capitulo 26.
Sheila
- No entiendo porqué querias estar aquí hoy, ¿es que te gusta mi compañía? - preguntó Javon con una sonrisa estupida.
- Claro que si, solo quise hacerlo.. encera bien el auto. - dije y dejé a un lado mi saco.
Llegamos a casa de los Cascio esta mañana temprano, Michael entró directamente con los niños y le pidió a Bill que lo acompañara mientras nos dejo a mi y a Javon afuera, con el sol dandonos en la cabeza y estos molestos bichos que se volvian cada mas irritantes con el tiempo.
- Sheila, ven. - dijo Bill a un lado de la entrada.
Me sequé las manos y me dirigí hacia el, todos estaban algo sorprendidos con mi decisión de venir, pero quizás ellos me entenderían si supieran el porqué de este cambio de humor. Mi madre me ha dejado varias llamadas e igual a Bill, lo unico que le pedí fue que le dijera que yo estaba ocupada y que no tenia tiempo de hablar.
- Necesito que me ayudes a prepar una habitación en el piso de abajo. - dijo serio.
- ¿En el piso de abajo? - pregunté algo curiosa. - ¿No que dormiríamos en el segundo piso?
- No es para nosotros, es para el señor Jackson.
- Oh, entiendo. - dije algo confundida.
¿Por que a el le gustaria estar allí?, literalmente daba miedo esa habitación en el sotano, habia una cama en medio de una especie de biblioteca y una pequeña ventana que tenia vista al jardin.
- ¿Por que quiere dormir aquí?, esto se ve fatal. - dije algo sorprendida.
- El solo quiere ser normal. - comentó.
Suspiré y comencé a acomodar las sabanas de seda, ¿este material no se adhiere a la piel o solo me pasaba a mi?.
- Bill, necesito que ayudes a Grace con los niños, estan en el jardin.
Yo solo los oí detras de mi, y luego ya no escuché nada. Mi telefono comenzó a vibrar en mi bolsillo y miré otra vez la pantalla, ya es la ondecima llamada que cuelgo, no entiendo porque tanta insistencia.
- Mierda, ¿por que tan molesta? - suspuré y colgué.
Dejé el telefono sobre la cama y comenzó a vibrar otra vez, si no se trata de algo serio juro que voy a reportar el numero de casa.
- ¿Que es lo que pasa?
- Sheila, hasta que te atreves a atender.
- Fernanda, deja de llamarme maldita sea estoy cansada de ti ¿no te bastó con hacerme sentir una idiota? ya deja de molestarme.
- Solo llamaba para decirte que he conocido al nuevo hijo de nuestro padrastro, es guapo y creeme que sabe bien como hacerme sentir una mujer.
- ¡¿Por que me cuentas estas cosas?!
- Solo queria que lo sepas, seremos gemelas pero creo que yo aun tengo mas encanto.
- Tu lo que tienes es mas facilidad, eres una zorra y nunca lo vas a cambiar y creeme que ese chico solo esta confundido, espera a que se entere el tipo de persona que realmente eres, estas loca.
- ¡Callate, callate, callat..
Corté la llamada y me rasqué la nuca con nerviosismo, estoy cansada realmente lo estoy y no puedo evitar sentir ganas de llorar.
- ¿Está todo bien? - me di la vuelta.
- Si, ¿como no? - dije sarcastica.
Me miró algo extraño y me di cuenta de que quedé como una imbecíl hablando de esa forma.
- Lo siento.. es solo que me han estado llamando y esa persona es irritante. - miré el suelo y vi a Jackson en pantuflas.
- Lo entiendo. - dije algo preocupado. - Sabes que puedes hablar conmigo, solo intenta ser mas respetuosa.
Arqueé una ceja y me di la vuelta para seguir acomodando la cama, el aun seguía ahí parado, creí que antes se habia ido pero al parecer me oyó en la llamada.
- Quiero que salgamos, solo nosotros.. - lo oí decir.
- Los niños quieren pasar tiempo con usted, supongo. - dije intentando evitarlo.
- Los niños estan bien, solo quiero que salgamos y aclaremos unas cuantas cosas. - me di la vuelta.
- Está bien. - dije intentando parecer distante.
Quería hablarle, queria volver a reconstruir esa rara relación entre nosotros, pero mi orgullo estaba resisitiendose. Siempre que deseé me alejé de las personas, logré fingir que ellos ya no existian para mi.. pero con Jackson es imposible, simplemente le tengo un aprecio especial.
- Solo quiero tener a mi amiga de nuevo, ¿sabes lo dificil que es tomar decisiones y no tener a alguien que te aconseje? - lo miré a los ojos. - Solo quiero que olvidemos lo que pasó, solo dejemoslo asi..
- Bien. Pero yo no.. - me interrumpió.
- No te alejes de mi, por favor, te lo pido.
Tragué saliva de forma pesada y miré sus manos en mi brazos, debia quitarle las manos de ahí pero me hacia sentir mas segura. Creo que aveces debo dejar de lado algunas cosas, por mas que me haya ilusionado y hecho que mi cabeza creara algo imposible con alguien que ni siquiera existe.
- No lo haré. - contesté. - Pero quite sus manos de mi antes de que lo lastime. - dije seria y luego sonreí.
- ¡Si! - dijo y me atrajo a su cuerpo.
Hice puños en mis manos, hace unos dias alguien no me abrazaba y la ultima vez fue el tambien.
- Creo que se está pasando de la raya. - dije y me soltó. - Esta bien, todo está perdonado..
《Estupida, pensé》.
- Eso se oye genial... yo.. en serio, me hace feliz oirte. - sonrió con emoción. - Lo primero que queria decirte es.. ¿como te cayó Erica?
- No tengo comentarios, aunque es un poco.. elegante, de más. - aclaré mi garganta. - ¿Por que le dijo que le comprará un diamante si está quebrado?.
Su rostro cambió al oirme decir eso, creo que fue una especie de cambio de felicidad a enojo o molestia, pero debia preguntar.
- Eso no es importa. - miró sus manos. - Solo dime que piensas de ella.
- No importa lo que yo piense, igualmente es su chica o lo que sea.. de hecho creo que ha estado jugando sucio. - miré a otro lado. - Hablamos despues, tengo que preparar unas cosas del auto.
- ¿De que hablabas? no me dejes con la intriga. - me tomó el brazo. - ¿Te refieres a la relación con ella?
- No diré nada acerca de eso, no es algo que me incumba. - hice que me soltara. - Hablamos despues.
T
omé mi telefono y lo metí a mi bolsillo, estaba lista para salir de ahí y el cerró la puerta poniendose en medio.
- Señir Jackson, hagasé a un lado. - dije mirandolo.
- No. Me dirás a que te referias cuando dijiste que estoy jugando sucio. - frunció el ceño.
No lo creo, está molesto y me pide una explicación de algo que probablemente me quite el empleo. Puse mi mano en mi cintura y lo miré seria.
- No importa, es solo un decir. - encogí los hombros. - Vamos, necesito salir y tomar un poco de aire no me gustan los espacios reducidos.
Y no era mentira, tengo un poco claustrofobia, gracias a una estupida broma que hizo mi "hermana". El cruzó sus brazos y se mantuvo serio.
- Solo dime a que te referías. - levantó sus cejas un poco. - O si no, creo que te morirás acá. - levantó sus hombros arriba y abajo.
- ¿Promete que no se molestará conmigo? - pregunté lista para hablar con sinceridad.
El asintió y yo busqué en mi mente las palabras adecuadas, para no cagarla al primer intento de hacerlo ver su realidad.
- ¿Usted cree que es bueno estar en una "relación".. - remarqué con comillas en mis dedos. - Y estar saliendo con mujeres por ahi?, sinceramente yo no creo que eso lo haría un hombre, pero tampoco creo que ella le este siendo fiel y si ese es el caso usted se está comportando como un idiota. - miré hacia la pequeña ventana. - Si yo fuese usted intentaría ver mas allá de un rostro bonito y un cuerpo delgado, creame que por mas encantador o encantadora que alguien sea no quiere decir que sea un angel.
- ¿Que tiene de malo?, nuestra relación no es algo tan serio.
- Quizas ella está enamorada de usted, pero tiene problemas para expresarlo y usted jugando a ser un Don Juan con Clara o Oscura o la que sea. - dije mirandolo a los ojos. - Si está cansado de estar solo intente concentrarse en una sola persona, al final si sigue con este juego va a quedarse solo.
El silencio nos invadió y el solo se hizo a un lado de la puerta. Suspiré y lo miré, creo que fui demasiado sincera con el.
- Si quiere usar el auto digame y lo llevaré. - fue lo unico que dije antes de salir de ahí.
Quizás lo hice sentir mal o solo está muy acostumbrado a que todos le digan lo que el desea oír y no lo que realmente es. Iba cruzando el pasillo y vi a Blanket hablando con una señora, algo mayor a mi parecer.
- Hey, Hola. - miré hacia la puerta.
Un hombre algo mayor y canoso estaba ahí, sonreí algo nerviosa ya que no estoy acostumbrada al hecho de estar hablando de frente con desconocidos.
- Buenas tardes.. - dije sonriendo. - Yo solo iba saliendo al garaje. - me excusé.
- No te preocupes, ¿no comerás con nosotros?
- Yo.. no sé. - dije intentando no parecer asustada.
- ¿Eres la chica de seguridad? - asentí. - Entonces, vas a comer con nosotros ya invité a tus amigos. - tocó mi hombro. - ¿Has visto a Mike?
- Amm.. si, el está en la habitación de abajo. - dije convencida.
- Gracias, nos vemos en el almuerzo.
Asentí con una media sonrisa y el, bajó al sotáno.
- ¿Sheila? - me di la vuelta y vi a Paris.
- ¿Que pasa? - dije acercandome.
- Yo estaba pensando en que tal vez podriamos jugar con mi maquillaje. - sonrió.
- ¿Maquillaje? - dije algo pensativa. - Bueno.. no me gusta usarlo pero creo que eres una buena maquilladora, ¿no?
- ¡Claro que si!, la tia Karen me enseñó un par de cosas. - me tomó la mano. - Solo serán unos minutos y te verás grandiosa.
- Confio en tu buen gusto. - sonreí.
Y aquí estabamos, yo intentaba mantenerme quieta mientras que Paris hacia lo que sea que esta haciendo en mi rostro, yo solo usaba maquillaje sensillo. Paris, tiene una gran mochila con maquillaje de todo tipo y realmente estoy algo asustada ya que no dejo mi rostro a manos de alguien, menos a una niña.
Michael
- Ya no voy a volver a llamar, tengo una relación importante.
Colgó y yo simplemente suspiré frustrado, las palabras de Sheila fueron tan directas y ciertas que me hizo entender el error que cometia al salir por ahí buscando chicas para mi propio placer.. ella me dijo que si seguia asi me quedaría solo y no, no quiero quedarme solo.
- ¿Está seguro de lo que hace? - preguntó Bill entregandome otro numero de telefono.
- Lo estoy, creo que ya es tiempo de dejar esos juegos.. estoy casi cumpliendo cincuenta años y sigo como un jovencito buscando amor donde sea. - mordí mi labio. - Solo quiero concentrarme en Erica o aclarar lo que realmente pasa entre nosotros.
- Hombre, creo que es lo mejor.. no sabe la felicidad que le da volver del trabajo o de donde sea y ver a tu chica y a tus hijos. - golpeó mi hombro. - Creo que es lo correcto y no pensé que usted lograría darse cuenta de eso.
- Lo hice.. - suspiré. - Debemos ir a almorzar, luego saldré con Sheila a comprar un par de cosas, ¿si?
- Creí que ella no queria hablar con usted.
- Lo arreglamos, creo que me perdonó por lastima.. creo que valió la pena humillarme de esa forma con ella, es distinta y me ayuda bastante con los malos dias. - sonreí.
- Señor, ¿puedo preguntar algo?
- Claro. - dije abriendo la puerta para salir.
- ¿Le gusta ella?
Lo miré, estaba lista para decir cualquier cosas y no arrepentirme pero justo apareció Frank, mi amigo.
- Michael, ya está la cena. - dijo sonriendo. - Ellos comeran con nosotros, se lo merecen.
- ¿Han visto a Sheila? - preguntó Javon mirandonos con gracia.
- ¿Por que? - pregunté y la vi salir de la habitación donde mi hija dormia.
Me miró y tenía todo el rostro lleno de sombras de colores, todo le resaltaba bastante por su color de piel, se ve tan graciosa pero a la vez es un buen maquillaje, al menos para una modelo.
- Sé lo que dirán, callensé. - pasó a un lado de mi, rozando su cuerpo con el mio.
Sonreí y la vi irse al baño, luego miré al frente para dirigirnos a la sala.
- ¿Como quedó Sheila? - preguntó Prince.
- Muy bonita, aunque muy colorida. - reí.
- Creo que Paris la hizo algo asi parecido a un hada o a un duendecillo. - dijo Blanket sentado en su silla. - ¡Si, spaghetti con albondigas!
Sonreí, ya estabamos en la mesa sentados comenzando a almorzar, Sheila estaba sentada a un lado de mi y estaba callada, se habia lavado el rostro y tenia todo el maquillaje de su delineado esparcido por los ojos, se veía tierna.
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Espero que lo disfruten.
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