capitulo 36.
Sheila
Estaba tan tranquila sentada a un lado de la ventana de mi habitación, habia preparado café y hace poco salí de mi ducha, tomé mi telefono como cada noche y comencé a ver que me traian de nuevo las redes sociales.
- Michael Jackson. - sonreí viendo que habia una nota sobre el. - espera..
Entré al articulo y cuando comencé a leer aparecía el nombre de mi hermana, "¡Nuestro rey del pop anda en las suyas! su nueva novia Fernanda Whitefield nos dió detalles jugozos de su reciente relación con el cantante."
- ¿Y no que no eran pareja? - me dije a mi misma.
"Cada noche me hace sentir una mujer, nos amamos mucho y apesar de que muchas personas nos quieran separar aqui estaremos".
- ¿Ya leiste mi nota? - miré hacia la puerta y estaba mi hermana.
- Si, ¿Michael sabe de esto? - pregunté mirandola confundida.
- Claro que.. - fui interrumpida por golpes en la puerta.
Me levanté cuando la vi bajar corriendo y fui a ver quien era y porque tocaba de esa forma, me llevé una sorpresa al ver a mi jefe en la sala.
- Michael, amor. - lo abrazó.
- Nada de amor, ¿estas loca?, ¿como fuiste capaz de dar una nota a los medios? - miró hacia a mi. - No somos nada y nunca lo seremos. - se quitó un collar que traía.
- ¡¿Que?!, Michael no te vayas. - dijo saliendo detras de el.
Ya veo que Michael no estaba ni enterado de lo que mi hermana, la estupida habia hecho. Bill seguia parado en la sala, ambos nos miramos e hicimos una mueca de curiosidad.
- ¡No me puedes dejar! - gritó ella.
- Claro que puedo y lo haré, no tenias permiso de hablar con los medios y mas mencionar a mis hijos.
¿Mencionó a los niños?.
- ¿Que dijo? - pregunté mirandolo.
- Tu no te metas. - dijo ella dandome la espalda.
- Claro que me voy a meter, dime que no dió ninguna foto o algo por el estilo. - dije mirando a Michael.
Eso seria pasarse de la raya, Michael tenia razones para enojarse y yo estoy comenzando a molestarme igual.
- No. Pero dijo que mis niños estaban necesitados de amor y que ella como toda buena samaritana los consoló mientras que su padre pasaba por una depresión. - la miró con desprecio. - eres una mentirosa.
- ¡Vamos, los niños estaban temerosos de mi y ni siquiera se me acercaron!
- ¿Eso que tiene que ver? - le dije metiendome entre ellos. - ¡Son niños, debes respetar la privacidad que su padre te puso! - estaba intentando calmarme.
- Tu ni siquiera puedes hablar, maldita gorda. - dijo molesta.
No soporto, no puedo hacerlo mas. Le di una puñetazo que la hizo perder un poco el equilibrio, me aproveché de esa y comencé a darle puñetazos seguidos.
- ¡Basta, no! - dijo Michael tomandome de la cintura.
- ¡Sueltame, no puedo soportar esto! - intenté que el me suelte pero me tenia muy bien agarrada.
- ¡¿Que está pasando aquí?! - mi madre volvía de sus compras.
- ¡Ella me atacó! - gritó Fernanda fingiendo que lloraba.
- ¡No es cierto, mamá! - dije intentando que Michael me soltara. - Ya sueltame. - le dije calmandome.
- No, no quiero que la golpees.. nada se soluciona con violencia. - dijo insistente.
Lo miré a los ojos y asentí, creo que es lo mejor tranquilizarme un poco. El me soltó de a poco y yo miré a mi madre, ella abrazaba a Fernanda y me miraba con confusión.
- ¿Por que la golpeaste? - preguntó frunciendo el ceño.
- Mamá, ella fue la que me provocó.. - dije mirandola. - Preguntale a Bill, puedes confiar en su palabra.
- ¡Bill no me quiere, jamas lo ha hecho, no le hagas caso! - dijo Fernanda llorando. - Michael me dejó, despues de que me quitó la virginidad, mamá..
- ¿Qué?
- No creo que le hagas caso, ¿verdad? - le pregunté a mi mamá.
- ¡Sabia que eras un aprovechado! - le dijo a Michael. - No puedo creer que sigas con esto, Sheila.. han pasado años y tu hermana esta intentando que la quieras de nuevo, ¿no te bastó con lograr que la internaran?.
Mi madre, mi propia madre esta creyendo en las falsas palabras de ella y me está acusando de algo de lo que ni siquiera tuve la culpa.
- No puedo creerlo, ¡despues de tantos años juntas prefieres creerle a ella! - dije sintiendo decepción y dolor. - Creí que confiarías en mi palabra, pero ahora ve que nunca has estado de mi lado.. ella sola se lo buscó, yo no la metí a ningun lado. - corrí hacia la casa.
Entré a mi habitación y comencé a guardar mis cosas nuevamente, no puedo estar viviendo con ellas.. no puedo estar con mi madre despues de que me haya acusado de mentirosa.
- Tranquila, no lo hagas.. - dijo Michael en el marco de la puerta.
- ¡Estoy harta, debo irme! - dije llorando. - Nadie me quiere, ¡A nadie le interesa lo que me pasa!.
- Shh.. tranquila.. - dijo y se acercó a mi. - Yo te amo, me importas mas de lo que crees... - me abrazó.
- Michael, no quiero estar aqui.. no soy feliz. - dije llorando en su pecho. - Sacame de aqui, Salvame de morir aquí.
- Lo haré, tranquila. - besó mi cabeza.
- ¡Sheila, no puedo creerlo! - Michael se separó de mi y mi madre nos miraba con desprecio. - Le robaste el novio a tu hermana, no puedo creerlo..
- ¿Acaso escuchas lo que dices?
Es una absurda mentira, una acusación falsa.
- Me voy, me iré de aquí.. - dije cerrando mi maleta.
- No lo hagas, Sheila.. - dijo llorando.
- ¡No me verás nunca mas! - dije y levanté mi maleta.
- No, hija... - dijo intentando frenarme.
- La llevaré yo. - dijo Michael tomando mi maleta.
- ¡No te la llevarás a ningun lado, pedofilo!
Al oír eso sentí tanto odio, por primera vez en mi vida sentí eso hacia mi madre.
- Eres una... - me tragué mis palabras para no decir algo de lo que me arrepentiría. - No quiero volver a verte la cara, tu tampoco me volverás a ver. - le dije a Fernanda.
Ella estaba sentada en el sofa, mirandome con odio y yo lo hacia igual. Salí de ahí, escuchando a mi madre llorar y pedirme que no me vaya pero no le hice caso, terminó con todo lo que quedaba en mi.
Subimos a la parte trasera del auto de Michael y automaticamente lo vi cubrirse el rostro, estoy segura que lo que dijo mi madre la afectó.. odio que las personas lo lastimen, odio a mi madre por eso.
- Lo siento, lo siento.. - susurré llorando y abrazandolo.
- Está bien, no te preocupes. - dijo quitando las manos de su rostro.
Me sonrió y eso me partió el corazón, estaba segura de que estaba mas dolido que nunca pero está fingiendo, esa sonrisa es una mentira.
- Lo siento.. - dije abrazandolo. - No debes oirlos, sabes que eres mucho mas de lo que ellos dicen.. no quiero que te lastimen. - sollocé en su hombro.
Sus manos me acogieron, me abrazó fuerte y me dió cariño, me hizo sentir segura y mucho mejor. Mi corazon se sentia asalvo con el, pero a la vez sentia dolor de todo lo que sucedió.
Michael
La tenia dormida en mi pecho despues de que se pasó toda la noche llorando, me partió el corazón ver como su madre ignoró su testimonio y ni siquiera la quizo escuchar. Me sentía bien sabiendo que esta vez la pude contener, ella siempre hace esto conmigo y me sentia insignificante ante todo lo que ha hecho por mi.
- Creo que su padre la recibirá. - dijo Bill.
- No, no dejaré que se vaya a otro lado. - suspiré. - se quedará aquí hasta que ella decida irse.
- Sabe como es ella, jamas aceptará quedarse. - encogió los hombros.
- Intentaré que me escuche, ¿podrias contarme que pasó entre ellas? quiero entender la raiz de todo esto. - dije mientras dejaba a Sheila sobre mi cama. - Por favor.
- Bien, afuera. - dijo resignandose.
Le di una ultima mirada a Sheila y salí. Bill me esperaba en la cocina, mientras que se servia un poco de agua.
- Comenzaré por el principio, y quiero que escuche bien e intente comprender. - asentí sentandome frente a el. - Cuando Sheila y Fernanda nacieron habré tenido unos diez años u once, mis tios estaban felices con sus gemelas y todo, pero habia una de ellas a la que mas se sentian "atraidos por asi decir", ella era Fernanda y apesar de que ambas eran iguales, con el tiempo comenzaron a crecer y el cuerpo de Sheila era mas grande que el de su gemela, y ahí comenzaron las burlas hacia ella.. adivine quien fue la que la hizo sentir mas infeliz. - dijo sonriendo.
- Fernanda. - contesté.
- Si, ella se encargó de hacerla sentir menos e incluso la culpaba de todo, hasta que rebasó los limites. - miró hacia la ventana de la cocina. - cuando tenian algo asi como catorce o quince, un chico llegó a la vida de Sheila y el fue el primer amor por asi decir. - sonrió. - Recuerdo oirla hablar feliz, de que su chico la vendría a ver o que le habia regalado una flor.
- Que lindo. - dije algo celoso. - continua.
- Vera, Fernanda siempre le ha tenido celos a Sheila.. apesar de que ella fue la mimada nunca le fue suficiente el haberla hecho sentir mal con su cuerpo, ella quiso conquistar al chico pero el chico no cedió a sus encantos, usted sabe lo especial que es Sheila y lo bien que te hace estar con ella.
- Ella es maravillosa. - dije sonriendo.
- Fernanda, estuvo intentandolo por largo tiempo hasta que se cansó de ver que no pudo hacer nada para que el novio de Shei se fije en ella, resulta que un dia el chico estaba con Sheila en el balcon en el primer piso de su casa, donde solian vivir.. Fernanda lo empujó, y luego intentó empujar a Sheila pero no pudo. - lamió su labio. - El chico lamentablemente falleció, pero Fernanda como la buena actriz que es les dijo a todos que Sheila habia asesinado a su propio novio, porque le habia sido infiel con ella.
- Eso es algo terrible. - dije sorprendido. - ¿Y como se dieron cuenta que fue ella?
- Testigos. - suspiró. - un hombre estuvo ahí y gracias a los distintos fisicos de las chicas logró identificar a Fernanda. - mordió su labio. - Denunciaron a Fernanda y la metieron a un internado ya que notaron otras conductas por su parte, pero lo que hizo hasta el dia de hoy sigue doliendole a Sheila.
- No puedo creerlo, ¿por eso ella me decia que la dejara?
- Si, y me di cuenta con el tiempo de que ella no mentía. - cubrió su rostro. - Ese chico habia sido todo lo que le habia salvado la vida por asi decir, sus padres se habian divorciado cuando ellas tenian siete años y los problemas de Sheila habia aumentado, pero conocio al chico y comenzó a llenarse de luz otra vez. - tocó mi hombro. - No sé si malinterpreto todo, pero si usted está fijandose en ella pretenda no lastimarla..
- Yo.. yo.. no se que decir. - dije nervioso. - La quiero, claro que lo hago, pero siempre que pienso en algo con ella por alguna razon me siento avergonzado por haber estado de alguna forma con su hermana.
- Fernanda, no es nada comparado con Sheila.. asi que no deberia preocuparse. - suspiró. - No le puedo asegurar nada, solo que intente entrar mas en su vida.
- ¿Crees que aceptaría a este viejo?
- Señor, hasta yo lo aceptaría. - rió. - si usted logra convencerla de que lo que siento es sincero tal vez ella se fije.
Asentí sonriendo, estoy algo emocionado y nervioso.. Bill tiene razón, ella tiene que darse cuenta de que me gusta por mis acciones, no por mis palabras.. quiero hacerlo, quiero intentar algo con ella y hacerla sentir tan enamorada como hace años, o mucho mas.
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Espero que lo disfruten.
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