capitulo 41.- Carousel
- Vamos, Michael. - dijo tirando de su brazo. - Por favor, no seas tan aburrido. - rogó ella intentando levantarlo.
- No lo soy, es solo que estoy bien aquí. - sonrió mirando hacia sus niños. - Puedes ir con Javon o Bill.
- Quiero ir contigo, por favor. - dijo ella y se arrodilló. - si me haces el honor seré muy feliz y me quedaré en la casa un dia mas.
- ¿Dos dias?, ¿oí bien? - dijo fingiendo que no oía.
- Si, dos dias. - dijo ella mordiendose los labios para no reir.
- Quizás si fuesen tres dias, eso seria justo.. - dijo el poniendose de pie. - pero tu te subirás a un corcel. - rió.
- Michael, yo quiero que subamos a las tazas giratorias.. el que vomita primero es un perdedor y debe llevar al otro en su espalda, ¿si? - dijo ella estirando su mano.
- Considerame ganador desde ahora. - dijo el estrechando su mano. - tu mano está helada. - la calentaré. - dijo frotando su mano con las suyas. - Tienes manos de niña, son muy pequeñas.
- Michael, tu eres el de las manos exageradamente grandes. - sonrió y tomó su mano. - ¿Trato hecho?
- Trato hecho.
Ambos se subieron a la taza giratoria y de fondo comenzaba a sonar "I love you yes i do" de James Brown.
- Ya te puedo ver vomitando con esta canción de fondo. - dijo Michael aun confiando en su habilidad.
- Te amo, claro que lo hago. - dijo Sheila riendo. - vamos, mas rapido.
La rueda comenzó a rodar, sus miradas estaban conectadas y sus manos se movian rapido para hacer que la taza gire rapidamente. Ella era de un mundo distinto, habia crecido en los suburbios de new york y llevó una vida dificil pero el habia crecido siendo presionado por su padre para ser el mejor, habia sido amado por el mundo entero como tambien ignorado por este. Dos personas diferentes, enamorados en ese preciso momento.. pensando en que la vida es como un carousel que nunca deja de girar, el amor que se tenian el uno al otro era visible ante todos pero era dificil de ser expresado por ellos mismos.
- ¡Nooo puedooo paraaaarrrrr! - gritó Michael entre risas.
- ¡Tengo los intestinos en...
En ese momento ella comenzó a vomitar, la taza no paraba de girar por lo que parte de este vomito llegó hacia Michael, este estaba algo estupefacto y desesperado al ver que no paraba de vomitar y estaba literalmente bañandolo. Cuando la taza al fin paró de girar ambos se miraron, Sheila estaba tan avergonzada y Michael solo estaba inexpresivo, pensó que en el dia que le pasara esto a el le daría mucho asco.. pero no fue demasiado, es mas le ofreció una toalla que tenia en su bolsillo.
- No te preocupes, no hables.. creo que deberias ir a lavarte la boca. - Michael intentaba aguantar la risa.
- ¡Que asco, papi es una bola de vomito! - dijo Blanket.
- ¿Que pasó? - preguntó Prince y luego miró a Sheila. - Ay, Por dios.
Ellos se apartaron un poco de su padre y su guardaespaldas, ambos se miraron avergonzados y ella fue hacia el baño.
- Que vergüenza, no puedo creerlo.. jamas vomite en un juego como esto. - se dijo a ella misma.
- Para todo hay una primera vez. - dijo el entrando. - a mi jamas me habian vomito antes.
- Lo siento mucho, ¿y se puede saber porque estas en el baño de damas? - preguntó ella mirandolo. - Debo ayudarte a lavarte el cabello. - dijo viendo que su cabello estaba lleno de vomito.
- Esta bien, y por cierto, me quité la camisa que habia traido y me puse una de repuesto. - rió.
- Que alivio.. Michael, ¿tendrias otra camisa de repuesto? - preguntó avergonzada.
- No tengo, lo siento.
- Bien..
Ella se quitó la camisa y el solo miró hacia otro lado, ella se cubrió con el jardinero y luego le dijo que podia mirar.
- Creo que ya esta, ¿podrias recostarte en el lavabo? - el asintió.
Ellos estaban tan nerviosos y se podia notar a simple vista.
Sheila
Dejé caer el agua sobre sus rizos y lentamente comencé a lavarlos con mis manos, tenian una textura tan suave y yo estaba tan nerviosa y avergonzada por lo que pasó. El solo me miraba y yo intentaba no hacer contacto con sus ojos.
- Estas nerviosa y me gustaria saber porqué. - susurró.
- ¿Yo? no es por nada, solo es vergüenza.. - dije intentando ponerme seria.
- Hueles bien. - dijo y lo miré por unos segundos con el ceño fruncido.
- ¿En serio? - pregunté sonriendo como una idiota.
- No. Hueles a vomito. - rió.
- Sabia que bromeabas. - tiré un poco de su cabello. - ¿Puedo hacer un comentario que tal vez te haga sentir mucha vergüenza?
- Adelante.
- Tu cabello es tan sedoso y apuesto que seco es aun mejor.. nunca lo ha tocado antes. - mordí mis labios algo nerviosa. - suena raro, ¿no?
- No. - dijo y con su mano lentamente acarició su cabello.
Toda mi piel se erizó y no me sentí del todo bien, queria besarlo pero esto no era algo correcto para ninguno de los dos.
- Listo. - dije y el se levantó.
Sus rizos mojados se pegaron en su frente y yo solo hice punta de pies para correrlo de ahí y atarlo nuevamente.
- No quiero que lo ates.. se verá mi cara. - susurró el.
- Eso es lo que quiero, eres un hombre hermoso.. Michael.. - dije sonriendo.
El, se sonrojó y bajó la mirada, el ayuelo de su mejilla lo hacia ver tan dulce.
Oí un golpe en una de las puertas del baño, me di la vuelta y espié un poco.
- Quedese ahí. - dije intentando ver de quien se trataba.
Pero no habia nadie, la ventanilla estaba abierta pero no habia nadie ahí.
- ¿Que pasó? - preguntó confundido.
- Creo que habia alguien espiando. - dije parandome sobre el inodoro del ultimo baño. - ¡Allá! - dije viendo a un hombre corriendo hacia la salida del parque.
- ¿Tiene camara?
- La tiene, maldita sea. - di un salto y bajé.
Corrí hacia la salida del baño, cuando pude salir vi al hombre intentando escapar por entre medio de los barrotes de la salida.
- ¡Alto, alto! - dije corriendo hacia el.
Corrí con todas mis fuerzas y cuando llegué a el intenté agarrarlo, pero logró pasar por en medio de los barrotes y quise hacer lo mismo pero ya era tarde, se alejó muy rapido.
- ¿Se escapó? - preguntó Javon.
- Si, creí que iba a atraparlo. - dije respirando entrecortado. - demonios, estoy forma de forma. - me toqué el pecho.
- Bueno, mientras que no los hayan captado haciendo algo indebido. - comentó Bill.
- No, para nada. - dije arqueando una ceja. - ¿Los niños?
- Estan en el gusano por tercera vez, es impresionante como no se cansan. - rió. - Y por cierto, es extraño que el señor tenga el cabello mojado y tu solo tengas tu brasier debajo de ese jardinero.
- ¡Javon, ya basta! - dijo Michael sonriendo con timidez.
- Tengo el brasier porque me vomité la camisa, ¿contento? vamos con los niños. - dije caminando rapido para alejarme.
Me molesta que hagan ese tipo de comentarios, aveces es gracioso pero otras veces me hacen poner demasiado incomoda.
Michael
Caminabamos hacia la entrada de la casa entre risas, antes de llegar Bill se cayó en la entrada del parque y por suerte no pasó nada malo pero su caida fue epica. Sheila, no ha hablado en todo el camino y creo que está algo preocupada por lo de las fotos, no nos han pillado en una situación incomoda y no tiene de que preocuparse.
- Pediré pizza a domicilio y tambien comida china. - dijo Sheila tomando el telefono.
- ¡Si! - dijo Blanket. - Yo quiero una hamburguesa.
- Está bien. - dijo ella.
- Yo iré a cambiarme, me duelen los pies con estos zapatos. - dijo Paris.
La habia vestido como a una princesa, pero al parecer no le agrada mucho el estilo. Yo subí a mi habitación para darme una ducha y de paso bajar a cenar con ellos, Bill y Javon se fueron luego de traernos ya que tenemos a Sheila y no corremos tanto peligro, y Prince estaba dormido desde que salimos del parque, aun puedo cargar a mi hijo mayor y eso es algo emocionante.. no es demasiado grande para cargarlo.
- ¿Señor Jackson? - Sheila tocó a mi puerta. - Raymond al telefono.
- Dile que no estoy. - dije molesto.
- Ya le dije que lo iba a llamar, no sea tan maleducado.
Suspiré y abrí la puerta.
- Quiero darme una ducha y cenar tranquilamente con mis hijos, no quiero hablar de negocios, ¿bien?
- Bien.. pero la proxima vez intente desactivar los telefonos. - arqueó una ceja. - le diré que usted no esta disponible.
- Gracias. - dije cerrando la puerta.
El problema no es con Sheila, Raymone es demasiado densa y me molesta que este intentando convencerme de cosas que no quiero y no me gustan, quiere que haga una arena personalizada pero eso no me atrae, ¿para que querría algo asi? tengo bastantes problemas como para gastar dinero en algo innecesario.
Sheila
La comida habia llegado hace menos de diez minutos y yo aproveché para ir a darme una ducha, los niños estaban cenando en la cocina junto a su padre y yo queria hacerlo despues ya que aun puedo sentir el olor a vomito en mi cuerpo y es algo asqueroso. Caminaba por los pasillos atenta a la pantalla de mi celular, he tenido varias llamadas de Gabriel, mi madre y mi padre.
- Zorra.
Me di la vuelta algo asustada y no vi a nadie, estaba sola en medio del pasillo ¿quien podria haberme dicho algo asi?, seguí mi camino hacia el baño y entré, dejé toda mi ropa en el cesto de la ropa sucia y tomé mi telefono para llamar a mi padre y avisarle que me quedaria aquí por unos tres dias mas.. al menos asi fue la apuesta con Michael.
- Si, papá.. es que estoy pasandola bien , pero nos veremos en tres dias.
- Está bien, pero llamame si vienes antes asi le aviso a mi vecino que vas a necesitar llaves.
- Muchas gracias, adios.
Corté la llamada y en ese mismo momento oí el seguro de la puerta del baño, al nerviosa me acerqué para ver que pasaba y de paso abrirla pero no pude.
- Mierda.. - dije comenzando a desesperarme. - Abre.. abre...
Odiaba sentir fobia en estos momentos y comenzaba a sentir que me faltaba el aire.
- ¡Michael, niños! - grité golpeando la puerta.
Estaba asustada y sentia que las paredes se achicaban mas y mas haciendo que todo a mi alrededor se volviera mas desesperante, comencé a golpear la puerta llamandolos pero nadie aparecia.
- ¡Por favor, no estoy jugando! - dije asomandome por la pequeña ventana de la puerta.
Me hice hacia atras y me senté en el inodoro juntando mis piernas a mi pecho, nadie abria la puerta y sentia que me iba a morir de un ataque ahora mismo. Estaba por levantarme nuevamente hasta que vi su rostro en el reflejo de la ventana, tenia una sonrisa en el rostro y tenia las llaves en su mano izquierda.. era ella.
- ¡Fernanda, abre! - dije comenzando a llorar.
Este era su plan, ella sabe mis debilidades, sabe lo que me hace mal y esta poniendolo a prueba. Me cubrí los oidos intentando calmarme y respirar hondo, estaba tan asustada en ese momento.
Unas manos se posaron en mis hombros y lentamente abrí los ojos para encontrarme con Michael, lo abracé apenas lo ví.. me ha salvado una ves mas.
- Ella está aquí, ella está intentando matarme... - dije llorando en su hombro.
- Tranquila, no hay nadie. - dijo acariciando mi espalda. - debes cubrirte, los niños quisieron entrar a ver que me pasaba pero no se los permití.
El tomó una toalla que yo habia traido y me envolvió con ella, me sentí tan protegida que no queria alejarme de el.
- Te llevaré a tu habitación y me dirás que pasó.. ¿si? - dijo tomando entre sus brazos.
- Yo no cerré la puerta.. estaba bañandome y cuando oí la seguridad me alarmé.. crei que eran ustedes jugando conmigo pero la vi, Michael. - dije mirandolo.
- ¿A quien?
- Fernanda.. - dije y el solo me miró confundido.
- Quizás fue tu mismo reflejo...
- ¡No lo fue!, Michael ella esta en tu casa y debes tener cuidado. - dije tocando su mejilla.
- No pasará nada, necesitas dormir un poco. - dijo dejandome sobre la cama.
- Por favor, ten cuidado y cuida a los niños.. - dije poniendome de pie.
La toalla que estaba alrededor de mi cuerpo se cayó y el me miró de arriba abajo, volteó su rostro hacia otro lado y yo me cubrí nuevamente.
- Por favor.. - susurré.
Lo prometo, tu solo relajate. - besó mi frente.
Salió de la habitación dejandome sola nuevamente, mis ojos estaban atentos a todos.. aquella noche no pude dormir, estaba en guardia por si aparecia ella y queria matarme de cualquier forma posible, temí tanto por mi vida y a la vez sentia que Michael me miraba como si yo fuese la loca pero jamas me ha engañado mi vista.
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Espero que lo disfruten.
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