capitulo 45.
Sheila
Llegué a la casa de mi padre y fuí directo a su habitación, tengo que hablar con el y pedir una explicación de porqué el no dejó a Michael verme. Oía gritos provenir desde su habitación y parecía ser una discusión o al menos eso pensaba, dejé de un lado mi camiseta y entreabrí un poco la puerta.
- ¡No vas a dejarme, no puedes! - gritó mi padre.
Me asomé un poco mas y pude ver a Elizabeth, en la cama llorando y con sangre en su labio y en su mejilla. Sentí tanto enojo al verla ahí.
- No puedo seguir contigo, ya no te quiero.. no puedo seguir soportandolo, y no puedo seguir tapando tus mentiras. - dijo ella cubriendose y llorando.
- Si me quieres, lo haces y yo sé que si. - dijo el tomandola del cabello y mirandola con una sonrisa cinica. - yo se que.. - lo interrumpí.
- ¿Que estás haciendo, papá? - dije frunciendo el ceño.
- Sheila, vete.. lo solucionamos nosotros.. - rogó Elizabeth sonriendo fingiendo que todo estaba bien.
- Claro que no, ¿que demonios estas haciendo, papá? - le dije acercandome. - sueltala. - le dije seria.
- No te metas en esto, Sheila. - dijo con ella aun en su mano. - estos son problemas de pareja.
- ¿A que le llamas problemas de pareja? estabas golpeandola, sueltala ahora mismo.. estas confundido y te arrepentirás de lo que estas haciendo. - dije e intenté hacer que el la suelte.
- ¡No te metas, Sheila! - dijo y la tiró a la cama.
Se vinó contra mi y me tomó del cuello.
- No debes meterte en lo que no te incumbe. - me dijo apretandome con sus manos.
- Papá.. debes parar, esto no esta bien.. - dije intentando que me soltara.
- No me llames papá, sabes que nunca hubiera deseado tener una hija como tu.. pero tengo que tenerte aqui, porque tu hermana me lo está rogando. - dijo y sonrió. - quiere que te aleje de el y ella lo tendrá y serán felices, asi como yo y Elizabeth.
- ¡Sueltame! - le grité y le di un puñetazo en la nariz.
No queria golpearlo, la violencia no es buena pero ahora que el esta demostrando sus verdaderas garras no pude evitarlo. Cuando el se cubrió la nariz tomé a Elizabeth de la chaqueta.
- Guarda tu ropa y pertenencias te vas conmigo. - le dije a ella mientras no le quitaba la mirada a mi padre.
- ¡La pagarás! - dijo tomando un cuchillo que traía a un lado de la cama.
- ¡No, Richard! - comenzó a gritar Elizabeth.
El intentó atacarme pero pude esquivarlo y tomé su brazo doblandolo, y haciendo que el cuchillo cayera al suelo, lo pateé lejos y lo empujé contra el placard.
- No te muevas de ahí o juro que te clavaré ese cuchillo justo en tu maldito corazón si es que tienes. - dije apuntandolo con el dedo.
Nunca pensé que llegaría a algo asi, mi mente me decía "¿En serio hicimos eso?" pero mi corazon me estaba gritando "No debes confiar en nadie", ahora lo creía y me dolía..
Elizabeth, guardó sus cosas y al instante salimos de esa casa. Creo que tuve la respuesta que necesitaba.. no dejó entrar a Michael porque tenia un plan con mi hermana, no puedo creer que me haya engañado fingiendo que tenia un gran corazón y que me queria en su casa. Todos la prefieren a ella.
- Te juro que no queria que esto pasara.. creí que no llegarías y presenciarías algo asi.. - dijo Elizabeth lloando.
- No digas eso, creo que fue lo mejor.. ¿sabes lo peligroso que seria estar mas tiempo ahi con el? - suspiré. - doy gracias al cielo que no llegué tan tarde.
- Muchas gracias, la verdad es que esperaba una reacción asi, pero no creí que fuera tanto.. - secó sus lagrimas. - podriamos ir a un hotel por esta noche.
- ¿Tienes donde quedarte en adelante?
- Tengo a mi hermana en Nueva York, asi que me iré cuanto antes.. ¿tu tienes?
- Conseguiré algo, mi jefe debe pagarme. - moví un poco mi pie. - creo que ya no me duele, no esperaba caminar hasta mi padre haberlo golpeado, sentí como si toda la frustración de todos los años anteriores fuera liberada. - suspiré y sonreí.
- Me alegro, y creo que debí decirte lo que Richard intentaba dejando que Michael no pasara a verte. - tocó mi hombro. - me has salvado la vida.
- Ya basta. - sonreí. - puedes subirte, ya nos vamos.
Subí a mi moto y la puse en marcha, ella llevaba su maleta por un lado y yo la mia, si lograbamos llegar a un hotel sanas y sin caernos sería un milagro.
Michael
- No puedo creerlo, me ha llamado por novena vez. - dije algo frustrado. - no entiendo cuando dejara de hacerlo..
- Señor, creo que deberia comenzar a preocuparse un poco por la chica.. espero que no le haga daño, pero no le puedo prometer nada, Fernanda es algo.. ya sabe. - dijo Bill tomando su cafe.
- Es horrible cuando las chicas hacen eso aun despues de decirles que ya no las queremos. - miré a Javon. - una vez, una de ellas fue a casa de mi madre por treinta dias.. era impresionante y siempre le preguntaba por mi a mi madre hasta que ella se cansó y le dijo que se fuera al demonio y que yo no vivia mas con ella. - sonrió.
- Ojala fuese asi de facil, pero no quiero ser grosero con ella.. apesar de ser algo irritable es una mujer y tengo que respetarla. - dije y miré mi telefono.
- ¿Es ella?
- No. Es Sheila. - dije algo confundido.
No hacia ni cuatro horas que la dejamos en casa de su padre.
- ¿Ya nos extrañas? - dije con humor.
- Ojala te llamara por eso.. pero ha pasado algo y necesito tu ayuda.
- Claro que si, ¿que ha pasado?
- Ya no tengo casa creo.. hubieron problemas con mi padre, pero despues hablaremos de eso.
- Esta bien, pero dime que es lo que necesitas.
- Dinero. Quiero pedirte un adelanto.. sé que aun no es la fecha pero debo encontrar un lugar donde quedarme.
- Puedes quedarme en mi casa. - dije algo esperanzado.
- No quiero quedarme ahí, sería incomodo.. pero quiero que por favor me adelantes al menos unos veinte mil dolarés.
- Creo que si podré, ¿y ahora donde te quedarás?
- En un hotel con mi madrastra.
- Bien, escribe la dirección por mensaje y en un rato vamos a llevarte el dinero.
- Muchas gracias, Michael.
- De nada, cariño.. sabes que siempre estaré aquí.
Corté la llamada y miré a Bill, le di instrucciones y fue directo a hablar con Raymond para pedir un adelanto, me preocupaba un poco la situación de Sheila, ¿tendrá frio?, ¿será dificil andar con muletas o le dolerá la pierna?, ¿tendrá que comer?, ¿estará bien?. Debo verla cuanto antes para hablar acerca de lo que sea que haya pasado con su padre, por dios esto es realmente loco y yo creyendo que mi situación es peor que la suya.
- Tenemos el dinero listo, ¿cree que sería buena idea ir ahora?
- Claro que si, aqui esta la dirección, no quiero perder tiempo.
El asintió, Javon iba con nosotros camino al hotel. No puedo imaginarme a Sheila viviendo sola en donde sea, no me gustaría que ella se fuera por ahi o que tuviera necesidades. Honestamente, me gustaría traerla conmigo porque sé que aqui estaría a salvo pero ella no quiero hacerlo y debo respetar eso.
- Hola. - dijo ella en la entrada y me abrazó. - ahora definitivamente son lo unico que me quedan.
Sus ojos estaban llenos de lagrimas y la notaba triste.
- ¿Que pasó? - preguntó Bill. - dime que no intentó golpearte.
- Intentó matarme, me atacó con un cuchillo..
Sentí tanto miedo en mi interior, el solo hecho de imaginar que se recibiría una noticia diciendo que Sheila habia muerto me llenaba de angustía.
- Dios mio, lo siento mucho. - dije y la abracé. - ¿como fue que pasó?
- No lo sé, solo sé que llegué y estaba el golpeando a mi madrastra.. creo que ahora sé a quien salió Fernanda, se fue contra mi e intentó estrangularme pero no pudo y bueno.. - suspiró y se secó las lagrimas. - mañana iré a ver si puedo conseguir un departamento.
- Oh si, claro.. toma. - dije sacando el sobre de mi chaqueta. - sabes que puedes ir a casa si lo deseas, ¿no?
- Lo sé. - dijo sonriendo. - ¿y como estan ustedes? perdonen por siempre ser el centro de atención.
- Bebé, siempre lo eres para mi. - Javon se acercaba a nosotros sonriendo coqueto.
No me gusta que coqueteé con ella porque yo sé que ella es mi chica y el haría lo imposible por conquistarla. Ella solo le sonrió y bajó la mirada, tenia ganas de decirle un par de cosas pero con Bill y Javon aqui no me sentia tan comodo.
- ¿Podrian ir al auto y esperarme? - dije mirandolos. - por favor.
- Claro que si, jefe. - dijo Javon.
- Nos vemos, Sheila.. espero verte pronto en el trabajo. - Bill besó su frente.
- Espero verlos pronto tambien. - sonrió.
Cuando ellos se fueron yo la miré por unos segundos.
- Solo queria decirte que me asusté bastante.. pero que tambien me alegro de que estes bien. - sonreí y mordí mi labio. - Y que tambien me sentiría mas comodo si estuvieras en mi casa.. ahí podría verte y saber que estas bien.
- Pero lo estaré.. creo que es hora de que cambié esto, tengo veintiseis. - rió. - debe dejarme ir.
- Eso nunca, sabes que tenerte cerca es como algo vital para mi.. - la miré a los ojos.
- ¿Sabe que es lo que recordé? - dijo mirandome con una sonrisa picara. - que me dijo que yo le gustaba.
- Dije que no queria comentarios acerca de eso.. - sonreí nervioso.
- Yo solo queria saber el porque dice eso... es decir, ¿no que le gustaban las esqueleticas?
- Me gustan las mujeres, Sheila.. ¿de donde sacaste que soy un selectivo? - pregunté confundido.
- Bueno, cada vez que veiamos a una delgada usted decia "esas son las mujeres que todo hombre quiere", usted debe explicarme.. - arqueó una ceja.
- Eres distinta a todas ellas, todas las mujeres tienen algo especial sea cual sea su peso, altura o defecto. - tomé su mano. - tu tienes un corazón enorme y sé que mi corazón no se equivocó al elegirte..
- ¿En serio querria a alguien tan insegura? - preguntó mordiendo sus labios.
Sonreí y lentamente me acerqué a sus labios, los uní y comencé a sentir su sabor era la primera vez que tomaba posesión de su cabidad bucal y se sentía genial, mi lengua y la suya se encontraron y sus manos fueron a mis mejillas, las mias estaban alrededor de su cintura e intentaba que ella llegara correctamente y que me siguiera el ritmo. Lentamente me separé de ella y la miré.
- Tambien soy un ser humano inseguro, deberias conocer mi mundo.. - susurré y sonreí. - nos veremos tal vez mañana, te ayudaré a conseguir donde quedarte y de paso vamos a revisar unas cosas.
- Bueno. - dijo algo avergonzada. - yo.. me voy adentro.. - dije algo torpe. - nos vemos.
- adiós. - dije alejandome.
Me sentía todo un seductor, era extraño que yo tomara la iniciativa pero en secreto siempre he sido el atrevido.. solo que ahora fue distinto, besarla se sintió distinto a todos besos que he tenido, he besado a tantas mujeres pero nada se compara a la danza nuestras lenguas.. fue algo unico y es raro sentirlo asi para alguien de mi edad.
- Jackson, seré directo que usted.. si intenta jugar con mi prima voy a romperle los huesos. - dijo Bill aparcando ya en la casa.
- No juraría con ella nunca, sabes que no la quiero de esa forma.. esto es especial, lo siento asi. - sonreí. - y puedes golpearme si alguna vez la hago sufrir.
- Golpea al jefe y te las verás conmigo. - dijo Javon riendose.
- El jefe está sintiendose todo un jovencito. - dije quitando los lentes y yendo hacia la casa.
Entré y lo primero que vi fue a Feldman, no tenia ganas de hablar con el despues de haberme tenido el mejor beso de mi vida con la chica que me vuelve loco y estaba cansado de todo este mismo tema, el Tour es estresante.
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Espero que lo disfruten.
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