capitulo 31.
Sheila
Llegué al trabajo temprano y me estaba muriendo de frio mientras tomaba un café sentada a un lado de Grace, me contó de las salidas del señor Jackson y sus llegadas a altas horas, no es algo que haga siempre y eso me preocupa un poco.
- Buenos Dias. - dijo entrando a la cocina.
- Buenos dias, señor Jackson ¿quiere café?
- No. Dame una pastilla para el dolor de cabeza y un vaso de agua, por favor. - se rascó la nuca.
- Estaré en el garaje. - dije pasando a un lado de el.
- Iremos a hacer unas compras. - dijo el y yo asentí.
Entré al auto y me senté pensando en sus cambios de actitud, hasta hace unos dias me rogaba por amistad y ahora me trata como a alguien comun, lo soy pero soliamos ser unidos, no lo entiendo realmente.
- Llevame al centro comercial.
- Un por favor no estaria mal. - dije seria.
- ¿Debo hacerlo? no te morirás si no te digo por favor.
Me quedé callada, su actitud estaba comenzando a irritarme.
- No debes hablarme como si fuera tu hermano o tu hijo, soy un adulto y sé lo que hago, no me vas a ordenar que hacer. - me di la vuelta y lo miré con el ceño fruncido.
- Escucheme bien, no sé que demonios le pasa pero conmigo no se comporte como un idiota, no le he hecho nada y usted bien sabe que puedo reaccionar de mala forma y no le gustará.
El se me quedó mirando pensativo.
- No vuelvas a hablarme asi. - dijo en tono amenazante.
- ¿O si no que? - dije molesta.
- No me provoques, Sheila.
- No lo estoy haciendo, Jackson. - arqueé una ceja.
No me dijo nada mas y solo desvió su mirada hacia la ventana, está sacandome de mis casillas y no sé por cuanto tiempo logre tener paciencia pero si tiene algun problema conmigo debe decirme no estar comportandose como un tonto adolescente que espera a que descifren lo que le pasa. Llegamos al centro comercial y el bajó dejandome atrás, al menos no estaria frente a mi con ese rostro de viejo amargado que no soporto. Entramos a una tienda de lencerias de Victoria's secret, no entiendo que hace alguien como Jackson aquí y hablando de eso recordé que le tengo que contar lo de Erica.
- Señor Jackson, un gusto volverlo a ver.. bienvenida nuevamente señorita. - dijo un mujer delgada y muy bien vestida.
¿Por que eso sonó como si me hubiera conocido antes?.
- Vengo en busca de un baby doll.. - dijo Michael.
- Claro que si, ¿cuales son sus medidas, señorita? - me miró a mi.
- ¿Por que me pide mis medidas? - pregunté confundida.
- Es que ayer vino por algo parecido. - sonrió.
¿Que?
- No.. no es para ella, por favor solo demelo de la medida que usted crea que es adecuada. - Jackson intervinó con nerviosismo.
- ¿De que estaba hablando esta mujer? - pregunté confundida. - Yo no he estado aqui antes.
- No le hagas caso, está confundida.
No sé porqué esto se está tornando raro y confuso.
La señora volvió con un conjunto rojo pasión de ese tipo de lencería y le entregó una bolsa a Michael, este comenzó a caminar hacia el auto otra vez y estaba muy silencioso.
- Michael, necesito hablar de algo contigo.
- Te escucho. - dijo desinteresado.
- Ví a Erica anoche con otro tipo.. yo solo queria contarte porque me siento mal por eso, sé que quizás esto te hace mal pero.. yo.. - me interrimpió.
- ¿Por que me haría mal? - lo miré por el espejo retrovisor. - Ella puede hacer lo que desee, ya no salimos.
- Oh... ¿como? - pregunté confundida. - Usted dijo que.. - el negó.
- Lo pensé y decidí que no.
- Bueno... - dije algo confundida.
Estos cambios de humor son aterradores y no se que es lo que me espera luego, solo espero que me deje ir temprano para hablar con mi madre y Fernanda.
- Tambien queria hablarle de algo importante.. necesito que me deje salir temprano hoy. - tragué saliva.
- Tienes que cumplir con las horas de trabajo. - dijo serio. - ¿Acaso te daremos dinero sin que hagas bien tu trabajo?
- Solo para esta noche, ademas he hecho mi trabajo y mas que eso. - suspiré frustrada. - No que demonios te pasa pero estoy comenzando a odiar estar cerca de ti.
- Yo.. Sheila, solo estoy siendo yo mismo.
- No, claramente esto no eres tu.. tu no eres grosero, tu no eres un ebrio y siempre estas sonriente para mi y para todos, cuentame que es lo que pasa contigo, quiero ayudarte. - dije sintiendo ganas de llorar.
- Perdoname, Perdoname, Perdoname.. - dijo repetidas veces y puso sus manos en sus oidos.
Algo andaba mal, tenia que haber una explicación a toda esta rara conducta. Me bajé del auto y me subí en la parte de atras a su lado.
- Dime que es lo que pasa. - lo miré a los ojos.
Sus ojos estaban cristalinos, no entiendo como pude permitir que llegaramos hasta ahora y no haber hablado con el antes.
- Las deudas, mis hermanos, mis hijos diciendo que quieren neverland, mi madre diciendome que debo encontrar un hogar.. estoy cansado. - dijo comenzando a llorar.
- Tranquilo, está bien sentirse frustrado. - tomé sus manos y puse mis manos en sus palmas. - Mirame y respira hondo, deja que las heridas sanen de a poco.
Mi psicologa solia hacerme este ejercicio cuando sentia ansiedad o tenia ataques de panico, funcionó conmigo y podria hacerlo con el si solo confiaba en mi.
- Por favor, salvame. - dijo mientras cubría la herida en su corazón.
Aveces las heridas no son algo literal como una cortada o algo que se puede ver a simple vista, sino estas pueden estar en nuestro interior haciendonos sentir cada vez más y más rotos. Este hombre estaba llorando frente con las manos en su pecho rogandome por ayuda, no hay mejor ayuda que un abrazo.
- Prometo que te ayudaré con todo. - lo abracé haciendo que su cara quedara en mi pecho. - sé que eres fuerte pero no debes dejar que los golpes de la vida te alteren..
- Estoy cansado, me duele el cuerpo y tengo muchas deudas.. mis hijos no tienen un hogar y tengo problemas para dormir, no se que haré con mi vida. - susurró mientras sollozaba.
- Tranquilo, estoy aqui y te ayudaré a arreglar ese rompecabezas.. has pasado por cosas peores y aun estuviste en pie, puedes hacerlo una vez mas.. - lo miré mientras acariciaba sus rizos.
- Solo ayudame. - dijo mientras nuestras miradas se conectaban.
Sentía la necesidad de contenerlo, de protegerlo hasta que cure las heridas de su alma pero esto no es solo el estar ahí cuando el llore o se siente insuficiente, debo ayudarle a sobrellevar todo esto.
- No llores, creo que mañana vendré por usted y veremos a Gabriel. - sonreí.
- ¿Quien es el?
- No haga preguntas, le ayudara bastante. - suspiré y me bajé del auto para subir a mi asiento de piloto. - Si sigue llorando como un niño no lo llevaré. - reí.
- Ahora me dió curiosidad asi que voy a comportarme para que me lleves. - sonrió. - Gracias y Disculpame por haberte tratado mal.
- No se preocupe, solo le costará una coca cola y un hot dog con papas. - hice una mueca.
- ¿Ahora?
- Si, ¿por que no? - sonreí.
- Okay. - sonrió.
Asentí varias veces y puse musica en el stereo, hemos tenido muchos momentos como estos anteriormente pero este fue demasiado unico para mi.. jamas me habia sentido tan necesitada por alguien como el me hizo sentir hoy, me suplicó por ayuda y estoy feliz de que me haya tomado a mi y no a alguien mas.
Y aquí estabamos sentados a un lado de calle comiendo hot dogs y tomando pepsi cola, ya que a Michael no le gusta la coca cola. Todos nos miraban y miraban con rareza a Michael, creo que les impacta ver al Rey del Pop comiendo una salchicha sentado en una vereda, es un gran cambio estar en dubai o cenando en lugares elegantes a estar aqui comiendo como una persona normal conmigo.
- Nunca pensé que me gustaría tanto comer a un lado de la calle. - rió. - me siento parte de la sociedad.
- Ya lo eres, pero solo que tienes un poco mas de fama. - sonreí y me limpié las manos. - Hoy iré a casa de mi madre.
- Oh, cierto... puedes ir con tal de que si mañana vienes me lleves con "Gabriel" - hizo comillas con sus dedos. - en tu motocicleta.
- Es un placer hacer negocios con usted. - miré hacia la calle.
Vi a una mujer tirada en el suelo, pidiendo limoznas y humillandose solo para tener un par de monedas, toda la gente pasada y parecia no captar su presencia, como si ella no fuera nadie.
- ¿Podrias esperarme unos minutos? - preguntó Michael poniendose de pie.
Asentí viendolo y sacó su billetera de su bolsillo trasera, no lo puedo creer.. el se estaba acercando a la mujer con varios billetes, sentí tanta admiración por el en ese monento. Le entregó el dinero a la señora y le acarició la mano, habló por unos segundos y luego volvió a cruzar la calle.. cuando crei que habia visto todo en el ahora me encuentro con su lado generoso, y no sinceramente mi corazón está latiendo con fuerza y es extraño.
- Creo que tendra para pagar algo bueno por aqui. - sonrió y me estiró la mano. - vamos a caminar.
- Cla.. claro. - dije aun atonita. - Michael no puedo creer que hayas hecho algo asi, todos la ignoraron pero tu... fuiste y le diste dinero.. - me puse frente a el. - ¿acaso eres un angel?
- No lo soy, solo me compadezco de las personas que no tienen para comer y estan necesitadas.. es solo un poco de empatía, sé lo que es pasar hambre, mi familia pasó hambre por pocos años hasta que logramos ser buenos en la musica.
- Wikipedia deberia incluir esto en tu biografia. - sonreí. - siempre soñé con unirme a una fundación y colaborar ayudando a niños y a personas que lo necesitaran, de pequeña formé parte de una especie de junta en la iglesia donde soliamos visitar orfanatos o barios de bajos recursos y les entregabamos comida, ropa y juguetes para los niños.. era tan pequeña pero podia entender la felicidad en el rostro de los niños al recibirlos, desde entonces me ha encantado ayudar y es satisfactorio ver que con lo mas minimo puedes sacarle una sonrisa a alguien. - miré el suelo.
- Tengo una fundación y planeo un hospital. - lo miré.
- ¿En serio? - dije emocionada.
- Si, la fundación heal the world, parte del dinero de mis conciertos fueron a parar alla y en cada cuidad que visitabamos siempre colaborabamos con lo que sea.. y lo del hospital lo estoy pensando desde hace mucho tiempo. - puso sus manos en su espalda. - quiero que haya juegos y asi los niños no estaran tristes, por eso es que ellos enferman.. no se divierten ni tienen amor pero en mi hospital será distinto y ellos tendran cariño y mi protección.
Estaba encantada escuchandolo hablar acerca de eso, jamas habia conocido a alguien con un sueño tan hermoso y generoso como ese, eso demuestra que Michael tiene un corazón realmente grande.
- Siempre que tus intenciones sean buenas vas a lograr conseguir lo que sea... - sonreí y puse mi mano inconscientemente en su mejilla.
- Gracias, espero que asi sea. - sonrió y cerró sus ojos acariciando su mejilla en la palma de mi mano.
¿Que es lo que estoy haciendo?
Continuamos recorriendo la cuidad a pie hasta que llegó la hora de volver a nuestras vidas por separado, este dia fue realmente especial y gracias al cielo pude hablar con mi hermana y mi madre, me recibieron bien y llegamos a un acuerdo de que yo volvería a casa y viviriamos juntas e intentariamos ser una familia.. es un dia genial.
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Espero que lo disfruten.
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Para este capitulo usé la imaginación pero tambien tomé en cuenta el gran sueño de Michael de construir un hospital, me dió nostalgia y felicidad escribirlo asi que espero que les guste.♡
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