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Los días pasaron, y si bien su vida había vuelto a ser igual de rutinaria. Estar y trabajar desde casa, evitar multitudes, hacer cuanto sea necesario para evitar salir a tumultos. Tener música relajante de fondo, sumado a que todo el lugar estaba insonorizado, eran la única forma de tener sus habilidades a raya.
Tras dar un sorbo a su té dio un paso atrás, observando su pizarra desde lejos. "Días sin ataques de ansiedad: 3. Días desde la ultima proyección: 8" Suspiró, sintiéndose orgullosa y decepcionada de si misma en partes iguales. Mientras la siguiente canción cargaba, en esos breves segundos de profundo silencio, un lejano sonido de voces llamo su atención. Extrañada se acerco a la ventana, se suponía que ningún sonido externo era capaz de filtrarse allí. Grata fue su sorpresa al ver un gran tumulto de gente, furiosos, con grandes carteles de protesta. Acomodándose las gafas pudo notar que los de mayor tamaño rezaban cosas como "muerte a los mutantes". Toda la multitud miraba en dirección a su edificio. Se alejó rápidamente de la ventana.
Su corazón dio un vuelco, toda su vida se había esforzado en reprimir sus habilidades, es ser normal. ¿La habían descubierto?¿Como? Temerosa volvió a asomarse por la ventana, algunos protestantes comenzaron a lanzar basura, fue ahí cuando se dio cuenta que contra quien atentaban era el departamento justo junto al suyo. Fue ahí cuando lo recordó, su vecino, en una borrachera termino asesinando a 3 personas en un bar con su don, y ahora enfrentaba juicio. Suspiro algo aliviada, sentándose en el sofá, dispuesta a continuar con su té, mientras empezaba a sonar la siguiente canción.
Pasado un rato, comenzó a quedarse dormida acurrucada en un extremo del sofá. Cuando sentía que finalmente caería dormida, un estallido de cristales rotos la hizo levantarse de un salto. Ahora en su sala frente a ella, una piedra del tamaño de una pelota de baseball junto a miles de fragmentos de lo que fue su ventana, decoraba el centro de la sala de estar. Un claro ejemplo de la mala puntería de algún protestante. El bullicio no tardo en llegar a sus oídos. No necesitaba asomarse y ver a las personas, desde allí podía ver el negro y rojo que emanaba de la protesta. Las voces que cantaban en protesta, los gritos y pensamientos de la gente invadió el lugar y la mente de _______ antes de que ella pudiera siquiera asimilarlo. Ya no podía quedarse allí. Apago la música, después de todo, las voces de afuera la habían sofocado y su presencia era imperceptible. Tomo sus llaves y teléfono, y antes de siquiera parar a pensar que podría estarse olvidando, salió de su departamento.
Al llegar a la calle, las emociones de los manifestantes se volvieron aún más intensas. Tomando bocanadas de aire con dificultad, se abrió paso entre la multitud, concentrada en permitir que su mente se desconectara del caos. Caminaba con la determinación de ir tan lejos como le permitieran sus pies. Mientras avanzaba, su mente se trasladaba a un prado en el bosque en un día soleado, donde se recostaba boca arriba sobre la hierba, escuchando el canto de las aves y el murmullo lejano de un arroyo desenfrenado. Un par de ojos avellana la observaban desde arriba con una sonrisa ladina, la barba prolijamente recortada, el cabello alborotado igual que como lo había conocido. Logan.
Desconcertada volvió su atención a la realidad. ¿Por qué aparecía en sus ensoñaciones? Ese prado en su mente solía ser su escape libre de personas. ¿Por qué ahora aparecía un hombre a quien solo había visto una vez y en la peor de sus situaciones? ¿Era porque la ayudo en su momento vulnerable?
Decidió frenar y mirar su entorno. No tenia idea de cuanto llevaba caminando, pero se encontraba en lo que parecía ser una plaza. El lugar estaba tranquilo, apenas un par de personas caminando, algunos perros jugueteando, todo acompañado del canto de aves. Tomo asiento en uno de los bancos que tenia cerca. El sol de plena tarde le daba de lleno en la cara cargándola de vitamina D. Se quito sus gafas, colocándolas sobre su cabeza para que sostenga su flequillo. Con sus manos entrelazas apoyadas sobre su regazo, manteniendo los ojos cerrados se dedico a escuchar los sonidos que la rodeaban. Luego de un largo rato empezó a sentirse abrumada. Era claro que se acercaba una hora pico, el estrépito constante de los autos, los ladridos de los perros, y el murmullo incesante de la gente creaba un torbellino de emociones y sonidos, sobreestimulandola. Tirando la cabeza hacia atrás, apretó los ojos con fuerzas mientras se pellizcaba el puente de la nariz pensando si ya seria hora de volver a casa.
-Hey.-Le pareció que una voz la llamaba pero entre tanto sonido y su agotamiento ni siquiera sabia si era algo acertado.- Hey ¿Estas bien?- Ahora estaba segura, alguien le había hablado. Se sentía saturada de tantos sonidos como para que encima alguien le hablara. Quería salir de allí desvanecerse. Se acomodo los lentes y bajo el brazo, pero cuando fue a enderezar la cabeza y abrir los ojos, no pudo.
Horrorizada, rogando que no estuviera pasando lo que pensaba, intento de nuevo. Fue ahí cuando pudo ver su entorno nuevamente, pero desde una perspectiva diferente. Al ver sus manos las noto pálidas y ligeramente translucidas. Inconscientemente llego a una proyección astral. Ahora su cuerpo dormido descansaba solo en el banco. 8 días, su racha mas larga estaba perdida. Y si de por si era malo, frente a él.
-¿________?¿Estas bien?- El hombre se acerco a la banca y sacudió ligeramente el cuerpo de la chica desde el hombro. Logan tenia una expresión que mezclaba el desconcierto con la incredulidad, rodeado de un color plata apagado, el pensamiento no tardo en llegar a ella "¿Que demonios esta pasando?" Se sentó junto a ella, intentando obtener respuesta.- ¿Aetherfield?
Presa del pánico y sin muchas opciones más que deseando volver a su cuerpo, hizo lo único que era capaz de controlar. Flotando junto a su cuerpo se acerco hasta Logan y con suavidad paso su mano a través de la cabeza del hombre.
-Logan, ¿Puedes oírme?- Testeo, en esa forma astral, su voz se escuchaba con eco. Confundido, observo el cuerpo de la chica, aun inmóvil.
-Que carajo- -La frase quedo en el aire, inconclusa. Resoplo.- Si esto es algún tipo de broma, es muy mala. Pero si, te escucho.-Alzó una ceja curioso.
-Prometo que te explicare todo luego.- Pudo ver como el castaño tensaba la mandíbula, tras notar el tono triste y avergonzado con el que prosiguió.- Pero necesito que tomes mi cuerpo y me lleves a casa.-Tras darle la dirección e indicarle en que bolsillo estaban las llaves, paso un brazo por debajo de las rodillas de la castaña y la otra por su espalda. Con agilidad tomo el cuerpo de la chica como si no pesara nada. Y tras acomodarla como si estuviera durmiendo en sus brazos emprendió la caminata de regreso. __________ floto junto a él todo el camino, en silencio. Estaba segura que en esa forma no podía sonrojarse, pero de haber podido, estaría jodidamente roja.
Logan la cargo sin cuestionar ni preguntar nada. Cuando llego a la dirección, la calle era un desastre, muestra clara de la protesta que tuvo lugar más temprano. Ingreso al edificio tal y como ella le indico minutos antes. Miro detenidamente el recinto aun de pie en la puerta con la chica en brazos. A su derecha un pequeño living con un mullido sofá junto a la ventana rota y la gran piedra, frente a un televisor. Del lado izquierdo contra la pared una escalera subía a lo que se veía desde allí como un cuarto, solo una cama y placar. Debajo encontró una puerta, posiblemente el baño, y allí mismo había una gran biblioteca, el escritorio con la computadora aun encendida y la pizarra. Frente a él una arcada separaba esta zona de la cocina comedor. No era moderno, pero era acogedor y tranquilo.
-Bien, ya estamos aquí.-Clavo la vista en la coronilla de la chica.- ¿Ahora qué?- Un claro naranja curioso emanaba de Logan, rápidamente su pensar llegó a oídos de ella "¿Que esta pasando realmente?"
-Sube las escaleras.-La voz con eco solo resonó en la cabeza del mayor. Este solo siguió las indicaciones.- Recuéstame en mi cama.- Con suavidad la dejo tendida boca arriba en medio de la cama de dos plazas.- Ahora necesito espacio y un poco de paz. Puedes irte si quieres.- Silencio por parte de ambos. ________ podía ver como los colores que rodeaban a Logan cambiaban demasiado rápido, sin llegar a una emoción puntual capaz de generar un pensamiento conciso.
-Iré al baño.-Comento segundos después. Un suave lavanda lo envolvió. "Supongo que esta todo bien, debería relajarme".
Tras verlo bajar y recorrer un poco el lugar, Aetherfield se acerco a su cuerpo y con cuidado se acostó en la misma postura, intentando quedar dentro de su cuerpo una vez más. Tras un largo rato de intentos finalmente sintió que los brazos le pesaban, pero también los ojos. Estaba agotada.
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Se sentó bruscamente en la cama al sentir una mano en su hombro. El cuarto estaba casi sumido en la penumbra, apenas se filtraba un poco de la claridad generado por los últimos rayos del atardecer. Sin luces encendidas, las sombras solo crecían, agravando la oscuridad. Se había dormido quien sabe cuanto tiempo. Siguió el musculoso brazo apoyado en su hombro, hasta dar con su dueño.
-No quise espantarte, lo siento.- Susurro Logan, al verla tan asustada.- Pero llevas durmiendo 3 horas, tenia que comprobar que estuvieras bien.- Y ahí estaba otra vez. A pesar de la oscuridad y estar recién despierta, _________ veía ese blanco puro y brillante capaz de dejarla ciega emanando de él. "Solo quiero saber que estas bien." Rápidamente ella volteo a encender la lampara que tenia a su lado. Él se sentó a los pies de la cama, mirándola, con una ceja ligeramente levantada.- Creo que me debes un par de explicaciones.- Dudando sobre por dónde empezar, la chica se acomodó en la cama, apoyando la espalda contra la pared, mientras sus ojos negros recorrían al hombre, observándolo detenidamente por primera vez. Llevaba su cabello castaño oscuro enmarañado igual que la vez anterior, pero su barba estaba un poco más corta. Los jeans gastados que usaba claramente tuvieron días mejores en el pasado, su camisa a cuadros de tonos marrón claro estaba desabotonada y dejaba ver la camiseta blanca ceñida a su torso que usaba debajo. Los cansados ojos color avellana la miraban, a la espera de una respuesta. Su cuerpo estaba envuelto en un azul claro, reflejando la calma que sentía, y la confianza que transmitía. "Estoy aquí para ti." Suspiro rendida, no podía mentirle después de que le ayudara dos veces.
-Solo...prométeme no decirle a nadie.-Observo sus manos ligeramente temblorosas, dudando sobre su decisión. Tomo una gran bocanada de aire, tras verle asentir.-Yo...tengo habilidades especiales.- Intentó explicar, pero fue interrumpida por Logan.
-Eres una mutante.- Afirmó Logan, de forma brusca. Muerta de nervios, _________ se puso de pie y bajo las escaleras, con el castaño pisandole los talones. Al llegar a la planta baja se detuvo en seco, al observar la ventana toscamente emparchada con cinta ancha, la piedra ya no estaba y no se veían restos de vidrios en ningún lado.-¿Puedes tranquilizarte? No voy a delatarte con nadie.- Murmuro a sus espaldas. Aun ignorando las palabras del hombre, se aproximo a su pizarra cambiando el 8 por un 0. Fue ahí cuando algo hizo clic en la mente de Logan.- No tienes control sobre tus habilidades, ¿Me equivoco?- Ella solo asintió en silencio. Al voltear para enfrentar al mayor puso notar como un azul grisáceo empezaba a brotar de Logan, la duda lo envolvía. "¿Esto es correcto?" Dio un paso acortando la distancia entre ambos. Temerosa de a que se refería ese pensamiento, ella retrocedió medio paso.
-Puedo ver las emociones de las personas, como si fueran colores, junto a un pensamiento basada en eso.- Soltó rápidamente.- No controlo como, ni a quien, ni cuando, por eso siempre estoy alerta, por eso termino con ataques de ansiedad.
-¿Y qué hay de lo que pasó hoy en el parque?-Tragó con fuerza, quedándose en su lugar y dudando que tanto era capaz de ver o escuchar sobre como se sentía él en esos momentos.
-Es una contraparte de mi habilidad.- Clavo la vista en el suelo, no quería ver las emociones de Logan, si algo iba a pasar, si algo malo le iba a pasar, no quería saberlo.- Puedo separar mi conciencia de mi cuerpo físico. Mientras mi cuerpo físico queda en un estado de reposo, yo puedo flotar libremente sin ningún tipo de restricción, aunque no puedo alejarme demasiado de mi cuerpo. No tengo control de cuando va a suceder, solo se que es más normal cuando hay un exceso de estímulos en mi entorno. Volver a mi cuerpo es difícil, lo único sobre lo que tengo control, es que si toco a una persona se que mi voz sonara en su mente.- Concluyo aun con la vista clavada en sus pies, mientras lágrimas amenazaban en salir.
Las botas de cuero que llevaba Logan aparecieron de repente frente a sus pies. Un gris con dejos de azul lo recorría por completo, agitándose con la violencia representación de su estado de indecisión. "Es lo correcto, lo necesita" "no, esto no esta bien, ella esta aterrada". Con suavidad ese gris se volvió blanco puro. "Lo necesitas" Antes de que ella pudiera reaccionar a que estaba pasando el castaño puso una mano en la mejilla de la chica, obligándola a que lo viera a los ojos. La otra mano la poso en su hombro atrayéndola a él, envolviéndola en un cálido abrazo. Tardo unos segundos en reaccionar, pero para cuando se dio cuenta lo que pasaba, ya no pudo contener el llanto. Paso sus brazos al rededor de la cintura de él, apretando con fuerza la camisa.
-¿Por qué me ayudas tanto?-Exclamó, sollozando entre lágrimas tras un rato en silencio. Su voz sonó ahogada contra el pecho de Logan; no se sentía capaz de romper ese abrazo. Él tenia razón, lo necesitaba.
-Entre mutantes nos cuidamos.-Acaricio el cabello de la chica soltando un suspiro. La chica quedó inmóvil, incapaz de moverse o procesar lo que acababa de escuchar.-Se de alguien que puede ayudarte a controlar tus habilidades.
-¿Quien?
-Es un viejo amigo. Si aceptas, podemos ir mañana mismo; necesito hacer unos preparativos antes.- Murmuró, separando ligeramente el abrazo para mirarla directamente a la cara, regalándole una sonrisa de lado. A pesar de su apariencia ruda, paso su pulgar con delicadeza, secando las últimas lágrimas del rostro de la chica.-¿Que dices? ¿Aceptas?
Ella dejó escapar un largo y pesado suspiro que cargaba con todo su agotamiento. Era difícil negarse ante el brillante blanco que rodeaba a Logan; además la idea de tener alguien que le enseñara sobre sus poderes era bastante tentadora.
-Esta bien. Iré. Pero tengo una condición.-Dijo, separándose del abrazo, retrocediendo un paso para poder mirarlo bien a la cara. Se envolvió a sí misma con sus brazos, y no fue hasta ese momento que notó la elevada temperatura corporal que poseía el castaño. Él solo se limitó a cruzarse de brazos, levantando una ceja con curiosidad, a la espera de dicha condición. Nuevamente nerviosa, se puso a jugar con sus manos, mirando a cualquier lado.- Que estarás allí por si...pasara algo.-Concluyó. Él solo soltó una risita.
-Dalo por hecho.-Se dio media vuelta y emprendió camino a la puerta.-Empaca tus cosas, ropa, pertenencias importantes. Estarás fuera una temporada. Vendré por ti mañana temprano.-Se despidió dejando un pequeño papel doblado al medio sobre la pequeña mesita que había junto a la puerta de salida.
Una vez que se marcho, ________ tomo la hoja, encontrando el numero de Logan toscamente garabateado.
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Al día siguiente, alrededor de las 9 de la mañana la chica tenía dos grandes bolsos junto a ella, con tanta ropa como pudo cargar, así como su computadora y algunos libros. Repasaba mentalmente una y otra vez las cosas que guardó verificando no olvidar nada. Unos leves golpecitos en su puerta la sacaron de su ensimismamiento. Al abrirla se encontró a Logan ligeramente recostado sobre el marco de la misma. Vestía las mismas ropas del día anterior, pero en lugar de la camisa ahora llevaba una campera de cuero negra y gastada completamente desprendida; sobre su pecho se podía ver una cadena con dos chapas grabadas.
-Antes de irnos. Tengo algo para ti.-Saco una cajita de detrás de él y se la paso.- Es un regalo de Charles, cree que te serán útil hasta que tengas el total control.- Continuó mientras ella abría la caja.- Solo no te olvides cargarlos de ves en cuando.- Dentro la chica encontró unos auriculares de cancelación de sonido color plata con una gran X grabada en negro en ambos lados.-Puedes usarlos durante el viaje si quieres.-Ella solo observó el regalo con la boca abierta.
-Estas cosas cuestan un fortuna.- Su voz era apenas un susurro de sorpresa, sus palabras apenas audibles por la falta de aire ante la incredulidad.
-Oh, no debes preocuparte por eso. Ya veras por ti misma que no es algo que realmente le afecte a Charles.-Rio mientras entraba al lugar dispuesto a tomar los bolsos.- Deberías ponerte un abrigo.-Sentenció al ver que ella solo llevaba jeans y una camiseta de manga corta.- Iremos en mi motocicleta. - Acto seguido, ella se colgó los auriculares del cuello y revolvió en uno de sus bolsos hasta encontrar y ponerse una campera de jean, para luego colgarse el mismo bolso del hombro.
-Estoy lista.-Sonrió con nerviosismo.
Al salir del edificio, pudo ver una moto Harley Davidson estacionada en la vereda, la misma que había visto días atrás a la salida del supermercado. El castaño tomó el bolso que ella llevaba y amarró ambos a las alforjas del vehículo. Gracias al regalo, el viaje había sido tranquilo y sin problemas. El viento en su rostro, el paisaje tornándose cada vez más boscoso a medida que se alejaban de la ciudad... todo mientras se aferraba al cálido torso de Logan. Era como si una de sus ensoñaciones se hiciera realidad justo frente a ella. Al cabo de una hora notó como la motocicleta disminuía la velocidad al aproximarse a una gran reja metálica que se abrió frente a ellos. Al ingresar y pasar junto a la reja, _________ pudo leer el cartel colgado a un lado de la entrada "Escuela para jóvenes superdotados de Charles Xavier."
-Bienvenida a tu nuevo hogar.-Sonrió el mayor mirándola desde uno de los espejos retrovisores, mientras se aproximaban a la puerta de entrada de la gran mansión. Ella solo miraba asombrada, mientras dejaba sus auriculares sobre su cuello. Junto a la gran puerta, los esperaba un hombre calvo de ojos claros, en silla de ruedas, vestido con un traje azul oscuro, camisa blanca y corbata negra.
-__________ Aetherfield. Bienvenida a mi escuela.-Saludó una vez que los recién llegados bajaron de la moto, aproximándose a ella para estrecharle la mano.- Soy el profesor Xavier, pero puedes decirme Charles.
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