Llegamos a la casa de Heather y Andrew me ayuda a bajarla del auto, ya que estaba semi dormida. La puerta principal estaba abierta, joder Heather....

Andrew me mira y le hago señas de que todo esta bien.

- ¿Te espero en el auto? -me pregunta cuando recuesto a Heather en el sofá de la sala. Pensaba en subirla a su habitación, pero eso seria mas complicado y quizá se enoje porque entre a su habitación. Miro a Heather quien estaba murmurando cosas.

- Eh... no -miro a Andrew- Ve a la fiesta. Me quedare aquí. No puedo dejarla sola así.

- Esta bien -asiente- Cualquier cosa me llamas ¿si?

- Si. Gracias, amigo -Andrew me sonríe y luego sale por la puerta principal. En el respaldo del sofá había una manta azul marino, así que tapo a Heather con la manta y me siento en la mesa de café observándola. Su maquillaje estaba mas corrido y su piel brillaba mas a causa de la transpiración. Observo su figura, y realmente estaba demasiado delgada y podía notar a simple vista lo débil que era en el sentido de salud. Sus muñecas estaban al descubierto con sus cicatrices. No se cuantas había, pero me dolía ver. Heather deja de murmurar para pasar a una respiración profunda, se había dormido.

Voy a su cocina y busco un recipiente para colocar agua fría, una vez que lo tengo, recojo un pañuelo que veo allí y voy nuevamente a la sala. Mojo el pañuelo en el agua fría y lo coloco en la frente de Heather, estaba caliente y pálida. Esto no estaba bueno, con su estomago vacío Dios sabrá que habrá consumido. Cuando siente el paño frío se mueve un poco, pero no se despierta. Paso el paño frío por el resto de su rostro y nuevamente me detengo a observarla, la miro varios segundos antes de volver a pasarle el paño frío. El color volvía de a poco a su rostro, su cuerpo empieza a temblar, tenia frío. Busco por toda la casa alguna que otra manta, y las encuentro, estaban dobladas en un stand debajo de la escalera. Cojo una y la tapo, cuando lo hago Heather salta del susto y me observa.

- Lo siento, no quise asustarte. Ni que despiertes.

- ¿Que haces aquí? -sus ojos se agrandan y me observan.

- ¿No lo recuerdas? -no me sorprendía. Niega con la cabeza- Te vi en la fiesta, estabas perdida Heather -parece como si intentara recordar lo que paso- Te tuve que traer a casa porque realmente estabas mal.

Su mirada sigue perdida, como si realmente no hubiera despertado y estaría siendo sonámbula.

- ¿Te dije algo? -pregunta al fin luego de varios segundos de silencio. Frunzo el ceño.

- ¿Algo como que?

- No lo se. Contado algo sobre mi -estaba preocupada.

- No. Murmurabas cosas, pero siendo sincero no te entendía -asiente.

- Bueno. Gracias por haberme traído, puedes irte.

- No lo haré.

- Si lo harás.

- No -digo serio mirándola fijamente- ¿Tu te piensas que puedo irme sin antes decirte las cosas que tengo para decirte?

- Pues me importa una mierda, Elliot. 

- ¿Que demonios ocurre contigo? -me levanto furioso- Ojala a mi también me importara todo una mierda ¡Ojala! Si fuera cualquier otra persona te hubiera dejado tirada, o ahora mismo haberme ido. ¿Te crees que me gusto encontrarte así  cuando me dijiste que no ibas a la fiesta? ¡Encima me dices que fuiste con amigos! ¡¿Que clase de amigo te deja sola estando así?! -camino de un lado al otro no solo estaba enojado, sino que también dolido. Me dolió verla así, me duele saber que esto es algo común en ella- Me importas demasiado, y tu solo me dices que te importa una mierda.

- ¡Yo no te pedí que te importara! -se levanta del sofá- ¡Yo no te pedí nada! ¡Si no te gusta mi jodida vida, déjame en paz! 

- Tu sabes perfectamente que es lo que quiero, Heather.

- Yo no tengo salvación -susurra con voz quebrada- ¡Mira! -me muestra las heridas de sus muñecas- ¡Mira esto! -señala su delgada figura- Me auto lesiono. Sufro de trastornos alimenticios. Me gusta perderme en las drogas y en el alcohol porque solo así me olvido de toda la mierda ¡Solo así! -comienza a llorar- ¡Me odio! ¡Me odio y no tengo salvación! ¡Y tu solo estas aquí enojado conmigo! ¡Pues vete, Elliot! ¡Vete! ¿Crees que eres el primero en hablarme así? ¿Crees que serias el primero en dejarme sola? ¡Pues no! Ya estoy acostumbrada a que la gente se aleje ¡Estoy jodida y soy una mierda! ¿Ya lo ves? 

- Heather...

- No, Heather nada. ¿Heather, que? ¿Yo puedo salvarte? ¡No! No puedes. Aun no conoces todo de mi, y antes de que sea demasiado tarde y logre.... quererte -susurra entre lágrimas- Sera mejor que te vayas ahora. El trato se termino.

- ¿Tu te piensas que soy como el resto? ¿Te piensas que me asusta todo lo que me dijiste? ¿Te crees que saldré corriendo y te señalare con el dedo como todos? -me río- ¡Que equivocada estas! -la miro y en cuento hacemos contacto visual nuestras miradas se conectan de forma única- Yo no soy como el resto, y es lo que intento demostrarte siempre. Pero tu estas negada a que alguien pueda llegar a quererte. Todo lo que me dijiste no me asusta,  me duele que es todo lo contrario. Y.... yo no saldré corriendo. Estoy aquí, y cuanto mas intentes asustarme mas me quedare. Porque aunque no lo digas, se que quieres que aquí este. Aunque no lo digas, estas pidiendo que alguien este.

- Tu no sabes nada...

- Eres tu la que no sabe nada -seca sus  lagrimas corriendo aun mas su maquillaje por su rostro- Cuando realmente sienta que quieras que me aleje, lo haré. Pero tu no quieres eso -me mira a los ojos, y se con exactitud que eso no quiere, y no me lo niega- Estaba enojado por como te encontré, pero eso no me hará irme por donde vine. Cada cosa que voy descubriendo de ti, mas me dan ganas de quedarme. Mas me dan ganas de darle luz a tu vida. -me acerco un poco a ella, solo un poco para no asustarla, y para mi suerte no se sobresalta- ¿Confias en mi? -alza sus pestañas  y me mira- Aquí estoy y aquí seguiré. Ya instale mi carpa y fácilmente no me echaras -medio que sonríe y vuelve a mirarme.

- ¿Tu confías en mi?

- Confío en ti. No me gustan algunas cosas que haces, pero con el tiempo ayudare a que dejes de hacerlo. Recuerda que prometí quitar todos tus demonios.

- ¿Y si no puedes?

- No sera fácil, pero podre. ¿Confias en mi? -vuelvo a insistir.

- Confío en ti -sonrío y nos quedamos en silencio. Se supone que cuando pasa esto, las personas que tienen este tipo de conversación se abrazan, pero para abrazar a Heather hay que tener su aprobación por una cuestión de que teme a que la toquen.

No me pide abrazo, no me pide nada. Da un paso para atrás y sonríe de forma débil. Se sienta en el sofá y se ríe.

- ¿Que es tan gracioso?

- Debo verme espantosa. Bueno... mas espantosa de lo normal.

- ¿Mas de lo normal? ¿Cuando luciste espantosa estos días?

- ¿Estas siendo irónico?

- Para nada -realmente no estaba siendo irónico. La observo durante unos segundos y sonrío cuando desvía su mirada hacia el televisor.

- ¿Vemos algo? 

- ¿ O sea que puedo quedarme?

- No hagas que me arrepienta -me río y me siento a su lado. Enciende el televisor y comienza a hacer zapping. Se detiene en un canal donde están dando una película de acción.

- Por cierto... siento mucho haberte hablado de esa forma y lograr que te pongas así.

- Es normal, no te disculpes -se encoge de hombros sin despegar los ojos del televisor- Con la diferencia de que tu te quedaste -me mira y sonrío. Cuando sonrío vuelve a desviar su mirada.

- Y me seguire quedando.

- Lo se.

- Es bueno que lo sepas.

- Si.

- Porque...

- ¡Joder! Eres peor que una chica hablando -estallo de la risa ante ella y Heather sonríe- ¿Puedes callarte y dejarme ver la película? -asiento y miro la película con ella cuando en realidad, por el rabillo del ojo la observaba. 

Hoy casi le digo lo que siento por ella, pero estoy completamente seguro de que si lo hacia, ahora estaría en camino yendo a mi casa. Mis sentimientos por ella cada vez se hacen mas fuertes, y no podre apagarlos fácilmente. No puedo pretender que Ayleen sea el agua que apague este fuego, cuando yo mismo debo apagarlo. Y no puedo. No puedo simplemente apagarlo así como así. 

Con cierto disimulo observo a Heather.... realmente no podre.