11.
Sheila
Me encontraba secando mi cuerpo con la toalla, me di un baño ya que el señor Jackson me llenó de agua sucia y aparte tenia que seguir trabajando. Una de sus sirvientas lavó mi ropa, asi que, estaba esperando para poder cambiarme en el baño de Jackson. El, me hizo recordar a mi primo Bill cuando eramos pequeños, Bill solía ser un tonto y jugar conmigo a cualquier cosa.. pero Michael.. no puedo creer que alguien de su edad juegue conmigo, ni siquiera mi mamá puede jugar sin sentir dolor de espalda y el parece que fuese un niño atrapado en el cuerpo de un hombre mayor.
- Señorita, aquí tiene la ropa. - la sirvienta tocó la puerta del baño y yo salí.
Jackson, estaba arreglando unas cosas en su despacho mientras que los niños estaban de paseo con su abuela.
- Muchas gracias, cariño. - sonreí.
Ella asintió sonriendo y salió dejandome sola.
Comencé a buscar una habitación para cambiarme, creo que la habitación que tenia un vestidor era la de Jackson ¿será algo atrevido de mi parte irme a cambiar ahí?, no lo creo.
Entré como pude y comencé a cambiarme, parece que estos pantalones se achicaron o algo asi. Suspiré frustrada y lo dejé a un lado mientras me ponía la camisa.
- ¡Lo siento, lo siento! - me di la vuelta y vi a Jackson y a Feldman.
¡Ellos abrieron la puerta y estoy en ropa interior!
- ¡Cierren! - dije molesta.
Cuando ellos lo hicieron me apuré más y salí, ellos estaban sentados sobre la cama. Podía notar el ambiente incomodo, al menos para mi.
- Sheila, nosotros.. no sabiamos que estabas ahí adentro. - dijo Jackson algo nervioso.
- Esta bien. - contesté y salí de la habitación.
Sentía tanta vergüenza que no me aparecí por la casa en todo el dia, solo estuve en el jardín fingiendo vigilar mientras me golpeaba mentalmente por no haberte puesto seguro a la puerta.
- ¡Sheila, Sheila! - el niño pequeño corrió hacia a mi.
- Hola, amigo. - dije mirandolo algo extraña.
- ¿Quieres helado? trajimos de muchos sabores. - sonrió ampliamente.
Una persona timida diría "No, gracias", pero una persona hambrienta como yo diría:
- Claro que si.
- Vamos, adentro ¿te gusta el chocolate?¿la frutilla?¿vainilla? o ¿quieres todos? - este niño está hiperactivo.
Entramos a la cocina y para mi desgracia me encontré con la mirada de Jackson, no puedo olvidar el hecho de que me haya visto en ropa interior. Es algo vergonzoso y me da pudor.
- Buenas noches, querida. - dijo Katherine sacandome de mis pensamientos.
- Buenas noches, señora Kate. - me senté a un lado de ella. - ¿Como ha estado?
- Muy bien, hace mucho no comia helado ¿sabias que mis hijos no me dejan consumirlo por la diabetes?
- Eso está mal, mi abuela tuvo diabetes toda su vida y comió todo lo que quiso.. creo que aveces es mejor dejar un poco esas cosas, pero no siempre. - ella dejó frente a mi un Plato con helado. - Gracias.
- ¿Cuantos años tiene tu abuela?
- Tiene cerca de sesente y dos, pero no la veo desde hace mucho.
- ¿Abuela Carmen?- preguntó Bill.
- Si. - contesté comiendo un poco de helado.
Michael, solo nos observaba y no opinaba.
- Ella ya falleció.
Lo miré seria por unos minutos.
- No mientas, hemos hecho una llamada la semana pasada ¿como pasó?, no mientas. - sentí un nudo en la garganta.
- Bueno, no pude hacerte la broma. - rió. - Ella está perfectamente bien, de hecho, parece una jovencita.
- ¿Quien dijo que con los años no puedes sentirte joven? - preguntó Michael.
- Yo soy una niña de solo diecisiete años en mi corazón. - comentó la señora Katherine.
- Como Sheila a los diecisieta. - golpeé el brazo de Bill.
- Ya callate. - sonreí nerviosa y comí mas de mi helado.
- ¿Que pasó con ella? - preguntó Jackson.
- Fue novia de un pandillero o bueno algo asi, recuerdo que estaba en cima porqué el era un lider. - sonrió y yo solo negué. - ¿Recuerdas cuando hubo un tiroteo?
- ¿Cuando tu te orinaste? - dije burlonamente. - Verán, mi primo era el de la vejiga floja ¿sabían que el solía ser un cobarde?
- Bueno, ya me parece que es mucho. - yo lo miré divertida.
- ¿Y como está tu mamá? - preguntó la señora Jackson.
- Muy bien, la he llamado y me dijo que mañana no estaría.. tiene que hacer compras para navidad, quiere darle algo a mi abuela.
- ¿No sería mejor que tu la acompañaras?
- Es que tengo que trabajar, creo que ella tiene mejores gustos.. yo no sé acerca de que le gusta a las mujeres de su edad. - sonreí y ella tambien.
- ¿Pasarás la navidad con ella?
Negué, miré la mesa por unos segundos y luego levanté la mirada.
- No, ella irá a casa de mi abuela, tengo que trabajar.
- ¿Y no te sentiras sola?
- Claro que no, yo amo a mi madre.. pero las navidades ya no eran lo mismo, de hecho eso no existía al menos en mi familia. - encogí los hombros.
- ¿Tienes hermanos? - preguntó Blanket.
- No tengo. - contesté.
- ¿Y Ana?
- Ella no es mi hermana, cierra la boca. - le dije a Bill.
El ambiente se torno algo incomodo, nadie dijo nada y solo se oía el sonido de mi cuchara en el plato. Tengo muchas ganas de ir a mi casa, quiero dormir y comer porquerias hasta que me canse ¿podré tener algo de libertad?.
- Bueno, ahora necesito que me lleves a pescar, Bill.
- ¿Puedo ir yo tambien? - le pregunté sintiendo curiosidad.
- ¿Segura? - preguntaron ambos al unisonó.
- Claro que si, me hacen sentir excluida.
- Está bien, pero no volveremos si no te gusta la laguna. - Bill miró a Michael con diversión.
- Ustedes, me asustan. - les dije y caminé hacia el auto.
Me subí y luego ellos, tenia un presentimiento raro con respecto a esto.
- ¿Me llegaron mas fotos? - preguntó Michael.
- Si, yo las recibí hoy, me olvidé de decirle. - dijo Bill.
- ¿Para que un hombre necesitaría ese tipo de fotos? - pregunté mirandolos con curiosidad.
Un silencio se hizo presente, miradas de nerviosismo habia en Bill y Michael.
- Vamos, diganme.
- ¿No sabes lo que se hace con esas fotos?
- No, por eso pregunto. - contesté frunciendo el ceño.
- Shei.. ¿recuerdas esa vez que entraste a mi habitación sin tocar y me cubrí con la sabana al instante?
- Si, es que estabas en ropa interior creo. - dije riendo.
- Bueno, en realidad estaba haciendo otra cosa.
- ¿Otra cosa? - miré a Michael - No entiendo.
- ¿Sabes lo que es la masturba..
- Oh.. por.. dios.. - dije entendiendo a que se referia. - Que asco, eso es.. ¡Ew! - dije mirando hacia la ventanilla.
- ¿En serio no lo sabias? - preguntó Michael.
- Claro que no, ¿me ve cara de experta en esas cosas? ni siquiera sabia del sexo hasta hace dos años. - me cubrí el rostro. - Sentí como si tuviera la inocencia de una niña de cinco años.
- Es normal, no debes preocuparte. - dijo Michael poniendo de sus manos en mi hombro.
Automaticamente me moví incomodo, pensar en Jackson haciendo esas cosas era desagradable.
- ¡Sheila, me lavo las manos cada vez que lo hago! - dijo riendo.
- Si no se callan juro que me bajaré aqui.
- Deje a la niñita tranquila. - comentó Bill y ambos rieron.
Yo solo rodeé los ojos, fijé mi mirada en el camino y a mi parecer no habia una laguna o el mar cerca ¿donde demonios se iban a pescar?.
- Llegamos. - comentó Bill aparcando en un club nocturno.
- ¿Donde está el mar?¿las cañas de pescar?¿que hacemos aquí?
- Querida, no era la pesca literal. - dijo Michael.
Yo, confundida, me bajé del auto y lo seguí. Habían mujeres por todos lados, de todos los colores, de todos los tamaños e incluso vestidas de todas formas ¿que es esto?.
- Hay unos buenos peces aquí. - dijo Michael mirando hacia varias chicas que le sonreian de forma coqueta.
- ¡No me digas que a esto se referian con pescar! - le dije a Bill y el comenzó a reir. - ¡Son unos idiotas! - dije con el ceño fruncido.
Me sentía incomoda aqui, los unicos hombres que estan aquí con los que estan con estas mujeres, ¿es algo asi como un prostibulo?.
- ¡Mike! - dijo un hombre de piel oscura frente a nosotras. - ¿Quienes vienen contigo? - dijo mirandome.
Su voz era graciosa y me parecía haberlo visto alguna vez en la televisión.
- Chris, ya conoces a Bill y ella es Sheila, mi guardaespaldas.
- Uuu, si asi son las guardaespaldas entonces necesito una.. ¿te gustaría tomar algo conmigo, belleza?
- No. - contesté tomando asiento en el sofá que estaba a un lado.
Se acercó a Michael y le susurró algo en el oido, luego de eso ambos tomaron asiento incluido a Bill. Dos chicas estaban tocando el pecho de Jackson y le susurraban cosas al oido, mientras que el solo sonreía y cerraba los ojos, ¿esto es algo asi como una orgía? me quiero ir.
- Voy al baño. - le dije a Bill y el asintió.
Me molestaba que el estuviera aquí, tiene esposa y una hija ¿que pasa por su cabeza?. Entré a los baños algo distraida y luego levanté mi mirada, lo que vi fue algo realmente asqueroso.. no tardé en salir de ahí corriendo, literalmente del lugar.
- ¿Que pasa, linda? - preguntó el tal Chris.
- Demonios, entré al baño y habia una chica haciendo un oral ¿donde me trajeron? - dije tomandome la cabeza.
- No te preocupes, es normal.. ¿quieres un trago?
- Claro que no. - suspiré. - ¿De donde te conozco?
- Seguramente me viste en una pelicula con Jackie Chan.
- ¡Espera, lo recuerdo! - sonreí - Debe haber sido genial trabajar con Jackie.
- ¿Y conmigo no?
- No lo sé, de hecho te estas ofreciendo como si fueras una prostituta ¿crees que asi conseguiras a una mujer que te ame?
Se quedó en silencio, poniendose comodo en el sofá. Yo tomé mis lentes y fuí hacia donde estaba Bill sentado, con una chica por cierto.
- Dame las llaves, me voy al auto.
- ¿Por que? - preguntó sonriendo y estirando su mano hacia a mi.
Tomé la llave y no le contesté, yo si fuera Jacqueline y me estuvieran haciendo esto lo mataría a golpes. No puedo evitar el enojo, y no podia creer que Jackson hiciera cosas asi.. es hombre, lo sé, pero no creía que todos fueran iguales.
Pasé en el auto sola como unas dos horas, veía a gente borracha ir y venir, mientras que yo solo intentaba borrar de mi mente todas las barbaridades que vi en este lugar. Oí risas y a alguien tocar la ventanilla, era Bill.
- Abre la puerta, el señor Jackson tiene compañía.
Miré hacia atras y el estaba besandose con una chica, sentí incomodidad al instante ¿quien me manda a ser tan curiosa?.
- Claro. - contesté y le abrí la puerta.
Ellos entraron y yo me quedé en silencio, parecían estar decesperados.
- Deberias quitarte esa blusa para estar mas comoda. - dijo Jackson.
- ¿Quieres tocarme los pechos? - preguntó la chica.
Yo solo me cubrí los oidos, esto no me parecia excitante para nada ¿en serio estaría escuchando a mi jefe tener relaciones o haciendo cosas con una zorra?. Bajé del auto y cerré la puerta detras de mi, Bill se encontraba hablando con una chica y no pude mas.
- ¿Que mierda pasa en tu puta cabeza? Estas casado maldito desgraciado, ahora mismo Jacqueline debe esperandote como una idiota pensando que solo estas trabajando, "vigilando", y tu aqui con esta maldita zorra.
- Shei, no es lo que crees.. solo..
- ¡A mi no me vas a mentir, idiota! - entré al auto y miré al frente.
Me encantaría romperle la cara, pero somos familia y no quiero que eso cambie. El camino a casa fue silencioso, Jackson echó a la chica apenas entré y no ha dicho nada desde que llegamos a la casa. Ni siquiera he hablado con Bill, no me interesa.
- Buenas noches, han hecho un excelente trabajo. - Dijo Feldman entrando al garaje.
Bill, estaba en una esquina y yo en la otra.
- Aqui estan sus primeros pagos, espero que tengan una feliz navidad. - al oir eso sentí emoción.
- ¡Muchas gracias! - dije tomando mi sobre.
- De nada, me gustaría hablar contigo luego ¿si?
- Está bien. - dije asintiendo.
¿Por qué él querría hablar conmigo?.
- Gracias, John. - dijo Bill.
Yo solo me alejé y crucé mis brazos, estaba molesta con el ¿por que tuvo que comportarse asi? Jacqui lo ama, ella daría todo por el y el estaba cediendo ante una cualquiera, no puedo aceptarlo ¿por que lastimaría a su esposa?.
- Sigueme. - dijo John.
Fui detras de el, estaba curiosa acerca de lo que el querría hablar conmigo, es mas ¿por qué solo conmigo?.
- Bueno, he hablado con el señor Jackson y me ha dicho que eres muy buena en lo que haces.
- Muchas gracias, creo..- dije algo incomoda.
- ¿Tienes algún problema con el uniforme? podríamos darte una falda o algo mas comodo.
- Para nada, todo esta bien, me encanta usar este pantalon. - dije mirandolo fijo. - Admiro su preocupación o la del señor Jackson, pero asi me siento mas comoda.
- ¿Eres algo asi como una chica reservada?
- No lo sé, solo no me gustan esas cosas, ¿queria decirme algo mas?
- Si, de hecho, queria pedirte que controles tus problemas de ira.. me contaron de un evento hoy en la calle, ¿sabes cuanto podria costar algo asi?.
- Señor, con todo respeto ¿usted seria capaz de aguantar una estupidez así? yo me sentí ofendida y mas el señor Jackson, apuesto a que si pasó y pido perdon.. pero no aguanto que haya personas que creen pasarte por encima. - suspiré. - Si no tiene mas que decir, quiero ir a hacer mi trabajo.
- ¡Tiene caracter fuerte! - dijo sorprendido. - Puedes irte. - asentí.
Al salir de ahí miré el sobre, eran cincuenta mil dolares no puedo creerlo, no puedo esperar para ver a mi madre y mostrarle mi primera paga. Al salir de ahí me crucé con Jackson, quise pasar a un y el me tomó la mano.
- ¿Podriamos hablar?
- Ahora no, tengo trabajo. - me solté de su agarre.
Voy a portarme mejor, no quiero tratarlo mal solo por lo pesado del dia.
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Espero que lo disfruten
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