18. - Human Nature.
Sheila
La segunda semana pasó normal, nos ajustamos a los horarios nuevos y al parecer el nuevo guardia nunca llegó, así que, es todo nuestro trabajo lo que resta. El señor Jackson, ha estado desanimado y pensativo, ya no nos habla y solo nos indica donde llevarlo, pero supongo que debe tener algunos problemas. Sven y yo, no hemos vuelto a hablar y es raro ya que esa ultima mañana de navidad es como si practicamente se haya esfumado de la faz de la tierra.. ni siquiera lo he vuelto a ver en la lavanderia, y tampoco he sabido acerca de como está. Mi madre, conoció a alguien en la noche de Navidad y eso es lo unico que me da gusto.. al menos no está deprimida como solia por lo que mi padre le hizo, me encanta la idea de tener una mamá feliz.
- ¿Que harán esta noche? - pregunté mirando a Bill y a Jacqueline.
Era año nuevo y aunque yo debía trabajar, queria tener una segunda opción por su a la medianoche debo salir otra vez con Jackson. Y si, Bill y yo nos reconciliamos.
- Iremos a festejar a la casa de mamá y luego, creo que iremos a una fiesta en uno de los nuevos clubes. - encogió los hombros.
- ¿Por qué?¿no tienes trabajo? - preguntó Jacqui.
- Claro que si, pero quizás mi cliente quiere salir y las fiestas de por aqui son muy buenas y tranquilas. - sonreí y Bill me miró extraño.
- Michael Jackson, no querrá entrar a un bar repleto de drogadictos y borrachos. - yo solo reí.
- ¿Acaso lo conoces bien como para decir eso?, ¡Vamos! que sea rico no quiere decir que sea delicado, ademas si no le gusta me lo dirá. - tomé una manzana. - Gracias. - le dije a Bill y salí de su casa.
Iba camino al trabajo, me compré un enterizo que me encantó realmente y ahora mismo lo ando modelando en mi hermosa motocicleta. Aparqué frente a la casa y vi a Jackson sentado en una esquina cruzado de brazos y con sus lentes, creo que no está de buen humor.. asi como en toda la semana.
- ¡Buenas tardes! - dije sonriendo.
No recibí respuesta, no me dijo mas nada y solo se levantó de donde estaba para entrar a casa. Lo seguí algo intrigada y comprobé que los niños no estaban, me preguntaba donde se encontrarían pero quise que el me lo dijera para no ser tan entrometida.
- Ellos fueron a casa de mi madre, creí que tal vez les haría bien hacer algo distinto. - paró en las escaleras. - Puedes irte si lo deseas, de todos modos iré a dormir.
Lo noté triste y eso hizo que me sintiera mal, no puedo entender que es ese repentino cambio de humor ¿por qué se siente asi?.
- ¿Se siente bien? - pregunté mirandolo y el se dio la vuelta.
- No eres mi psicologa, no tengo porqué contestar eso. - frunció el ceño.
- ¿Por que me contesta asi?¿acaso yo le he hecho algo? - lo enfrenté. - Lo siento, pero no voy a tolerar este tipo de tratos de nadie.
El, solo comenzó a razcar su nuca repetidas veces y sonrió con ironía, está mal, está triste.
- ¿Por que simplemente no puedo estar tranquilo con mis hijos? - su voz se quebró y el se sentó en el segundo escalón de las escaleras. - Vivo luchando por ellos, para hacerlos felices y darles la mejor infancia que puedan tener, pero aparecen las deudas, las ofertas, la presión por parte de todo el mundo.
Me senté en el primer escalón y comencé a prestarle atención.
- Aveces, solo quisiera irme de aquí... volver a Neverland o incluso no lo sé, no quiero estar aqui.. esto no es un hogar, mis hijos lo saben y yo tambien. - comenzó a sollozar. - ¿Sabes lo que mas me rompe el corazón? cada vez que oigo a uno de mis hijos preguntarme acerca de Neverland, odio tener la excusa de "Ya no es nuestro hogar, está contaminado", no me gustaría decirles que los policias hicieron mierda Neverland, al igual que todas esas falsas acusaciones lo hicieron con mi corazón. - se cubrió el rostro.
Me quedé en silencio, jamás pensé que el se quebraría aquí.. jamás habia visto a un hombre llorar de esta forma y expresar todo lo que lo estaba dañando por dentro. Debió ser dificil su vida. Le tomé la mano y yo sequé la lagrima cobarde que rodeó mi mejilla.
- Yo no sé acerca de Neverland o algo así, pero sé que es un padre del cual me sentiría muy orgullosa. - el levantó la mirada. - ¿Acaso sabe lo que mi papá me hizo a mi?¿sabe acerca de los malditos abusos por parte de sus parientes? mi padre permitió esas cosas y me hizo pedazos.. pero usted es un padre que da la vida por sus hijos y que los protege de todo y todos. - suspiré y miré el suelo. - Tenia tan solo cinco años cuando mi padre dejó que ellos me tocaran, cuando dejó que ellos destrozaran a la pequeña niña que era desde ese entonces... - solté su mano y puse mis manos sobre mis codos.
De alguna forma comencé a sentirme desprotegida y desnuda, jamás habia hablado acerca de esto con mi madre o con alguien.. ni siquiera mi psicologa sabia acerca de esto, pero contarlo fue tan dificil que vivirlo.. siento vetgüenza y enojo a la vez, pero sé que todo esta en el pasado y que yo ya crecí y no soy aquella niña debil y desprotegida nunca mas.
- Les pedí que dejaran de hacerlo, que eso no me gustaba.. que le diría a mi madre y ellos me amenazaban.. - comencé a llorar. - Jackson, usted se merece el titulo al mejor padre del mundo, yo nunca tuve uno que realmente me amara o se preocupara por mi.. nunca nadie estuvo ahí para protegerme como usted está para sus hijos y yo..
Sus delgados brazos me abrazaron, y comencé a llorar de forma desconsolada. Esto dolía, pero por otra parte sentía como todo eso dejaba de estar ahí para atromentarme.
- Gracias. - dije cubriendome el rostro.
- No hay de que, lamento mucho lo que pasó contigo.. siento mucho enojo al oir eso, te juro que quisiera matarlos a todos. - tragó saliva de forma tan pesada que hasta pude oirlo.
- Lo sé, tambien lo sentí.. pero creo que este tipo de hechos horribles me ayudaron a abrir mis ojos, ¿alguna vez has oido acerca de "lo que no te mata te hace mas fuerte"? bueno, creo que en eso... mi primer consuelo fue la comida, pero luego encontré mi verdadero consuelo en el ejercicio y en el boxeo.. incluso en el baile. - sonreí - Simplemente, creo que apesar de todo eso siempre estaran para mi y sé que soy mas fuerte de lo que solía ser.
Lo miré y el lloraba de forma melancolica, yo comencé a sentirme algo avergonzada y entonces me puse de pie.
- Pero mi punto no es que me tenga lastima. - reapiré hondo. - Mi punto es que usted debe tomar esa frustración y ese enojo y liberarlo en alguna cosa que le guste hacer.
- ¿Como en que?
- No lo sé, ¿alguna vez ha boxeado o a disparado a unas latas en el campo? - pregunté sonriendo y el negó. - Pues, creo que debe intentarlo, asi podrá sentirse mejor y podra sentirse mas libre..
- Debería intentarlo. - sonrió y se puso de pie. - ¿Quieres cenar conmigo?
- Para eso vine, creo. - reí.
- Sigueme, creo que puedo pedir kfc a domicilio. - yo lo miré y reí.
- Bueno, yo creo que debemos ir a kfc, conseguir un buen lugar en el parque y sentarnos a comer como dos personas normales o tal vez, comer con sus tenedores de oro. - hice una reverencia y el sonrió.
- Yo como kfc con las manos, mariposita.
- ¿Mariposita? - le dije frunciendo el ceño.
El unico que me habia llamado asi fue Sven, y es extraño.
- Si.. creo que de cariño.. - lo vi algo nervioso. - Tengo que ir por un abrigo, ¿verdad?
Asentí y me quedé pensativa, creo que debería llamar a Sven, necesito hablar con el y quitarme la duda de porqué no hemos estado hablando ultimamente.. bueno, no deberia ser tan importante pero es la primera vez que siento que tengo un amigo.
- Lo siento, es que recordé a alguien que me llamó asi.. - sonreí mirandolo.
- ¿A si?¿a quien? - dijo mientras se ponía los lentes oscuros.
- Se llama Sven, es un amigo y bueno.. creo que ya no lo somos, no me ha llamado. - mordí mi labio.
El no dijo nada, yo lo miré y tomé mi casco y luego le entregué el suyo. Salimos de la casa en silencio, en todo el camino pensé en lo bien que se sentiría caminar por el parque en la madrugada hablando de puras estupideces y creo que apesar de que sea con Jackson se sentirá bien. No debí formar algo asi como una amistad con el jefe, eso está mal, pero me agrada.
- Dos baldes de kfc y quiero dos gaseosas. - encargué.
Estabamos esperando el pedido a un lado del camino, yo mantenia mi mirada en la carretera y veía esos autos pasar y comencé a oir una melodia que provenía de Jackson.
- Why..why.. tell 'em that is.. - la chica llegó con los pedidos y el se quedó en silencio.
- Gracias. - dije dandole el dinero y arranqué otra vez.
La canción que Michael cantaba me sonaba de algun lado, definitivamente le pediría que me la cantara cuando lleguemos a un lugar tranquilo para comer. Aparqué en el estacionamiento del parque y bajamos de la motocicleta, no habia casi nadie en la calle y eso estaba genial ya que no me gustaba que estuviera lleno de gente pordoquier.
- ¿Aqui cree que está bien? - le pregunté mirando hacia el hermoso paisaje de las luces de las vegas.
- Me encanta. - contestó y se quitó el casco.
- Bien. - dije sentandome en el pasto. - Tome asiento y comencemos a comer. - sonreí.
Me hizo caso y al instante comenzamos a comer en silencio, la vista era tan hermosa, me recordaba a las peliculas de adolescentes que se iban hacia un acantilado en su auto y se besaban de una forma exagerada a la luz de la luna.
- ¿Que es eso de "why, why, tell em.." no se que mas? - dije mientras desatapaba mi botella de pepsi cola.
- Estaba cantando una de mis canciones, se llama "human nature" y no lo sé.. la cuidad me la hizo recordar, por alguna razón siento la cancion resonar en mi cabeza. - me miró y se llevó a la boca un ala de pollo.
- Me gustaria oirla completa. - dije mirandolo como una niña pequeña.
- Oh, es que me da algo de vergüenza. - se sonrojó y miró hacia la cuidad.
- No debe tenerla, su voz es linda, ojala yo cantara como usted.. aunque obviamente si cantara como usted estaria en la cima, siendo como la luz del mundo. - sonreí y me tiré hacia atras. - Solo cante un poco, ¿si?
Guardó silencio unos minutos, creo que se estaba preparando ya que al rato su voz comenzó a llenar el lugar y comenzó a hacerme entrar en un universo distinto "Dile a todos ellos que es la naturaleza Humana", esa letra es la mejor.. me sentí tan bien al oirlo cantar y es extraño, casi nunca me pasa al oir a gente cantar.
- I like livin' in this way.. i like lovin' this way.. - dijo haciendo mas grave su voz y yo solo reí.
Cuando el terminó de dar esa ultima nota comenzaron a verse fuegos artificiales, eso significaba solo una cosa.
- Señor Jackson, feliz año nuevo. - dije levantando mi botella de pepsi.
- Feliz año nuevo, espero que este dos mil ocho sea muy bueno para ti. - sonrió y chocó su botella con la mia.
Los fuegos artificiales inundaron los cielos, era hermoso, absolutamente todo lo era y yo estaba maravillada.
- Estoy feliz de haber visto estos fuegos artificiales desde aqui y no desde el ultimo piso de un hotel cinco estrellas. - sonrió.
- Todo es mas hermoso si es al natural. - sonreí y miré el cielo.
La nieve fina comenzaba a caer y yo me levanté otra vez, queria que al menos vayamos a un resguardo porqué sabia que podria enfermarse y no es bueno a su edad.
- ¿Que ha estado pasando con usted toda esta semana? - le pregunté cruzando mis brazos.
- Estrés.. perdón si ni siquiera los he saludado, es que me sentía mal, estaba guardando todo en mi interior y eso me hizo mal y perdón por haber explotado contigo hoy, sé que fui un tonto y debí recibir un golpe.
- ¡Claro que si!, pero por mas que haya necesitado aquel golpe entiendo todo lo que se siente guardar cosas en el interior, pero usted puede hablar conmigo si lo desea.. al menos se sentiría mas libre o tal vez algun dia quiera practicar tiro conmigo. - encogí los hombros. - Yo solo sé que usted es fuerte y aunque no lo sienta asi, debe intentar conscentrarse e intentar ocultar eso. - me apoyé en el arbol.
- Realmente yo no puedo entender como una persona como tú, puede ser tan.. no lo sé, tan ¡Tú! - dijo con una sonrisa.
- Creo que eso no tiene sentido, pero lo tomaré como halago. - miré hacia la cuidad.
La noche pasó tan lenta, esa noche Michael Jackson abrió su corazón conmigo y me contó sus penas.. y por primera vez en mi vida sentí como si tuviera a alguien importante cerca, y quien me consideraba alguien de confianza como para hablar de sus problemas.
- Si esta cuidad es solo una manzana, pues, dejame darle una mordida. - dije sonriendo. - ¿Quiere ir a un club? estará Bill.
- ¿Será seguro? - asentí. - Eres mi guardaespaldas, asi que, practicamente tienes todo el peso en tus hombros.
- Confie en mi. - sonreí y lo tomé del brazo.
Mi comienzo del dos mil ocho, fue distinto, pero no por eso quiere decir que estuvo mal. Ese primero de enero realmente me di cuenta que habia perdido y habia fallado a la primera regla de mi trabajo.. tener contacto con mi cliente y es mas, hacerlo parte de tu vida, pero por mas que eso infringiera las normas no me arrepentía. De hecho, supe que no lo haría desde que vi llorar a Jackson por primera vez frente a mi.
"Diles que es la naturaleza Humana"
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Espero que lo disfruten.
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