Michael

- ¡Blanket, abre! - dije riendo.

Estabamos jugando con mi pequeño hijo y ha cerrado la puerta con llave dejandome afuera.

- ¿Señor Jackson, otra vez? - dijo Bill mirandome.

- Si, no sé como hace para dejarme siempre afuera. - comencé a reir. - ¿me abrirías la puerta?

- Voy por las herramientas. - sonrió.

Asentí y esperé, cuando Bill abrió la puerta corrí a la habitación de Blanket para hacerle cosquillas, me encantaba verlo sonreir.

- ¡Buenos dias! - dijo Grace entrando a la habitación. 

- Llegó Grace, ella te vestirá e irán a la casa de mi madre, ¿si? - le dije a Blanket.

- Está bien, ten suerte con Sheila. - sonrió timido.

- Muchas gracias, jovencito. - sonreí y golpeé despacio su cabeza. - Buenos dias, Grace. - dije mirandola.

- Buenos dias, señor Jackson. - sonrió.

Pasé a su lado de ella y fuí directo a mi habitación, debía darme una ducha y prepararme para esta noche.

- Es muy temprano aun para prepararse. - dijo Bill viendome. - ¿cree que hoy pueda hacerle la propuesta?

- No lo sé, espero poder hacerlo.. pero cuando estoy con ella no puedo ni hablar, es algo raro. - confesé y me tiré a la cama.

- Confio plenamente en ustedes. - dijo él tocando mi hombro.

- Yo tambien, ella me ha dicho que le gusto tambien... tengo esperanzas. - sonreí. - ¿Crees poder dejarme conducir hoy a mi solo?

- Claro que si, Sheila va a cuidar de usted. - golpeó mi hombro.

- Yo cuidaré de ella tambien, me haces sentir poco hombre. - reí. - Ella es muy fuerte, es una mujer admirable.

- Lo sé, cuando estabamos en una pandilla ella solía ser quien entraba a robar a los supermercados. - lo miré algo asombrado.

- ¿Robaba?

- Eramos jovenes y queriamos estar en la honda de ese tiempo, al final lo dejamos porque Sheila habia tenido un par de problemas con las drogas. - sonrió. - es una broma, pero si solía drogarse.

- ¿Ella lo seguirá haciendo? - dije algo preocupado.

- Claro que no, ella no lo necesita.. eramos jovenes y estupidos, por eso nos metimos en esas cosas. - rió. - tengo que ir a llevar a los niños, solo le pediré una cosa.. no quiero que haga llorar o sentir incomoda a Sheila.

- Jamás lo haría, sabes que yo no haría nada que ella no quiera.. - rasqué mi nuca. - prometeme que vas a cuidar a mis hijos esta noche.

- Claro que si, y su madre me va a cuidar a mi. - se puso de pie. - nos veremos mañana, suerte.

- Muchas gracias, Bill. - dije agradecido.

Cuando el salió comencé a revisar mi armario, necesitaba ponerme algo suave, algo que no sea tan elegante pero que tampoco sea tan relajado.. ¿Y si me pongo la chaqueta que usé en thriller?,me reí por la estupidez que se me ocurrió.

- ¿Hola?

- Liz, soy Michael.. solo llamaba para hacerte una pequeña consulta.

- Claro que si, Mike.

- ¿Que sería adecuado para una cita en el mirador de estrellas?

- Unos jeans y una camisa negra, el negro te queda muy bien y deberias dejar tu cabello al natural.

- Muchas gracias, Liz... creo que me has salvado.

- ¿Se puede saber con quien saldrás?

- Es una chica especial, ella es hermosa y me encantaría presentartela algun dia.

- Me encantaría conocerla, espero que tengas suerte.

- Muchas gracias, tal vez al final de la noche termine con novia.

- ¡Eso suena muy emocionante, mantenme al tanto!

- Lo haré, gracias y disculpa por molestarte.

- Claro que no, siempre estaré aquí cuando me necesites.

- Adiós, y muchas gracias.

Corté la llamada y fuí corriendo  nuevamente a mi armario, ya tenia en mente lo que me pondría.. ahora solo espero que a Sheila le guste, es algo que realmente me tiene preocupado. Mi estomago comenzó a gruñir y miré el reloj en la pared, son tan solo las once de la mañana..

- Ahora entiendo porqué el hambre. - dejé la ropa sobre la cama y fui hacia la cocina para desayunar algo.

Tengo aún todo el dia para prepararme, pero aun asi me molesta porque quiero que las horas se pasen rapido. Mi telefono comenzó a sonar y al ver que era el numero de Sheila lo tiré sobre el sofá, jamas habia reaccionado de esta forma pero me sentía muy nervioso.

- ¿Hola? - dije poniendo mi mejor voz.

- Uuu, eso sonó muy seductor. - rió y yo sentí mis piernas temblar.

- Lo siento, estoy algo nervioso.. ¿como estas?

- Muy bien, solo quería hablar contigo.. me compré unos tenis. - parecía estar masticando algo. - Y una bolsita de nachos.

- Provecho, es muy temprano para que estes comiendo esas cosas.. yo apenas estoy desayunando un cereal con frutas.

- ¿Eso es un desayuno? probablemente eso me haría ir al baño. - rió. - ¿Y como va con lo de la cita?

- Muy bien, me relajo porque sé que todo saldrá bien.. ademas ya hemos tenido estos momentos antes.

- Pero no hemos tenido una cita jamas.

- Tienes razón, pero.. - escuché a alguien llamarme desde la entrada. - Creo que vino Javon.

-Esta bien, colgaré, pero nos veremos despues.

- Está bien.

- Adiós.

Corté la llamada y fui hacia la entrada, estaba Fernanda ahí y fue extraño porque le pusimos una orden de alejamiento, aun asi no me dió miedo o algo por el estilo.. pero queria que se largara.

- ¿Que haces aqui? - pregunté mirandola con curiosidad.

- Solo venía a decirte que me iré del país, y que ya he entendido que no debo estar detras de ti.. ni de ella. - bajó la mirada. - he tenido una cita con mi psicologo y me hizo entender muchas cosas..

- ¿Te sientes bien? - dije viendo como sus ojos se cristalizaron.

- Creí que podria ser como ella pero es imposible, y sé que no vas a amarme nunca. - estiró su mano. - solo quiero pedirte que te quedes con ella.. mi madre se irá del país conmigo al igual que mi padre.

- ¿Y no le dirán adiós a Sheila? - pregunté frunciendo el ceño. - se que pasaron cosas malas, pero ella merece saber que se irán.

- Claro que no, fue demasiado rapido.. - dijo y sonrió. - espero que la cuides y que le digas que lo sentimos por todo.

- Pero.. - ella solo dió la vuelta y se marchó.

No entendía nada de lo que habia pasado, anoche casi la desfiguró Sheila y ahora me dice que se irá del país con sus padres. No entiendo absolutamente nada, pero claramente le diré a Sheila esta noche.

- ¿Como pueden planear un viaje así tan pronto? - dije algo confundido.

Cerré la puerta y tomé otra vez mi tazón de cereales, creo que esto va a ser algo bueno para Sheila.. como tambien algo malo, porque ella adoraba a su madre mas que a nadie en este mundo. Aun asi estaré aqui para que se refugie en mi, no quiero verla triste.. nunca mas, ya fue demasiado para ella.

- Señor Jackson, creí que estaba en la cama aún. - dijo Javon y fue hacia la nevera.

- ¿Como entraste? - le pregunté confundido.

- Tengo una llave, bueno mejor dicho tenemos. - levantó la llave en su mano. - ¿le molesta si saco algo para comer?

- Claro que no, Javon, esta tambien es tu casa y toma lo que desees. - dije y fui hacia la habitación.

Puse algo de musica en mi reproductor y me puse a bailar un poco mientras pensaba en como haría para pedirle a Sheila ser mi novia, ya no soy un jovencito y no quiero andar con tantos rodeos.. pero el problema es que ella si lo es, y no quiero que mi proposición no sea lo que ella espera.

- ¿Señor? - miré hacia la entrada de la habitación. - ¿le parece si pido algo para almorzar?

- No, pide para ambos pagaré contigo. - dije sacando mi billetera. - compra algo de comida china o lo que desees.

- Tal vez unas hamburguesas, y coca cola.

- Pepsi para mi, gracias. - reí. - ¿crees que sería bueno que le lleve unos chocolates a Sheila?

- Claro que si, lleve tambien gomitas y cosas asi.. pero los favoritos de Sheila son los chocolates.

Digamos que apunté eso mentalmente, gracias al cielo compré chocolates el otro dia para darle como regalo a mis hijos por cada tarea terminada, pero al parecer ahora le daré todos a Sheila.

- Mmm, ¿Javon? - dije algo nervioso. - ¿podrias practicar conmigo?

- ¿Practicar que? - preguntó confundido.

- Es que le pediré a ella que sea mi novia y no sé si lo haré bien, estoy un poco desgastado. - aclaré mi garganta. - sé sincero si lo hago mal, por favor.

- Claro que si. - dijo poniendose a un lado de mi.

- Bien.. espero no ponerte incomodo. - suspiré. - aqui voy.

Me concentré y pensé en Sheila, era una tonteria lo que estaba por hacer pero tal vez Javon, que es mas joven, me ayude a mejorar.

- Bueno, ¿sabes? he estado pensando en algo.. estoy algo nervioso.

- No debería estarlo señor, finga que soy Sheila. - sonrió.

- Javon, ya estaba empezando. - dije frustrado. - bien, otra vez.

- Perdón, es que creí que me hablaba a mi.

Negué sonriendo.

- Como ya sabrás tu me gustas, creo que eres la persona mas hermosa que he conocido en todo este tiempo y.. - me quedé en silencio viendo a Javon sonriendo con emoción. - ¿que pasa?

- Es que, no todos los dias Michael Jackson te coquetea.

Comenzamos a reir los dos, no vamos a poder practicar nada si seguimos asi.

- Mejor sea directo, digale todo eso y luego preguntale si quiere ser tu novia, dirá que si.. hasta yo diria que si. - dijo riendo.

- Esta bien, dejame hacer un ultimo intento. - dije suspirando y preparandome.

Corrí bien mi cabello de mi rostro y lo miré serio.

- Te invité aquí porque he estado pensando mucho en lo que siento por ti, ¿que puedo decir? eres un ser humano hermoso y eres la razón por la que me encanta sal..

- ¡Esto es impresionante! - ambos nos exaltamos y vimos a Bill en la entrada de la habitación.

El, comenzó a matarse de risa mientras que yo sentía mis mejillas arder de la vergüenza. Definitivamente no puedo practicar con ellos, esto debe salirme natural.

- Estabamos practicando para la noche. - dije riendo. - no se puede hacer nada serio con ustedes.

- Lo siento, esta vez yo si me puse serio y estaba enamorandome de usted hasta que Bill llegó. - Javon se puso de pie y acarició su cabeza como una mujer. - No quiero ser tu novia si Bill está de por medio.

- ¡Son tontos! - dije comenzando a reirme.

Antes de ellos no recuerdo haber tenido una relación tan buena con mis guardaespaldas, me encanta que ellos sean quienes cuidan de mi y de mis hijos.

- Mejor vaya a darse una ducha que yo me tengo que volver a casa de su madre, Blanket olvidó su spiderman de juguete. - dijo Bill sonriendo. - tenga cuidado con Javon, es sospechoso.

- Callate, Bill. - dijo Javon riendose. - iré a la cocina y cuando esten los pedidos voy a llamarlo.

- Está bien, yo me ducharé. - tomé una toalla. - Y gracias por haberlo intentado.

- Ya basta, me sonroja. - simuló estar emocionado y salió.

Entré a la ducha y comencé a reirme ahí adentro, este año esta siendo el mejor de todos pese a algunas cosas. He conocido a personas maravillosas y hoy, posiblemente me reúniré con la chica que tiene loco, no puedo esperar a verla.

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Espero que lo disfruten.

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