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10.

Sheila

Hoy sería el dia de la paga y estaba emocionada por eso. Bill y yo, esperabamos al señor Jackson porqué según lo que dijo quería hacer unas compras de ultimo momento para navidad. Yo me mantenía pensando en que le regalaría a mamá, tal vez, una nueva televisión o una licuadora para que haga sus deliciosos batidos o tal vez, un collar hermoso que me dijo que le encantaba, estoy expectante.

- Buenos dias, chicos. - dijo serio y con sus lentes oscuros puestos.

Yo miré a Bill y el a mi, Jackson entró al auto con el mismo semblante ¿por qué estaba de esa forma?, lo miré de reojo mientras que me acomodaba en la silla del acompañante y el estaba mirando fijamente a la ventana.

- Que lindo está el dia. - comenté intentando apasiguar el ambiente en el que Jackson no habia metido.

- ¡Ya lo creo! - dijo Bill intentando seguirme la corriente.

Jackson, no se inmutó ni siquiera dijo algo, ni una mirada, nada.

- ¿Donde debemos ir? - dije ahora refiriendome a el.

- Al shopping, tengo que comprar algunas cosas para mi madre. - contestó solo eso. - Pongan mi canción, la que me gusta, por favor.

Yo miré a Bill y el presionó el botón del stereo, comenzó a escucharse una canción de Bobbie Brown. Lo veía mover la cabeza y cantar en silencio, quizás esa era su forma de olvidarse de los problemas. Cantando.

- They say i'm crazy i really don't care that's my prerogative.. - dijo en un tono mas alto.

El hombre no cantaba mal, de hecho su voz es extraña pero agradable. Suave pero parece que tiene potencia.

- They say i'm nasty but i don't give a damn ¿decía eso? - pregunté recordando un poco la letra.

- ¿Te gusta? - me di la vuelta y lo miré.

- No, de hecho, me encantaba la musica de Bobbie Brown. - sonreí.

- Oh, muy bien. - sonrió y miró hacia la ventana.

Al menos me alegraba el hecho de qur no seguía con esa cara de pocos amigos, no se que es lo que le pasa pero en serio se sentía raro el aire. Llegamos al shopping y el bajó mirando hacia el frente, nosotros debiamos ir por detras vigilando por si habia alguna amenaza cerca, no se quien querría matar a una persona como el. Tiene sus dias en los que puede ser molesto, pero tambien es un ser humano y da todo por sus hijos.

- Señor Jackson, buenas tardes. - aquella rubia altanera se acercó a el a paso rapido.

Que agradable hubiese sido verla doblarse el tobillo y caerse con esos zapatos tan altos, al menos me reiría de ella.

- ¿Que es lo que anda buscando? - dijo  poniendo su cabello hacia atras.

Se puso a un lado de Michael haciendo que yo quedara detras de ella, Bill estaba a un lado y me miraba divertido y se me ocurrió la idea de imitarla.

- Tenemos camisetas preciosas para señoritas y agradables camisones para luna de miel, tambien la mejor linea de Victoria's secret . - yo estaba detrás y hacia sus movimientos, Bill se reía e intentaba ocultar su cara.

- No vengo por esas cosas ahora. - dijo el y yo me quedé como en shock.

¿Para qué un hombre divorciado compraría ropa interior o cosas para mujer?.

- Oh, bueno tal vez la proxima vez pueda modelar algo para usted.

No me aguanté y me cubrí la boca, me estaba conteniendo demasiado y la risa me traicionaba hasta que comencé a reirme como una loca. Ellos me miraron y yo no sabia que hacer, me estaba asfixiando de la risa.

- Lo siento. - dije intentando mantener la cordura, me limpié la lagrimas y me ergí. - Prosigan. - dije mordiendome el labio.

Jackson, tenía una media sonrisa igual y eso hizo que mirará hacia otro lado, no puedo estar riendome como una desquiciada frente a ellos. Siguieron caminando y viendo cosas, mientras que yo intentaba concentrarme en mi trabajo. Caminabamos de vuelta al auto, me puse mis lentes ya que habia mucho sol y subimos al auto.

- ¿Que fue todo eso? - preguntó Jackson detrás.

- Lo siento, pero esa chica me dió algo de gracia, ¿las mujeres de la alta sociedad son así?. - pregunté mirandolo por espejo.

- Las mujeres que son seguras de si mismas son así.

Me quedé en silencio.

- ¿Acaso no has visto a Jacqueline? si vieras las cosas que hace cuando estamos a solas. - golpeé el brazo de Bill.

- Por favor, respeta un poco. - dije sonriendo nerviosa.

- No ha dicho nada malo, ¿o si? - dijo el señor Jackson.

- No.. pero, es incomodo. - sonreí y miré hacia la ventanilla.

Un estrueno hizo que frenemos el auto de golpe, miramos hacia atras y en el vidrio habia caido un gran pedazo de mierda. Salimos del auto para ver de que se trataba y vimos a dos hombres con mascaras, sostenian un cartel que decía "Jacko, alejate de nuestros niños" entramos al auto rapidamente, sin decirle nada a Jackson, no queriamos preocuparlo pero sentimos otro estruendo y esto fue en el vidrio del frente.

- ¡Mierda! - dije y salí preparando mi arma.

- Espera, Sheila. - me dijo Bill pero no le hice caso.

Uno de los hombres estaba ahí, corrí hacia el.

- ¿Quien demonios eres? - dije tomandolo del brazo y apoyandolo contra la pared.

- ¡Ya dejame, maldita! - dijo intentando que le quite mi mano de encima.

Todas esas pesas me han ayudado bastante, pensaba ahora mismo.

- ¡Dime lo que te pregunté, mierda! - puse mi arma sobre su frente. - Juro que te volaré la cabeza si no me dices.

- ¡Voy a denunciarte, loca! - dijo y solo cerró los ojos.

Era demasiado cobarde para disparar, ademas no podía dispararle asi como asi.

- Sheila, ya dejalo. - dijo Bill tomando mi brazo.

- Dejalo que hable, no podemos permitir esto. - dije forcejeando.

- ¡No hablara, todos estan mirandote, vamonos! - me dijo.

Quité mi mirada del hombre y habían varias personas alrededor mirando, incluido estaba Michael. Su rostro estaba palido y parecía estar asustado. Lo solté y me alejé de ahí lentamente, estaba muy molesta porque no pude poner en su lugar a ese idiota.

Michael

Llegamos a la casa y aparcamos el auto, Sheila bajó sin decir nada y fue directo al garaje, me sentía mal sinceramente. Sentía como si fuera mi culpa todo esto, y claro que lo fue porque esas personas solo hicieron eso por mi.

- Señor Jackson, quiero pedirle disculpas por lo que pasó.. - dijo Bill.

- No tienes porqué disculpaste, no fue su culpa.. yo solo, no debí salir. - suspiré. - Quiero hablar con Sheila, pero lo haré luego.

- ¿Va a despedirla?

- No lo haré, solo quiero pedirle disculpas. - el asintió.

- Llevaré estas cosas adentro.

El se fue y yo me quedé ahí sentado, viendo hacia la entrada de la casa.

- ¡Papi, papi! - Paris corrió hacia a mi y me abrazó.

- ¿Como estás, cariño? - pregunté viendo hacia la puerta del garaje.

- ¡Muy bien!, estabamos esperandote porqué queremos ir a tomar helado con la abuela. - me dijo sonriendo.

Yo solo la miré pensativo, estoy seguro de que si salimos tendré que disfrazarme y cosas asi, no quiero que vuelva a pasar lo del centro comercial.

- Irán ustedes con la abuela, yo tengo cosas que hacer en casa, ¿si?

Ví como su sonrisa se bajó y sabía que la decepcionaba que no quisiera ir con ellos, no quiero que pasen un mal rato.

- Bien. - dijo cruzando sus brazitos y se dió la vuelta molesta.

- Paris.. - susurré viendola con tristeza.

Ojala pudiera ser como esos padres que van con sus hijos a cualquier lado sin preocupación, me siento culpable porqué por mi fama no estoy siendo un padre correcto.. quisiera pasar mas tiempo con ellos y llevarlos a conocer lugares o simplemente al parque. Mi vida es dificíl.

- ¿Sheila? - dije entrando al garaje.

- Oh, señor Jackson ¿que pasa?¿necesita que lo lleve a algún lado? - negué. - ¿Entonces?

- Bueno.. yo queria pedirte disculpas por lo que pasó hoy en la calle. - dije mirando el suelo. - Ellos hicieron eso por mi.

- Usted no tiene la culpa de nada, la gente aveces solo olvida lo que es el respeto. - tocó mi hombro. - ¿Y que es esa mierda de andar tirando mierda en los autos? obviamente son unos idiotas.

Yo reí y luego la miré a los ojos, en realidad, traía lentes pero podía ver sus ojos oscuros gracias a los rayos del sol.

- ¿Estabas llorando? - pregunté al notar el hinchazón.

- No.. bueno, si.. no es nada. - sonrió - ¿Necesita que lo llevemos a algún lado?

- No, Bill llevará a los niños y a mi madre a tomar un helado.

- ¿Usted no irá?

- No.. es que tengo cosas que hacer. - mentí. - ¿Te quedarás o quieres ir con ellos?

- Me quedaré, ¿cree que necesita compañía? - me miró atenta.

No quería decir que "no", pero tampoco quería parecer alguien decesperado por compañía si le decía "sí".

- Como lo desees. - dije sonriendo y bajé la mirada.

- Bien, ¿le parece si llamo a mi madre unos segundos? quiero ver como está.

- Claro, si puedes.

Ella, se alejó para hacer la llamada y yo me fuí hacia adentro de casa. Mi madre se preparó y preparó a los niños para ir a tomar un helado, la notaba algo triste y creo que es porque sabe que no quiero ir por la razón de siempre.

- ¿Ya se van? - pregunté acariciando el cabello de Prince.

- Si, nos encantaría que nos acompañaras. - dijo mi madre remarcando las palabras.

- Si, papi. - dijo Blanket abrazandome.

- Lo sé, me encantaría... pero no puedo. - suspiré. - Espero que la pasen genial y que me compren algo. - sonreí.

- Bien. - contestó Paris y salió de casa.

- Nos vemos, hijo. - mi madre besó  mi frente.

- Cuidense. Bill, los protege. - dije viendo a Bill en la entrada a un lado del auto.

- Adios, papi. - dijeron mis hijos al unisonó.

Esperé a que se alejaran y entré a la casa, fuí hacia mi habitación y me asomé a la ventana que daba hacia el jardín. Vi a Sheila sentada en el suelo con el rostro entre sus piernas, no entiendo que es lo que pasa con ella. Caminé hacia ella intentando no hacer ruido, no queria que se diera cuenta de mi proximidad porque me iba a ignorar e iba fingir que estaba bien cuando en realidad no es asi.

- Ya noté que está viniendo hacia a mí. - dijo aún de espaldas y levantó la cabeza. - ¿Que pasa?

- Solo quería ver si estabas bien, ¿estás llorando?¿te sientes bien?¿quieres ir a casa? - dije tomando asiento a su lado.

- Creame que mi casa es el ultimo lugar al que iría. - sonrió y una lagrima comenzó a correr por su mejilla y la borró al instante. - Estoy bien, es solo que aveces necesito llorar para estar mejor.

- ¿Funciona? - pregunté y ella me miró.

- Nunca lo hace, pero al menos me tranquiliza un poco. - suspiró. - ¿Quiere ir a algún otro lado o me ayudará a limpiar el vehiculo?

- Bueno.. yo..

- Tranquilo, sé que a los ricos no les gusta llenarse de mierda. - sonrió y se puso de pie.

- No, no, tienes una idea equivocada. - dije yendo tras ella. - Te ayudaré.. aunque tenga que ensuciar mi camisa blanca. - susurré.

- ¡Wow!, apuesto a que le saldrán ampollas en las manos.

- ¿Por que dices esas cosas? no soy un vago que deja que las personas hagan todo por el, yo lavo la ropa de mis hijos en la lavandería y tambien hago sus camas, aveces. - ella solo rió.

- Eso suena muy gracioso. - tomó una esponja llena de jabón y me la dió apoyandola justo en mi pecho.

Nota: No debo usar ropa nueva cuando estoy cerca de esta mujer.

- ¿Que debo hacer? - pregunté viendola quitarse el saco y luego la camisa.

Quedó en camiseta blanca y se quitó los lentes.

- Solo pase la esponja en las partes sucias, es como si se estuviera bañandose. - sonrió y tomó otra esponja. - Tomelo como un reto, si no está listo en quince minutos no hay premio.

- ¡Hagamoslo! - le dije riendo.

Comenzamos a limpiar el auto mientras el stereo estaba andando, bailabamos y nos reiamos, era divertido y extraño encontrar a una chica asi.

- Creo que le faltó. - dijo viendo hacia el auto.

Yo lo veía completamente limpio y brillante, no entendia a que se refería.

- ¿Donde? yo lo ve... - su esponja se estreyó justo en mi cara.

- ¡Quedó muy limpio! - dijo y comenzó a correr.

- ¡No te vas a salvar, Sheila! - dije y tomé el balde con agua.

Comencé a seguirla, notaba diversión y alegría en su rostro, era algo nuevo para mi ya que estoy acostumbrada a su rostro serio y a su actitud indiferente.

- ¡No, no, no! - dijo cubriendose y fue en vano ya que la bañé con el agua del balde. - ¡Juro que lavará mi ropa! - dijo riendose.

- Claro que no, te lo mereces. - dejé a un lado el balde y comencé a reirme.

El estomago me dolía y ella seguia ahí con los brazos cruzados, una sonrisa divertida y cubierta por la suciedad del agua.

- ¿Me da un abrazo? - preguntó mirandome.

- ¡No, sé lo que quiere hacer, no! - intenté alejarme pero saltó a mi.

Su cuerpo mojado se pegó  al mio empapando mi camiseta del todo.

- ¡Eres una atrevida! - dije y comencé a hacerle cosquillas.

- ¡Señor Jackson, no! - dijo intentando detenerme.

Queria parar pero me daba tanta ternura y me alegraba el hecho de que la estaba haciendo sonreir, yo estaba divirtiendo igual.

- Ajam, ¿señor Jackson? - me levanté rapidamente y me encontré con John.

- Uhm, John, hola. - dije estrechando su mano.

- Bueno, yo.. me voy a limpiarme. - dijo Sheila levantando del suelo sus lentes oscuros.

- Está bien, no te salvaste. - dije riendo.

Ella solo pasó a un lado sin decir nada, me pareció raro pero no quise decir nada. 

- ¿Que fue todo eso?¿cuando los ratoncitos no estan el gato baila? - rió.

- No es eso, ella es mi guardaespaldas, estabamos jugando. - reí algo nervioso. - ¿Que te trae por aqui?

- Es linda, pero creo que un poco rellena.

- Eso no tiene nada que ver, igual es linda. - dije mirandolo con el ceño fruncido.

- Bueno, bueno.. venia a hablarte acerca de los conciertos. - lo miré.

- Ya he dicho que no haré eso, ¿John me has visto? ya no soy lo que solía ser, ellos quiere algo genial, yo solo puedo darles un concierto por semana y no terminaría jamas.

- Michael, sigues siendo el mismo aunque estes mas grande.

Yo solo comencé a caminar hacia la casa, ahora comenzaría el sermón de mis deudas y todo eso. Estoy realmente harto de todo esto, ojala nunca hubiera vuelto, estaba bien con mis hijos en otro país.

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Espero que lo disfruten

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