Heather no termina de ver la película. Se queda  profundamente dormida antes de que llegara al final, así que al verla así, la recuesto en el sofá con cuidado sin que se asuste porque alguien la esta tocando. Por suerte no despierta, y se acomoda mas cuando la recuesto. La tapo con las mantas que estaban anteriormente y me siento en el sofá individual que esta a un lado y la observo.

¿Como alguien tan pequeño puede cargar con tanto odio hacia si misma? La principal prioridad de nosotros es querernos, pero se que a muchos esto le cuesta, mas que nada a las chicas. La sociedad esta jodida. La mayoría ve modelos publicitarias y quieren ser así, o se sienten mal consigo mismas por X razón. O en el peor de los casos, tiene que venir un completo idiota a hacerles daño causando lo que causan. Muchas cosas llevan a que uno mismo se odie. Heather se odia porque no se gusta a si misma, se odia porque se siente culpable por la muerte de sus padres, y se odia por muchas cosas mas que aun no descubro.

Dicen por ahí que no podes pretender que te quieran, cuando tu mismo no te quieres ¿Quien dijo eso? Porque puedo negarlo. Puedo hacer una lista para negar esto. Heather no se quiere, pero yo si la quiero. Y quiero que se quiera, o que se sienta cómoda consigo misma. No puedo hablar en general, cada uno tiene el por que de todo, el por que es así, el por que esta enojado o triste, y muchas cosas mas. Pero cada problema tiene su solución. Lo tiene. No se si digo esto porque mi madre me enseño a ser positivo siempre, pero puedo asegurar que cada problema, con su tiempo tiene solución. Cada intento, es un paso mas hacia un resultado nuevo.

La vida es larga, vamos a cometer millones de errores porque a eso venimos. A cometer errores y aprender de ellos y así crecer como personas. 

La musica de los créditos de la película me saca de mis pensamientos, así que apago la televisión y nuevamente vuelvo a ver a Heather. Cuanto mas la miro, mas me quiero quedar. Nada de ella me asusta. Estuvo mucho tiempo sola, pero ahora que estoy aquí... ya no sera así.

Me voy quedando dormido mientras mi mente vaga en como salvarla, y en lo feliz que seré ese día.

- Elliot... -su voz rasposa llega a mis oídos despertándome, abro los ojos un poco, para luego abrirlos por completo. Heather estaba sentada en el sofá donde se había dormido, me estaba mirando y tenia algo en las manos. Bollos de papel. Cuando logro despertarme por completo, noto que a mi alrededor hay unos cuantos bollos de papel. Sonrío y la miro- No te despertabas -se encoge de hombros- Tu celular no ha dejado de sonar. Creo que es tu madre.

- ¿Me estas mirando el celular? -alza ambas cejas y sonrío- Si. Olvide llamarla -suspiro y agarro el celular para enviarle un rápido mensaje diciéndole que estoy bien, que me disculpe por no avisar. Y que estaba con Heather. Una vez que lo envío vuelvo mi atención hacia Heather- ¿Desayunaste? -niega con la cabeza- ¿Hace cuanto no comes?

Mientras piensa en la respuesta mira hacia el suelo unos segundos, luego vuelve a mirarme a mi y hace una mueca. 

- No has comido desde que almorzamos juntos -suspiro- Heather eso esta mal.

- No empecemos con eso.

- Pero...

- Solo no quiero escucharte decir lo que vas a decir -me interrumpe- Si quieres puedes desayunar, yo iré a darme una ducha.

Se levanta del sofá, y sube las escaleras. Su delgadez esta llegando a los extremos. Su cuerpo ya no necesita la comida, en realidad si la necesita, pero se adapto a Heather. Y ella no come, y si lo hace, lo termina tirando en el inodoro. Esto definitivamente no esta bien. No debo enojarme con ella, porque cuando lo hago ella se pone como se puso anoche. Así que cierro los ojos y cuento hasta diez varias  veces para calmar mi enojo. Cuando me siento mas calmado me dirijo a su cocina, y solo bebo un vaso de leche. 

Pasan unos minutos y Heather se reaparece en la cocina. Su cabello estaba mojado, llevaba puesto una remera de mangas cortas, la cual en el centro tenia una frase que ya no se leia bien. Unos pantalones holgados acompañaban su remera, y lleva puesto las pantuflas de conejo que ya conocía. La encontraba hermosa, pero su delgadez me preocupaba.

- ¿Que tanto ves? -me pregunta, y no le contesto. Solo la miro a los ojos- Soy un asco. Lo se -frunzo el ceño- No me mires así. Se que lo soy -se sienta- Siempre me ducho rápido, y trato de no mirarme en el espejo. No me gusta lo que veo. Seguro que a ti tampoco te gusta lo que ves.

- No eres un asco. Solo tienes un problema.

- Soy un problema -suspiro- Elliot...

- ¿Que? -me encontraba apoyado contra la mesada de la cocina. Ella estaba sentada en una de las sillas que la mesa brindaba. Me mira a los ojos y mastica su labio inferior.

- ¿Por que yo? 

- ¿Por que tu? -asiente.

- Ahora mismo podrías estar amaneciendo en los brazos de una linda chica. Esta primer semana escolar hubiera sido genial para ti ¿Por que tuviste que hablarme? ¿Por que yo?

- Porque veo algo en ti que no todos ven, ni siquiera tu. No te preguntes por que tu. Solo acepta esto y ya. No busques por que.

Se queda un momento en silencio observándome, suspira y mira al suelo.

- No quiero que te enamores de mi -auch. No quiero escuchar todo lo que se viene- No lo hagas. Recuerda que nada de sentimientos -no contesto. Ni siquiera me limito a asentir. Solo la observo ¿Como apagar este fuego? Simplemente no puedo. Cuanto mas quiero apagarlo, mas se enciende. Quiere decir algo ya que no recibe respuestas, pero cuando escuchamos que un auto se estaciona no dice nada. Sus ojos se agrandan cuando escucha una voz masculina, seguida de una débil voz femenina- ¡Mierda!

Se levanta rápidamente cuando escucha como se abre la puerta principal.

- No hagas, ni digas nada. Déjamelo a mi -me advierte.

- ¡Llegamos, idiota! -habla el hombre. Su tío. Bien... si la trata así delante mio, no podre no decir nada. Una mujer menuda de cabello oscuro y gafas entra a la cocina, sus ojos me estudian y luego mira a Heather. La mirada de esta mujer era dulce. No entiendo como esta con un tipo como este. Quizá no lo deja por miedo.

- Pensé que iban a llegar mas tarde -le susurra Heather.

- Lo siento. Tuve que haber avisado ¿Crees que lo podríamos esconder? -me mira. La mujer estaba asustada, y Heather estaba nerviosa.

- ¿Donde esta esa perr... -el tío de Heather, un hombre gordo y semi calvo entra a la cocina. Me repugna de tan solo verlo. Ver esa mirada perversa, esa mirada asquerosa. Me mira a mi, y luego a Heather, pero a ella la mira de forma diferente y juro que lo quiero golpear. Podía sentir la tensión y el miedo de ambas mujeres aquí presentes- ¿Y este quien es? Nos vamos un fin de semana y esta zorra ya trae a un muchacho -aprieto mi puño mientras lo observo.

- Tranquilo, Gerard -habla la mujer.

- ¡¿Quien demonios es?! -la mujer que estaba a su lado salta cuando eleva el tono de voz. El asqueroso hombre observa a Heather.

- Es solo un amigo -contesta ella con... ¿miedo? Gerard me observa.

- ¿Te la estas follando?

- ¿Que? -pregunto y me río negando con la cabeza- No. No me la estoy follando -el hombre me observa a mi y luego a Heather. Con sus asquerosos ojos recorre el cuerpo de Heather y una sonrisa se asoma en su rostro- En cambio parece que usted se la folla con la mirada -las tres personas presentes me miran. No podía callarme, me daba asco este tipo. No puede mirar así a su sobrina.

- Elliot... -habla Heather por lo bajo.

- No, Elliot no ¿Como puede ver así a su sobrina? o ¿Como puede hablarle de la forma en que lo hace?

El hombre se ríe: - ¿Y quien te crees que eres para decirme esto?

- Yo no le tengo miedo, como por desgracia estas dos mujeres le tienen -la furia que este hombre sacaba de sus ojos hacia mi era notorio.

- ¡Sal de mi casa por las buenas o te sacare por las malas!

- Atrévete a hacerlo -me enfrento a él, pero Heather se pone en el medio.

- Elliot sera mejor que te vayas. Yo te llamo luego -me susurra.

- ¿Por que susurras? -estaba enojado. Miro al tío de Heather, con tan solo verlo se que me quiere golpear. Oh vamos que lo haga. Yo también quiero golpearlo. Miro a Heather- ¿Segura que estarás bien? -asiente y miro a la mujer, para luego volver a Heather- Cualquier cosa me llamas -asiente nuevamente. Heather se corre a un lado para dejarme pasar y me enfrento una vez mas al asqueroso hombre que me mira de forma divertida como si me estuviera diciendo que se aprovechara de Heather en mi ausencia.

- Y no vuelvas aquí -me advierte.

- Como si eso me detendrá a volver -me río. Paso por su lado y lo empujo con el hombro. Se que quiere venir a golpearme, pero la mujer lo frena. Comienza a hablar de fea manera hacia Heather y su mujer.

Quiero volver y sacarme las ganas de golpearlo y sacar a Heather de este horrible lugar, no quiero irme y dejarla aquí con este asqueroso hombre. Comienzo a caminar lentamente hacia la parada de autobús, cuando mi celular vibra. Es un mensaje de Heather, así que me paro en seco y lo leo.

Gracias por defenderme, pero no lo vuelvas a hacer. Es capaz de mucho. Ya me encerré en mi habitación.

Yo:

Lo volvería a hacer. Si se atreve a tocarte o algo, por favor no dudes en contarme.

Sigo caminando esperando una respuesta, pero no la recibo. Llego a la para de autobús, y mientras espero a que llegue, la mirada perversa de ese hombre sobre el cuerpo de Heather me hace enojar. Este hombre toco de mas a su sobrina. Este hombre es el culpable, pone miedo en su vida. Quiero matarlo. Lo juro. No puedo ni pensar en las cosas que le hizo porque me dan ganas de volver y acabar con él. Pero esa no seria la solución, supongo. No puedo estar tranquilo sabiendo que  Heather quedo allí, con ese asqueroso hombre que se hace llamar su tío.