Gatito travieso
Baek esperaba pacientemente en la recepción de la clínica veterinaria a la que habían ido, Sehun estaba en el consultorio mientras atendían a Lulu o ciervito como empezaban a decirle. Al terminar el doctor especialista lo invitó a sentarse y comentarle por lo que estaba pasando con el gato.
—¿Qué LuLu está en celo?— repitió lo mismo que el doctor, es que Luhan ya lo sospechaba— ¿Por eso lo cambios?
—Sí, en estos casos el celo es así solo en las hembras, a las que les surge estos cambios. Se les baja un poco el apetito, le dilatan los ojos, se eriza en cada momento y querrán atención de su dueño—miró al felino en los brazos del pelinegro— Y no entiendo por qué su gato los tiene, no se si le gustaría que le haga más estudios y saber...
—No déjelo así, quizás no sea común en un macho pero no quiero someter a mi gato a ningún estudio— lo abrazó como si buscará protegerlo.— ¿Qué más debo hacer?
—Debe mantener muy activo, algunos juguetes le servirán.
—¿Y le podré dar algo para el celo?.
—Existen anticonceptivos pero como ya le dije, son para hembras y bueno hay productos en el mercado de nueva generación para gatos que se aplican. Son inhibidores para celo con efectos secundarios menos agresivo.— hace pausa —puedes usar un difusor de feromonas felino sintético que aplaca las feromonas a los gatos, también los hay en spray.
—¿Cuánto le puede durar el celo?
—Puede ser de tres a cinco días o más.— dice y el pelinegro asiente.
—Bien, gracias por todo.— se despidió y salió del consultorio.
Con LuLu en sus brazos dándole caricias en su cabeza, va con Baek, quién está concentrado en su celular, que al verlo se pone de pie.
—¿Qué te dijo?— pregunta Baek.
—Está en celo, hay que comprar algunas cosas. -Respondió Sehun
—Anótalo y yo iré a comprarlos, te irás con él a casa que yo voy después. -Respondió el castaño y salió.
Al llegar a su casa, Sehun dejó a Luhan en el sofá para después quitarse los zapatos y el abrigo dejándose caer del otro lado del sofá, LuLu caminó a él para quedar encima.
—Luhan, tienes que darte una ducha. Te dejaré en la cama mientras busco algo de ropa.— le dijo y Luhan volvió a bajarse.
—Bien...— habló después de quedar en su forma humana.
—Luhan, no— no alcanzó a decir, cuando el castaño lo rodea con sus brazos, escondiendo su rostro en el cuello haciendo roces con sus labios en la piel expuesta —Por favor... No hagas eso— lo regañó cuando sintió una pequeña mordida —Mejor entremos al baño, te tienes que bañar antes que venga Byun.
Lo que hizo Luhan, fue que se impulsó dando un salto y rodear con sus piernas la cintura del pelinegro, quien lo sostuvo por sus muslos tragando duro por el cuerpo desnudo que ahora cargaba.
Caminó rápidamente hacia el baño, lo sienta en el retrete en lo que abrió la llave para llenar la tina con agua un poco fría.
—Ven Hannie, entra. El agua está un poco fría, es mejor así ya que te ayudará.
Luhan asintió entre quejidos entrando a la tina —Hunnie, ven báñate conmigo— Sehun negó —¿Recuerdas lo que el doctor dijo?
—Sé lo que dijo, pero no habló de bañarme contigo— el castaño hace un puchero triste y Sehun rodó los ojos al ser manipulado —Está bien.
Se quitó la ropa quedando solo con el bóxer, se adentra al otro extremo, Luhan no pierde tiempo para cuando está sentado sobre sus piernas.
—Lu ¿Por qué tienes que hacer este tipo de cosas?— En serio que se estaba conteniendo de no tocarlo ni de ir más allá con el castaño.
—Bésame, quiero que me beses, quiero sentir lo que sienten las parejas que veo en la televisión.
Sehun se lamió sus labios por inercia viendo los del castaño.
—No puedo, por qué no tenemos nin...
Y ahí está Luhan besándolo sin dudar de nada y sin importar lo que dijera Sehun. El beso fue suave y un poco torpe por parte del rubio, Pasando a uno profundo y más apasionado cuando fue correspondido hasta separarse por falta de oxígeno.
Sehun no podía negar que lo ha querido besar desde hacía mucho, ahora probó sus labios suaves y dulces. Que podría volverse adicto.
—Hunnie, te quiero mucho.— dice y empieza a moverse sobre su miembro.
—Por todos los cielos Lu, me estas provocando una erección.
—Atiéndeme ¿Si?, te necesito.
Lo besa de nuevamente y los movimientos son más certeros, el pelinegro lo toma de la cintura se afianza más fuerte a él. Su miembro se encontraba duro y el del castaño igualmente, después recorrió con sus manos la espalda dando caricias por toda ella, necesitando ir más allá.
Pero el cuerpo de Sehun se tensó cuando escuchó a alguien en su habitación.
—¡Sehun! ¿Estás en el baño? ¡Ya regresé con lo que me pediste¡ — Baekhyun gritó desde su habitación.
Ah y como pudo olvidarse de él.
—¡Sí... Ya salgo!.— gritó lo suficiente fuerte para que lo pudiera escuchar.
—¡Está bien, te espero en la sala!
Luhan lo mira con un puchero y Sehun solo río de la frustración. Aún estando duros como una piedra tuvieron que bañarse y salir todavía con las ganas.
—Vamos, salgamos de aquí. Si no Baek vendrá a buscarnos cuando no te vea por ningún lado— Secaron sus cuerpos y Sehun se envuelve una toalla en su cintura.—Ven, en forma de gato. Te cargaré.— Luhan obedeció y salieron aún muy excitados.
Habían pasado tres días en los que Luhan le empezó su celo, Baek ha estado yendo a casa del pelinegro a prepararles de comer y cuidar de "LuLu" cuando Sehun se iba al trabajo.
Ya era tarde de la noche y Sehun apagó el televisor para irse a dormir, el resto de la tarde después de llegar de trabajar tuvo que rociarle el inhibidor a Luhan que por obvias razones el aroma a celo a estado atrayendo a los gatos.
—Ciervito iremos a la cama— se coloca de pie llevando a LuLu en sus brazos yendo a la habitación.
Al llegar Sehun se sentó con el gato en la cama, que poco después cambió.
—Quiero un beso— pidió y Sehun no duda en dárselo.
—No tienes que pedirlo— vuelve a besarlo, Luhan le regala una linda sonrisa.
—Iré por una pijama— El menor hace un puchero, y se quita de encima suyo sentándose en la cama.
Desde el día en el que se besaron por primera vez, Sehun reconoció que le gusta mucho Luhan— No sabía si decir que estaba enamorado, por el poco tiempo que llevan juntos— pero los sentimientos en él, por el castaño iban en aumento.
Antes de ir al trabajo se levanta con una sonrisa al ver el lindo rostro del menor dormido junto a él, en el trabajo contaba las hora por volver a casa y al llegar no dudaba de llenarlo de besos, los cuales eran correspondido.
Sehun rió al ver al castaño con un lindo puchero que se le estaba haciendo costumbre hacer. Caminó al clóset y buscó su pijama dejándolo en un lugar cerca, se quitó la ropa quedando solo en bóxer. Al tomar la camisa sintió unos brazos que lo rodeaban.
—Hunnie... Estoy listo para ti, ven.
—¿Qué?—Se dio vuelta, el efecto de los supresores habían pasado.
—Te quiero dentro, no aguanto más.
—Hannie ¿En serio quieres esto?—el castaño asintió —Se que estábamos por hacerlo hace solo unos días pero pienso que es muy pronto y además no tenemos con que cuidarnos.
— No importa nada de eso, yo lo quiero, solo bésame y tócame todo lo que quieras— lo jaló del brazo llevándolo a la cama quedando encima para una vez besarlo.
Al terminar el beso, ve que Luhan tiene sus lindas orejas y cola. Se baja del pelinegro acostándose en la cama poniéndose sobre su abdomen con su trasero alzado.
--Luhan, eres un gato travieso— el castaño le ronronea moviendo su cola.
—Haz lo que tengas que hacer Hunnie.
Se coloca detrás de Luhan teniendo al frente suyo todo un paraíso, su esfínter lubricada por si solo, no sabía cómo pero eso lo excito aún más. Llevó sus dedos empezando a prepararlo, en lo que no llevo mucho tiempo.
—Quiero verte cuándo lo hagamos, date vuelta— dijo quitándose el bóxer.
Luhan lo hace y mueve sus orejas al momento de quedar acostado completamente.
Sehun se posicionó entre sus piernas volviéndolo a besar pasando a su cuello. Sus manos viajaron lentamente en suaves caricias desde la cintura hasta llegar a sus mejillas traseras amasándolas con fervor, sacándole gemidos a sus chico. Luego llevando una de sus mano a la erección de Luhan y la otra a la de él, provocando roces al bombear de arriba y a bajo, suave y tortuosamente.
Era sensaciones nuevas para Luhan, si que las desconocía. Lo hacían sentir en las nubes, se sentía bien.
Aún besando los suaves y delgados labios de Luhan, introduciendo su lengua saboreando toda su cavidad. Alineó su miembro en la entrada de su chico, introduciéndose lentamente aunque estuviese preparada, sacándole gemidos ahogados.
—Hannie, tócate los pezones quiero verte— dijo al separarse un poco quedando quieto aun dentro, este obedeció.
El castaño nunca pensó ser tan sensible en es lugar.
Envuelto en tanto placer y sudor, viendo la lujuria en los ojos de su chico. Sehun empezó a arremeter contra de Luhan con más rapidez haciéndolo un desastre de sollozos, gruñidos y gemidos cuando encontró aquél punto que lo hizo delirar. Sintió su miembro apretar cuando el castaño alcanzó la cúspide liberando su semilla casi al mismo tiempo que Sehun lo hizo.
Después de haber terminado, quedó un momento arriba de Luhan sin aplastarlo, se acostó al lado viendo una linda sonrisa de su chico. Aún recuperándose de todo lo que habían hecho.
Entre caricias y toques tiernos, sudor, gemidos y el ambiente fogoso. Supieron que ya estaban unidos, volviendo a saciarse uno al otro de manera que no se imaginaron nunca en lo que restaba de la noche.
Sehun fue el primero en despertar, ya que tenía que ir a trabajar. Pero no pretendía dejar a Luhan así, después de lo de anoche. Sonrió cuando todo lo recuerdo llegaron a su mente.
Estiró su brazo lo más que pudo, para tomar el celular del nochero, no quería despertar a Luhan. Quería llamar al trabajo y dar una excusa convincente.
Cuando quiso marcar, vio a Baekhyun entrado a la habitación que se detuvo al ver a Sehun abrazado a otra persona que nunca había visto.
El corazón de Sehun empieza a latir demasiado rápido haciendo despertar a Luhan, quién al tener su cabeza encima del su pecho sintió los latidos acelerados.
—Hunnie ¿Qué pasó, por qué estás así?— le preguntó volteando hacia la entrada.
—No sabía que estuvieras con alguien, al parecer LuLu no es el único en celo aquí... Disculpa no quise interrumpir su descanso, me imagino que deben de estar can...— No termino la última frase cuando vio que al chico castaño le habían salido un par de orejas frente de sus ojos, no lo podía creer— ¡¿Que mierda está pasado aquí! — fue lo último que se escuchó cuando cayó en al piso desmayado.
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