a metros de distancia.. quisiera cambiar eso y poder pasar mis dias como una persona normal, pero no está lejos.

He estado hablando con AEG y tenemos algo grande para el proximo año, aun no me han dicho que es lo que realmente haremos pero el dinero que me ofrecen es demasiado y eso nos conviene si quiero comprar mi nuevo hogar para vivir bien con mis hijos.

- Llegó el auto. - dijo Javon desde la entrada.

Me asomé en la ventana y vi a Blanket bajar con una gran sonrisa en su rostro, me sentí mas aliviado al verlo y obviamente al ver a Sheila.

- ¡Papi, la pasamos genial! - dijo Blanket abrazandome.

- Me alegro, amor.. ¿donde estuviste? - le pregunté mirandolo.

Si rostro estaba pintado con acuarelas  al estilo de spiderman y en su mano derecha tenia una bolsita con dulces, miré a Sheila y ella solo nos miraba con una sonrisa.

- En el zoologico, vimos a actores callejeros, comimos pizza, chocolate y algodón de azucar y vi un gran Buho, Sheila tuvo una serpiente en sus hombros. - dijo riendo. - ella tenia mucho miedo.

- ¡Claro que lo tenia! - dijo ella riendo. - la proxima vez te pondré de cabeza dentro de la jaula de los monos. - sonrió.

- Me alegro que la hayan pasado bien, Blanket puedes ir con Grace y decirle que te duche. - besé su frente.

- Está bien, adiós, Sheila y muchas gracias por este dia super especial. - sonrió y la abrazó.

Podia verla cuidando de mis hijos a mi lado, esta era la chica de mis sueños.. ella es la indicada despues de tantos años.

- Y bien, ¿como estuvo su dia? - dijo ella una vez que Blanket se fue.

- Necesito un beso y te cuento. - sonreí  y la abracé. - estas tan linda hoy.

- Y sin ducharme. - sonrió y me dió un pequeño beso en los labios. - creo que tu hijo me hizo ganar peso, probamos casi todo lo que a el le llamaba la atención.

- ¿La pasaron bien?, ¿se portó bien? - pregunté acariciando su labio inferior con la yema de mi dedo.

- Claro, me llevé un susto pero nada grave.. gracias a el casi me da un infarto en el serpentario, era la primera vez que veía algo tan largo y grueso. - hizo una mueca.

- Lo malpensé. - confesé sonriendo. - supongo que tu te refieres a la serpiente de la que hablaba Blanket.

- Michael, debes alejar esas cosas asquerosas de tu mente. - sonrió con un toque de picardía. - la tuve en mis manos y fue como, no se como explicarlo.

- ¿No te gustan? a mi me encantan, son animales majestuosos. - acaricié su mejilla. - ademas creo que aun no has visto nada. - susurré en su oido y le di pequeños besos en la mandibula bajando a su cuello.

- Creo que me estoy excitando. - dijo y la miré algo nervioso. - lo siento, es que creo que este es el sentimiento.. disculpa por hablar asi. - bajó la mirada.

- Esta bien, no te preocupes. - sonreí y besé su frente.

Me encantaba verla y darme cuenta de que apesar de verse como una persona muy sensual tenia inocencia en su mente, estuvimos un rato de cosas tontas junto a Javon y Bill, la noche no pasaba tan rapido y chando Sheila se fue eran las diez de la noche, yo no estaba cansado en lo absoluto pero mañana seria otro dia y tal vez tendria mas cosas que hacer.

- Nada que esto no pueda solucionar. - dije mirando el medicamento.

Estas dos noches he dormido como un bebé y me siento mas energía, creo que Conrad esta vez hizo bien su trabajo. Dejé el medicamento a un lado y cerré mis ojos, pensaba en el hermoso rostro de Sheila hasta al intentar dormir.. ella es hermosa.

- ¿Mike? - abrí mis ojos algo confundido.

- Creí que te habias ido. - dije viendola en la entrada de mi habitación a muy poca luz.

- Queria pasar un tiempo contigo.. - susurró y cuando pude verla mejor vi aquella lenceria de encaje de la cual le habia hablado. - ¿Te gusta?

- Debo confesar que si.. - tragué saliva con algo de nervios. - pero no creo que sea correcto que estes aqui asi.

- Sé que querias verme asi. - susurró y lentamente se trepó a la cama. - Quiero que me des todo de ti.

Mordí mis labios al verla, su piel color  chocolate era algo fascinante y aquellos ojos marrones que se volvían mas oscuros me hacian delirar. Comenzó a besar mis labios y se puso sobre mi, sentí su piel desnuda en la piel de mi torso y entonces comencé a tomar las riendas de la situación. 

- Quiero que me hayas tuya.. - dijo mirandome.

Comencé a moverme y de pronto abrí los ojos, me senté en la cama y me di cuenta de que solo era un sueño.. soy un enfermo, me siento asqueroso ahora mismo.

- Se sintió tan real.. - susurró y me recosté boca arriba.

Cerré mis ojos nuevamente y entonces pensé en aquella piel, en esos ojos oscuros y en su voz tan excitante.. no podia estar pensando en ella de esta forma, es tan joven y tan inocente y yo aqui con mis ganas de hacerle conocer todo lo que sé..

Creo que me estoy volviendo loco por ella.

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Espero que lo disfruten.

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