capitulo 39.
Michael
Daba vueltas en la cama mientras que pensaba en Sheila, la noche en la que la traje a mi casa me acosté a su lado y la abracé y me dormí por un rato.. y siento que me hace falta abrazarla otra vez para conciliar el sueño, el dolor de mi espalda ha aumentado con esto de que estoy en la cama desde hace unos dias. Sheila, se hizo cargo de mi y mis necesidades, hemos estado mas cerca y siento que cada vez que la halago o le digo cosas lindas se sonroja y eso significa que, tal vez, yo le gusto y yo causo ese rubor en ella. Habian ciertas cosas que me ayudaban a dormir, pero me daba algo de pudor hacerlo aveces aunque nunca antes alguien me ha visto hacerlo.
- Bien... relajate, cierra los ojos y utiliza la imaginación. - me susurré bajandome un poco mi pantalón.
Estaba comenzando con la acción, sintiendome avergonzado pero a la vez excitado, continue haciendolo. Oí un ruido y al instante me quedé quieto, miré hacia la puerta y Sheila se estaba cubriendo los ojos como una niña pequeña.
- Lo siento.. mucho - dijo dandose la vuelta.
No se que haré ahora, estoy tan nervioso y avergonzado... ella no debió entrar sin tocar.
- Sheila, d..debes tocar antes de entrar. - dije y me subí el pantalón.
- Lo sé, perdón, es que creí que dormía pero estaba... bueno.. - aun seguia de espaldas y cubriendo sus ojos.
- Puedes darte la vuelta. - dije cubriendome con la sabana.
La seda es mi tela favorita.
- ¿Si? - preguntó y lentamente se dió la vuelta.
- Puedes dejar de cubrir tus ojos. - dije serio.
Me sentía molesto y frustrado, pero sé que no lo hizo con mala intención. Puede pasar, pero no queria que pasara justo ahora.. aunque prefiero que me haya visto ella antes que mis hijos.
- Yo solo queria ver si dormía, no queria interrumpirlo.. si quiere ahora puedo irme y puede continuar. - mordió su labio y bajó la mirada.
- ¿Sabes? creo que ya no lo volveré a hacer, fue vergonzoso. - sonreí timido. - pero puedes quedarte y hacerme compañía si lo deseas, de todos modos no podia dormir.
- B.. bueno - sonrió y se acercó para sentarse a un lado de mi.
Llevaba puesto un pijama de dos piezas, demasiado cortas pero a la vez le daban el toque tierno e inocente que ella tiene. Extendió sus piernas y puso sus manos en su estomago, estaba algo tensa para ser sincero y lo podia ver en las repetidas veces que me miraba de reojo.
- Toma lo que viste como algo normal, tal vez futuro esposo lo hará o lo habrá hecho.. - tomé su mano. - Es solo cuestión de que te relajes y abras tu mente.
- Lo sé. - me miró a los ojos. - creo que esta un poco frio, iré por una bata a la habitación.. por cierto, me encantó como estaba decorada.
- Gracias, a Paris se le ocurrió poner cuadros de perritos o cosas asi, yo solo le hice caso. - sonreí mirando nuestras manos.
Su pequeña mano entraba en la palma de la mia, y la yema de sus dedos la acariaba, todo en mi ser estaba derritiendose al sentir su inocente toque en mi mano.
- Pero puedes cubrirte con las sabanas si lo deseas.
- Odio esta tela, es muy.. pegajoso. - hizo una mueca.
- Pero tambien es suave, aunque prefiero el encaje.
- ¿Sabanas de encaje? - preguntó con el ceño fruncido.
- No. - reí. - prefiero el encaje en otras ocasiones.
- Creo que entiendo, pero a la vez siento que no. - sonrió. - iré por una bata y regreso en breve.
Se levantó de la cama y me dejó una hermosa vista de su cuerpo semicubierto, se cubrió con algo de vergüenza y salió de la habitación. Es el sueño de cualquier hombre. La noche en la que me quedé a dormir con ella la miré bien, observe cada facción de su rostro y eran perfectas, la linea de sus labios rellenos y su nariz algo redonda y pequeña, sus ojos cerrados y sus pestañas largas, ella tenia algo muy distinto a las chicas que suelo conocer.. tiene un espiritud con buena vibra, siempre que esta cerca existe la felicidad o al menos eso me pasa con ella.
- Señor Jackson, creo que deberiamos salir afuera.. hay una hermosa luna llena. - sonrió emocionada.
Me levanté de la cama como pude y caminé hacia ella con dificultad, mi pie dolía aun pero no me perdería por nada algo que a ella le cause tal emoción. Me ayudó a salir al jardín y apenas miramos al cielo la hermosa luna nos iluminó, estaba tan grande y las estrellas brillaban a su alrededor, era maravilloso.
- ¿Alguna vez ha pensado en el porque la luna es hermosa pero no es tan apreciada? - preguntó poniendo sus manos debajo de su barbilla.
- Porque tal vez es algo muy repetitivo o al menos eso creen todos, aveces dejan de lado los pequeños detalles. - me acerqué un poco mas a ella. - pero es hermosa, tal vez demasiado como para estar a la vista de todos.. asi como.. tú.
- ¿Por que me dices eso? - preguntó mirandome.
La luna alumbraba su hermoso rostro y su mirada inocente y llena de vida se encontraba con la mia, es una escena que siempre apreciaré apartir de ahora.. su rostro bajo la luz de la luna.
- Creo que es algo que muchas personas pensamos.. tu eres demasiado especial como para que todos te descubran. - mordí mi labio me sonrojé un poco. - Hay cosas que aveces me gustaria callar para no hacerte sentir incomoda, pero creo que mereces ser halagada.. eres una mujer unica y especial.
Sonrió y bajó la mirada, lentamente miró hacia el cielo y soltó un suspiro.
- ¿Que es lo que hay en tu corazón, Jackson? - preguntó sonriendo.
- Demasiadas cosas, pero si quieres puedo abrirlo para ti... tu verás si lo que hay ahí dentro vale. - tomé su mano.
Me tomé el atrevimiento, me arriesgué otra vez al tomar su mano y ella me miró, sentía que este era el momento para confesarlo lo mucho que la queria, queria demostrarle que con ella todo es mas hermoso..
- Hay algo que quiero decirte, pero no se como lo tomarás.. - suspiré.
- ¿Si? - preguntó sonriendo.
Todo en mi interior estaba saltando, me sentía presionado y muy nervioso y tenia ganas de hablar de una vez pero intentaba encontrar las palabras adecuadas para esto.
- Cuando estoy conti..
- ¡Papi, papi, Blanket se encerró en el baño! - Paris apareció y estaba desesperada.
- ¿Que pasó? - pregunté poniendome de pie.
- Estabamos jugando, pero creo que se enojó y ahora no puede abrir la puerta, ¡está asustado! - dijo ella con nerviosismo.
- Iré por las llaves de repuesto. - dijo Sheila alejandose.
No tuve suerte esta vez, creo que nunca es un buen momento para hablar de los sentimientos de Michael Jackson. Entré y vi que Prince estaba en la puerta golpeando y pidiendole a Blanket que se calme que pronto lo sacariamos.
- ¡Hijo, todo está bien! - le dije acercandome a la puerta. - Sheila irá por las llaves y te sacaremos.
Estaba asustado por el y no puedo ni siquiera pensar en el miedo que ahora siente, mi pequeño suele ser travieso y creo que esto le servirá para entender que no está bien siempre serlo.
- Aquí estoy, bebé, ya abriré.. - Sheila me hizo a un lado y puso las llaves en la cerradura.
- ¡Sheila! - Blanket salió corriendo apenas la puerta se abrió y a la primera a la que agarró fue a ella.
- Dios mio, chiquitín.. debes tener cuidado. - ella acarició su cabello mientras el no se soltaba de su cintura.
Ella podria ser una buena madre en un futuro.
- Lo siento, lo siento. - dijo el y luego corrió hacia a mi. - estaba muy asustado.
Paris y Prince, me abrazaron igual y Sheila nos miró con una sonrisa en el rostro. Cuando sentia las manos de mis hijos abrazandome me sentia fuerte y tranquilo.. ellos son mi salvación, todo lo que necesito para vivir. No podria imaginarme una vida sin mis hijos, preferiría cualquier castigo a dejarlos solos.. son mi vida.
- Creo que iré a hacer una llamada. - dijo Sheila sonriendo.
Asentí mientras abrazaba a mis hijos, luego de que ella se fue ellos se alejaron y me dijeron que estaban jugando a las escondidas pero como Blanket es muy tramposo lo regañaron y el no quiso aceptarlo.
- Papi, creo que tu y Sheila estaban apunto de besarse. - dijo Paris.
Yo la llevaba en mi espalda hacia su habitación.
- No... no. - sonreí - Solo estabamos hablando, como dos personas normales.
- Yo creo que vi en sus ojos lo mismo que vi en los tuyos.
- No, te equivocas, señorita. - la dejé en su cama.
- Papi, no quiero que tengas novia. - me dijo mirandome fijamente.
- ¿Por qué? - pregunté sentandome a un lado.
- Siento que ya no nos vas a querer.. no creo que podriamos vivir sin ti en nuestras vidas. - sus ojos brillaban y sentí tanta ternura en mi corazón.
- Amor, sabes que eso jamas pasara.. ustedes estan por sobre cualquier cosa o persona, jamas en mi vida seria capaz de abandonarlos o algo por el estilo. - la abracé. - ahora pijama y a dormir, regreso en un rato a leerte un cuento, ¿si?
- Está bien. - sonrió.
Me di la vuelta para ir hacia mi habitación, necesitaba ir por mi anteojos ya que casi no veo por la noche y menos letras pequeñas como en sus libros de cuento. Iba llegando al marco de la puerta cuando vi a Sheila hablando por telefono.
- Lo sé, pero no puedo quedarme aquí... ¿entonces?... sería genial que me dejaras quedar en tu casa.
¿Está pensando en irse de aquí?
- Esta bien, nos veremos mañana.. otra vez muchas gracias.
Levantó la vista y me miró.
- Oh, no sabia que habia entrado. - sonrió.
- ¿Que es eso de que te vas de mi casa?
- Si, iré a casa de mi padre. - se puso de pie. - ¿por que?
- ¿No te gusta estar aquí?, ¿tu habitación no es comoda? - pregunté confundido.
- Lo es, he tenido mucho aqui.. pero no estaré aqui toda la vida, es hora de reacomodar nuestras vidas. - tomó mis lentes. - ¿usted está ciego o algo?
- No quiero que te vayas.. puedes quedarte aqui, yo no tengo problema y a los niños les encanta que estes con nosotros. - suspiré. - solo piensalo bien.
- Lo pensé, y en serio agradezco todo lo que ha hecho por mi.. - sonrió y me dió un abrazo. - creo que necesito mi momento a solas en casa de mi padre, estan de vacaciones asi que será algo genial para mi.
- No.. pero.. pero.. - bajé la mirada.
No queria delatarme tanto y darle mucha importancia a eso pero era dificil, amo tenerla aqui pero no puedo obligarla a quedarse como si fuera una prisionera o algo.
- Igualmente seguire trabajando, nos veremos todo lo que usted quiera. - sonreí.
- ¿Lo prometes?
- Lo prometo, ademas mañana en el cumpleaños de Prince. - palmeó mi hombro. - Hombre, dame otro abrazo.
La abracé tan fuerte que creo que pude sentir su corazon latir en mi mano, creo que no puedo tener todo lo que quiero.
- Bueno. Iré a descansar, nos veremos mañana. - sonrió y pasó a un lado de mi.
Pensé que la tendria en mi casa por mas tiempo, habia confiado en que tal vez podria hacer que se acostumbre a estar en casa y aprovecharía el tiempo para enamorarla. Creo que no todo sale como me lo espero.
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Espero que lo disfruten
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